SANTA SEDE

 

35 MIL ARTESANOS CELEBRAN SU JUBILEO CON EL PAPA

El pontífice presenta el trabajo manual como una auténtica vocación

CIUDAD DEL VATICANO, 19 mar (ZENIT.org).- La plaza de San Pedro deparó esta mañana un espectáculo inesperado: 35 mil artesanos, algunos de ellos con su ropa de faena, participaron junto a Juan Pablo II en el Jubileo de su categoría. Al final del encuentro, el pontífice confesó que nunca había celebrado la fiesta de san José «en una ceremonia tan larga y festiva».

En el día en que se recordaba a José de Nazaret, el padre putativo de Jesús, Juan Pablo II presentó a los artesanos la figura de este hombre como «ejemplo de laboriosidad y honestidad en el trabajo cotidiano», «modelo de una fe sin reservas y de una constante obediencia a la voluntad del Padre de los Cielos».

Manos marcadas por el cansancio A todos aquellos que, como san José, viven del trabajo de las manos, al inicio de la Eucaristía jubilar el Papa les dirigió esta invitación: «Contemplemos estas manos marcadas por el cansancio, por el empeño por transformar la materia y servir al hombre. Son un reflejo de la mano de Dios creador y de las manos de Cristo que trabajaron, curaron los enfermos y que, extendidas en la cruz, revelaron el amor del Padre».

De este modo, «también el cansancio y la pesadez del trabajo cotidiano reciben de la fe en Cristo, muerto y resucitado, una nueva luz de esperanza. Se revelan como elementos significativos del diseño de salvación que el padre celestial está actuando a través de la cruz del Hijo». Por ello, el obispo de Roma invitó a los artesanos a hacer vida esos valores que desde siempre caracterizan su actividad: el espíritu de iniciativa, la promoción de las cualidades artísticas, la libertad y la cooperación, la correcta relación entre la tecnología y el ambiente, el apego a la familia y las buenas relaciones con los vecinos.

Lecciones de Nazaret José, en su taller de Nazaret --no es seguro que fuera carpintero, algunos creen que era más bien constructor--, fue el protagonista de la jornada. El Papa manifestó su alegría ante la inminente visita que realizará a la ciudad del padre putativo de Jesús. «Nazaret enseña a superar la aparente tensión entre la vida activa y la contemplativa; invita a crecer en el amor de la verdad divina que irradia la humanidad de Cristo y a vivir con valentía el exigente servicio de la defensa de Cristo presente en cada hombre».

A la luz de la vida cotidiana de Nazaret, los artesanos pueden abrir horizontes apasionantes a su trabajo, que el Papa presentó más bien como una vocación: «Que la Sagrada Familia, lugar de entendimiento y de amor os ayude vivir gestos de solidaridad, de paz y de perdón. Seréis así heraldos del amor infinito de Dios Padre, rico en misericordia y bondad para con todos».

Recuerdo de los desempleados En la «oración de los fieles», se rezó en alemán «por las personas que en todas las partes del mundo sufren abusos en su trabajo y viven en condiciones inhumanas»; en polaco «por todos los que viven en la inseguridad del mañana, por aquellos que no tienen un trabajo y por los muchos jóvenes que están buscando un primer empleo».

Gestos de solidaridad En el ofertorio, representantes del mundo artesanal, vestidos con sus vestidos de trabajo, ofrecieron al Papa unos dones que querían simbolizar los compromisos que en este día han asumido organizaciones de estas categorías profesionales: un ladrillo, para expresar el compromiso de construir un centro en la misión católica de Soddo Hosanna en Etiopía, que servirá para enseñar a los jóvenes del lugar los oficios artesanales; una cerámica que representa la marca de las empresas artesanales que ayudan a la reinserción de personas con discapacidades físicas en el mundo del trabajo y a su formación profesional; una lámpara para testimoniar el compromiso de sostener en India un centro de formación para jóvenes que aspiran a la vida consagrada; un libro de cantos litúrgicos que representaba el don de una beca para un joven sacerdote; un panel artístico para construir una escuela de restauración en Etiopía.

