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Todos tenemos un poema en el alma que hemos de anidar y un organillo de versos en la mirada que debemos convidar. La poesía es un hacer y un nacer de nidos, que solfea la vida para que el hombre viva. No hay ascensión, sin surco de palabras, como tampoco hay asunción, sin unción de amor. El amor suelta ternura y salta de alegría. El amor inscribe la paz y circunscribe el universo para sí. Para sí y para todos: el hombre sin hambre, la sociedad sin suciedad, la ciudad sin soledades. El mundo es un bosque que hace falta poblarlo y repoblarlo de besos hasta enamorarlo del verso. En los nuevos tiempos se ganará la vida dando vida a base de poesía. Empapados de baladas se abrirán los brazos en gozoso abrazo, y se cerrarán las puertas a cal y canto, para que no cante el dolor su marcha fúnebre. Hemos de citarnos con el verbo, hasta dejar encinta las palabras; aquellas que animan sonrisas y ensombrecen tristezas. Víctor Corcoba E-mail: corcoba3@airtel.net
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