VI JORNADAS DEL

CONSEJO ESCOLAR DE ANDALUCÍA

            El Consejo Escolar de Andalucía, tal y como viene haciendo durante los últimos años, pretende, por encima de otras consideraciones, servir de lugar de encuentro y reflexión de todos los integrantes de la Comunidad Educativa de Andalucía, y en este sentido, organizó las VI Jornadas bajo el título: “El modelo educativo y la titularidad de los centros”. A lo largo de las distintas sesiones se reflexionó sobre el carácter público de las enseñanzas en los centros concertados, así como sobre las analogías y diferencias existentes entre centros de titularidad privada y centros cuyo titular es la Consejería de Educación y Ciencia.

            La impresión que se llevó de estas Jornadas el Secretario General Nacional de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza, Manuel de Castro Barco, -nos decía para el Semanario Fiesta-, ha sido positiva, en la medida que se han dado pasos importantes en el diálogo, en el acercamiento de la escuela pública, la concertada y la administración; pero, al mismo tiempo, reconocía una cierta preocupación, por escuchar todavía planteamientos que debieran estar ya superados, sobre lo que debe ser la libertad de enseñanza en este país. En este sentido, nos dijo: “Todo el mundo ha hablado de un pacto educativo; sin embargo, yo creo que va a ser complicado, quizás mi esperanza se alimenta no tanto de las cosas que he podido escuchar aquí, cuanto de pensar que no toda la sociedad española está en estos planteamientos, y sobre todo los padres de familia; esos padres que llevan a sus hijos a los centros, están en una posición, creo yo, mucho más positiva, cuestión que hará más factible ese acuerdo de pacto educativo, que todos, en definitiva, deseamos”.

Manuel de Castro Barco Secretario General Nacional de FERE

            Muchos de los asistentes comentaron el tratamiento discriminatorio de la enseñanza en Andalucía, por más que se nos diga lo contrario, provocando en ocasiones, una confrontación grande y una falta total de diálogo. Manuel de Castro, nos participó su opinión, al respecto: “Las reivindicaciones propias de nuestras escuelas aquí, en Andalucía,  no han sido atendidas como es la cuestión de la concertación de la educación infantil, que ya está casi generalizada en el resto del país, el tema de la famosa paga de antigüedad que continua sin abonarse por parte de la Consejería, la exclusión que se hace de los centros concertados en cuanto a la dotación de ordenadores y demás recursos, la negativa sistemática a no querer concertar una sola línea más en ningún sitio, a pesar de que exista demanda, y tantas otras cuestiones”.

            Sobre la oposición radical a que la enseñanza de la religión se asiente en la escuela pública, porque en la católica no hay ningún problema al respecto, también Manuel de Castro, nos dio su parecer: “Esa posición a la negatividad tampoco la entiendo. Si un setenta y ocho por ciento de padres solicitan la clase de religión, no acabo de comprender, ese interés por parte de algunas asociaciones, que se dicen representar a los padres de la pública, para que se retire la religión de las escuelas o se coloque en unas condiciones que se haga inviable, sobre todo, el dar la enseñanza religiosa con una cierta calidad técnica, rigor científico y con una situación en la que realmente no se les  ponga a los alumnos en la tesitura de escoger, entre irse a jugar o ir a clase de religión”.

            Otra de las posturas divergente, fue la de elección de centro, la poca libertad que tienen hoy los padres para llevar a sus hijos a la escuela que ellos estimen. Demasiados puntos en conflicto, para desgracia de todos. Obviamente –me comentó Manuel De Castro- “la tarea no va a ser fácil, el pacto educativo necesita de la generosidad y la prudencia de todos. Nosotros desde la Federación, estaremos abiertos al diálogo, como siempre lo hemos estado, y trabajando sin cesar, a fin de ofrecer la mejor educación para nuestros alumnos”. Desde luego, a juzgar por los aplausos en las intervenciones, había muchas divisiones en algo que no cabe división, el derecho a la educación y a la libertad de enseñanza.