Día del «papá» Ya a mediodía, antes de concluir su encuentro con los artesanos, el Papa recordó que en este domingo (litúrgicamente la fiesta se celebrará el lunes) se recordaba junto a san José a todos los padres. Presentó el ejemplo de ese hombre para que, como él, «todos los papás» «sean hombres justos, dispuestos a cualquier sacrificio por el bien de sus familias». Al mismo tiempo, deseó que «el amor de sus esposas y de sus hijos les recompense por todo su cansancio».

Por último, el Papa pidió oraciones por dos intenciones muy particulares: en primer lugar, por los misioneros asesinados, que en el año pasado fueron más de 30, así como por aquellos que con gran valentía continúan trabajando en primera línea en las fronteras de la evangelización; en segundo lugar, por su «peregrinación jubilar a Tierra Santa» deseando que «esta visita inspirada únicamente en motivos religiosos pueda llevar a los desheredados buenos frutos para toda la Iglesia».


 

ANTES DE SALIR A TIERRA SANTA, EL PAPA RECUERDA EL SUFRIMIENTO DE IRAK

Una megaudiencia llena de colorido y emoción en el Aula Pablo VI

CIUDAD DEL VATICANO, 20 mar (ZENIT).- Indios, iraquíes, un grupo de seminaristas alemanes y hasta empleados en circos y parques de atracciones... La variedad de rostros y proveniencias de los peregrinos que llegaron la semana pasada a Roma obligaron al Papa a ofrecer una audiencia especial el sábado en la que participaron más de 7 mil personas.

Y para cada grupo hubo una palabra distinta de Juan Pablo II. Había dos a los que obviamente trató con especial atención: los indios provenientes de Kerala, de rito católico sirio-malabar, y los católicos iraquíes de rito caldeo, acompañados por el patriarca Bidawid, que devolvieron al Papa la cortesía de su visita «virtual» a Ur de los Caldeos, con la que inició el 23 de febrero pasado su peregrinación espiritual a los lugares originarios de la fe, que siguió en Egipto, y ahora culmina en tierras de Jordania e Israel.

A los indios les dijo: «Sois los herederos del apóstol Tomás y este Año Santo os ofrece una oportunidad única de ser fortalecidos y renovados en el testimonio apostólico en el que se funda vuestra fe».

«Mañana --añadió--, según vuestro calendario litúrgico, es el tercer día de la Gran Vigilia. La disciplina de la abstinencia es un ejercicio que os es familiar y una práctica muy reverenciada por el pueblo y las religiones de la India. Ruego que los beneficios espirituales de este periodo de vigilia, y de este tiempo especial de preparación a la celebración de la Resurrección del Señor, enriquezca a vuestra Iglesia y os fortalezca en el papel que la comunidad sirio-malaber está llamada a desempeñar en la nueva evangelización».

Dos ritos que conservan una rica y antigua tradición católica oriental, ambos, herederos de la predicación del apóstol Tomás. A los caldeos, Juan Pablo II les ha expresado su solidaridad por el sufrimiento del embargo que mata de hambre a la población más débil de Irak. «Es un gran placer saludar a su beatitud el Patriarca y los fieles de la Iglesia Católica Caldea, que han venido a Roma de diversas partes del mundo, especialmente de Irak, para celebrar el Gran Jubileo del Año 2000», les ha dicho. «La riqueza de vuestra tradición espiritual, que se remonta a la predicación de los apóstoles Tomás y Tadeo, ha fortalecido a muchos hombres y mujeres santos que han derramado su sangre por Cristo», ha proseguido. «Los hijos y las hijas de la Iglesia de Irak, y todo el pueblo iraquí que está siendo tan severamente probado por la prolongación del embargo internacional, no han dejado de estar siempre en mi pensamiento. Aseguro a todos los que sufren, especialmente a las mujeres, a los niños y a los mayores, mi apoyo orante. Que Jesús, verdadero hermano de los pobres y los afligidos, les acompañe siempre en sus dificultades y les sostenga con su amor», ha concluido el Pontífice.

