NEOESCOLÁSTICA
VocTEO
 

Orientación filosófico-teológica de la cultura católica que se desarrolló a partir de la primera mitad del siglo XIX y que se caracterizó por la recuperación de los temas de la filosofía escolástica como una base para la crítica del pensamiento moderno; se usa con frecuencia como sinónimo el término neotomismo, por el privilegio que concede al pensamiento de santo Tomás dentro de la valoración general de la Escolástica. Los promotores de la neoescolástica fueron el cardenal V. Buzzetti, profesor de filosofía en el seminario de Piacenza desde 1806, y sus discípulos Serafín y Domingo Sordi, que entraron en contacto con L. Taparelli de Azeglio, el cardenal G. Pecci y M. Liberatore. Los centros principales de la neoescolástica italiana fueron Nápoles, con la escuela de G. Sanseverino, y Roma con la fundación de "La Civiltá Cattolica», promovida por C. Curci en 1849. luego el movimiento se difundió por Espaaa con Ceferino González, en Francia con Rosset y Jourdain, en Alemania con G. Kleungen. Este renacimiento tomista fue definitivamente sancionado por la encíclica Aeterni Patris, de León XIII (1879), la fundación de la Academia Romana de Santo Tomás y del Instituto Superior de Filosofía dr la Universidad Católica de Lovaina ( 1889).

La primera fase de la neoescolástica heredó la visión histórica antimoderna del romanticismo católico (De Maistre, Bonald): se veía la edad moderna como una profunda crisis de la unidad espiritual de Europa, que había comenzado con el nominalismo de la Escolástica tardía y había proseguido con el psicologismo de Lutero. En el plano filosófico se rechazaba el planteamiento cartesiano con sus desarrollos tanto en sentido lógico-racionalista como religioso: de aquí la infravaloración del ontologismo cristiano que se había desarrollado desde Malebranche hasta Rosmini y Gioberti, con quien polemizó M. Liberatore y «La Civilta Cattolica » .

En el siglo xx se dio un nuevo impulso con la fundación de la «Rivista di Filosofia neoscolastica» (1909) y de la Universidad Católica del Sagrado Corazón (1921) de Milán. El promotor de este movimiento fue A. Gemelli, que se mantuvo dentro de los esquemas tradicionales antimodernos. Con F. Olgiati, E. Chiocchetti, A. Masnovo y G. Bontadini se asoma un sentido más vivo de la historicidad y la tendencia a captar los elementos del pensamiento moderno que pueden enriquecer el tomismo.

En esta tesitura se sitúan también entre las dos guerras Maréchal, Gilson y Maritain, replanteando frente a los trágicos acontecimientos históricos los esquemas antimodernos tradicionales. La tendencia al diálogo con la cultura moderna se desarrolló ulteriormente en los años después de la guerra, abriendo una nueva fase de la neoescolástica que se fue confrontando sucesivamente con el kantismo, la fenomenología husserliana, el existencialismo, la psicología, los analistas del lenguaje. Un punto importante de referencia de la neoescolástica italiana después de la guerra fue el movimiento de Gallarate, que surgió de las reuniones de estudios promovidas por C. Giacon; el nuevo fermento de estudios de aquellos años llevó también a la recuperación de la confrontación entre las diversas corrientes del pensamiento cristiano, especialmente entre el neotomismo y el espiritualismo agustiniano.

Entre los exponentes contemporáneos de la neoescolástica recordemos finalmente a A. Masnovo, S. Vanni Rovighi, U. A. Padovani y C. Fabro, que propone un retorno al espíritu auténtico del tomismo contra las tendencias que prevalecieron a partir de la Escolástica tardía.

A. Paris

Bibl.: O. Muck, Neoescolástica, en SM, II, 715-721; Neoescolástica, en ERC, Y 763-772; E. Vilanova, Historia de la teología cristiana, 111, Herder Barcelona 1992, 585-605" M. Andrés (ed.), Historia de la teología española, 11, Ed, Católica, Madrid 1987, 553575; T Urdánoz, Los orígenes del neotomismo en España, en Rev, Esp. Teología 34 (1974) 403-426; M, Sciacca, La filosofía hoy , 11, Escelicer, Madrid 1973. 272-455.