PACIENCIA
VocTEO
 

En el Antiguo Testamento la paciencia es una forma concreta de bondad; se expresa por el termino hésedh : la benignidad, la buena disposición para ayudar, especialmente en dependencia dé la alianza establecida en el Sinaí.

Cada vez que Yahveh se conmueve por la miseria de su pueblo (o del individuo), se deja vencer por la compasión, que se expresa en una paciente ayuda concreta. Aunque Israel se aleje de su Bienhechor éste no interviene con su justicia punitiva, sino que espera con mucha paciencia.

Dios rico en paciencia - y ternura.- La reflexión teológica sobre la paciente bondad de Yahveh empezó muy pronto: "Dios dueño y Señor, misericordioso y clemente, paciente, de mucha compasión» (Éx 34,6-7).

La verdadera teología de la paciente bondad de Dios se encuentra en los salmos: "Paciente y misericordioso es el Señor, lento a la ira y rico en clemencia. Bueno es el Señor con todos, su ternura se derrama sobre todas las criaturas» (Sal 145).

Los enemigos, los ingratos, los pecadores endurecidos: a todos estos grupos se dirige en primera línea la paciencia misericordiosa del Dios del Nuevo Testamento (Lc 9,55; 13,6. Mt 18,23ss). Para Pablo es natural que todo cristiano, gracias a la unión con el Maestro, tenga que ejercitar la paciencia. Este concepto está en la base de todas sus listas de virtudes (Rom 3,25: 1 Pe 3,20). Jesús pone la reconciliación por encima de los deberes religiosos (Mt 5,23ss), el amor al prójimo por encima del culto (Mt 9,13; 12,7. cf. Os 6,6).

El amor-caridad se caracteriza ante todo como actitud de paciencia y de misericordia con todos. «Amaos los unos a los otros como yo os he amado» (Jn 13,34). De hecho, Dios juzgará a los seres humanos, no con la medida de la justicia, sino con la de la paciencia misericordiosa, en un juicio de gracia. Él quiere amnistiar al hombre. Pero Dios concederá esta "amnistía» al culpable sólo si éste, a su vez, es paciente y misericordioso con los demás en la tierra, si ha sabido amar y perdonar (cf Mt 5,7, 6,14ss; 9,13. 18,23.3435; 25,31-46; Lc 11,4; Mc 11 ,25).

El cristiano debe esperar con paciencia la segunda venida de Jesús. "En efecto -dice Pablo-, pienso que los sufrimientos de la hora presente no pueden compararse con la gloria futura que habrá de revelarse en nosotros » (Rom 8,18-19).

A. A. Tozzi

Bibl.: Tertuliano, De patientia, en PL 1, 1359-1386; Cipriano, De bono patientiae, en PL 4, 645-662; U. Falkenroth, Paciencia, en DTNT 111, 234-242; T Goffl, Paciencia, en DE, 111, 78-81; F Schierse, Paciencia, en CFT 111, 26O-262,