Espectacular
y meticulosa restauración de los lienzos |
Estamos
gozosos. La buena noticia ha saltado a todos los medios de comunicación.
Desde principios de febrero, bajo el patrocinio del Arzobispado de
Granada, se están llevando a cabo las tareas de conservación y
restauración de los lienzos de la serie de la Vida de la Virgen de
Alonso Cano, situados en la Capilla Mayor de la Santa Iglesia
Catedral de Granada. Uno
de los mayores conocedores de la obra de Cano, Harol E. Wethey, coincide
con el resto de expertos, y dice en uno de sus libros dedicados al
artista: “La serie de la Vida de la Virgen es única en la historia
de la pintura española. No hay otro grupo de lienzos de este tiempo tan
bien integrado, a pesar de pintarse en un período de diez años.
Seguramente, ni las obras de Murillo en el Hospital de la Caridad de
Sevilla, ni las composiciones religiosas de Zurbarán en el Monasterio
de Guadalupe, tienen la unidad de plan ni, lo que es más importante, la
rara significación desde el punto de vista de la forma y motivación
dramática”. La opinión
de Whetey ha quedado como una de las definiciones de la serie más
citada, y tenida en cuenta, no
sólo por ser uno de los máximos expertos en la obra de Cano, sino
también por lo que Don Emilio Orozco, acertadamente, dice de él: “
sus juicios se caracterizan por su serena objetividad y no por el
apasionamiento.” LA
GRAN MADUREZ ARTÍSTICA DE CANO Cano
regresa a Granada en su madurez artística, con el objetivo de decorar
la obra de la Capilla Mayor, completando el cuerpo arquitectónico que
Siloé dejó proyectado para tal fin. La tarea parecía difícil, pues
armonizar y competir en colorido con las vidrieras situadas en los
cuerpos superiores, integrar el diseño en una arquitectura y componer
en un formato excesivamente alargado, eran retos técnicos que Cano
supera gracias a su basta experiencia y maestría; puesto
que conoce y domina magistralmente las artes de la arquitectura,
el dibujo y la escultura. Sólo un artista polifacético, “el
Miguel Ángel español”, podría proyectar sabiamente estos
lienzos, ya que se trata de un genio de formas barrocas y
alma humanista. LAS
ÉPOCAS DE LOS LIENZOS El
primer lienzo de la serie que pinta Cano, en 1652, es: “ La Encarnación”;
estimándose que tardó cuatro meses aproximadamente en realizarlo. Un año
más tarde, pinta: “La Visitación”; fecha que aparece
discretamente pintada en la pilastra del fondo de la escena. El lienzo
de “La Purificación”, lo pinta entre 1655 y 1656, aunque
después lo retocara en 1664. El artista, para sobrevivir, acepta varios
encargos de conventos pobres y de particulares, por lo que el ritmo de
entrega de los lienzos se ralentiza e impacienta al Cabildo que le exige
mayor dedicación. Sin embargo, los lienzos son largamente meditados,
pensados, y gracias al estudio
y abocetamiento, la ejecución es rápida, consecuencia
de su seguridad, maestría
y experiencia. Tras
el paréntesis de casi seis años, entre 1662 y 1663, Cano completa “La
Asunción” que había dejado abocetada. También continúa con “La
Inmaculada” en estos mismos años. Y pinta “La Natividad
“, ya entrado el año 1664, terminando el mismo año el último de los
lienzos de la Serie “La Presentación”; muriendo dos años más
tarde, con sesenta y cinco años, tras una vida azarosa y llena de
controversias, leyendas y pasiones; siendo uno de los personajes más
conocidos y afamados de su época. EL
TRABAJO DEL EQUIPO DE
RESTAURADORES ES MAGISTRAL El
reto del concertado Equipo de Restauradores, dirigidos por Dionisio
Olgoso, ha sido magistral. Son unos profesionales de gran experiencia.
