Iglesia en el mundo

Dos empresas tratan de patentar embriones mixtos de cerdos y humanos

Según Greenpeace, el experimento ya habría tenido lugar

MADRID, 6 oct (ZENIT.org).- ¿El próximo objetivo de la experimentación científica? Crear embriones mezcla de cerdos y de seres humanos. Esta es la denuncia que lanza la organización ecologista Greenpeace, quien en un comunicado revela que dos empresas pretenden patentar embriones mixtos de cerdos y humanos en la Oficina de Patentes Europea.

Según la organización, ambas compañías solicitan además derechos exclusivos sobre la manipulación genética de los embriones con esta tecnología.

«En su petición de patente, tanto Stem Cell Sciencies (Australia) como Biotransplant (Estados Unidos) revelan en detalle que sus científicos ya han producido embriones mixtos de dos especies: humanos y cerdos», agrega la nota distribuida por la agencia «Servimedia».

Greenpeace explica que el experimento se realizó al retirar el núcleo de la célula (oocito) de un cerdo, reemplazándola con otra (fibroblasto) recogida de un feto humano. El embrión resultante creció durante una semana. La organización asegura que la solicitud especifica claramente que se trataría de una patente más amplia que abarcaría no sólo a cerdos, vacas y ovejas, sino también a embriones humanos.

Según la asociación ecologista internacional, las investigaciones se hicieron principalmente para demostrar que dicha transferencia nuclear también podía ser aplicada a humanos, con el fin de conseguir una patente que abarque la tecnología utilizada y los embriones resultantes, sin que se aporte ninguna razón médica concreta para producir embriones mixtos.

«El actual sistema de patentes propicia experimentos especulativos con el objetivo de poder reclamar la propiedad y derechos exclusivos de nuevas técnicas», ha afirmado Ricardo Aguilar, director de Campañas de Greenpeace España. Por ello, la organización ha pedido a los países de la UE que cambien la actual Directiva de Patentes para prohibir las patentes sobre la vida.

A juicio de Greenpeace, bajo la actual directiva esta patente tiene muchas posibilidades de ser aceptada sin mayor problema, ya que las lagunas legales hacen que, en muchos casos, los embriones humanos sean considerados como material biológico aislado del cuerpo humano y, por tanto, patentables. 


Se crea en Madrid el Foro de laicos «Católicos del Siglo XXI»

Participan los más importantes expertos en materia religiosa

MADRID, 6 oct (ZENIT.org).- Bajo el amparo de las Cruzadas de Santa María, la revista "Católicos del siglo XXI", dirigida por el sacerdote y periodista Santiago Martín, y responsable del premio de periodismo religioso «José Luis Martín Descalzo», de reciente creación, ha procedido a la fundación de un nuevo foro de laicos.

Este nuevo punto de expresión de los católicos en España, que nace con vocación de «contribuir a la defensa de la Iglesia», llevará el mismo nombre que la citada revista, y ha planteado la realización de conferencias acerca de temas de actualidad sobre los que la Iglesia tiene una posición clara. Estas conferencias tendrán lugar el último martes de cada mes, a las ocho de la tarde, en la madrileña calle de Juan de Mena, 23. El primero de estos foros estará dedicado a la declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe «Dominus Iesus», y llevará por título «Los límites del ecumenismo». Pese a que todavía no está confirmado, se espera la presencia del obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, presidente de la Comisión Episcopal de la Doctr ina de la Fe.

Esta propuesta se inscribe dentro del primer aniversario de la revista «Católicos del siglo XXI», fundada por Santiago Martín y Álex del Rosal, director de la colección de libros Planeta Testimonio, y con el tiempo se espera que pueda tener un carácter multidiocesano.

Para Santiago Martín, «queremos seguir el ejemplo del padre Martín Descalzo, un hombre que defendía a la Iglesia sin implicarla, que se caracterizaba por una intensa fidelidad a la Iglesia y a la verdad». En este sentido, el sacerdote criticó la «tendencia al ocultismo» de algunos sectores de la Iglesia, «que termina por hacer daño a la propia institución». En contraposición, destacó que Martín Descalzo «sirvió a la verdad, contando lo que ocurre, pero todo, sin medias verdades, que son las peores mentiras».


La Iglesia católica en Serbia pide apoyar este período de transición

Propone levantar el embargo y un futuro en Europa

BELGRADO, 6 oct (ZENIT.org).- «Nosotros, obispos de la Iglesia católica, decimos sin lugar a dudas que tiene que levantarse cuanto antes este embargo y que hay que ayudar a Serbia de otras maneras, promoviendo la responsabilidad del pueblo serbio». Lo afirma hoy el arzobispo coadjutor de Belgrado, monseñor Stanislal Hocevar, al día siguiente de la insurrección que ha llevado a Vojislav Kostunica a la presidencia de la República de Yugoslavia.

«En el corazón de la gente serbia, en estos momentos, existe ante todo el deseo por un futuro mejor», añade el arzobispo que guiará el futuro de la Iglesia católica en el país, en declaraciones publicadas por la agencia católica italiana SIR.

La petición de monseñor Hocevar parece que no cae en vano. Los ministros de Exteriores de la Unión Europea han anunciado que levantarían el lunes algunas de las sanciones impuestas a Yugoslavia, según revelan representantes de la UE. Se espera el levantamiento del embargo de crudo y la prohibición de vuelos, dos de las cuatro sanciones impuestas a Yugoslavia el año pasado ante la política del presidente Slobodan Milosevic en la provincia serbia de Kosovo.

El prelado afirma que comparte la decisión de la Iglesia ortodoxa, mayoritaria en Serbia, de apoyar abiertamente a la oposición. «La Iglesia ortodoxa --explica monseñor Hocevar-- ha comprendido cuál es el papel que puede desempeñar esta oposición, compuesta por hombres bien preparados. La Iglesia ortodoxa tiene el deber de decir la verdad y de ayudar a los responsables a tomar decisiones».

En este sentido, para el arzobispo es importante, en este momento, «ayudar a la gente serbia a prepararse bien para gestionar por sí misma el país, para que sean ellos mismo quienes asuman la responsabilidad de la democracia y de la vida comunitaria».

«En este momento --continúa diciendo el prelado católico--, la fe nos ayuda mucho: los serbios rezan para que todo se desarrolle con honestidad y se pueda asistir cuanto antes al renacimiento del pueblo serbio y de los valores religiosos, que hasta hora no han sido reconocidos».

Entre las perspectivas para el futuro de Serbia, el prelado desea el regreso de su país a Europa. «Serbia, con todas las nacionalidades que viven en su territorio --recuerda monseñor Hocevar-- pertenece a Europa. La historia ha reconocido a Serbia y Croacia su papel determinante en la defensa de Europa frente al Islam. Está claro que hoy los tiempos han cambiado y Europa, como dice el Papa, debe tener dos pulmones y no puede respirar sin el Este».

El arzobispo, tras exclamar «¡Libertad finalmente!», concluye: «El camino de un pueblo que renace todavía es difícil, pero es el tiempo de la esperanza».


China: Campaña del gobierno y la policía contra la canonización de mártires

Sesiones ideológicas y medidas represivas para que no se hable de los santos

ROMA, 5 oct (ZENIT.org-FIDES).- Sesiones ideológicas para sacerdotes y obispos, amenazas al clero de la Iglesia oficial, un torrente de artículos en los mayores diarios... Estas son algunas de las medidas que ha tomado el Gobierno de la República Popular China para oponerse a la canonización de 120 mártires de China --87 chinos y 33 misioneros-- (Cf. «El Papa proclama santos 120 mártires de China».

Según denuncia la agencia misionera de la Santa Sede, «Fides», obispos y sacerdotes de la Iglesia oficial (que han pedido el anonimato) de diversas diócesis de China Popular fueron sometidos a presiones para que «evitasen hablar en público» de la canonización durante las misas dominicales del 1º de octubre.

Un Obispo declaró también que agentes de policía y autoridades del Gobierno asistieron a su Misa, «probablemente para controlar» lo que decía. Otro obispo de China oriental declaró que no pudo mencionar la canonización porque «el gobierno le prohibió hablar». El prelado declaró también que personalidades del gobierno llegaron de Pekín los días precedentes para tener encuentros con líderes eclesiales de la zona sobre este tema.

Un obispo del nordeste dijo que él y su clero tendrán han sido obligados a participar en una serie de encuentros que están teniendo lugar en este fin de semana. Con toda probabilidad se está afrontando y criticando a los mártires canonizados. En esa misma región se han programado encuentros del personal del Departamento de Asuntos Religiosos con obispos y sacerdotes.

A pesar del control, algunos sacerdotes han logrado decir lo que piensan. Un sacerdote de la Iglesia oficial del Norte mencionó durante su homilía del 1 de octubre la canonización de los mártires chinos y la fiesta de santa Teresa de Lisieux. En otra diócesis del nordeste el clero celebró una misa de los santos mártires de China, pero en secreto y durante la noche. Hay que decir que, en muchas diócesis chinas, existen desde hace años iglesias dedicadas a los mártires canonizados el 1 de octubre.

