NO CRISTIANOS
VocTEO
 

No cristianos son todos aquellos (individuos, pueblos o grupos) que no han recibido el Evangelio y por consiguiente no creen en Cristo, y que no pertenecen a ninguna Iglesia o comunidad cristiana. El concilio Vaticano II les ha dedicado algunas intervenciones importantes, entre ellas el n. 16 de la Lumen gentium y el decreto Nostra aetate sobre las religiones no cristianas.

Entre los no cristianos la Iglesia considera en primer lugar a las personas de las diversas religiones, ante todo a los miembros del pueblo judío, del que sin embargo nació Cristo según la carne: «pueblo en virtud de la elección, queridísimo por razón de sus padres, ya que los dones de Dios son irrevocables". A ellos se añaden los musulmanes, los que pertenecen a las « religiones vinculadas con la cultura» (por ejemplo, los budistas y los hinduistas) y todos los demás que buscan al «Dios desconocido" en las otras religiones. La Iglesia tiene también en cuenta a los que no han llegado todavía al conocimiento claro de Dios, pero que se esfuerzan, no sin su gracia, por alcanzar el camino recto. En relación con estos no cristianos, el concilio ha hablado de una diversa ordenación de los mismos a la Iglesia y ha mostrado su respeto por todos aquellos modos de obrar y de vivir, por aquellos preceptos y doctrinas que, «aunque en muchos puntos se diferencian de lo que ella misma cree y propone, sin embargo no raras veces reflejan un destello de aquella verdad que ilumina a todos los hombres". Finalmente está la situación de los que, «engañados por el Maligno, están extraviados en sus ideas", confundiendo la verdad con la mentira, sirviendo a la criatura en lugar de al Creador, viviend.o y muriendo sin Dios en este mundo y exponiéndose a la desesperación final. La atención de la Iglesia por todas estas personas tiene su fundamento en el hecho de que Dios quiere la salvación de todos y está motivada por su condición de instrumento puesto por Cristo en el mundo como sacramento universal de salvación. De aquí se deriva su empeño en la actividad misionera, en el diálogo interreligioso, su actitud pastoral ante el ateísmo (cf. GS 1921).

En relación con el conocido axioma extra Ecclesiam nulla salus, se plantea la cuestión de la salvación de los no cristianos. "Para ellos la salvación de Cristo es accesible en virtud de una gracia que, a pesar de tener una misteriosa relación con la Iglesia, no los introduce formalmente en ella, pero los ilumina de forma adecuada a su situación interior y ambiental » (Juan Pablo II, Redemptoris missio, 10). La teología ha intentado muchas veces reflexionar sobre esta "iluminación» divina. Santo Tomás lo hizo en varias ocasiones (cf. De veritate 14, 11, ad 1; S. Th. 1-11, q. 89, a. 6 y q. 109, a. 3). Siguiendo sus huellas J. Maritain ha reflexionado sobre la dialéctica inmanente del primer acto de libertad (ensayo del año 1945) y K. Rahner ha elaborado su teoría sobre el "cristianismo anónimo». En los últimos decenios se ha desarrollado además una «teología de las religiones». Por otra parte, en el ámbito de las actividades de la Santa Sede, después del Vaticano II, se han establecido organismos para el diálogo con los no cristianos y también con los no creyentes.

Un fenómeno que en los últimos tiempos ha asumido caracteres macroscópicos es el de «los no cristianos poscristianos», es decir de los que, a pesar de haber recibido el bautismo, han perdido el sentido de la fe, no se reconocen ya en la Iglesia ni en ninguna otra estructura religiosa y llevan una vida apartada de Cristo y de su Evangelio. Para estas situaciones se habla de «reevangelización» o de "nueva evangelización ».

M. Semeraro

 

Bibl.: K. Rahner, El cristianismo y las religiones no cristianas , en Escritos de- Teología, Y Taurus, Madrid 1964 135-1S6; Íd., Los cristianos anónimos, Ibíd., VI, Taurus, Madrid S3S-S44; p, Damboriena, La salvación en las religiones no cristianas, BAC, Madrid 1973; J Dupuis, Jesucristo al encuentro de las religiones, San Pablo, Madrid 1991.