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SAN
JUAN DE DIOS EN EL ARTE CONTEMPORÁNEO Director
Archivo-Museo San Juan de Dios “Casa de los Pisa”: Hno. Francisco Benavides Vázquez ********** Localización:
C./ Convalecencia, núm. 1 Entrada
por Plaza Nueva, frente Iglesia Santa Ana *************** Hasta
el 5 de abril de 2002 Horario
de 17 a 20 horas de martes a domingo
Con motivo de la celebración de la festividad de San Juan de
Dios, el Museo de la Casa de los Pisa, lugar donde murió el Santo,
inauguró el día 1 de marzo –y hasta al 5 de abril, estará abierta-,
una espectacular muestra -digna del mayor elogio- que lleva por título:
“San Juan de Dios en el arte contemporáneo”. Logradísimas
obras de plena actualidad, representan de diferentes formas y maneras,
su figura y espíritu. ESPECTACULARES
OBRAS PICTÓRICAS TRANSMITEN
LOS LATIDOS DEL HOMBRE QUE
SUPO AMAR
Obras
de los más prestigiosos artistas actuales, entre los que cabe citar a:
Jesús Conde, Luis Ruiz, Manuel López Vázquez, Juan Corredor, Aurelio
López Azaustre, Francisco Buiza, Sánchez Mesa…; junto a una amplísima
iconografía de San Juan Dios (pinturas, grabados, piezas de orfebrería,
marfiles, muebles, bordados, porcelanas)que, de por sí, ya viven en la
atmósfera del emblemático y cuidadísimo Museo, nos transmiten el
hondo remanso de serenidad de quien pasó por el mundo sembrando la paz.
En la sala de exposiciones, a través del arte, se sienten los
latidos de San Juan de Dios; un santo que hizo pasar el verbo inflamado
de su caridad, hasta hacer brotar la virtud donde reinaba el vicio, y
florecer el amor donde imperaba el odio. Rompió el hielo que separaba a
las clases sociales, y a grandes y pequeños les hizo comprender que
estaban en el mundo para amarse y vivir como hermanos. Pero no fue con
discursos sobre los problemas sociales, ni con teorías, como San Juan
de Dios llegó hasta el fondo de los corazones y llevo la luz a las
mentes; no, en manera alguna. Fue con el ejemplo del supremo sacrificio
de Jesús, inmolado por el amor a los hombre; fue con el Evangelio
vivido; fue con la total entrega de sí mismo al dedicarse íntegramente
al servicio de los desgraciados, como el heraldo de la caridad deshizo
odios, acabó con malquerencias y llevó la fe y el amor a Dios hasta el
fondo de las almas pervertidas, que bajo el influjo de sus obras, del
lenguaje del amor llevado a la práctica, dejaron de serlo. Todo ello,
es refrendado por estos artistas de hoy, que a pesar del tiempo, no
olvidan la vida y la obra de este virtuoso hombre.
Si me lo permiten, más que nunca está presente, San Juan de
Dios. Y lo está, porque con esta acertada y sublime exposición, se nos
muestra la fe cristiana con la profundidad y el testimonio de estas
singulares obras de arte. Contemplando tanta belleza y amor, se descubre
la presencia de Dios en las huellas de un santo. Los Hermanos de San
Juan de Dios, nuevamente nos donan un testimonio único de la fecundidad
creadora de la fe, acomodándose a las necesidades de cada tiempo,
fundan y dirigen hospitales de todas las especialidades, pero en cada país
su preferencia son aquellas obras que están menos atendidas. Los
pobres, los que no tienen cubierta ni garantizada su asistencia son sus
preferidos. Pero también hay otros que son pobres a pesar de tener
millones. Son los enfermos incurables, los dementes, los ancianos, y
todos aquellos que no encuentran alivio en una sociedad cruel y poco
tolerante: los alcohólicos, los drogadictos, los afectados de sida y
tantos transeúntes sin comida, sin techo y sin amor. Nos consta, que el
reto sigue siendo amar más allá de lo imposible, contando siempre con
la fuerza de Dios.
