M U N D O

 

INDONESIA: ARRASADA UNA ALDEA CRISTIANA EN LAS MOLUCAS

Veintidós muertos y doscientas mil personas sin alimentos

AMBON, 10 julio (ZENIT.org).- Ha sido una masacre. La destrucción de la  aldea cristiana de Waai, a 28 kilómetros de la capital, que comenzó el  jueves con el primer ataque de los guerrilleros musulmanes siguió hasta el  sábado. Entre las ruinas, incluida la iglesia, según informa la agencia  indonesia Antara, han quedado los cadáveres de al menos 22 personas. Son  unos sesenta los heridos y centenares los prófugos que se han refugiado en  la jungla.

El asalto había sido planificado con cuidado. Los habitantes de dos pueblos  cercanos, Liang y Telehu, apoyados por un comando del Laskar Jihad (el  movimiento paramilitar fundamentalista que desde mayo ha infiltrado en el  archipiélago más de tres mil hombres adiestrados), desencadenaron el primer  ataque el jueves por la mañana.

Al día siguiente, los guerrilleros arrasaron las últimas construcciones y  prendieron fuego, poniendo en práctica, como ha denunciado el obispo  auxiliar de Ambon, monseñor Jos Tethool, «la táctica de la tierra quemada».

El episodio es el más grave desde que, a finales de junio, las autoridades  de Yakarta impusieron el estado de emergencia en las Molucas. Una medida  que sin embargo se ha demostrado puramente formal o que por lo menos no ha  tenido el éxito esperado. Los choques y la violencia han continuado sin  tregua y la pasada semana se han contado al menos 40 muertos. Las  acusaciones al ejército, que se mostraría inactivo o incluso dispuesto a  apoyar a los islámicos, se hacen cada vez más frecuentes y no sólo por  parte de los cristianos.

Quien está pagando el precio más alto es la población civil. 70.000  cristianos han pedido poder abandonar la isla de Ambon. El padre Agus  Ulahaiyanan, misionero responsable del centro de crisis de la diócesis  católica de Ambon, declaró a la agencia Misna que actualmente en la isla  hay 200.000 las personas en situación de emergencia. «La carencia de  recursos alimentarios se ha hecho oprimente e innumerables personas han  perdido la casa y sus pertenencias en los incidentes».

Y mientras el obispo de Ambon está en Ginebra para pedir ayuda a la ONU, la  posición del Gobierno indonesio no cambia. El presidente Abdurrahman Wahid  sigue oponiéndose a cualquier intervención extranjera, dejando una única  rendija abierta a las ayudas humanitarias.


 

«MATAMOS POR VENGANZA»

Habla Abubakar Wahid, líder de los guerrilleros musulmanes en las Molucas

AMBON, 10 julio (ZENIT.org).- «Antes de ir a combatir la guerra santa,  bebemos agua bendita por Allah y le pedimos que nos de fuerza a través de  esta agua: nos ayudará a no quedar muertos o heridos en la batalla».  Abubakar Wahid hace estas declaraciones al enviado de la BBC.

Su base es un pequeña isla volcánica, Tidore, no lejos de Hamamera. Dice  tener una milicia de 30.000 hombres, decididos a vengar cada ataque que los  cristianos lancen contra los musulmanes. Está convencido de que los  enfrentamientos de las Molucas han sido iniciados por los cristianos que,  el pasado diciembre, atacaron una mezquita en Hamamera. La oleada de  violencia que siguió, las aldeas saqueadas y quemadas, la ciega guerrilla  de Ambon..., no es más que la venganza de los musulmanes: «Si los  cristianos se rinden, estamos dispuestos a hacer la paz. Pero si siguen la  lucha, nos veremos obligados a combatirlos».