El «South China Morning Post»» (del 01.10.2000) reveló que también la diócesis de Hong Kong fue sometida a presiones para celebrar «en tono menor» la canonización de los mártires chinos. «El 18 de septiembre --dice el artículo-- un representante de la diócesis de Hong Kong fue exhortado por personalidades del Departamento de "Liaison" (para los contactos entre China y Hong Kong) a tener las celebraciones a nivel inferior (low key)». Durante todo el fin de semana se tuvieron en Hong Kong encuentros de oración y misas en las iglesias y capillas dedicadas a los nuevos santos. Una solemne celebración se tendrá en la catedral de la Inmaculada el próximo 29 de octubre.

Según el prestigioso diario de Hong Kong, «la reacción de Pekín a la canonización refleja el temor que tiene (el Gobierno) de perder su influencia en los grupos religiosos del país. Las autoridades chinas se oponen al Papa porque nombra obispos sin la aprobación del gobierno y de la Asociación Patriótica... Pero hay signos de que diversos (obispos y sacerdotes) de la organización querida por el Estado desean cumplir cada vez menos la voluntad del gobierno… El gobierno es consciente de que está perdiendo el control y ha decidido usar la canonización como oportunidad para presentar el Vaticano como enemigo de la nación».

La campaña contra la canonización se sirve del apoyo de la prensa y televisión estatales. En los últimos días, los periódicos y sitios de Internet en chino se vieron inundados por artículos, opiniones, análisis «históricos», sobre la actividad de la Iglesia en China y sobre los misioneros extranjeros. En un sólo día (el sábado 30 de septiembre) la redacción de «Fides» pudo comprobar que se publicaron 82 artículos sobre el mismo tema en el sitio chino http://www.sina.com. 


La Iglesia alemana dará ayuda financiera a las madres encinta con problemas

Los consultorios católicos dejarán de dar el polémico certificado del aborto

FULDA, 5 oct (ZENIT.org).- Durante la semana pasada se celebró en Fulda la asamblea plenaria de otoño de la Conferencia Episcopal Alemana. Entre otras cosas, se volvió a afrontar el espinoso problema de los centros católicos que ofrecen ayuda y consulta a las mujeres encinta que pretenden abortar.

El sábado 30 de septiembre, el presidente de este organismo, el obispo de Maguncia, Karl Lehmann, al presentar las conclusiones del encuentro, reveló: «Seguiremos ayudando a las mujeres en dificultad, respetando los deseos del Papa».

De este modo, los obispos quieren cerrar definitivamente uno de los problemas que más divisiones ha provocado en el seno de la Iglesia católica de este país en los últimos años.

El Estado --recordamos-- para reconocer el servicio de los centros católicos de consultoría a mujeres encinta y para financiarlos exigía, según establece la ley, que emitieran un certificado para garantizar que había tenido lugar la entrevista. Ahora bien, ese certificado se convertía también en el requisito indispensable para que la mujer pudiera someterse a una intervención abortiva de manera despenalizada (el Alemania el aborto permanece ilegal, aunque bajo ciertas condiciones está despenalizado).

De este modo, incluso sin querer, los centros católicos estaban ofreciendo un documento que daba libre acceso al aborto, algo que causaba evidente confusión entre la gente. Se creó así una situación dificilísima para la Iglesia alemana, que coherente con su compromiso cristiano, no quería tampoco dejar de asistir a las mujeres encinta en dificultad.

Hace un año, Juan Pablo II, en respuesta a una consulta presentada por los mismos obispos alemanes, pidió que los centros católicos ofrecieran su consulta pero que no emitieran el certificado. La petición del Papa no fue fácil de aceptar para algunas asociaciones católicas que trabajan en este campo, pues esto suponía perder las subvenciones estatales y el aliciente que implica para las madres que quieren abortar el poder acceder al certificado en los centros católicos.

Ahora, tras un período de transición, los obispos han anunciado que para finales de año ya no se emitirán certificados que dan acceso al aborto. Pero esto no significa que la Iglesia renuncia a su deber de ayudar a las mujeres encinta. Por eso, ofrecerá una gama más amplia de servicios a las madres con problemas: van desde la ayuda financiera hasta la búsqueda de una casa.

En breve tiempo, los consultorios católicos lanzarán una gran campaña de publicidad en periódicos y en la televisión. Con ello, se busca convencer a las interesadas de que estos centros, aunque no emiten certificados, están desinteresadamente comprometidos en ofrecer ayuda.

En otro orden de cosas, los obispos, en la asamblea, criticaron la decisión del gobierno actual de centro-izquierda, liderado por Gerhard Schröder, que pretende ofrecer a las parejas homosexuales el mismo reconocimiento jurídico propio de los matrimonios.

Por último, causó particular interés entre la comunidad católica el llamamiento que en la asamblea lanzó el arzobispo de Munich, el cardenal Friedrich Wetter: «Demasiados cristianos --dijo-- se han alejado de la Iglesia y del Evangelio, incluso muchos católicos parece que consideran a Jesucristo como si fuera un maestro más de religión». 


La Iglesia en Perú reacciona ante la corrupción con una campaña de oración

El presidente del episcopado llama a la «regeneración moral»

LIMA, 5 oct (ZENIT.org).- El obispo Luis A. Bambarén Gastelumendi, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, lanzó ayer una campaña de oración por Perú en estos momentos en los que el país latinoamericano atraviesa un momento delicadísimo de crisis política.

En un comunicado entregado a los medios de comunicación, el prelado, que es también obispo de Chimbote, exhortó a orar por una «paz basada en la verdad, la justicia, la solidaridad y sobre todo en los valores del Evangelio».

La campaña tiene lugar tras el anuncio por parte del presidente Alberto Fujimori de convocar nuevas elecciones tras el escándalo que le ha llevado a presentar sus dimisiones. La televisión peruana transmitió un vídeo en el que aparecía el asesor presidencial y del Servicio de Inteligencia Nacional, Vladimiro Montesinos, entregando dinero en efectivo al congresista Alberto Kouri, para comprar su voto a favor de la alianza de gobierno Perú 2000 de Fujimori (Cf. «Presidente del episcopado peruano: Es la hora de acabar con la corrupción».

«Es bueno avanzar en la legislación que ampare un proceso limpio y confiable para la plena vigencia de la democracia; pero es insuficiente si los corazones no cambian en su escala de valores. Esto exige desprendimiento y renunciamiento, generosidad y sinceridad, todas ellas actitudes propias de un corazón noble y patriota», dice el comunicado del presidente del episcopado peruano publicado el 4 de octubre, fiesta de san Francisco de Asís.

«Jesús nos dice que de un corazón perverso brota la maldad --continúa diciendo el prelado--. No es posible confiar los nuevos destinos de nuestra patria a discapacitados morales. Un discapacitado físico puede rehabilitarse. Un discapacitado moral debe vivir un profundo proceso de conversión, antes de asumir una responsabilidad pública. Sólo Dios puede cambiar los corazones. Es necesario dejar a Dios ser Dios en la vida personal, familiar, social y política».

Por este motivo y con estas intenciones, la Iglesia en Perú «invita a todas las familias y comunidades cristianas a rezar el Rosario el día 7 de octubre, Festividad de la Virgen del Rosario». Al mismo tiempo, el comunicado exhorta a «emprender una "Cruzada de Oración" durante este mes del Señor de los Milagros».

Como intenciones concretas de oración, monseñor Bambarén propone, en primer lugar, «orar por el éxito de la Mesa de Diálogo y Concertación de la Organización de Estados Americanos, en la cual deposita su confianza el pueblo peruano».

En segundo lugar, la Conferencia Episcopal pide «orar por los responsables del quehacer político, para que depongan legítimas aspiraciones y antepongan el bien del Perú, devolviéndole así la esperanza a los 26 millones de peruanos».

Por último, la campaña pide «orar sobre todo por la "regeneración moral" --el comunicado escribe estas dos palabras con mayúsculas-- de nuestra Patria, para que, extirpado el cáncer de la corrupción, se recupere la fibra moral en las familias y en nuestra sociedad».


Líderes cristianos de Jerusalén: hay que volver a la negociación

Declaraciones de los patriarcas y jefes de las comunidades de Tierra Santa

ROMA, 3 oct (ZENIT.org).- El patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Michel Sabbah, y los representantes de los patriarcas y jefes de las comunidades cristianas de Jerusalén han enviado sendas misivas a la agencia misionera de la Santa Sede, «Fides» para manifestar su posición ante los episodios de dramática violencia que tienen lugar en estos días en Tierra Santa.

Los líderes religiosos condenan el recurso a la violencia como camino para solucionar los problemas que separan a israelíes y palestinos, pero condenan también enérgicamente la irresponsabilidad de quien hizo saltar la chispa que causó la explosión de violencia: la visita a la Explanada de las Mezquitas del líder de la oposición israelí, Ariel Sharon, quien el 28 de septiembre pasado penetró en el recinto sagrado para el Islam acompañado por numerosos policías y diputados de su partido, el Likud. El gesto ha sido calificado por líderes de la comunidad internacional como una «provocación».