Por si era poco su labor de entrega incondicional a los últimos,
los Hermanos de San Juan de Dios en Granada, ante el eclipse de lo
sagrado en el arte, nos participan una profunda reflexión, uniendo la
inspiración de ayer con la de hoy, a través de la genialidad del color
y de la luz. El éxito de esta exposición –que sin duda lo tendrá-
no se explica tan sólo por el extraordinario valor artístico de las
obras de arte, sino también por el reflejo de un hombre que pasó por
la vida entregado a los demás. No olvidemos que el arte y la religión
son dos dimensiones humanas próximas y estrechamente relacionadas y que
esas dimensiones originan dos mundos próximos. Frente a tantas prisas y
urgencias creadas por el hombre de hoy,
estos Hermanos, nos invitan al sosiego desde el cultivo del arte,
bajo una espiritualidad misionera. Lo hacen con discreción,
pacientemente, con la modestia que caracteriza todas sus intervenciones.
¡Ellos, sí que hacen cultura!. La de los hechos y la de las
realidades, la solidaria del alma y la que está al servicio del hombre.
¡Sus puertas siempre están abiertas!. ALGUNAS
DE LAS OBRAS MÁS REPRESENTATIVAS DE
LA EXPOSICIÓN
Del mismo modo que se han escrito decenas de biografías, o se le
ha recordado a través de diversas esculturas; San Juan de Dios, se nos
vuelve a presentar mediante estas pinturas o esculturas contemporáneas.
“Todos originales, a su modo, sin ceñirse o cánones establecidos
nos transmiten la vivencia personal que un día tuvieron con Juan de
Dios optando por inmortalizarlo por medio de sus pinceles o gubias” –
escribe el Hno. Benavides-.
En el centro de la Sala, la imagen más elocuente del escultor
Buiza, sobre el tránsito de San Juan de Dios, que se lleva la mano al
corazón e hinca la rodilla en el suelo. En otro de los rincones, la
muerte de San Juan de Dios, de Domingo Sánchez Mesa, una exquisita
pieza que se puede admirar y apreciar en todos sus detalles y
significados. Este talante que obviamente camina con la persona y su
creación explicita el sentido artístico del maestro. Así lo pone de
manifiesto el profesor Pita Andrade refiriéndose a la obra de Sánchez
Mesa cuando afirma que: “el arte anida donde la voluntad de crear o
mantener un estilo se funde con el buen hacer. Es decir con saber hacer
bien lo que se quiere hacer. En las creaciones de don Domingo Sánchez
Mesa hallamos esa simbiosis. Las manos del artista han sabido traducir
los estímulos de su sensibilidad: tanto parra dar sentido plástico a
la idea en torno a una imagen, como para impregnarla de su propio
sentimiento religioso. Todo expresado con profunda sencillez y
sinceridad”.
Otro
de los artistas contemporáneos, Jesús Conde, nos presenta la imagen de
nuestro Santo desde una perspectiva distinta, mucho más moderna y
conceptual, queriendo representar el espíritu de entrega a los pobres
en la Granada de hoy en día. La obra refleja una escena poco usual que,
sin embargo, debía producirse frecuentemente en aquella época, es el
acto de San Juan de Dios asistiendo a una mujer. La imagen del Santo,
aparece difuminada, de medio cuerpo y como flotando sobre la ciudad de
Granada. En otro ángulo, el espectacular óleo sobre tabla de Manuel López
Vázquez, una de las obras más geniales y últimas. También,
Luis Heredia Amaya, en un policromado de barro cocido, nos ofrece la
visión de un San Juan de Dios “el gitano”. En la misma línea, pero
en bronce, Francisco López Burgos, nos participa a un San Juan de Dios
limosnero. En madera, Azaustre, nos hace ver a un venerable Santo
ayudando a los pobres. San Juan de Dios recoge a un moribundo, óleo de
Luis Ruíz Rodríguez. San Rafael socorre con alimentos a San Juan de
Dios, óleo de Juan Martínez Cerrillo. Manuel M. Hita, nos ofrece su
mirada de San Juan de Dios a través del óleo. Varias obras de Miguel
Moreno Romera nos deleitan y nos hacen reflexionar más sobre lo mismo.
Y más, muchos más creadores de la belleza, hablan con su genialidad
artística, del Santo: Manuel Romero, Juan Antonio Corredor Martínez,
Espinosa, Héctor Cedrashi, Michele Mastrobuono… En
suma, decirle al lector, que merece la pena visitar esta exposición tan
singular como viva, tan viva como nuestra, tan nuestra como de todos;
porque todos debiéramos profundizar en este legado de amor, que nos
muestran los pintores, de un Santo, que no se limitó a vestir al pobre,
sino que también asistió a los últimos. Víctor Corcoba E-mail: corcoba3@airtel.net
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