El Laskar Jihad, un verdadero ejército de guerrilleros adiestrados y  equipados con las armas más modernas, es una organización cuya red se  extiende por toda Indonesia. Abubakar Wahid puede contar con refuerzos  provenientes de Java, Sumatra y Aceh. Los guerrilleros, a pesar de que el  estado de emergencia lo impida formalmente, se mueven libremente entre las  islas. Wahid afirma que está en contacto con las otras fuerzas del Laskar  Jihad en Yakarta y Ambon. Y junto a ellos diseña los ataques, estudiados en  un despacho.

Cuando se le pregunta si tiene intención de desestabilizar al Gobierno de  Yakarta por cuenta del depuesto Suharto afirma: «No hemos visto nunca a  Suharto. Y ¿por qué debería ayudarnos? Tenemos ya tanto dinero que no  tenemos necesidad de ayuda de nadie. Excepto de Dios».


 

«SALVAD A ÁFRICA DE SUS LLAGAS», LLAMAMIENTO DE LOS CAPUCHINOS

El sida convertirá en huérfanos este año a 10,4 millones de niños

ROMA, 10 julio (ZENIT.org).- «El África de hoy se encuentra como el hombre  de la parábola evangélica, caído en manos de los bandoleros mientras bajaba  de Jerusalén a Jericó: expoliado, golpeado y abandonado medio muerto al  borde del camino, entre la indiferencia de los viandantes». Con estas  palabras comienza el llamamiento de los frailes capuchinos africanos  presentes en Roma con motivo del capítulo general de la Orden.

Con esta imagen de un «continente donde innumerables seres humanos en  cualquier modo yacentes al borde del camino, enfermos, heridos, impotentes,  marginados y abandonados», los religiosos quieren hacerse portavoces de  este sufrimiento, denunciando las tres situaciones que constituyen la  causa: deuda externa, guerras y sida.

Según las cifras, «los 227.000 millones de dólares de deuda que angustian a  48 países subsaharianos, además de constituir una amenaza para la propia  estabilidad política, obligan a descuidar las necesidades de la gente en el  campo de la sanidad, de la enseñanza y de otras necesidades primarias».

De aquí el llamamiento para que los católicos participen en la Campaña  Jubilee 2000, que ha sugerido al Fondo Monetario Internacional y al Banco  Mundial que inicien una colaboración con los países deudores, valorando  juntos las posibilidades para la disminución de la pobreza y para algunas  estrategias de crecimiento en los programas de préstamos: «El Año jubilar  es el tiempo más oportuno para pensar en una consistente reducción, si no  la total condonación de la deuda que pesa sobre el destino de las naciones».

«La guerra --añaden los capuchinos africanos-- ha golpeado a una persona de  cinco en 20 de los 45 países que forman el continente, mientras que los dos  conflictos más largos (Sudán y Angola) han causado juntos más de tres  millones de muertos. En Africa, en 1998, han llegado ilegalmente 50  millones de armas de fuego.

El sida es las guerra más terrible y nunca declarada, que tiene como  principal campo de batalla el Africa subsahariana, en la que se encuentra  el 64% de los casos registrados en el mundo. Una enfermedad que en el 2000  convertirá en huérfanos a 10,4 millones de niños: «Como hijos de san  Francisco, que se ocupó de los leprosos, también nosotros somos  interpelados por este abrumador signo de los tiempos y pedimos a todos que  apoyen los proyectos que nosotros y otras asociaciones llevamos adelante  para derrotar a esta terrible enfermedad», indican los capuchinos africanos.


 

LA FE DEL PUEBLO LITUANO RESURGE EN LA COLINA DE LAS CRUCES

Los franciscanos convierten este lugar de sangre en un nuevo monasterio

VILNIUS, 10 julio (ZENIT.org).- La famosa Colina de las Cruces de Lituania  acoge desde el sábado pasado un monasterio franciscano que a partir de  ahora acogerá a los miles de peregrinos europeos que acuden todos los años  para visitar este singular lugar de devoción.

Fue inaugurado por el nuncio apostólico en los Países Bálticos, el  arzobispo Erwin Josef Ender, y por el obispo de Siauliai, monseñor  Eugenijus Bartulis.