El patriarca latino de Jerusalén, en su carta dirigida a los fieles con fecha del 2 de octubre, subraya que «el único camino para regresar a un tiempo de paz es volver a los coloquios de paz y ver cómo es posible restaurar la situación que existía antes de 1967» (la guerra de los seis días, en la que Israel ocupó la parte oriental de Jerusalén y Cisjordania). Un concepto que ilustró también en una entrevista publicada ayer por Zenit (Cf. «Tierra Santa: Justicia, única solución al conflicto en Oriente Medio»).

«El camino para calmar la situación pasa por comprender que los Santos Lugares no se pueden tocar ni pueden ser sometidos a negociación --añade el patriarca latino--. Enfrentar soldados, medios militares o incluso misiles no llevará a la tranquilidad y al orden, sólo lo puede hacer la justicia. Y el camino de la justicia ya se había comenzado a recorrer a través de las negociaciones de paz, y estaba a punto de alcanzar su objetivo. Es necesario, volver a emprenderlo».

Sabbah confirma además el derecho de las personas a la vida y a la autodeterminación. Por lo que se refiere a la Ciudad Santa, considera que debería ser una ciudad de reconciliación, «después de haber establecido en ella la justicia».

Por su parte, los patriarcas y jefes de las comunidades cristianas de Jerusalén, en el mensaje enviado a «Fides» vuelven a afirmar la posición expresada en muchas ocasiones: es necesario «asegurar la libertad de movimiento, acceso, culto y oración». Al mismo tiempo, hay que «acabar con las violaciones de todos los lugares santos de Jerusalén».

Además, piden que se apliquen todas las resoluciones de las Naciones Unidas que «reflejen los principios de la legítima internacionalización, en particular, las relativas a Jerusalén, para asegurar una paz global, justa y duradera para los pueblos de las tres religiones monoteístas de Tierra Santa». 


Fallece en Roma el obispo congoleño que acababa de regresar del destierro

Participaba en el Simposio de las Conferencias Episcopales de África

CIUDAD DEL VATICANO, 3 oct (ZENIT.org).- La Iglesia en África pierde a uno de sus pastores más comprometidos y coherentes, monseñor Emmanuel Kataliko, arzobispo congoleño de Bukavu, fallecido esta noche tras padecer un ataque de corazón en Rocca di Papa, localidad cercana de Roma, donde se encontraba participando en la reunión del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM).

En medio de las atrocidades de la guerra civil que vive su país, monseñor Kataliko denunció sin medias tintas las violencias y los abusos cometidos tanto por las milicias gubernamentales como por la guerrilla. Una valentía que le valió la hostilidad abierta de los rebeldes de la Coalición democrática congoleña (RCD), quienes le desterraron durante meses de su misma diócesis (cf. «Congo: regresa el obispo de Bukavu tras siete meses de exilio»).

Monseñor Kataliko había nacido en Lukale, diócesis de Butembo-Beni, en 1932. Ordenado sacerdote en 1958, fue consagrado obispo en 1966, y nombrado arzobispo de Bukavu en 1977.

El arzobispo de la ciudad congoleña de Kisangani, monseñor Laurent Monsengwo Pasinya, protagonista en todos los procesos de paz que han tenido lugar en el país, ha declarado a los micrófonos de «Radio Vaticano»: «Me parece que esta muerte, que ha tenido lugar aquí, en Roma, durante la plenaria del SECAM, que está afrontando precisamente el tema de la Iglesia como lugar e instrumento de paz, de perdón y de reconciliación en África, es como un signo del Señor que nos indica el modelo de este servidor suyo, cuyos méritos han sido reconocidos por la Conferencia Episcopal del Congo y por su arquidiócesis, que celebró su regreso con una alegría increíble».

La emoción y las lágrimas se apoderaron esta mañana de los obispos que están participando en esta cumbre de la Iglesia africana, al anunciarse la muerte de monseñor Kataliko, quien era, además, vicepresidente de la Conferencia Episcopal del Congo. El prelado, había intervenido en la tarde de ayer en el aula, concelebró la eucaristía y cenó con todos los demás obispos. Algunos de los presentes han informado a la agencia misionera «Fides» que se le veía cansado y «con mala cara».

Esta mañana, el cardenal Jozef Tomko, prefecto de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos, tomó la palabra ante la asamblea para recordar la valentía y la fidelidad de monseñor Kataliko, quien tuvo que soportar no sólo la prueba del exilio, sino también la de la prisión de su amigo, monseñor Augustin Misago, obispo de Gikongoro (Ruanda). El purpurado pidió a todos los obispos que sean, como Kataliko, valientes heraldos de la paz en ese continente ensangrentado.

En la tarde de hoy, antes de que volvieran a comenzar las sesiones de trabajo, todos los participantes se recogieron en oración ante el cuerpo de monseñor Kataliko. Los funerales solemnes tendrán lugar en la Capilla del Colegio Urbano de Propaganda Fide, en Roma. El cuerpo del obispo será trasladado a Bukavu en la noche del sábado, 7 de octubre.


Francia relanza la figura de Emmanuel Mounier

Seminario en la UNESCO para recordar los cincuenta años de su muerte

PARIS, 3 oct (ZENIT.org).- Hace medio siglo desaparecía inesperadamente con sólo 45 años Emmanuel Mounier, el creador del «personalismo» y fundador de la revista cultural «Esprit». Un maestro del pensamiento para toda una generación, no sólo francesa, y en especial un punto de referencia en los ambientes del pensamiento cristiano.

Con este motivo, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), con sede en París, ha organizado entre el 5 y el 6 de octubre un seminario que lleva por título «Mounier, actualidad de un gran testigo». Una ocasión para conocer mejor a un intelectual cuyo compromiso correspondía a una exigencia del pensamiento.

Llegado a París de su Grenoble natal, el joven y brillante filósofo entró enseguida en contacto con el círculo de intelectuales que se reunía en Meudon, en torno a Jacques y Raïsa Maritain. En este ambiente, concibió la idea de fundar un movimiento de ruptura con el «desorden establecido», inspirado en gran parte en las ideas de Charles Peguy, que verá la luz en 1932, junto a la citada revista. El programa del movimiento estaba encerrado en el lema «Rehacer el Renacimiento», es decir, promover una «revolución personalista y comunitaria», capaz de oponerse tanto al individualismo liberal como al colectivismo de matriz fascista o comunista. Según Mounier, para lograrlo había que reencontrar la capacidad de transformar las ideas en acción. Una operación en la que se comprometió en primera persona desde las páginas de «Esprit».

La necesidad de intervenir en la guerra civil española, la de oponerse a la definición de un estatuto especial para los judíos, de hacer resistencia a la barbarie en nombre del cristianismo, son algunas de las batallas llevadas a cabo desde las páginas de la revista antes de la segunda guerra mundial. Pero es después de la guerra cuando la obra de Mounier alcanza su mayor influencia sobre la sociedad civil. Su revista fue el punto de referencia para intelectuales, sindicalistas y funcionarios del Estado ocupados en la obra de reconstruir la democracia.

Tras la muerte de las grandes utopías, la UNESCO considera, al convocar este seminario, que es más que nunca necesario releer la obra de Emmanuel Mounier.

Por otra parte, Jacques Delors, ex presidente de la Comisión Europea, y Guy Coq, miembro de la redacción de «Esprit» y presidente de la Asociación de Amigos de Emmanuel Mounier, en un artículo publicado en el diario «Le Monde» hicieron ayer un llamamiento a redescubrir a este «cristiano de la resistencia».

Para los autores del artículo, «ante la fractura entre individuo y sociedad, hoy más neta que a mitad del siglo XX, su dialéctica entre persona y comunidad abre ricas perspectivas. Releer hoy los textos en los que el filósofo profundiza su idea de comunidad de personas ayuda a comprender por qué el comunitarismo --en el sentido en que es entendido por algunos-- se encuentra en un callejón sin salida».

En sus páginas, «Le Monde» se auguraba que «se repare una injusticia»: Mounier, que ha alimentado sin sombra de duda el pensamiento y la acción antitotalitaria, es más conocido fuera (América Latina, Europa del Este, Portugal, España, Italia) que en su mismo país.


China: Los misioneros mártires lucharon contra el opio

Documentos desmienten las acusaciones contra los nuevos santos

ASIS, 4 oct (ZENIT.org).- El Gobierno de Pekín ha lanzado una infamante incriminación contra los mártires chinos canonizados el domingo pasado por Juan Pablo II, acusándolos de ser traficantes de opio. Pero la realidad es muy distinta. En una carta pastoral, escrita por uno de los nuevos santos, el obispo franciscano de Shansi, Gregorio Grassi, asesinado por los Boxers en 1900, ordena explícitamente a los cristianos que «no usen, no cultiven y no compren opio».