Recuerdos de juventud
El Papa abrió el corazón al encontrarse con los estudiantes de Teología del Colegio Borromeo de Münster, con quienes recordó los tiempos en los que se alojaba en Roma un joven llamado Karol Wojtyla, «aprendiz» de su misma materia. «De Roma --les dijo en alemán-- me impresionaron sobre todo los lugares sagrados: la tumba del Príncipe de los Apóstoles, los lugares bañados por la sangre de los mártires, y también las siete imponentes basílicas, donde la fe se ha hecho piedra». De aquí la exhortación con la que concluyó su coloquio con los seminaristas: «Estudiad Roma, aprended en esta ciudad lo que es patrimonio de la Iglesia Universal y llevadlo con vosotros a vuestra patria».


 

EL JUBILEO DE LOS CALDEOS, ANTIGUA FIDELIDAD A EFESO Y A ROMA

No siguieron al obispo Nestorio que negaba la maternidad divina de María

CIUDAD DEL VATICANO, 20 mar (ZENIT).- Los habitantes de la tierra que fue del patriarca de todas las religiones monoteístas, Abraham, hoy Irak, han celebrado su especial Jubileo en Roma, junto a Pedro. La tribu de los hadu o caldeos, de la familia de los arameos, llegaron a Mesopotamia a principios del I milenio antes de Cristo. Abandonaron su vida nómada y se instalaron en las ciudades de la zona de donde renacerá luego Babilonia, entonces sometida a Asiria. Entre estas ciudades estaba Ur de los Caldeos, la patria de Abraham. Los caldeos perdieron su fuerza hacia la mitad del milenio y fueron conquistados sucesivamente por los Imperio Persa y Macedonio. Los actuales habitantes sin embargo, tienen étnicamente poco que ver con aquellos antiguos caldeos ya que la zona fue objeto de continuas invasiones y ahora es mayoritariamente árabe (71%) y de religión musulmana (95,5%).

El Papa tuvo que renunciar a un viaje largamente soñado a esta antigua tierra de Abraham, cuna de la civilización, por no darse las debidas condiciones seguridad en un país en el que todavía está prohibida la navegación aérea, y es sometido a bombardeos esporádicos por las fuerzas aéreas anglo-estadounidenses. Los intentos de manipular políticamente la visita por parte del régimen de Saddam Husein se encargaron de complicar aún más la situación. Pero ellos han venido a recrearle al Papa de nuevo la atmósfera de Ur de los Caldeos.

La numerosa representación de esta antigua Iglesia vivió su propia peregrinación jubilar guiada por su Patriarca. En la Audiencia con el Papa un grupo de religiosos y fieles exhibían una bandera iraquí y saludaron con abundantes aplausos las palabras del Papa, sobre todo cuando el obispo de Roma recordó las riquezas de la tradición espiritual de la Iglesia Caldea y la gran alegría que ha representado para él la visita al Vaticano del Patriarca de Babilonia, monseñor Raphael I Bidawid.

La Iglesia Caldea es una de las principales comunidades católicas orientales que no siguió la herejía de Nestorio, denunciada por el Concilio de Éfeso (431), el tercero ecuménico, en el que se debatió la cuestión de si Cristo era uno en esencia con Dios padre, si el Espíritu Santo era igual a las otras dos personas de la Trinidad, y el papel de María como Madre de Dios. Representa a la gran mayoría (80%) de los 580.000 fieles cristianos iraquíes. Los nestorianos, seguidores de Nestorio, sirio y obispo de Constantinopla del 428 al 431, de la Iglesia bizantina, afirmaban que en Cristo había dos personas, una humana y una divina, y que la Virgen María sólo era madre de la persona humana, y no del Cristo divino. Nestorio fue depuesto por el Concilio de Éfeso.