La Colina de las Cruces es también conocida con el nombre de «Gólgota  lituano». Las primeras cruces fueron colocadas hace más de un siglo,  después de la insurrección contra los rusos de 1863, suprimida en un baño  de sangre. A inicios de los años sesenta había más de 10 mil cruces, muchas  de las cuales recordaban a los mártires que dieron su vida por la fe  durante las persecuciones comunistas. Pero aquel monte de cruces comenzó a  molestar a las autoridades comunistas, que en varias ocasiones las  quemaron. Pero, una tras otra, todas fueron colocadas de nuevo.

Tras una operación bien preparada por la policía, en abril de 1973 todas  las cruces volvieron a ser destruidas. En una noche del mes de mayo  sucesivo, salió desde Siauliai una procesión clandestina: muchachos y  muchachas, rezando el rosario, llevaron a espaldas una cruz gigantesca. Los  agentes trataron de interceptar inútilmente la procesión.

Tras el atentado de 1981 contra Juan Pablo II en la plaza de San Pedro, se  colocó una cruz en la que se recogían las esperanzas y temores de este  pueblo: «Cristo Rey, protege al Papa». La batalla por colocar y abatir las  cruces continuó en los años siguientes, hasta que el poder de los enemigos  de las cruces se derrumbó con la Unión Soviética.

Juan Pablo II llegó en peregrinación a la Colina de las Cruces en 1993. Al  ver el espectáculo que ofrecía la perseverancia en la fe de este pueblo  afirmó: «Habría que hacer que venga aquí Europa y todo el mundo».

Antes de la celebración eucarística de inauguración del monasterio, se leyó  un mensaje del mismo Papa dirigido al padre Giacomo Bini, ministro general  de los Frailes Menores Franciscanos y a los participantes en la  inauguración del nuevo monasterio. La celebración se convirtió en una gran  fiesta para los católicos lituanos. Contó con la participación de las  principales autoridades de esta República Báltica.

En el monasterio residirán algunos frailes encargados de atender a los  peregrinos. Pronto se trasladará aquí el noviciado de la provincia  franciscana de Lituania.


 

AMARTYA SEN: «EL ANÁLISIS DE MALTHUS ERA EQUIVOCADO»

La producción agrícola aumenta más rápidamente que la población

ROMA, 11 julio (ZENIT.org).- «Pienso que el análisis de Malthus sobre el aumento de la población es completamente equivocado. La historia y la experiencia han demostrado que la instrucción de las mujeres es la que permite reducir la fertilidad. La producción agrícola, además, ha crecido cada vez más rápidamente que la población. No hay por tanto ninguna razón para aplicar estas ideas antidemocráticas y antipersona de Malthus». Lo ha dicho el premio Nobel de Economía Amartya Sen en un seminario «Sobre la desigualdad» que se ha celebrado ayer en el Centro de Prensa de Porta Castello, cerca del Vaticano.

Sen ha explicado que «en muchos aspectos la globalización es un éxito extraordinario. En su conjunto, la humanidad hoy es más rica que nunca. Si pensamos que hace cerca de 200 años Hobbes decía que la vida era mala, fea y breve, hoy en cambio se vive mucho más de media, en mejores condiciones de salud y con más instrucción. En 1990, no había un solo país en el mundo que no hubiese superado la expectativa de vida de la Gran Bretaña de 1890».

¿Y qué decir de quienes se manifiestan contra la globalización? El Premio Nobel ha precisado: «No estoy de acuerdo con la mayor parte de los eslóganes gritados en Seattle, pero esto no quiere decir que no haga falta sanar las desigualdades». Según Sen «democracia y libertad son dos condiciones esenciales para favorecer el desarrollo y allanar las desigualdades, es un objetivo que la economía de mercado por sí sola no logrará alcanzar nunca».

