HOMOSEXUALIDAD
VocTEO
 

Por homosexualidad se entiende en general la atracción sexual hacia personas del mismo sexo. Dado que el fenómeno es complejo y presenta grados intermedios, se necesitan algunas precisiones. Se distingue entre homosexuales esenciales o propiamente dichos, que se sienten atraídos por personas del propio sexo casi por un instinto innato, y homosexuales ocasionales, que sólo en ciertas circunstancias se entregan a prácticas homosexuales por falta de una pareja del otro sexo o por dinero o por deseo de sensaciones sexuales insólitas.

Entre los homosexuales propiamente dichos están los homosexuales totales y exclusivos, en los que la tendencia homosexual forma parte de la personalidad del sujeto, sin que él advierta ningún impulso heterosexual. Junto a éstos están los homosexuales que, en determinadas circunstancias, pueden tener alguna manifestación al menos parcialmente heterosexual.

En cuanto a las causas que determinan la aparición de la homosexualidad no están de acuerdo los autores. La tesis organicista, que veía la homosexualidad como efecto de factores hereditarios y hormonales, cada vez tiene menos vigencia en nuestros días. Al contrario, tiene mayor credibilidad la tesis psico-social, que ve en la homosexualidad el producto de condicionamientos educativos o de una perturbación en el desarrollo psico-sexual.

La homosexualidad está expresamente condenada en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento condena en primer lugar la sacralización pagana de la prostitución masculina, al tratar de la homosexualidad en los lugares sagrados durante los cultos orgiásticos (Dt 23,18- 19. 1 Re 14,24; Job 36,14). El libro del Levítico condena no solamente la prostitución sagrada, sino todas las formas de homosexualidad desde un punto de vista moral (Lv 18,22) y amenaza con pena de muerte a quienes la practican (Lv 20,13). En el Nuevo Testamento abundan los textos que se refieren al castigo del pecado de homosexualidad (Mt 10,15; 11,23-14; Lc 10,12; 1729).

Pero el texto clásico de condenación es Rm 1,18-32, en donde se condena tanto la forma masculina como la femenina.

La postura tradicional de la moral católica es de franca condenación, basándose en el principio general de que el uso de la facultad sexual sólo puede ser moralmente recto en la relación conyugal. Se puede resumir en las palabras del documento Persona humana de la Congregación de la fe: «Según el orden moral objetivo, las relaciones homosexuales son actos privados de su regla esencial e indispensable... Los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados», aunque «no todos los que sufren esta anomalía sean personalmente responsables de ella» (n. 8).

La Congregación hace una distinción entre los homosexuales con una tendencia transitoria y los homosexuales definitivamente tales. Esta segunda categoría de personas «tiene que ser juzgada con prudencia» (n. 8).

La reflexión teológica precisa ulteriormente, distinguiendo entre condición o tendencia homosexual y actos homosexuales. Sólo estos últimos son objeto de valoración moral, mientras que la tendencia homosexual en cuanto tal no es pecaminosa. La motivación principal del juicio negativo está en la inautenticidad de un amor que no respeta las leyes internas del lenguaje de la sexualidad, en cuanto que llega a faltar la complementariedad-reciprocidad de la sexualidad masculina y femenina, El juicio se articula sobre todo en relación con las diversas situaciones. distinguiendo ante todo entre la perversión (placer de la transgresión) y los comportamientos inducidos por situaciones neuróticas; y todavía más considerando con atención la homosexualidad que se presenta como actitud global de la persona.

La tarea pastoral ante el fenómeno de la homosexualidad tiene que orientarse no solamente a la "cura», sino también a la «profilaxis» y a la creación de condiciones de respeto y de acogida para los que viven estas experiencias.

G. Cappelli

Bibl.: G, Piana, Homosexualidad y transexualidad, en NDTM, 852-862: AA. -VV Homosexualidad: ciencia y conciencia, Santander 1981; J. J Mc Neill, La Iglesia ante el homosexual. Grijalbo, Barcelona 1979, M. Ruse, La homosexualidad Cátedra, Madrid 1989; A. Mirabet Mullol, Homosexualidad hoy, Herder, Barcelona 1984: P Trevijano, Madurez y sexualidad Sigueme,' Salamanca 1988, 121