 

INESPERADO IMPACTO DE LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DEL PAPA

Las meditaciones del arzobispo vietnamita Van Thuân dan la vuelta al mundo

CIUDAD DEL VATICANO, 21 mar (ZENIT.org).- Por primera vez un asiático ha predicado los Ejercicios Espirituales al Papa y a sus colaboradores de la Curia Romana. La decisión de Juan Pablo II de pedir al arzobispo François Xavier Nguyên Van Thuân, un hombre que ha pasado 13 años de su vida en las cárceles de Vietnam, que dirija en esta ocasión las meditaciones se ha demostrado acertada, pues nunca las meditaciones cuaresmales habían suscitado tanto interés.

Las palabras de monseñor Nguyên Van Thuân no sólo han servido a las reflexiones del Papa, sino que en esta ocasión han tocado los cinco continentes. A la redacción de Zenit han llegado cartas de felicitación para el prelado en las que agradecen su profundidad y sencillez ya desde el segundo día de los Ejercicios Espirituales.

Peticiones de republicación nos han llegado de los lugares más inesperados. Como es el caso de Oslo. Periódicos laicos de información general de América Latina, Filipinas, España, han publicado algunas de las meditaciones. No menos interesante han sido las reacciones del calificado público que escuchaba al arzobispo, compuesto en su mayoría por cardenales, obispos y colaboradores de la Curia Romana que han seguido sin pestañear las 22 reflexiones. Han subrayado en particular el hecho de que fueran «sencillas, pero muy profundas», uniendo de manera equilibrada «la dimensión bíblica, el testimonio personal y la teología», comunicando «no sólo con las palabras, sino también con el corazón».

«Es un discurso evangélicamente sencillo --ha dicho uno de los purpurados que participaron en las meditaciones--. Está claro que hay que continuar por ese camino».

Y esto salpicado con notas de buen humor, un elemento que ayudó al auditorio a «engancharse» a las reflexiones. Ante las palabras de uno de los colaboradores del Papa que reconoció la originalidad del planteamiento, monseñor Nguyên Van Thuân respondió: «El contenido es el mismo de siempre. Pero la manera de cocinarlo es asiática. Por eso, en vez de comer con el tenedor, en el año 2000 hemos comido por una vez con los palillos».

El Papa pide un libro
Al concluir los Ejercicios Espirituales, el Santo Padre ha pedido a arzobispo vietnamita que publique en un libro estas reflexiones, pues pueden ser «muy útiles para muchas personas». Además, antes de salir para Tierra Santa el pontífice ha enviado una carta a monseñor Nguyên Van Thuân en la que afirma: «He deseado que durante el gran Jubileo se diera un espacio particular al testimonio de personas que han sufrido a causa de su fe, pagando con valentía interminables años de prisión y otras privaciones de todo tipo. Usted ha compartido con nosotros este testimonio con calor y emoción, mostrando que, en toda la vida del hombre, el amor misericordioso, que trasciende toda lógica humana, no tiene medida, especialmente en los momentos de mayor angustia. Usted nos ha asociado a todos aquellos que, en diferentes partes del mundo, siguen pagando un tributo pesado en nombre de su fe en Cristo».

«Al basarse en la Escritura y en la enseñanza de los Padres de la Iglesia --añade el pontífice en su misiva--, así como en su experiencia personal, especialmente de los años en los que estuvo en prisión por Cristo y su Iglesia, usted ha puesto de manifiesto la potencia de la Palabra de Dios que es para los discípulos firmeza en la fe, comida del alma, manantial puro y perenne de la vida espiritual».


 

EL PAPA CONFIARA EL TERCER MILENIO ANTE LA IMAGEN DE FATIMA EN ROMA

Se confirma el viaje a Portugal para beatificar a los pastorcillos

CIUDAD DEL VATICANO, 22 mar (ZENIT.org).- El 8 de octubre próximo Juan Pablo II pondrá en manos de María el tercer milenio. La noticia ha sido anunciada por el arzobispo Crescenzio Sepe, secretario general del Comité vaticano para el Jubileo. Y lo hará ante la estatua de la Virgen de Fátima, que con este motivo será trasladada unos días a Roma.

