HEREDEROS
DE LA MISMA TIERRA |
"Ya
no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer, Somos
hijos de la tierra, y
de la misma tierra herederos; somos
hijos de la vida, y
de la misma vida verso. Herederos
de una misma luz, aunque
el hombre cierre puertas y
levante asombrosas tapias, que
nos impidan vernos y besarnos. Descendientes
de un mismo cielo, y
ascendientes de un misma vía, la
de ser peregrinos hacia lo eterno, la
de ser marineros hacia el cosmos. Hermanemos
esta tierra, que
es de todos y de nadie: De
todos porque es donación, y
de nadie porque es del Creador. En
la morada hemos de acoger y
recoger a los últimos, a
los que nada tienen, y
lo tienen todo; no
importa el color y sí el calor, porque
tienen la energía de ser, que
es lo más níveo y noble. Clamo
por una tierra a
golpe de latido y no de látigos. Reclamo
la sonrisa en el llanto, la
mano tendida en el pobre, la
aurora luminosa en la noche, la
fuerza del amor en el camino. Y
todo ello por conciencia, conciencia
a una existencia, a
una existencia más humana, más
humana y hermana, más
hermana de darse la mano. Porque
darse la mano entre personas, es
como entregar el corazón a
cambio de nada, sin
esperar otra respuesta, que
la respuesta de la tierra, repuesta
en poesía, puesta en amor. Demando,
pues, mejor savia para
el inmigrante amigo, que
es amigo y no enemigo. Pido
desterrar mazazos y amenazas, no
es un invasor que nos desplaza, ¡es
una persona que nos crece!. Hagámosle
entonces sitio, que
también ésta es su casa: Y
en la casa de Dios todos caben, y
en la casa de Dios todos entran, porque
en la casa de Dios nadie sobra. Víctor Corcoba CORCOBA@telefonica.net
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