El autógrafo original de la carta, en chino, con el formato de un cartel público, lleva las partes más importantes, como la que se refiere al opio, subrayadas en rojo. Es expuesto junto a otros importantes documentos históricos en la muestra «Los mártires franciscanos en China», en el museo de la Porciúncula de Asís.

Como pastor, Grassi educaba a los cristianos a realizar opciones morales coherentes con la fe, que implicaba también precisos compromisos sociales como combatir el uso de las drogas, entonces como hoy fuente de grandes beneficios económicos y de corrupción.

Otro documento importante de esa exposición una tela roja en la que está bordado un caluroso agradecimiento en chino. Está dirigido al sacerdote Fan, definido «el benévolo» porque ama a las personas y ha hecho grandes favores al pueblo en tiempo de calamidad. Los datos contenidos en este cartel de agradecimiento son insuficientes para identificar con certeza a este sacerdote que se distinguió entre la gente por su caridad, pero podría ser uno de los nuevos santos, el obispo Antonino Fantosati, el cual por su afabilidad era llamado «Fan-hoae-te», que quiere decir «Fantosati el virtuoso».

Los misioneros mostraron la propia atención y simpatía por la civilización china adoptando inmediatamente las costumbres locales, incluido el vestido. Así en la muestra se reproducen fotografías del siglo XIX inéditas en las que se ve a los misioneros tanto con el hábito franciscano o con vestidos chinos. Algunos de estos vestidos están expuestos en las salas del museo. Y se ve también el intento de síntesis entre el arte chino y la simbología cristiana.

Todo testimonia sin muchas palabras que estos misioneros estaban animados por un gran amor al pueblo chino y que --como decía san Gregorio Sassi-- ellos no sólo no perjudicaron a nadie sino que beneficiaron a muchos.


Burundi: Asesinado un misionero laico católico

«Hermano de los pobres», trabajaba con enfermos de sida

BUJUMBURA/CIUDAD DEL VATICANO, 4 oct (ZENIT.org).- Un misionero laicos italiano, el hermano Antonio Bargiggia, de 43 años, fue asesinado ayer en Kibimba, localidad situada a unos 70 kilómetros de la capital de Burundi, Bujumbura.

En la audiencia general concedida esta mañana a los peregrinos, Juan Pablo II expresó su dolor al recibir la trágica noticia y aseguró sus oraciones.

A los 20 años, Antonio había decidido empeñar su vida a favor de Burundi. Pertenecía a la asociación religiosa de Milán «Amigos de los Pobres».

«No aceptaba regalos, daba todo a quien tenía necesidad y sólo llevaba ropas usadas. No había un muchacho más bueno que él», dice entre lágrimas la madre de Antonio, en su casa de Dervio, sobre el lago de Como.

Murió ayer en una carretera de Burundi, a causa de un disparo a quemarropa. Dos de los presuntos asesinos han sido ya capturados. Según informaciones de fuentes locales, dadas por la agencia misionera Misna, el auto en el que viajaba Bargiggia se tuvo que parar ante un obstáculo imprevisto. Detrás de la barrera había cuatro hombres, algunos con uniforme militar. Uno de ellos se acercó al coche apoyó el cañón del fusil en el rostro del religioso y disparó. Los asesinos tiraron fuera del auto el cuerpo del religioso después de quitarle las sandalias y el reloj.

En Burundi actúan muchas organizaciones armadas, gubernamentales y antigubernamentales, grupos más o menos organizados de bandidos, en un contexto de guerra civil, con fondo étnico, en la que se oponen los hutus y los tutsis y que en los últimos siete años ha provocado la muerte de decenas de miles de personas.

«Era una persona exquisita --dice de él el padre Cesare Volonté, quien trabajó con él durante años-- con una disponibilidad y una caridad excepcionales. Vivía entre los pobres y por los pobres. Era capaz tanto de ponerse a cavar como de curar a un leproso».

«El hermano Antonio sonreía siempre porque era una persona de especial sensibilidad y era muy querido de la gente. Nunca había recibido una amenaza, más bien --relatan sus compañeros de «Amigos de los Pobres» de Milán-- su presencia de caridad hacia los enfermos, leprosos, los últimos, le hacía ser amado por todos porque era amigo de todos».

El hermano Antonio había vivido en Burundi durante 20 años, primero en Mutoi donde aprendió Kirundi, la lengua oficial del país, y luego durante nueve años en el área de Buterere, al norte de Bujumbura. Durante los últimos tres años era director de proyecto en Buterere II para el Servicio Jesuita a los Refugiados (SJR) de Burundi, informa el SJR. Un proyecto que pretende ayudar a los más vulnerables, enfermos de sida y población desplazada. Acostumbraba visitar la prisión de Rumonge regularmente y también a los heridos del hospital militar de Bujumbura.

La violencia en Burundi se ha intensificado tras un intento frustrado de firmar un cese al fuego en Nairobi el mes pasado. Fuentes de organizaciones no gubernamentales en Burundi informan que «la situación está empeorando día a día desde que fracasó el intento de alcanzar un cese al fuego, especialmente en el sur del país y al norte de la capital, Bujumbura».


Encuentro de sacerdotes hispanos que trabajan en EE. UU.

Los latinos serán pronto la primera minoría en el país

NUEVA YORK, 3 oct (ZENIT.org).- Del 2 al 6 de octubre está teniendo lugar en Nueva York un encuentro organizado y convocado por la Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos (ANSH), en el que participan los sacerdotes latinoamericanos y españoles que trabajan por toda la geografía de los Estados Unidos.

Como representante de Juan Pablo II, asiste el cardenal Darío Castrillón Hoyos. También están presentes arzobispos y obispos de los Estados Unidos.

El orador principal de esta XI Convención Nacional será monseñor Sean O’Malley, obispo diocesano de Fall River, franciscano capuchino, doctorado en castellano y en portugués. También disertarán --entre otros-- monseñor Emilio Allué, obispo auxiliar de Boston, salesiano de origen español, y monseñor Arturo Tafoya, obispo diocesano de Pueblo, Colorado.

El encuentro se concentrará en los desafíos que plantea la atención pastoral a los hispanos en Estados Unidos. Según datos del «Census Bureau», la oficina estadística del gobierno estadounidense, para el 2005 los latinos se convertirán en la minoría más numerosas de Estados Unidos, superando a los negros. A finales de siglo, podrían alcanzar y superar a los blancos de origen europeo, cambiando el rostro demográfico del país. Al menos el 70 por ciento de los hispanos es católico, de modo que lógicamente la Iglesia estadounidense se está haciendo también más hispana.

Del 7 al 9 de julio pasado, «Encuento 2000», la gran reunión de los hispanos católicos de Estados Unidos, se convirtió en una cita para todos los católicos del país, de todas las razas y etnias, en una manifestación que se convirtió en momento de comunión por encima de las diferencias. Fue también la prueba de que la presencia hispana en la Iglesia de Estados Unidos ya es capaz de expresar su propias propuestas y liderazgo. 


Canadá: Ecuménica petición de perdón a los nativos

Mensaje de las Iglesias cristianas en el marco del Jubileo 2000

OTTAWA, 3 oct (ZENIT.org).- Representantes de las Iglesias cristianas de Canadá firmaron, el pasado 25 de septiembre, un mensaje conjunto, en el marco del Jubileo 2000, en el que piden perdón a los nativos y hacen un llamamiento a trabajar por los derechos de la población autóctona.

Han firmado el documento, entre otros, las siguientes instituciones del país norteamericano: la Conferencia Episcopal Católica, la Conferencia de Religiosos Católicos, el Consejo de las Iglesias Reformadas, la Iglesia Envagélico-Luterana y la Iglesia Unida de Canadá.

«En este momento de la historia de Canadá --indican los firmantes--, es evidente que estamos invitados a actuar por la paz en las relaciones entre los pueblos autóctonos de este país, y la mayoría llegada más tarde a este territorio. A lo largo de los siglos, las opciones políticas y las promesas no mantenidas han desfigurado esta relación y siguen perjudicando seriamente el bienestar de las comunidades autóctonas. Si estamos dispuestos a escuchar a Dios y su palabra de paz, a buscar juntos esta palabra, deberemos entonces mirar de frente las injusticias pasadas y presentes que han ahondado la brecha que nos separa siempre y todavía hoy».

Recuerdan los firmantes que el jubileo bíblico representa el empezar de nuevo siempre que haya arrepentimiento «de nuestro pecado colectivo».

Evocando el anuncio de Jesús en la sinagoga, cuando afirmó que había llegado «el año de gracia del Señor», rememoran que el Jubileo bíblico prescribía «la devolución de las tierras ancestrales a los descendientes de quienes las habían perdido». En este sentido indican que «la prescripción bíblica del Jubileo lanza una luz estimulante sobre la cuestión, siempre a resolver, de los derechos territoriales autóctonos de Canadá. Es claro, en efecto, que el reconocimiento y el respeto de estos derechos son fundamentales para el bienestar de las comunidades autóctonas y para el enderezamiento de la relación entre autóctonos y no autóctonos».

