IMPRESIONANTE  Y ACERTADA EXPOSICIÓN

 EN LA 

 CASA DE 

 LOS PISA,

 EN TORNO

 A CANO

 

              El tiempo es nuestro mejor aliado y el que más nos ilumina la sabiduría del silencio, que siempre será el más níveo de los críticos. Ha llegado la hora de rendir todos los homenajes posibles, a uno de los hijos más ilustres –e ilustrados-  de Granada, grande entre los grandes artistas de nuestro barroco. Con el gran sol de acontecimientos previstos para este año 2001, –de evocación y homenaje al genial artista-, da la sensación de que esta ciudad quiere reparar lunáticos olvidos. Esto es, pues, un anuncio gozoso. El Museo de San Juan de Dios, con esta impresionante exposición, difícil de definir con palabras, -hemos de verla y contemplarla-; se suma a esta justa, apoteósica, y deleitosa lluvia de brindis. Estará abierta –la visita es gratuita- del 5 de octubre al 9 de noviembre, en horario de 17 a 20 horas de martes a domingo.

            Alonso Cano fue pintor, arquitecto y escultor. Por su gran versatilidad se le llamó el Miguel Ángel español. Se formó primero con su padre, Miguel Cano, y después en el taller de Pacheco, en donde también estaba Diego Velázquez. A partir de 1629 su actividad fue sobre todo escultórica, con la que tuvo un gran reconocimiento; de hecho su labor como escultor, aunque escasa en número, es la más importante. Dentro de su obra pictórica vemos que desarrolla un estilo renacentista junto a un vivo colorido de influencia veneciana. En Madrid, junto a Velázquez tenía un taller en el que restauraba las pinturas de las colecciones reales. Sus temas fundamentales fueron religiosos, apenas pintó temas profanos.

 

SAN JUAN DE DIOS Y 
ALONSO CANO

 

 La saludable exhibición, con motivo de la conmemoración del IV Centenario del nacimiento del artista granadino, presenta el entorno artístico de Alonso Cano, su relación con la Orden Hospitalaria y, en última instancia, con Granada; de ahí la denominación: “En torno a Cano, en la Casa de los Pisa”. Nos parece acertada y ocasión propicia esta exposición, que cuenta con la colaboración de la Caja General de Ahorros de Granada. Las piezas se exhiben en la recién inaugurada Sala de Exposiciones Temporales de este Museo, que tan lúcidamente coordina Francisco Benavides Vázquez, OH.

A propósito de la relación de San Juan de Dios y Alonso Cano, el Superior Provincial, Fray José Ramón Pérez Acosta, escribe: “De entre todas las obras mención especial hay que hacer al lienzo de Alonso Cano que representa el momento cumbre de la vida de San Juan de Dios, su muerte. Con ella selló toda su trayectoria. En el momento de mayor reconocimiento de su labor, a favor de los más desfavorecidos de Granada, el Señor lo llama a su Reino. Quiero pensar en el momento de contemplar esta bella pintura que no es casual que se pueda mostrar en el mismo lugar histórico donde sucedieron los hechos. No alejemos de nuestra memoria que el mismo acontecimiento que narra elocuentemente la escena de esta pintura, tuvo lugar en los altos de esta misma Casa en que se encuentra la Sala de exposiciones. Quién lo iba a decir. ¿Se trata del azar, o es el mismo Santo el que mueve los hilos...?. Si por algo ha merecido la pena esta exposición no dudo que principalmente ha sido por ver colgado de las paredes de la casa de los Pisa la escena del acontecimiento histórico más importante ocurrido en el inmueble hace ahora poco más de 450 años. Una lección primordial nos transmite el discurso de esta exposición: que San Juan de Dios a pesar del paso del tiempo es un personaje vigente, actual, no le ha afectado la caducidad de la moda”.

 

UNIR VÍNCULOS ENTRE EL SANTO Y EL ARTISTA

 

            La Casa de los Pisa, por sí misma, ya vale la pena contemplar. Es una mansión señorial con aires de palacete morisco muy bien conservado, ubicado en el típico y singular barrio moro del Albayzín, calle Convalecencia, núm. 1, frente a la llamada calle Pisas que desemboca al final de Plaza Nueva junto a la Parroquia de Santa Ana. La fachada es de gusto gótico con portada de piedra adintelada y adornos de los escudos heráldicos de la familia Pisa y de la Orden Hospitalaria. El Archivo es otra joya: contiene rica y abun- dante documentación para el conocimiento de la historia de la Orden. Un interesante acervo documental organizado en secciones: Bulas y Decretos pontificios, Reales órdenes, Circulares, Documentación cro- nológicos, Testimoniales, Escrituras, Inventarios, Con- troversias, Fundaciones...

 Luego, el Museo, es otra preciada reliquia de gran valor artístico y documental.

            Con esta magnífica exposición se pretende unir vínculos, fundamentar esen- cias; puesto que, la relación de Alonso Cano con Granada nace al tiempo que el artista, en el mes de marzo del año 1601, pero sin duda su deuda con la cultura artística granadina se remonta mucho más allá en el tiempo. Como adecuadamente escriben Ana María Gutiérrez García y Emilio Caro Rodríguez – Comisarios de la Exposición-, en el texto del bello y cuidado catálogo: “Cano fue una de las figuras más importantes del panorama artístico español del siglo XVII, y produjo un importante influjo sobre los artistas granadinos del momento hasta convertirse en el culmen de la Escuela granadina, como síntesis de las corrientes granadinas y sevillanas que habían dominado el largo siglo XVI. San Juan de Dios fue uno de los personajes de la  espiritualidad andaluza de más hondo calado, cuya obra más ha permanecido por su continua vigencia en una sociedad feroz que rechaza la caridad. Ambos se unen en esta muestra estrechando los vínculos”.

Sin duda, esta dignísima aportación desde este Archivo-Museo a un hombre, Alonso Cano, que debió conocer muy bien la figura de San Juan de Dios, a la vista de su numerosa obra hoy conservada y estudiada,  ha de contribuir a conocer más a fondo –hasta ahondar en la conciencia eclesial- la genialidad de este artista que contempló, el mundo y sus gentes, en estado de gracia.

 

 Víctor Corcoba

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