FIDES DAMASI
VocTEO
 

 San Dámaso I, papa (366-384), tuvo  un pontificado notablemente agitado por las agresiones de los luciferianos, novacianos y donatistas de Roma. Hizo mucho en favor de los problemas generales de la Iglesia. Es el primer papa que, en el aniversario de su elección (30 de septiembre) reunió en torno a sí a los obispos de la Italia suburbicaria.

Aunque se limitó a unas cuantas recomendaciones generales, hay que recordar su intervención ante el concilio de Zaragoza (380) a propósito del priscilianismo que empezaba a surgir en España; más enérgico se mostró en sus consultas con los obispos de Galia en una carta de alrededor del año 374, que se considera como la primera decretal; a través de diversas intervenciones instituyó, con Acolio, el vicariato papal de Tesalónica para el Ilírico oriental; procedió en varios sínodos contra los últimos obispos arrianos occidentales (ilíricos en particular) y, apoyando la enérgica acción de Ambrosio, acogió en Roma, desde el 373 basta el 378, al obispo Pedro, prófugo de su sede de Alejandría. Precisamente, por esta defensa de la primacía papal, Teodosio, al imponer el catolicismo, como religión oficial del Imperio de Oriente, imponía a aquellos obispos como norma la «fe de Dámaso de Roma» y de Pedro de Alejandría. Por eso algunos historiadores relacionan con Dámaso (probablemente en el concilio romano del 382) los tres primeros capítulos del Decretum Gelasiantim, donde se afirma enérgicamente el primado del papa.

 G. Bove

 

Bibl.: Texto latino en DS 71-72; HdI, 344350; Ch. Pietri, Dámaso, en DPAC, 1. 553554; M. Rade, Damasus, Bischof von Rom. Eine Beitrag Zur Geschichte des rOmischen primats, Tubinga 1881.