Nuestro mayor aplauso, por ello. Dado
la calidad e importancia de las obras, así como su gran formato
4,52 por 2,52 ( la altura de dos plantas de construcción moderna), se
está llevando a cabo en distintas fases, adaptándose a la necesidades
del estudio de intervención de las obras. La
primera fase del trabajo ha sido, –nos explica y guía: Dionisio
Olgoso-, un exhaustivo estudio del estado de conservación de todos los
lienzos, donde se ha podido
constatar la situación del soporte textil, de los pigmentos y
aglutinantes, de los bastidores que sirven de soporte a las telas y de
todos los agentes biodeteriorantes. Dentro de este estudio, de la película
pictórica, está siendo muy interesante el acercamiento a las obras
mediante la posibilidad de profundizar en el conocimiento de la técnica
del artista, a través de los análisis estratigráficos de la obra. No
menos interesante es el conocimiento del dibujo o diseño preliminar,
conseguido mediante el empleo de la reflectografía de infrarrojos. La
documentación fotográfica es eficaz en el seguimiento de todo el
trabajo, dejando constancia del mismo .Todos los procesos y daños se
están representando mediante soporte digital por un técnico informático.
Los estudios técnicos, de esta primera fase, siguen abiertos durante
todo el proceso con intención de completarse e incluso después de la
misma intervención. La
segunda fase de intervención, dado el estado de las obras, consiste en
unas primeras operaciones de conservación preventiva general, como es
una limpieza superficial donde
solo se está retirando el polvo depositado sobre la película pictórica
y el acumulado en el reverso textil y bastidor. Los bastidores, además
de esta limpieza, están siendo tratados para prevenir ataque de
insectos xilófagos. El único lienzo al que se le han realizado tareas
de restauración previstas en una tercera fase ha sido el lienzo de la
“Purificación” dada la urgencia que requería ser tratado pues
presentaba un ataque serio de insectos en plena actividad, siendo de
mayor gravedad en los bordes, afectando a todo el perímetro de la obra.
Como consecuencia de ésto, se ha tenido que reforzar la tela original
adosandole otra nueva . Esta operación, conocida como reentelado, es de
una gran complejidad técnica, a la que se le añaden las dificultades
derivadas del gran formato de la obra, cuatro metros y medio de alto,
por dos y medio de ancho. Culminándose con el
éxito esperado, se han realizado tareas de limpieza química,
eliminación de barnices oxidados, repintes, reintegración cromática y
protección final. El
resto de los lienzos serán restaurados en una tercera fase próxima,
después de formar parte de la Exposición, organizada por el
Arzobispado de Granada: “Alonso
Cano: Arte e iconografía”; muestra que se clausura el 31 de
Octubre, y que se encuentra situada, en el edificio recién restaurado
de la Antigua Curia Eclesiástica, frente a la fachada principal de la
Catedral. Esta es una ocasión única de gozar y contemplar, y así lo participamos
a todos nuestros asiduos lectores de este Semanario, Granada Costa. Además, este cronista agradece a Dionisio Olgoso y a todo su Equipo de Restauradores, el habernos asesorado, de viva voz, a pesar de su mucho trabajo, sobre la difícil tarea de su arte, que también lo es, aunque respeten la obra. Gracias por ese tiempo en el que nos habéis ilustrado al contestar a nuestras preguntas. He aquí, pues, el gran Equipo de Restauradores, todos ellos licenciados en restauración: Rosario Collado Ruiz, Maria del Mar Sánchez Carrión, Manuel Muñoz Luna, Miguel Ángel Mercado Hervás. A estos técnicos, se suman otros expertos de distintas disciplinas que han aportado su apoyo técnico y científico a la restauración dirigidos por el prestigioso restaurador Dionisio Olgoso Moreno, conocido por sus importantes trabajos en proyectos de gran envergadura. Enhorabuena, pues, a todos. Y a seguir cultivando, tan apasionante labor de vencer al tiempo que todo lo borra. En este caso, vuestro trabajo le ha ganado al tiempo.
Víctor Corcoba CORCOBA@telefonica.net
|