Sen ha subrayado en especial la desigualdad que golpea a las mujeres en muchas partes del mundo pobre así como en el rico. Hablando del mundo en vías de desarrollo, ha puesto el ejemplo del 40% de las mujeres indias todavía analfabetas y ha mostrado los enormes beneficios de la educación que han hecho de la India el más grande productor de software despúes de Estados Unidos.

Por lo que se refiere a la desigualdad en los países desarrollados, se ha hablado de las mujeres italianas cuyo trabajo doméstico es el menos retribuido de Europa. Según Sen «esta es una de las razones que causan la tasa de fertilidad entre las más bajas del mundo».

Retomando el tema de Sen sobre Italia, el honorable Massimo D¹Alema, ex primer ministro y ex secretario del Partido Comunista, ha constatado que «los países católicos como Italia y España tienen una tasa de fertilidad entre las más bajas del mundo, mientras que en países secularizados como Suecia y Noruega se ve un notable incremento de los nacimientos». El ex ministro ha lanzado luego una provocación manteniendo que «estos datos demuestran que las mujeres eligen la maternidad donde la sociedad es más compatible con la libertad femenina. La evolución cultural hará crecer la fertilidad».

El obispo de Narni, monseñor Vincenzo Paglia, ha recordado que «la desigualdad es una enfermedad antigua que se presenta en formas siempre nuevas, y que se acentúa cuando los hombres y las mujeres no son considerados en su dignidad». «Así --ha añadido-- asistimos a un escenario insostenible con mil millones de personas que viven en extrema pobreza y mil millones de personas exageradamente ricas. Tenemos la internacionalización de los pobres y la de los ricos, de tal manera que la parte más desarrollada del mundo podría decidir suprimir a la parte más pobre sin sufrir ninguna consecuencia».

Monseñor Paglia precisó que «también el igualitarismo hacia abajo es peligroso y obstáculo al desarrollo. Estoy contra el igualitarismo de los regímenes comunistas basado sobre la sospecha y la envidia». El obispo de Narni, cofundador de la Comunidad de San Egidio, concluyó auspiciando «una igualdad como utopía de la unidad de la familia humana». 


 

ITALIA: LAS IMÁGENES DEL ROCK Y EL HOMICIDIO DE UNA RELIGIOSA

La música con contenido satánico puede empujar a la violencia

ROMA, 11 julio (ZENIT.org).- El 6 de junio pasado, tres jóvenes menores de edad, de 16 y 17 años, han asesinado con 19 puñaladas a sor Maria Laura, una religiosa muy comprometida en el cuidado del malestar juvenil. El hecho tuvo lugar en Chiavenna, un pequeño centro de la provincia de Como (Italia) y ha causado enorme impresión sobre todo por la ausencia de un móvil específico y por la juventud de las autoras.

De las indagaciones emerge un dato inquietante. En los diarios de las chicas se han encontrado símbolos satánicos e imágenes del cantante de rock Marilyn Manson. El cantante ha construido su imagen como «gran adorador de satanás». También los dos chicos que asesinaron a un compañero de liceo con un fusil en Columbine, se inspiraban en Marilyn Manson. El asesinato ha sido pensado y organizado en el contexto de un clima cultural que señala a la Iglesia Católca como la peor amenaza para el reino de Satanás.

El asunto ha vuelto a poner de relieve la antigua cuestión de si un cierto tipo de rock pueda empujar a los jóvenes a la violencia. En una entrevista, concedida a Radio Vaticana, Carlo Climati, experto de música y autor del libro «Encuesta sobre el rock satánico», ha explicado que «el mensaje negativo que viene propuesto por un disco, por sí solo no puede ciertamente empujar a la violencia o al homicidio pero a veces podría ser una semilla echada en el campo fértil del malestar juvenil. En resumen, podemos decir que un cóctel peligroso de rock nihilista y de problemas humanos puede producir efectos devastantes en la mente de los jóvenes que están en crisis o que son psicológicamente frágiles».

