DONNA SUMMER, 
BONO,
LAURA PAUSINI, 
STEVIE WONDER Y WHITNEY HOUSTON,


 SON CANTANTES "POP&ROCK", QUE SUELEN INCLUIR EN SUS CANCIONES LETRAS DE TONO ESPIRITUAL


Grandes estrellas «pop&rock» transmiten a Dios con su música

Paul Simon, famoso cantante del duo Simon&Garfunkel, fue el primero en utilizar el nombre de Jesús en una balada de pop. Fue en 1968, en el estribillo de la conocida canción «Mrs. Robinson». Decía así: «Cuando creas, te darás cuenta de lo mucho que Jesús te quiere». A Simon le sorprendió en su momento la reacción de la gente. Se consideraba que no se podía utilizar el nombre de Jesús en una canción de Pop. Le llovieron algunas críticas. Hoy está contento de haber sido un pionero. Abrió un camino en el difícil mundo del «Pop&Roll», que ha supuesto encarnar un mensaje cristiano con total normalidad.

Para Paul Hewson, más conocido por «Bono», lider carismático del grupo irlandés U2, que se define como muy creyente, procura transmitir a través de sus canciones «letras que faciliten una revolución del corazón». Entre ellas destaca «Tomorrow», en donde se habla de una madre preocupada por su propio hijo. «Abierto al cordero de Dios» es posiblemente su canción más espiritual y cristiana. Habla del Amor de Dios. «Intento afirmar -dice Bono- que Cristo ha derramado su sangre para salvar al hombre de hoy».

La considerada reina de la música disco, Donna Summer, cuyas canciones eran habituales en las discotecas de los años ochenta, también se confiesa «religiosísima». Recientemente ha escrito una canción titulada «Lamb of God»(Cordero de Dios), que ha sido acogida con gran entusiasmo en el mercado de la música cristiana americana. Se confiesa profundamente cristiana y debe su afición al canto, gracias al coro de su iglesia.

La potente voz de Lucio Dalla, conocido en nuestro país por los duos con Plácido Domingo, también la pone al servicio de lo espiritual. «Soy creyente -dice Dalla-. Creo en Dios y en mis canciones hay muchos valores cristianos. Yo resaltaría la parte más humanista de la vida, me parece un aspecto decisivo para afrontar este bendito tercer milenio que ya está aquí. Sobre todo he encontrado una gran fuerza en las palabras de los Salmos. No me dejan indiferente. Tienen una fuerza rompedora. Lo digo ahora que estamos inmersos en un mundo que está pasando de ser una sociedad de la palabra a ser una sociedad de la imagen. Se está dando un envilecimiento de la palabra, mientras en los Salmos, la palabra, es el fundamento mismo, es pura dinamita».

Bob Dylan, una leyenda viva de la canción protesta, siempre reflexivo y vital, sorprendió a propios y extraños el pasado año, al actuar ante Juan Pablo II, en el marco del Congreso Eucarístico de Bolonia(Italia). «Soy alguien que cree, -manifestó el cantautor americano-. Lo vivo así. Una vez escribí que Dios no es un «fetiche» para las necesidades del hombre. Sigo pensándolo. En mis canciones he hablado de la fe, también en algunas entrevistas para los «mass-media». Sinceramente, no ha cambiado nada, no tengo nada nuevo que añadir. Soy uno que cree».

B.B. King, considerado el más virtuoso guitarrista del mundo, asistió en 1997 al Concierto de Navidad organizado por la Santa Sede. «Ha significado mucho para mi la audiencia que tuve con el Santo Padre -manifestó King-. Tal como amo a Dios, amo al Papa. Le he regalado una guitarra, y el me dió un rosario que va siempre conmigo». Su espiritualidad arranca de las oraciones que le inculcaba su madre de pequeño. Le leía la biblia y le llevaba a la iglesia. Eso influyó decisivamente en su música. «Intento no sólo que suene la guitarra, sino que mi música dé vida. Quiero comunicar emoción, esperanza, fuerza y el deseo de vivir con corage y dignidad la gran aventura de la vida».

La bellísima Whitney Houston, de melódica voz, que triunfó en la gran pantalla con la película «El guardaespaldas», junto a Kevin Costner, habla sin complejos de su relación con Dios: «Siento la necesidad de rezar. Dios es mi único consuelo. Verdaderamente no podría vivir sin Dios. Sin Él la vida sería absurda; no entiendo a los ateos. Dios nos ayuda de mil maneras, también a través de seres espirituales como los ángeles». A Whitney le preocupa muchísimo la gente del mundo musical que no conoce a Dios. «Si entras en este mundo sin saber bien quien eres, corres el riesgo de que te inventen un personaje, y te conviertas en una persona anulada. Mi fe me ayuda a reafirmar mi personalidad».

Laura Pausini, una de las más internacionales de las cantautoras italianas, recoge en su último trabajo discográfico, una canción dedicada a la Madre Teresa de Calcuta. «Soy muy católica -declara Pausini-. Ciertamente creo mucho en Dios y aprendí a conocerlo y amarlo, a tener fe, en mi parroquia de Solarolo, en la Romaña(Italia). La frecuento desdesde que era niña».

«Los del Rio», nuestros más internacionales cantantes del momento, gracias a su canción «Macarena», se declaran católicos practicantes. «La fe es el corazón de nuestra vida. Intentamos vivir hoy según las enseñanzas de Jesucristo. Cantando y bailando «Macarena» expresamos un gozo y un amor por la vida».

Stevie Wonder, cuyas baladas cantadas al piano, con el característico balanceo, le han marcado un personalisimo estilo, no se ha encarado con Dios por no tener vista. «Mi ceguera la vivo como un don de Dios. No he tenido vista pero Dios me ha dado otros miles de dones. La inspiración, por ejemplo. Doy gracias a Dios por el don de la música».

Franco Battiato, que se dió a conocer en España con la canción «Yo quiero verte danzar», es un enemigo declarado de la relación entre el rock y el satanismo. «El diablo existe y siempre está trabajando. El rock no es la música del diablo, pero veo alguna excepción. Cada uno puede hacer lo que quiera y si uno elige introducir textos satánicos en sus trabajos, que lo hagan. Parece que quien habla de Dios sea un imbécil y quien habla del diablo se divierta. Pero, atención, porque estas cosas son terriblemente serias». Afortunadamente, la mayoría de los cantantes de pop y rock siguen cantando a Dios.