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COMPROMETIDOS CON LA FAMILIA VOCACIÓN
HUMANIZADORA DE LA FAMILIA
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Cuatro son los fines específicos de Ronda 110: La asistencia, tratamiento y orientación especializados a hombres, mujeres, parejas, matrimonios y familias en situación de conflicto. La prevención, mediante actuaciones adecuadas, de posibles alteraciones de conducta. La atención pastoral a personas y grupos interesados en la promoción integral del matrimonio y de la familia de Granada. Las investigaciones y estudios que hagan referencia a la familia, así como a la consiguiente solución de situaciones problemáticas. Y en este sentido, la ponencia de Miguel Carrascosa Salas, profundizó en la familia al ser una comunidad de personas, la célula social más pequeña y, como tal, es una institución fundamental para la vida de toda sociedad que hemos de proteger. Al hilo de lo anterior, subrayó los derechos de la familia, que están íntimamente relacionados con los derechos del hombre. En efecto, si la familia es comunión de personas, su autorrealización depende en medida significativa de la justa aplicación de los derechos de las personas que la componen. Algunos de estos derechos atañen directamente a la familia, como el derecho de los padres a la procreación responsable y a la educación de la prole; en cambio, otros derechos atañen al núcleo familiar sólo indirectamente. Entre éstos, tienen singular importancia el derecho a la propiedad, especialmente la llamada propiedad familiar, y el derecho al trabajo. RONDA
110 TODO UN EJEMPLO DE FAMILIA En Ronda 110 atienden a las parejas o esposos con dificultad en su matrimonio, a los jóvenes que deseen ser orientados técnicamente en la solución de sus problemas, a los novios y parejas que busquen una adecuada preparación para el matrimonio, a los padres preocupados por la educación integral de sus hijos y por los procesos del aprendizaje escolar. La familia, al participar del patrimonio cultural de la nación, contribuye a la soberanía específica que deriva de la propia cultura y lengua. También habló de este tema Miguel Carrascosa Salas, por su innegable importancia. Por medio de la cultura y de la lengua, no sólo la nación, sino toda familia, encuentra su soberanía espiritual. De otro modo sería difícil explicar muchos acontecimientos de la historia de los pueblos, especialmente europeos; acontecimientos antiguos y modernos, alentadores y dolorosos, de victorias y derrotas, que muestran cómo la familia está orgánicamente vinculada a la nación, y la nación a la familia. Sólo en una civilización animada y estructurada en el amor, repetidas veces dijo el conferenciante, es donde los seres humanos cuentan como personas, abiertas por tanto a la comunidad responsable con los demás, y no como “cosas” que se manipulan a los cuales los engranajes sociales imponen como una conciencia reñida con la realidad. En la dimensión del hogar se viven los momentos más trascendentales y significativos de la existencia humana. No es el hogar de lo secundario e inexpresivo, de la rutina que aprisiona como una cadena en lo que parece pequeño y sin relieve adquiere las dimensiones impresionantes del amor que construye y libera: es el lugar habitual en donde con el fuego del amor se forja en una opción fundamental, con una libertad empeñada, día a día la existencia, la de los padres y la de los hijos, y se forja como familia la sociedad y la entera humanidad. LA
HISTORIA DEL HOMBRE PARTE DE LA FAMILIA A través de la familia discurre la historia del hombre, que se encuentra en el centro de la gran lucha entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte, entre el amor y cuanto se opone al amor. Miguel Carrascosa Salas mostró en su conferencia los numerosos caminos, diciendo que la familia es el primero y el más importante. Es un camino común, aunque particular, único e irrepetible, como irrepetible es todo hombre; un camino del cual no puede alejarse el ser humano. En efecto, él viene al mundo en el seno de una familia, por lo cual puede decirse que debe a ella el hecho mismo de existir como hombre. Cuando falta la familia, se crea en la persona que viene al mundo una carencia preocupante y dolorosa que pesará posteriormente durante toda la vida. La familia pesa mucho. ¿No hablamos acaso de «familia humana» al referirnos al conjunto de los hombres que viven en el mundo?. Ahí queda el interrogante, para que el lector reflexione en última instancia.
Víctor Corcoba CORCOBA@telefonica.net
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