REAVIVAR LAS RAÍCES CRISTIANAS

            Las Carmelitas Misioneras han cumplido cincuenta años de presencia y vida en la ciudad de Granada, y para recordar esa hermosa historia, acaba de publicarse un intenso libro que recoge el camino recorrido hasta hoy. Llegaron a Granada –como escribe la Hermana María Ángeles García Delgado, directora del Colegio- respondiendo a un Proyecto Eclesial, precedido por un largo proceso, en el que se dieron muchos pasos, todos ellos marcados por el diálogo y la oración, conscientes de que el Señor estaba trazando sus caminos y abriendo una nueva puerta en Andalucía, la tierra de María Santísima. 

            La citada Memoria, que es un documento histórico de suma importancia, recoge no sólo los actos que han tenido lugar con motivo del cincuentenario, también significativos  testimonios para el tiempo, así como un amplio reportaje fotográfico, sobre las imágenes vivas del Colegio.  Además, tenemos que decir, que el libro está sumamente cuidado, con una edición bellamente impresa, con más de doscientas páginas. 

            El volumen evoca los diferentes actos conmemorativos del cincuentenario, eventos que hicieron memoria por su carácter cultural, entrañable, vivo y carismático. En este sentido, se escribe: “Creemos que, el programa, es un fiel reflejo de lo que el Colegio ha sido y desea seguir siendo para esta ciudad. Un lugar de encuentro entre la fe y la cultura, un lugar donde vive Dios y el Hombre, un lugar para la lucha y el esfuerzo, un lugar para reanimar y reintentar la esperanza”. 

            Dos ideas son las que afloraron desde el primer momento: la primera de ellas, los años de Historia, una respuesta a la llamada y al proyecto de Dios en Granada. La segunda, es que la trayectoria de esta respuesta no ha estado exenta de dificultades y gozos. Surgen así dos palabras: Fidelidad y cambio. “Estas palabras recuerdan la historia  del Colegio y constatan que desde el comienzo de su andadura en la Ciudad, dan un giro en el modo de llevar a cabo su misión en la calle Recogidas y pasan de la atención a señoras, a abrir sus puertas a niñas ávidas de formación. Más tarde, escuchando la llamada de la Iglesia, descubren nuevas necesidades en el campo educativo. No se duda en trasladar  la sede del Centro a la zona sur de la Ciudad, en el barrio ampuloso del Zaidín, carente, en ese momento, de centros educativos. El Colegio ha estado y está abierto a las necesidades de los jóvenes del entorno,  trabaja con visión de futuro, viviendo en actitud de búsqueda y en fidelidad creativa la misión confiada, dando respuesta a los nuevos desafíos desde el Evangelio y el carisma”. 

            Merece destacarse los testimonios; puesto que en el cristianismo, el tiempo tiene una importancia fundamental. Dentro de su dimensión se crea el mundo, en su interior se desarrolla la historia de la salvación que tiene su culmen en “la plenitud de los tiempos” de la encarnación y su término en el rostro glorioso del Hijo de Dios al final de los tiempos. “Durante estos cincuenta años las Carmelitas Misioneras y la comunidad educativa del Colegio “El Carmelo” tenemos una larga y hermosa historia que recordar  y con satisfacción podemos proclamar como el P. Francisco Palau y Quer, nuestro Fundador: “vuestra obra es la mía y la mía y la vuestra la obra de Dios”. Son muchas las carmelitas misioneras y profesores laicos que con generosidad han colaborado en la misión educativa, formando a niños y jóvenes para ser testigos de los valores cristianos en la Iglesia y en la sociedad del tercer milenio. Misión que intentamos realizar, conscientes como dice su Santidad  de que en los jóvenes hay un enorme potencial del bien y de las posibilidades creativas para construir un mundo más evangélico, más humano y más solidario”. El libro incluye una especial bendición apostólica del Santo Padre, Juan Pablo II. 

            Las Carmelitas Misioneras entraron en Granada –como dice la Superiora General, Hna. María Esperanza Izco- , no por casualidad, sino por el camino que nos abrió el Señor. “Fuimos invitadas insistentemente por la Iglesia para acoger la antorcha de las Carmelitas Terciarias del Beaterio de Santa María Egipciaca y dar así continuidad, con una nueva visión carismática y pedagógica, a la misión educativa que ellas realizaban. Eran los albores de 1951, cuando las pioneras de esta gesta histórica respondían con generosidad al “iré donde la gloria de Dios me llame”. 

            En suma, un libro histórico digno de ser considerado por todos, puesto que forma parte de nuestras raíces granadinas, de nuestro pasado y de nuestro futuro.

Víctor Corcoba

CORCOBA@telefonica.net