«Creemos en nombre de la justicia --sigue el documento-- y en fidelidad a un rebrote de esperanza compartida, que las canadienses y los canadienses tienen una obligación moral de empeñarse seriamente en la cuestión de los derechos de los autóctonos a un territorio y a recursos naturales. En el curso de los últimos años, los gobiernos, en Canadá, han puesto en marcha mecanismos de reconocimiento y de restauración de los derechos autóctonos, pero estos mecanismos portadores de conflictos, en la mayoría de los casos, han engendrado frustración, fracaso y ruptura».

En la carta, los firmantes piden a los miembros de sus Iglesias que recen y profundicen este «serio problema de justicia». Para ayudar a esta labor de reflexión han redactado una declaración más amplia titulada «Los derechos territoriales autóctonos y la celebración del Jubileo en Canadá». Les piden que presten atención a este documento.

La «Iniciativa ecuménica canadiense por el Jubileo» (coalición de 30 organizaciones entra las que se encuentran los firmantes) invita a firmar una petición demandando al primer ministro instaurar un nuevo mecanismo de reconocimiento y de satisfacción de las reclamaciones y derechos inherentes de los autóctonos.

Los firmantes declaran: «Apoyamos enteramente esta petición. Pedimos a las parroquias y congregaciones, a las escuelas y otros grupos eclesiales que profundicen en esta causa y se comprometan en ella»; «animamos a los miembros de nuestras Iglesias, cuando estudien esta cuestión, a que entren en diálogo con otras personas, especialmente los autóctonos».

«Nuestro compromiso exige una grandeza de alma, más abierta que la que hemos conocido hasta ahora en la sociedad canadiense --añade la carta--. En esta tarea difícil, nuestras hermanas y hermanos autóctonos han demostrado, a lo largo de los años, una paciencia tenaz, marcada por muchos sufrimientos e incluso un hambre y sed de justicia siempre crecientes. Seguramente la liberación y la curación de las comunidades autóctonas recae en primer lugar sobre los hombros de los mismos autóctonos. Pero, para llegar a una interrelación justa y equilibrada, para llegar a curar verdaderamente esta herida de la vida canadiense, se impone un trabajo que necesita la cooperación activa de todas las canadienses y de todos los canadienses».

«En cuanto cristianas y cristianos --concluye el mensaje-- estamos invitados a orar y a buscar en nuestra vida un profundo respeto mutuo entre las personas y entre los pueblos. Si escuchamos su palabra, Dios nos dará la fuerza, el valor e incluso la alegría porque la promesa de la paz fundada sobre la justicia, es lo que El mismo desea de todo corazón». 


Uganda: El misionero asesinado ya había sido agredido otras veces

Los rebeldes le han matado por sus denuncias y su labor evangelizadora

BARLETTA, 3 oct (ZENIT.org).- «Sólo en mi zona de Pajule hay más de 300 adolescentes secuestrados por los rebeldes y ahora esclavos en Sudán. Los pocos que han logrado huir están en condiciones traumatizantes por la trágica experiencia vivida». Son líneas de la última carta escrita por el padre Raffaele Di Bari, fechada el 20 de noviembre de 1999. Fue asesinado el pasado 1 de octubre por los rebeldes del «Ejército de Resistencia del Señor» (LRA), en el norte de Uganda.

Cada vez que escribía denunciaba las violencias y los abusos de los esclavos del tercer milenio, sus feligreses. «Implicando a las autoridades del gobierno y las organizaciones humanitarias», escribía en su última misiva, «se espera lograr liberarlos del Sudán. Aunque angustiados y conmovidos por las muchas calamidades y guerras, elevemos igualmente con gran confianza, oración y súplicas para que en todas partes, cualquiera, en cualquier situación, logre vivir el don de la fe en la solidaridad laboriosa».

Ahora la violencia le ha golpeado también a él. Pero no era la primera vez. Este religioso comboniano, de 71 años, italiano, que estaba en Uganda desde 1959, fue tiroteado en su coche por los rebeldes del «Ejército de Resistencia del Señor» (LRA). Hoy en su ciudad natal, Barletta, se celebró un funeral por él.

Sus denuncias contra el LRA y su intensa obra de evangelización y promoción humana le habían valido ya otras agresiones. La última hace poco días, según había contado por teléfono a la agencia misionera «Misna».

«El valor profético a la hora de denunciar tantas vejaciones del pueblo confiado a sus cuidados pastorales ha hecho al padre Raffaele totalmente partícipe de las muchas violencias sufridas en aquella región por parte de personas inocentes, hasta el don supremo de la propia vida», ha escrito monseñor Ennio Antonelli, secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, en un mensaje al superior general de los combonianos, el padre Manuel Augusto Lopes Ferreira.

«El sello del martirio --añade-- hace ahora plenamente suyas las palabras del apóstol Pablo: "He combatido el buen combate, he acabado mi carrera, he conservado la fe. Ahora me queda sólo la corona de justicia que el Señor, justo juez, me entregará en aquél día"». 


Mina graba un disco religioso en el Jubileo

Gregoriano, pop y jazz recorren mil años de cristianismo

ROMA, 3 oct (ZENIT.org).- La cantante Mina, una de las máximas exponentes de la canción ligera italiana, ha decidido entrar en un territorio inexplorado para ella: la música religiosa. Y lo ha hecho con un disco en el que ha grabado doce composiciones que abrazan mil años de cristianismo.

Para afrontar este ambicioso desafío, ha contado con la ayuda del teólogo Luigi Nava, que ha cuidado la fidelidad teológica y litúrgica de los textos, y del director de la Escuela Gregoriana de la catedral de Cremona, Massimo Latanzi, primo de la cantante, que se ha ocupado de las indagaciones musicales.

Seguramente el trabajo de Mina hará discutir a los musicólogos ya que se trata de una reelaboración original que busca las emociones y un cierto «efecto benéfico», que a veces recuerda el estilo «new age». Es un ejemplo de divulgación de un material musical precioso que incluye el gregoriano «Veni Creator Spiritus», el «Pianto de la Madonna» de Claudio Monteverdi, o «Quando Corpus Morietur», tomado del «Stabat Mater» de Giovanni Battista Pergolesi.

Harán discutir seguramente ciertas interpretaciones vocales demasiado pop o algunos arreglos con sabor a jazz aplicados a composiciones como «Qui presso a te» (que hay quien atribuye nada menos que a Mozart) e incluso el «Ave Maria» de Charles Gounod. Sin embargo impresionan por su fuerza piezas como «Magnificat» o «Nada te Turbe» (escritos por uno de los mayores compositores de música religiosa del mundo, monseñor Marco Frisina, quien se ha basado en textos del Evangelio de Lucas y de santa Teresa de Avila) .

Sobre la elección del gregoriano, Massimo Latanzi explica: «Ha sido Mina quien ha querido poner en el centro del disco el gregoriano. Por esto no es un disco de supermercado, sino un disco anómalo, diría contra corriente. No nace de una idea comercial de aprovechamiento del Jubileo. Se sitúa en el Año Santo, pero por otros motivos. Las piezas están todas concatenadas, se escuchan como un recorrido ideal. Y cuando se llega al corazón de este recorrido, no queda sino abandonar todo acompañamiento musical: estamos en el «Veni Creator Spiritus», en la esencia de la Palabra. En el gregoriano no es tan importante el motivo melódico y musical, el gregoriano es la Palabra que se expresa en la liturgia».

Latanzi explica lo que ha supuesto esta experiencia para Mina: «En este disco Mina ha aproximado las palabras a los sonidos. Basta, por ejemplo, escuchar «Voi ch’amate lo Criatore»: se ve clarísimo en su interpretación que esta vez para Mina no se ha tratado de cantar una melodía musical, sino que ha sido la proclamación de la Palabra, una amplificación sonora. Y esto tiene un significado verdaderamente profundo».

A finales de este mes, la artista lanzará su sito Internet (http://www.minamazzini.com/) en el que será posible encontrar todo lo que se refiere a ella y dialogar con la cantante.


Uganda: El Ejército de Resistencia del Señor asesina a un misionero

Había denunciado las vejaciones de los rebeldes contra la población

KAMPALA, 2 oct (ZENIT.org).- Un misionero comboniano italiano, el padre Raffaele Di Bari, fue asesinado ayer por los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), en el Norte de Uganda.

La agresión tuvo lugar a las 10:30, cuando el misionero viajaba de la misión de Pajule, situada a 40 kilómetros al sur de Kitgum, hacia Acholi bur, una pequeña aldea situada a 20 kilómetros de Kitgun, donde se encuentra una pequeña iglesia.

El padre Di Bari pretendía celebrar la eucaristía y administrar bautismos en Acholi bur. Antes de llegar a la localidad, el automóvil fue atacado con armas de fuego y el religioso murió al instante. En el coche se encontraban también una religiosa y un catequista, que lograron huir de milagro. Poco después, el vehículo se incendió, según parece, a causa de la explosión del depósito de gasolina.

El religioso vivía en Uganda desde 1959 y se había caracterizado por denunciar públicamente las vejaciones perpetradas por los rebeldes ugandeses del LRA contra la población local.

