PEDRO
VocTEO
 

Primero en el grupo de los Doce, fue puesto por Jesús como su vicario en la Iglesia hasta el cumplimiento escatológico.

En el Nuevo Testamento hay muchos datos sobre Pedro, desde su llamada al seguimiento del Maestro (Jn 1,35-42), hasta su cambio de nombre de Simón a Pedro-Roca, su participación en el grupo de los tres privilegiados que siguen a Jesús en el Tabor (Mt 17 1), y su reconocimiento en nombre de todos de la mesianidad de Jesús (Mc 8,29).

En la primera profesión de fe se indica a Pedro como el primero a quien se apareció Jesús resucitado ( 1 Cor 15); no hay duda de su primado entre los Doce en el día de Pascua (Gál 1, 18), y es él mismo el que busca el mejor camino para que se anuncie a todos el Evangelio (Hch 10-15; Gál 2). Es llamado por Jesús resucitado para que le siga sin hacer preguntas, signo de un amor que se abandona por completo y que sabe amar más que los demás en virtud de la misión que se le ha confiado (Jn 21,15-23).

El conjunto de los datos del Nuevo Testamento nos presenta a Pedro como una personalidad fuerte y combativa, capaz de grandes entusiasmos y de grandes cobardías; capaz de reconocer su propio pecado, pero consciente además de haber sido puesto por Jesús como guía de la comunidad. Como tiene que confirmar en la fe a sus hermanos (Lc 22,31), su misión es continuada por sus sucesores, hasta el retorno del Seńor.

R. Fisichella

Bibl.: J Schmid. Pedro, en CFT 111, 410417; R. Fabris, Pedro, en NDTB, 1449-1459' O. Cullmann, San Pedro. Ediciones 62, Madrid 1967; A. Penna, San Pedro. FAX, Madrid 1958; B. Rigaux, San Pedro y la exégesis contemporánea, en Concilium' 27 (1967) 149-177. H. U von Balthasar El complejo antirromano, BAC, Madrid 1981; C. Vidal Manzanares, Diccionario de Jesús y los Evangelios, Verbo Divino. Estella 1995.