El acto tendrá lugar en el mismo momento en que obispos de todo el mundo vendrán a Roma para celebrar su Jubileo.

La idea de traer la estatua de la imagen de Fátima es del mismo Papa. El obispo del santuario la acogió con gran disponibilidad. Monseñor Sepe ha revelado a los micrófonos de «Radio Vaticano»: «Nos estamos organizando para el transporte, pero sobre todo para la veneración en los días en los que la Virgen estará presente en el Vaticano, en San Pedro. Creo que será uno de los momentos marianos más fuertes de todo el Jubileo».

El momento en el que el Papa confiará el tercer milenio a María tendrá al final de la Eucaristía que celebrará con todos los obispos con motivo de su Jubileo de categoría. «La imagen de la Virgen vendrá a Roma unos días antes --explica Sepe--, por este motivo, estamos organizándonos para que todos los fieles que quieran venerarla puedan hacerlo».

Por el momento, se ha previsto que la imagen de la Virgen no salga del Vaticano. El Santo Padre no ha aprobado todavía el programa que seguirá la imagen, pero será publicado próximamente.

Monseñor Sepe ha confirmado también que Juan Pablo II ha aceptado la invitación del obispo de Fátima para celebrar la beatificación de los dos pastorcillos videntes de las apariciones, Francisco y Jacinta, el próximo 13 de mayo en el mismo santuario. El arzobispo ha revelado que el Santo Padre llegará un día antes, el viernes 12 de mayo, y el 13 presidirá la celebración Eucarística de beatificación en la explanada del santuario.


 

JUAN PABLO II INVITARA A COMER A DOSCIENTAS PERSONAS SIN TECHO

Significativo gesto del Jubileo de las personas sin techo

CIUDAD DEL VATICANO, 22 mar (ZENIT.org).- Una comida del Papa con más de doscientas personas sin techo. Este será el momento culminante del Jubileo dedicado totalmente a los más pobres, que tendrá lugar en un sábado de junio. Se trata de una jornada jubilar por categoría que no estaba programada. Ha sido anunciado por el arzobispo Crescenzio Sepe, secretario general del Comité vaticano para el Jubileo del año 2000. Los detalles y fechas de la jornada se comunicarán en las próximas semanas.

La iniciativa de una jornada dedicada a los que no tienen casa, a los pobres de los pobres, subraya la dimensión solidaria y caritativa de este Jubileo del año 2000. En repetidas ocasiones, el pontífice ha pedido que la conversión a la que llama el año santo se materialice también en un compromiso real a favor de los más necesitados. En este sentido, por ejemplo, el pontífice ha logrado hacer que el perdón de la deuda de los países más pobres se convierta en un «signo jubilar» que están promoviendo los cristianos en todo el mundo.

El Comité vaticano para el Jubileo ha respondido también a la petición expresa presentada por «el corazón mismo del Santo Padre» --son palabras de monseñor Sepe-- de salir al encuentro de los más pobres ofreciendo comida caliente a los pobres y a los peregrinos más necesitados del Jubileo.

Ya está funcionando a pleno ritmo el comedor que se encuentra junto a la Plaza de San Pedro del Vaticano, en la Vía Pfeiffer. La mayoría de las más de doscientas personas que allí pueden aplacar el hambre provienen del Este de Europa, en especial de Rusia y Moldavia. Aunque no faltan peregrinos de otros países, e incluso de Italia. A partir de los próximos días, se ofrecerá también comida caliente en las basílicas de San Juan de Letrán, Santa María Mayor y San Pablo Extramuros. En total serán unas seiscientas comidas, que prevén un buen plato de pasta fresca, un segundo plato, un postre y una botella de agua mineral. ZS00032203