El padre Di Bari ya había revelado en días pasados a la agencia misionera Misna que se libró de suerte a un atentado de los rebeldes, que aterrorizan desde hace más de una década el norte de Uganda y, en particular, las poblaciones de los distritos de Gulu y de Kitgun.

El asesinato del padre Di Bari tuvo lugar en la misma localidad en la que hace diez años los rebeldes asesinaron a otro hermano de suyo en familia religiosa, el padre Egidio Biscaro.

Esta muerte «es la coronación de una entrega profética a la causa de los indefensos del norte de Uganda», ha comentado el padre Guido Oliana, superior provincial de los combonianos en Uganda. 


Se estrena un oratorio musical basado en santa Faustina Kowalska

Su autor, el padre Carlo Colafranceschi, compone para los enfermos

ROMA, 2 oct (ZENIT.org).- La experiencia espiritual de sor Faustina Kowalska se ha convertido en una obra musical.

Esta santa, canonizada por Juan Pablo II el pasado 30 de abril, es conocida por su espiritualidad basada en la misericordia. Durante su vida consignaba sus diálogos con Jesús en un diario denso de espiritualidad: revelaciones, súplicas, mociones, el amor por el prójimo, los valores de la misericordia, la Polonia de los primeros años del siglo, los monasterios de la Orden de la Divina Misericordia.

Ahora será la protagonista de una trilogía de oratorios musicales compuestos por el padre Carlo Colafranceschi, músico y literato, basado precisamente en su diario. Este padre de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos, más conocidos como Camilos, siguiendo las enseñanzas de San Camillo de Lellis (alegrar con cantos polifónicos los pasillos de los hospitales), concibe la música como un instrumento importante de la pastoral sanitaria.

El segundo de los tres oratorios, «La Madre de la Misericordia», ha sido presentado por primera vez hoy en la iglesia romana del Espíritu Santo «in Sassia», a pocos metros de la plaza de San Pedro.

No es la historia de una santa, sino la reconstrucción de su credo y su pensamiento y, en cuanto tal, la obra es una oración. De ella tiene la estructura, la poesía, las tensiones y la dulzura.

Musicalmente la obra del padre Carlo Colafranceschi pertenece a un filón que parecía haberse interrumpido en los primeros decenios de este siglo, con los majestuosos oratorios de Lorenzo Perosi que el autor considera su maestro más significativo. 


46 nuevos misioneros en honor de los mártires chinos canonizados

Como agradecimiento por los 32 nuevos santos de la familia de san Francisco

ROMA, 2 oct (ZENIT.org).- El agradecimiento por la canonización de los 32 mártires de la familia franciscana, testigos de la fe en China, se concreta en el deseo de seguir anunciando el Evangelio a todas las gentes. En el curso de unas vísperas solemnes, celebradas ayer en la iglesia romana de Aracoeli, el ministro general de los franciscanos, el padre Giacomo Bini, entregó el mandato misionero a 36 religiosas franciscanas misioneras de María y a una decena de frailes, que partirán hacia todo el mundo.

«Enviando 15 religiosas a Africa, 9 a América Latina, 4 a Rusia, 6 a los países árabes y 2 (una india y una coreana) a China-Hong Kong, hemos querido decir gracias al Señor por nuestras mártires», señala sor Benedetta, de las Franciscanas misioneras de María, hoy presentes en 74 países con 8.000 religiosas.

En 1898 tenían en China cinco comunidades, entre las que estaba la de Shanxi, donde llegaron 7 franciscanas el 4 de mayo de 1899. Fueron asesinadas el 9 de julio del año siguiente, durante la masacre realizada por los Boxers en la misión de Taiwan-fu. Ahora las jóvenes mártires europeas --dos italianas, tres francesas, una belga y una holandesa de entre 25 y 34 años-- entregan el relevo a 36 hermanas de varias nacionalidades, que desde un mes están reunidas en Grottaferrata, localidad cercana a Roma, para prepararse para salir como misioneras.

«Nuestras comunidades son internacionales: en una misma fraternidad están presentes varias culturas como signo de la Iglesia universal, para testimoniar que la reconciliación entre los pueblos es posible», explica sor Elena, 36 años, que irá a Rusia, donde las religiosas colaboran con el obispo ortodoxo de Novgorod y asisten a los sin techo.

Un objetivo que anima también a sor Silvana, de 35 años, que irá a Siria: «¿Qué voy a hacer en un país musulmán? No voy para hacer algo sino para ser allí la presencia de Cristo».

Además de las 36 religiosas, recibieron el mandato algunos hermanos franciscanos que irán a Congo, Ruanda, Albania y Rusia y 4 sacerdotes que abrirán una casa de formación en Bruselas para los futuros misioneros. Su proyecto es formar comunidades multinacionales en países donde los conflictos entre etnias están todavía candentes.


Iglesia en Italia: «Acoger a los inmigrantes con realismo y sin ingenuidad»

El país cuenta con un millón y medio de personas de otras nacionalidades

BOLONIA, 2 oct (ZENIT.org).- La Iglesia en Italia se cuestiona sobre qué tipo de acogida debe darse a los cientos de miles de inmigrantes que tocan a sus puertas o que ya se encuentran en el país.

Con este motivo, este fin de semana pasado se celebró en la ciudad de Bolonia un seminario organizado por la Caritas Italiana, la Fundación Migrantes, y la Oficina de la Conferencia Episcopal para los problemas sociales y el trabajo.

Según un informe de Caritas presentado en el Seminario, los extranjeros inmigrantes en Italia son un millón y medio. De ellos, 1.251.994 tiene permiso de estancia, 91.000 están pendientes de regularizar su situación, según una ley que lo permite y 150.000 están en fase de renovar los permisos caducados y que, con el nuevo sistema, no son contabilizados.

Italia (después de Alemania, Francia y Gran Bretaña) es el cuarto país de la Unión Europea en número de inmigrantes: en diez años, el índice se ha duplicado y corresponde al 2,5% de los residentes, mientras que la media europea es del 5,1%.

Por lo que se refiere a los países de origen, en primer lugar están los marroquíes, pero en términos de porcentaje aumentan más los provenientes del Este europeo (sobre todo de Albania, Yugoslavia y Rumanía), de China y de Nigeria.

El país está promoviendo la reunificación familiar --la posibilidad de dar permiso de residencia a las familias de las personas que ya trabajan legalmente en Italia--, aunque en 1999 se ha producido una ligera disminución (4%) en el número de los permisos dados a las mujeres.

En la ponencia de clausura de este Seminario, el padre Fredo Olivero, del Servicio de Migración de Caritas y de la Fundación Migrantes, además de presentar un borrador de un vademécum para ofrecer a las comunidades parroquiales, ha lanzado algunas propuestas operativas en el plano pastoral.

Acogida en las parroquias En el ámbito católico, dijo, es importante en primer lugar integrar activamente al recién llegado en la comunidad parroquial, haciéndole participar en la vida de los grupos y pidiendo su colaboración para el catecismo o las actividades del consejo pastoral.

Otras propuestas del padre Olivero son: la creación de comunidades étnicas o al menos de experiencias de oración estable en su lengua; adopción por parte de cada diócesis de un instrumento que coordine la pastoral de los inmigrantes poniendo en red las iniciativas de las parroquias y de los movimientos eclesiales; la formación de agentes con competencia específica y la apertura de ventanillas de acogida y de servicio.

No pecar de ingenuidad En la relación con otras religiones, que debe darse en clima de gran respeto, es también necesario no pecar de ingenuidad, según el padre Olivero: «Un lugar parroquial, concedido de manera estable a los musulmanes para la oración, se convierte para ellos en un lugar consagrado a Alá que no puede ser destinado a otro uso».

Actualmente, ha manifestado el padre Olivero, la acción de las comunidades parroquiales es sobre todo de tipo asistencial: dinero, alimentos, búsqueda de alojamiento. Pero se puede hacer más: formación de laicos comprometidos que participen en proyectos de acogida; parroquias con un grupo de voluntarios que abran un centro de acogida; crear un lugar de recreo para los menores inmigrantes o institutos religiosos que ponga a disposición locales con albergue gratuito para las mujeres en dificultad.

Sobre el tema de la inmigración, volvió a intervenir el cardenal Giacomo Biffi, arzobispo de la ciudad, quien ya en días pasados había acaparado la atención de los medios de comunicación Cf. «Italia: el cardenal Biffi propone favorecer la inmigración católica» al proponer que el Gobierno italiano favorezca la inmigración de países católicos o culturalmente cercanos a Italia. En esta ocasión, ha utilizado palabras más fuertes. Denunció el caso de musulmanes que vienen a Italia «dispuestos a permanecer ajenos a nuestra humanidad».

«Por más que parezca ajeno a nuestra mentalidad o incluso paradójico --continuó diciendo-- , el único modo para promover el principio de reciprocidad por parte de un Estado laico sería el de consentir en Italia a los musulmanes, a nivel de instituciones, lo que efectivamente se permite en sus países a los demás».

