ENTREVISTA

     
ARTÍCULOS DEL AÑO 2001 2002 2003 2004
         

 

PEDRO LÓPEZ CALVO:
VICARIO PROVINCIAL DE LOS REDENTORISTAS Y
DIRECTOR DEL EQUIPO MISIONERO
 


“NO PODEMOS QUEDARNOS EN LOS TEMPLOS ESPERANDO
A QUE VENGAN A NOSOTROS”
 

 


Los Redentoristas han sido siempre misioneros. Como recuerdo de ello han quedado en sus iglesias la cruz misional y el icono del Perpetuo Socorro. En 1970 nació el CESPLAM (Centro de Estudios y Planificación Misionera), el Equipo Misionero de los Redentoristas de España, con la finalidad de adaptar la Misión a los nuevos tiempos a los que dio paso el Concilio Vaticano II. Para ello se formó un equipo de misioneros que estudiase la nueva realidad, elaborase un nuevo plan de Misión adaptado a los nuevos tiempos y que  atendiese las solicitudes que llegaban desde las parroquias y arciprestazgos. Entrevistamos a Pedro López Calvo, como director del equipo misionero.

 
Pedro López Calvo, Director del Equipo Misionero

- ¿Es muy difícil la acción misionera hoy en día?

- El gozo salta todas las barreras. Nuestra metodología es viva y festiva, favoreciendo la participación activa mediante el diálogo y diversas celebraciones. Tratamos de ayudar a las parroquias a ponerse en estado de misión. Una misión popular muy renovada, que es un servicio o una contribución a la pastoral ordinaria.

 

- ¿Qué pretenden conseguir con la misión?

-  Yo digo que cuatro objetivos fundamentales. El primero es tratar de que aquellos que viven en la comunidad parroquial tengan una experiencia fuerte durante un tiempo,  sobre todo de encuentro entre ellos mismos y con la Palabra de Dios, para que salgan fortalecidos y renovados en su vida de fe. Un segundo objetivo, es que cada cristiano de la comunidad parroquial descubra cuál es su puesto de servicio en la Iglesia y en el barrio en el que vive. Muchos se conforman con ir a misa el domingo y poco más.  El tercero de los objetivos es salir al encuentro de los que están fuera de la comunidad parroquial, o se han apartado de la práctica religiosa, para entablar un diálogo desde el Evangelio. El cuarto de los objetivos es que surjan grupos que inicien un proceso de formación en la fe. Creemos que es la gran laguna de la mayoría de nuestros cristianos, a la que se trata de dar respuesta con la puesta en marcha de las asambleas familiares y, posteriormente, con la catequesis de adultos.

 

-         ¿Conoce la diócesis de Granada?

- La conozco bastante bien. Soy de la provincia de Granada, de Jayena, donde suelo pasar los veranos con mis cuatro hermanos. Además estuve viviendo en los Redentoristas de Granada, y realizando algunas misiones por diversos pueblos. Tengo mucha relación con muchos sacerdotes granadinos. Ahora vivo en Madrid, pero como digo, suelo desplazarme a la ciudad con bastante frecuencia.

 

- ¿Qué es lo que más le impacta de nuestro pueblo, de su pueblo?

- Me impacta que nuestra religiosidad es una religiosidad popular, pero viva. Nuestro pueblo es un pueblo cristiano. Hoy, en muchas diócesis españolas, hay un gran problema de identificación con el cristianismo; zonas como el Levante, Cataluña, o la cornisa cantábrica, tienen problemas de identidad cristiana. Sin embargo, en nuestra diócesis de Granada, todavía es un pueblo muy religioso, y un pueblo que yo creo, cuenta con un clero bien preparado, muy cercano a la gente y con un talante bastante abierto. Luego, tengo también la impresión, de que nuestros cristianos, son todavía unos cristianos que han recibido la fe en casa, y aunque no practiquen todos los domingos, se sienten identificados con Cristo. Se nota cuando te acercas a ellos, rápidamente responden a los planteamientos que tu les llevas.

 

- En verdad,  ¿no hay rechazo cuándo el misionero habla de Jesucristo?

- Yo estoy convencido que la persona de Jesucristo, y su mensaje, cuando es bien presentado, se atiende favorablemente. Cuando uno acerca a Cristo como el Hijo de Dios, como el Salvador, como el compañero de camino, como el que viene a dar sentido a lo que uno hace, la gente acoge la buena noticia. Pienso, que la gran urgencia que tiene hoy la Iglesia, es la de salir a ofrecer a Jesucristo. La gente tiene muchas ofertas que le vienen de afuera y las recibe encantado, además producen una satisfacción de inmediato, la fe en principio no, entonces el gran reto que tenemos es salir a dialogar con los mayores y con los jóvenes, con todos. Tenemos que incidir mucho en la pastoral misionera, no podemos quedarnos en el templo esperando a que vengan a nosotros.

 

-         ¿Tiene sentido la misión cuando el pueblo dice no?

- Claro que tiene. Al final los resultados suelen ser muy positivos, surgen grupos de diálogo y reflexión que, con frecuencia, dan paso a grupos de catequesis de adultos con inquietud misionera, avivan la participación eclesial y el compromiso de los laicos, ayudan a descubrir nuevos agentes laicos, y otra cosa que es muy importante hoy en día para la convivencia, favorece la comunicación y el encuentro entre vecinos.

 

 

Víctor Corcoba Herrero

 

 

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