«Además --ha precisado Climati-- a través de la simple escucha de un disco, cualquier chavala de quince o diecisiete años puede entrar en contacto con el mundo del exoterismo. Las casas discográficas han descubierto que el diablo puede ser un buen negocio y siguen lanzando al mercado un cierto tipo de productos, sin preocuparse de las consecuencias. Una de las más conocidas revistas musicales italianas, «Flash» ha publicado, por si fuera poco, a dirección de la Iglesia de Satanás estadounidense, describiéndola como «la asociación más seria y fiable a la que se puedan dirigir los amantes y cultores de las teorías ocultas». El artículo acaba con una invitación a los lectores: «Si pensáis que os pueda ayudar el conocimiento del satanismo, y si queréis formar parte del gran gimnasio del pensamiento que es la filosofía satanica, la Iglesia de Satanás os espera».

Algunos jóvenes, que han acabado en la trampa del satanismo, han admitido que la música ha desempeñado un papel importante en su aproximación a ciertas doctrinas. El caso más conocido es el de un joven de La Spezia, que en 1996 fue protagonista de «vistas nocturnas» a los cementerios, con profanaciones de tumbas y robos de calaveras y huesos. El chico, hoy completamente arrepetido, ha declarado: «Siento lo que he hecho. Me dejé arrastrar por la música black metal, que sigo desde hace más de diez años. En particular los textos e algunos grupos noruegos y suecos, entre los que están Mayhem, los Darkthrone y los Marduk. Me han condicionado hasta tal punto que repetía como un autómata lo que contaban en las canciones. Aquella música, que escuchaba incluso diez horas al día, me cogia hasta tal punto que no me daba cuenta de la gravedad de mis actos».

Episodios análogos se han verificado en Noruega, donde algunos jóvenes componentes de grupos rock han organizado atentados terroristas en iglesias católicas. Uno de estos, Count Grishnackh, ha sido condenado a 21 años de prisión por el homicidio de otro músico y por la quema de un edificio religioso. Entrevistado en la cárcel por la revista musical «Flash», declaró públicamente su intención de armar a la gente y empujarla contra la Iglesia. «El ocaso del cristianismo ha comenzado», ha dicho Count Grishnackh.

Volviendo al homicido de Chiavenna, las chicas han confesado que mientras la apuñalaban, la religiosa estaba de rodillas, con las manos juntas, y rezaba por ellas «Señor perdónalas». Son estas las útimas palabras pronunciadas por sor Maria Laura antes de morir. El acto de piedad de sor Maria Laura es impresionante si se piensa en las confidencias que había hecho al padre Ambrogio Balatti, párroco de Chiavenna. El sacerdote ha contado que «últimamente sor Maria Laura me confiaba un deseo suyo: darlo todo. Comprendía que muchas veces nos damos a los demás pero siempre reservando alguna cosa para nosotros. Entonces decia que sólo en el martirio se logra  donar del todo la propia existencia. Hoy leo sus intuiciones como una premonición. Eran la llamada del Señor para que estuviese preparada a cualquier eventualidad». 


 

SUDÁFRICA: LA ABUNDANCIA DE VOCACIONES, UN DESAFÍO PARA LA RENOVACIÓN  DE LA IGLESIA

Más de 500 seminaristas se preparan a la ordenación sacerdotal

CIUDAD DEL CABO, 11 julio (ZENIT.org).- Este año, por primera vez en su historia, la Iglesia de Sudáfrica tiene más de 500 seminaristas. Trescientos ya se están preparando para el ministerio de los sacerdotes diocesanos. El incremento de vocaciones, sobre todo en coincidencia con el Jubileo, es un desafío para la Iglesia local que está llamada a ampliar y renovar sus estructuras de formación.

«Deben encontrarse inmediatamente nuevos modelos y estructuras formativas --ha dicho monseñor William Slattery, obispo de Kokstad-- porque tantas vocaciones son una responsabilidad para nuestra Iglesia y necesitan personal, empeños financieros y planes operativos».