Las palabras del cardenal han sido recibidas con interés por los participantes, pues sirvieron para poner sobre la mesa de discusión problemas serios a los que se deben dar respuestas adecuadas (se dan, por ejemplo, muchos divorcios de italianas casadas con musulmanes, con el agravante de que la ley islámica prevé que la educación de los hijos dependa únicamente del padre), aunque no son compartidas por los representantes de la Cáritas ni por las organizaciones eclesiales de acogida, quienes consideran que por encima de cálculos y leyes está el mandato evangélico de dar la bienvenida al emigrante, sin importar raza, cultura o religión. 


«Construimos escuelas para hacer una sociedad más justa y solidaria»

Asamblea Plenaria de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar

ROMA, 2 oct (ZENIT.org).- «Cristo nuestra paz. La Iglesia Familia de Dios, lugar y sacramento de reconciliación, de perdón y de paz». Este es el tema de la XII Asamblea Plenaria trienal del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM).

La Asamblea, que desde el sábado está reunida en el centro de espiritualidad «Mundo Mejor» en Rocca di Papa, localidad que se encuentra cerca de Roma, se concluirá el próximo 9 de octubre. La reunión deberá evaluar el trabajo desarrollado por los diversos órganos del Simposio en el último trienio y definir el programa para los próximos tres años; procederá además a la renovación o a la confirmación de los cargos de sus diversas estructuras. En el importante encuentro participan todos los cardenales africanos, los miembros del Comité permanente, los delegados de las Conferencias regionales y nacionales del SECAM y de las Iglesias hermanas, además de algunos miembros de congregaciones de la Curia romana.

El padre Efoevi Penouku, secretario general del SECAM, explicó a los micrófonos de «Radio Vaticano» el significado y los objetivos de esta Asamblea y el papel desempeñado por la Iglesia en el continente africano.

--Somos conscientes de que en pocos días no podemos resolver todos los problemas de África pero podemos crear en nosotros la conciencia de nuestra realidad y esto es muy importante. El tema de la asamblea ha sido estudiado en las diversas Conferencias Episcopales, que están presentes con más de 500 obispos, sus delegados. Los participantes deberán reflexionar y llevar a las propias diócesis las respuestas y también los interrogantes que emergerán en el curso de la Asamblea. Debemos en especial reflexionar sobre cómo la Iglesia puede contribuir a promover una sociedad fundada en la solidaridad, en la paz y el perdón, pero siempre siguiendo el ejemplo de Jesús. Nosotros, de hecho, no pensamos sustituir a los políticos sino que queremos ver e n qué modo podemos, en cuanto Iglesia, ayudar a mejorar la vida de nuestras poblaciones.

--¿Qué conclusiones han sacado en sus asambleas desde 1969 hasta hoy? En concreto.

--Podemos decir, sobre todo, que cuando ha habido crisis en África, el pueblo y los políticos han pedido ayuda a la Iglesia. Esto significa que algo ha sucedido. Nosotros no queremos hacer política. Como decía un obispo: yo soy ministro «in eterno» de Jesús, y no un ministro por cuatro años. A nosotros nos interesa ver cómo podemos estar al servicio de nuestro pueblo. Estamos atentos a la política sólo en cuanto que forma parte de la vida de la gente. Entre las acciones concretas llevadas a cabo por la Iglesia en África, está la construcción de escuelas y universidades para poder contribuir al nacimiento de una sociedad más justa y más solidaria.


Por primera vez, un niño alemán se «divorcia» de sus padres separados

«Ahora viviré en paz con la abuela», dice, cansado de las peleas familiares

BERLIN, 1 oct (ZENIT.org).- Otto tiene 13 años y ya no podía más. Sus padres no hacían otra cosa que pelearse. Ha decidido poner fin a la situación con un gesto bastante drástico: se ha querellado contra sus progenitores, ayudado por una abogada.

Ante el multiplicarse de los divorcios y de las familias divididas, ahora en Alemania son los pequeños lo que se rebelan por medios legales. Lo pueden hacer porque la ley alemana, en caso de conflictos que impliquen al menor, prevé el pago público de los gastos de abogado.

El caso de Otto es quizá el más simbólico. El pequeño berlinés era víctima desde hace años de una guerra entre papá y mamá. Se sucedían las escenas y las discusiones sin preocuparse de él. Otto había probado todos los medios, les pidió que llegaran a un acuerdo o al menos que evitaran las discusiones.

«Estaba verdaderamente harto de los gritos continuos», dice el niño. Cuando oyó hablar de la «abogada de los niños», Gertje Döring, se querelló contra sus padres. Con la ayuda de la abogada ha ganado la causa.

No había dinero en juego sino simplemente el derecho a la paz: «Ahora --dice Otto-- mi tutela ha sido retirada temporalmente a mis padres y puedo quedarme en santa paz con mi abuela. Hasta que aquellos dos no logren un acuerdo y dejen de pelearse».

La historia del niño que se querella contra sus padres ha tenido gran eco en la prensa popular. Pero es la punta del iceberg. En un país en el que el uso de las querellas es el segundo después de Estados Unidos, los pequeños alemanes están empezando a reivindicar por sí mismos sus propios derechos.

La misma abogada Döring cuenta de muchos otros casos. Por ejemplo, Susanne, de 10 años, quiere ir al instituto pero sus padres quieren enviarla a otro tipo de centro. «Si no logramos un acuerdo por vía extrajudicial --dice la abogada-- Susanne entablará un juicio para obtener la suspensión de la tutela en este punto específico».

Naturalmente también hay que tener en cuenta la otra cara de la medalla, es decir el peligro de que se multipliquen las causas cada vez que los niños no están de acuerdo con los propios padres por los motivos más nimios.


EE UU aprueba el uso de la píldora abortiva RU-486

Conferencia Episcopal: Una manera de aletargar las conciencias

WASHINGTON, 29 sep (ZENIT.org).- Después de doce años de discusiones sobre la conveniencia de su uso, la Agencia de Evaluación de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (EEUU) aprobó ayer la utilización de la píldora abortiva RU-486 en ese país.

La píldora, desarrollada hace 20 años por la compañía francesa Roussel UCLAF, produce la interrupción casi inmediata del embarazo, y ya es usada por millones de mujeres en trece países.

Por el momento, el FDA no ha precisado en qué condiciones podrá recetarse la píldora, aunque cabe la posibilidad de que los médicos que la prescriban deban estar registrados en la lista de facultativos habilitados para practicar abortos.

En EE UU la importación de la píldora RU-486, conocida también como mifepristona, estuvo prohibida hasta que la administración Clinton la autorizó en 1993. Hasta entonces los gobiernos de los republicanos Bush y Reagan se habían opuesto a su distribución.

En 1996, la misma compañía distribuidora de la píldora renunció a su introducción en EEUU a causa de los efectos secundarios que tiene que hubieran podido provocar denuncias legales.

Posición de la Conferencia Episcopal En una declaración de prensa de Gail Quinn, directora ejecutiva del Secretariado para las Actividades a favor de la Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, se puede leer que «muchos han promovido de manera tergiversada la mifepristona como si fuera una panacea. En realidad, el aborto químico es un sistema que prevé entre tres y quince días de visitas a un establecimiento y una combinación de drogas con las posibilidad de complicaciones que ponen en peligro la vida».

«Lo peor de todo --continúa diciendo Gail Quinn-- es que la aprobación del aborto químico aletargará nuestra conciencia ante la violencia del aborto y ante la eliminación una vida humana inocente. La Iglesia y la comunidad que está a favor de la vida continuará a anunciar la verdad sobre este fármaco de muerte, y continuará asistiendo a las mujeres que se encuentran en crisis o que sufren después de un aborto». 


Terminado el borrador de la Carta europea de Derechos Humanos

Francia no quiso reconocer los valores «religiosos» comunes

BRUSELAS, 29 sep (ZENIT.org).- Los «padres fundadores» de la que podría ser la futura constitución europea --la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión-- acabaron el pasado día 26 de septiembre su tarea de redacción, tras meses de encuentros.

La palabra pasa ahora a los políticos que deberán dar a finales de año en Niza su visto bueno al documento de 53 artículos, verdadera «piedra angular» de los valores sobre los que deberá basarse la construcción europea.

Han trabajado duro los «padres fundadores», reunidos en la llamada «Convención» que reúne a exponentes de los parlamentos nacionales, representantes personales de los jefes de Estado o de Gobierno y a funcionarios de la Comisión Europea.

En la cumbre de Colonia, en junio de 1999, fue lanzada la idea de trabajar en la compilación de una Carta de Derechos Fundamentales para dar más visibilidad a la protección de los derechos en la Unión Europea (UE) y para «poner de relieve su excepcional valor en la vida de los ciudadanos europeos».

