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En
verdad no hay como amar y servir, sobre todo a los últimos, a los que
nada tienen. ¿Ha experimentado ese gozo?. Por doquier lugar se habla de
derechos, de igualdad de oportunidades para todos, pero basta una mirada
a la realidad para descubrir que, en no pequeña medida, son pura retórica,
ideas para quedar bien, palabras sin contenido. Aún
hoy en este mundo pequeño hay mártires que sufren o mueren por amor,
como testimonio de servidores, perdonando y orando por su verdugo, a
imitación de Cristo en la Cruz. Un mundo cercano a Dios no da espacio
al terrorismo, la mayor de las negaciones de la justicia y de la
caridad: una gravísima inmoralidad. No admite cobertura ideológica
alguna, ni fanatismo. Construir ciudades de hombres al margen de Dios,
despreciando su Amor y su Ley, acrecienta el odio y la barbarie. Lo poéticamente
saludable para el planetario sería amar y servir. Lo políticamente
correcto para el planetario será servir y amar. Todas las acciones son
pocas para ensanchar los corazones de la humanidad. Víctor Corcoba E-mail: corcoba3@airtel.net
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