MIGUEL ÁNGEL PAREJA RIVAS

DIRECTOR DEL SECRETARIADO
 DEL APOSTOLADO SEGLAR Y PRESIDENTE
DEL CONSEJO DE LAICOS

“TENEMOS QUE SER CRISTIANOS LAS VEINTICUATRO HORAS”

La celebración de Pentecostés solemniza el Día del Apostolado Seglar y de la Acción Católica, cuyo papel propio y enteramente necesario en la tarea de la Iglesia, surge de su misma vocación cristiana. Ciertamente, hay variedad de ministerios, pero unidad de misión, dispuestos a trabajar para que el mensaje divino de la salvación sea conocido y aceptado por todos los hombres de cualquier entorno. En el Arzobispado de Granada, una de las cabezas visibles, como director del Secretariado del Apostolado Seglar y Presidente del Consejo de Laicos, es Miguel Ángel Pareja Rivas; persona animosa y cultivadísima, de formación humana íntegra, muy comprometida con la educación cristiana en el tiempo libre, con los jóvenes, y, en general, todo aquello que sirva para crecer en la vida como hijos de Dios.

Miguel Ángel y parte del grupo de educación cristiana en el tiempo libre
 

            - ¿Como director del Secretariado del Apostolado Seglar, qué mensaje quisiera transmitirle a los laicos de la diócesis?

            - Tenemos que tomar conciencia, en primer lugar, de nuestra vocación de bautizados, saber qué es lo que significa que somos ungidos y a lo que nos lleva esa consagración bautismal. Una vez tomada esa conciencia, la segunda idea a transmitir, sería la de vivir nuestro cristianismo sin ningún tipo de complejo y en todos los ámbitos de nuestra vida. Tenemos que ser cristianos las veinticuatro horas. No debe importarnos el lugar, ni la persona con la que estemos, es la mejor forma que tiene hoy día un laico para cumplir la misión que tiene encomendada.

            -¿Cómo es la participación de los laicos en la misión de la Iglesia?

            - Los laicos son necesarios en la Iglesia como cualquier otro miembro del pueblo de Dios. En este momento histórico que vivimos, tan necesitados de evangelización, los seglares somos una pieza fundamental, puesto que la vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado.

            - ¿Cuáles son las actividades que realiza el Secretariado del Apostolado Seglar en nuestra diócesis?           

- Fundamentalmente realiza dos tipos de acciones. Una encaminada a fomentar todo lo que es el conocimiento y la unidad entre las distintas parroquias, grupos, asociaciones y movimientos; por tanto, la de avivar los lazos fraternales entre todos estos miembros. Y por otro lado, lleva las distintas actividades que le encomendó el Consejo Pastoral Diocesano de la educación cristiana en el tiempo libre.

-¿Cuántas personas se encuentran implicadas en este Secretariado?

- De una forma directa hay implicadas, aproximadamente, una decena de personas, en su mayoría jóvenes. El compromiso en tareas específicas de los seglares, pese a ser algo necesario, también cuesta lo suyo arrancar. No siempre es fácil encontrar seglares  dispuestos a ofrecer parte de su tiempo en tareas específicas. Bien es cierto que, las personas que uno halla a lo largo del tiempo, son siempre personas que tienen una entrega muy generosa y que, una vez que han estado metidos en estas actividades de donación a los demás, salen recibiendo mucho. Por otra parte, el sentimiento que tienen de Iglesia y de pertenencia a ella, se acrecienta. Pero, insisto, no es fácil comprometerse.

- ¿Un momento saludable para crecer, tanto en el plano humano como en el espiritual, es la educación cristiana en el tiempo libre?

- Nos parece, como así quedó constatado en el último plan pastoral diocesano, que es una urgencia la educación cristiana de calidad en el tiempo libre. Pensamos que, actualmente, no está siendo vivido desde unos valores cristianos, y por tanto, la oferta que hacemos, lo es para niños, jóvenes y familia. Pensamos que, una opción en el tiempo libre desde unos planteamientos cristianos,  contribuye a la evangelización. Así, el campamento de verano, que vamos a realizar en Mecina Fondales (del 4 al 11 de julio), trata de dar respuesta a la inquietud que muchas familias cristianas tienen por la formación de sus hijos y el adecuado uso del tiempo libre. No es, en absoluto, un campamento-aparcaniños, ni una recompensa a las buenas notas; es un campamento en el que aprovechando la convivencia intensa de siete días, poder vivir valores como la amistad, la responsabilidad y la trascendencia. Precisamente, el último día es el de la Familia, momento en el que todos los padres se hacen presentes.

- En el marco de una sociedad pluralista, el testimonio de los católicos en la vida pública, ¿es cómo la Iglesia puede ejercer un influjo eficaz?

- Sin duda, el valor del testimonio es fundamental. Vivimos unos momentos apasionantes, que para la Iglesia suponen un auténtico reto, mostrar nuestra vocación de cristianos comprometidos, llevar un mensaje de esperanza, ser testigo de lo que creemos y transmitir la alegría que supone el gozo de sentir la Resurrección de Jesucristo, entusiasma y revitaliza. En momentos, como el que nos toca vivir, todos los cristianos necesitamos renovar la confianza en el Dios de Jesucristo.