Durante el mes de febrero, 70 nuevos seminaristas han iniciado su curso de orientación en el instituto dedicado a San Francisco Javier. Mientras tanto, el seminario de San Juan Vianney (134 seminaristas) y el de San Pedro (70) están llenos. Estos dos institutos, si no se provee a la ampliación de las estructuras, el próximo año no estarán en condiciones de acoger a nuevos estudiantes. Monseñor Slattery, durante un encuentro con los superiores del seminario de San Juan Vianney, ha podido ver el entusiamo por el fructuoso trabajo que se está realizando. Pero el obispo ha recibido también la petición de un mayor empeño de la Iglesia local en recursos y personal para proseguir el trabajo de formación.


 

«EL MAPA DEL SIDA COINCIDE CON EL DE LA POBREZA»

Habla una misionera que cura a siete mil enfermos

NDOLO, 11 julio (ZENIT.org).- Se ha abierto el 9 de julio en Durban (Sudáfrica) la 13 Conferencia Mundial sobre el SIDA. En el discurso inaugural, el presidente sudafricano Thabo Mbeki ha dicho: «No podemos echar la culpa de todo únicamente a un virus, sino que debemos combatir una guerra en todos los frentes». Según Mbeki, «es la pobreza el asesino más grande el mundo y la mayor causa de enfermedad y de sufrimiento». La posición de Mbeki es rebatida por la mayor parte de los científicos presentes en Durban, decididos a afrontar el fenómeno sólo en clave médica y farmacéutica.

Fides ha entrevistado a Mara Rossi Mercedes, doctora y laica consagrada de la Asociación Juan XXIII, la organización de don Oreste Benzi, que en Italia está empeñada en arrancar a las prostitutas de su explotación en la calle.

Mara Rossi Mercedes, de Rimini (Italia), vive en Zambia desde hace 12 años, y es la responsable en la diócesis de Ndola (al norte del país) de los proyectos contra el sida. Su radio de acción es de medio millón de personas. Los proyectos de la diócesis alcanzan a siete mil enfermos pero están al servicio también de las familias, llegando a un total de al menos 50.000 personas.

Doctora ¿que relación existe entre pobreza y sida? «El mapa del sida coincide claramente con el de la pobreza. Hay factores que hacen el virus más agresivo. Hambre, pobreza y debilidad están entre estos. Es un círculo vicioso: sin dinero no hay tratamiento y donde no hay tratamiento la enfermedad aumenta vertiginosamente. En Africa, luego, los sistemas sociosanitarios están en la ruina».

¿Un ejemplo a la luz de su experiencia? «En Zambia, el sida es un flagelo. Pero la propagación de la infección se inserta en el drama africano de la pobreza que favorece la difusión. Hay mujeres viudas que para dar de comer a los hijos se prostituyen y corren el riesgo del contagio. El problema verdadero es arrancarles de la pobreza y restituirles la dignidad de mujeres no obligadas a venderse».

Por tanto ¿es prioritario derrotar la pobreza? «Es evidente. Los mecanismos de distribución de la riqueza a nivel mundial son inicuos, tanto más en una era de globalización como la nuestra. Hay que actuar sobre esos mecanismos que son cada vez más inhumanos. En Africa es prioritario derrotar a la pobreza, seguir la batalla para arrancar de la muerte a millones de personas en riesgo de sida.

¿Cómo actúan ustedes? «Actuamos con la asistencia domiciliaria a más de siete mil enfermos y ayudamos también a sus familias, alcanzando a cerca de 50.000 personas. Intervenimos desde el punto de vista sanitario, no poniendo sin embargo en segundo plano los aspectos espirituales y pastorales. La enseñanza moral de la Iglesia es la de recomendar la abstinencia y la fidelidad conyugal y es necesario dar informaciones correctas».