Llevada sucesivamente a la cumbre europea extraordinaria de Tampere, el 15-16 de octubre de 1999, que por primera vez afrontó cuestiones relativas al sector de Justicia e Interior, la idea se ha concretado en la creación de una estructura encargada de elaborar un proyecto de Carta. Nació así la llamada «Convención», compuesta por 15 representantes de jefes de Estado y de Gobierno, de un representante del presidente de la Comisión Europea Romano Prodi (se trata del comisario de Justicia e Interior de la UE, el portugués Antonio Vitorino), de 16 diputados europeos y de 30 diputados nacionales. La Convención se puso inmediatamente a trabajar. Eligió a su presidente, el ex presidente de la República Federal Alemana, Roman Herzog, y a partir de enero de 2000, ha organizado una serie de audiencias públicas involucrando a la sociedad civil europea.

Las reuniones de la Convención han sido abiertas al público y los documentos elaborados han sido puestos en Internet (http://db.consilium.eu.int/df/default.asp?lang=es), dentro de una postura de máxima transparencia. Entre las audiencias públicas, la más importante tuvo lugar el 26 de abril pasado con organizaciones no gubernamentales (unas 70) entre ellas las de carácter confesional y religioso, las de defensa de los derechos humanos y organizaciones civiles de todo tipo.

El 28 de julio surgió el primer borrador compuesto de 52 artículos, subdivididos en siete capítulos y precedidos de un preámbulo. Surgió un obstáculo. Francia no quería que en el preámbulo se hiciese referencia a la herencia religiosa de los pueblos europeos. «Inspirándose en su herencia cultural, humanística y religiosa --se leía en el texto-- la Unión se funda sobre principios indivisibles y universales de dignidad de la persona». Se ha logrado un arreglo eliminando la palabra «religiosa» y sustituyéndola con la expresión «patrimonio espiritual y moral».

Según comenta hoy el diario de la Conferencia Episcopal Italiana «Avvenire», la redacción actual de la carta «es fruto de un arreglo entre las muchas almas y las diversas culturas de la Europa de los Quince» países pero esto, en su opinión, «no debe ocultar el alcance innovador de esta piedra angular», especialmente en el momento en el que Europa afronta el delicado proceso de ampliación hacia el Este.


¿Cómo ser misionero en EE. UU. o en Libia? Responde «Mission 2000»

Intervención del arzobispo Zago en la cumbre misionera norteamericana

CHICAGO, 29 sep (ZENIT.org).- En un mundo globalizado, en el que el pluralismo facilita la elección de un credo religioso, pero también promueve el relativismo imperante, la misión «es posible y urgente y debe comprometer a todos los cristianos».

Esta es la conclusión a la que llegó el arzobispo Marcello Zago, secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, quien intervino ayer por la tarde en Chicago, en la inauguración del Congreso «Mission 2000». El encuentro reunirá hasta el próximo domingo, 1 de octubre, a 700 delegados de todas las diócesis estadounidenses que están examinando el presente y el futuro de la misión en los Estados Unidos y frente al resto del mundo.

La intervención del arzobispo Zago ha sido recogida y distribuida por la agencia de las comunidades religiosas «VID».

En su discurso de apertura, monseñor Zago trazó seis desafíos que exigen una respuesta: «Armonizar la audacia en la proclamación del Evangelio con el camino del diálogo», «participar en la misión tanto en la propia realidad como a nivel planetario», «promover la justicia social y la reconciliación entre los pueblos», «trabajar por la inculturación y mantener un espíritu universal», «promover la vocación y compromiso de los laicos, sobre todo en la vida política y social», «intensificar la comunión eclesial y respetar los diversos carismas y su identidad».

En el curso de su extensa exposición monseñor Zago consideró que el camino más eficaz para la misión hoy día es el del testimonio de la caridad. Para ello, ofreció varios ejemplos.

Ante todo mencionó el «impacto del trabajo de la Madre Teresa de Calcuta sobre la cultura india, que supera las diversas formas corrientes de acción educativa y de compromiso social, y ejerce una influencia más fuerte que la simple promoción de la justicia».

El prelado reveló también en «Mission 2000» un caso que hasta ahora era desconocido. «En los años ochenta», el coronel Muamar el Gadafi, presidente de un país que entonces era «cerrado y hostil» a la Iglesia, pidió al Vaticano que enviara religiosas para trabajar en los hospitales estatales. Con mucha dificultad se encontraron 200 religiosas que aceptaron la propuesta. «Su presencia en los hospitales --explica Zago-- ha cambiado la imagen de la Iglesia entre la gente».

Este testimonio de la caridad, consideró Zago, se hace concreto hoy día en especial ante la «gran necesidad de reconciliación que hay entre comunidades: es una forma de evangelización capaz de influir en la transformación de los valores».

Ahora bien, la situación de algunos países, sobre todo en África, requiere que los cristianos sean también misioneros con otra forma de testimonio: «el camino del martirio».


La Iglesia en México apuesta por las nuevas tecnologías 

Encuentro nacional instituciones generadoras de contenidos en la RIIAL

CIUDAD DE MEXICO, 29 sep (ZENIT.org).- Más de 120 personas de 38 diócesis y varias congregaciones religiosas, han participado del 25 al 27 de septiembre, en un encuentro nacional de la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL) convocado por la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para estudiar la manera en que la Iglesia debe asumir las nuevas tecnologías de comunicación y usarlas para difundir el Evangelio.

Según revela el Servicio de Observación Sobre Internet, este Segundo Encuentro Nacional estuvo organizado por Abraham López, coordinador de la RIIAL en México, y contó con la participación del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, representado por Leticia Soberón.

El tema del Encuentro, «Instituciones generadoras de contenidos católicos», sirvió para conocer y encontrar puntos de coincidencia entre entidades como congregaciones religiosas, comisiones episcopales, medios de comunicación eclesiales, etc., que desean estrechar su colaboración para evangelizar el ciberespacio.

Durante los talleres y las sesiones de trabajo se manifestó la importancia de reconocer la labor de especialistas en contenidos y diferenciar a éstos de los técnicos informáticos, teniendo siempre en cuenta que, en su especificidad, ambas labores requieren profesionalidad. Estuvieron presentes entidades como la Conferencia de Institutos Religiosos de México (CIRM), el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC), cuya actividad causó un amplio interés, el Instituto Tecnológico de Monterrey, Microsoft y otros.

El Servicio de Observación sobre Internet (SOI) también estuvo presente en el encuentro, representado por Elisabet Juanola y Alicia Santoyo, que animaron en los Talleres del área de contenidos la formación de equipos de trabajo para cumplir objetivos comunes, recordando que la RIIAL es --sobre todo-- un modo de operar para la unidad y la comunión en busca de optimizar recursos y ayudar a los más desprovistos.

Durante el encuentro, se insistió en la necesidad de no dejarse arrastrar por el vértigo del crecimiento de Internet, favoreciendo una actitud de «contemplación» --como hace con sus servicios informativos el SOI--, invitando al usuario para evitar la saturación de datos gracias a la creación en su día de espacios de silencio.

Los participantes hicieron énfasis en que la Iglesia no debe ir a remolque de las nuevas tecnologías sino ser pionera en el uso de estos lenguajes para verter contenidos humanos y evangélicos. 


España: Segunda edición del máster en Teología

Una iniciativa del Centro Universitario Francisco de Vitoria

MADRID, 29 sep (ZENIT.org).- Tras el éxito de la primera edición, el Centro Universitario Francisco de Vitoria en colaboración con el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma iniciará el próximo mes de octubre la segunda edición del máster en Teología.

Se trata de una iniciativa pionera en el mundo universitario español que ofrece la posibilidad a cualquier titulado superior la posibilidad de formarse en los fundamentos y principales contenidos del dogma y la fe católicos.

El Centro Universitario Francisco de Vitoria nació hace ocho años en Madrid como un proyecto universitario católico. Con más de 2000 alumnos cursando sus estudios de grado y varios centenares en las diversas especializaciones de postgrado, puso en marcha hace seis años un máster en filosofía, que ha llegado ya a su cuarta edición, y que ofrecía a los titulados universitarios la posibilidad de estudiar los grandes tratados de la filosofía clásica y de adquirir así un adecuado sentido crítico y una visión estructurada y global de la realidad.

Con el máster en teología, se afronta el reto de la cultura contemporánea que exige al católico dar razones de su fe. Nació la primera edición como complemento del máster en filosofía y acogiendo la propuesta lanzada por Juan Pablo II en su última encíclica «Fides et Ratio» que confirmaba la necesidad de devolver a la razón humana toda la fuerza y dignidad que le viene a través de la luz de la fe.

«La fe y la razón --dice el Papa en el inicio de su carta-- son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo».

Con profesores del Ateneo Regina Apostolorum y de las principales facultades de teología de España, el máster se articula en cuatro módulos centrales y otro compuesto de tres seminarios. La clave de diálogo cultural del máster hace que se alterne el estudio estructurado de la fe católica a través de los cuatro módulos troncales, --la Revelación y el acto de fe, la Revelación y las Sagradas Escrituras, contenidos fundamentales de dogmática y la celebración y vivencia de la fe--, con los seminarios prácticos.

Para más información, puede enviar un mensaje de correo electrónico a postgrado@fvitoria.com, o llamar al teléfono 91 709 14 00.