TESIS 7. El ateísmo y la increencia

 

            El ateísmo es aquella concepción que niega lo divino o lo absoluto de cualquier tipo, que no se identifique con el hombre y con el mundo de nuestra experiencia empírica y de sus principios inmanentes.

 

            ¿Cuál es el Dios negado por los ateísmos?

 

            1) Un ser principio y causa de todo.

            2) Un ser trascendente.

            3) Un ser inmanente que fundamenta el ser y actuar de todo.

 

i. El ateísmo en el A.T. y  N. T.:

 

            La Escritura presupone como evidente la existencia de Dios: "Dice el necio para sí: No hay Dios" (cf. Sal 10). Los ateos son necios, porque Dios ya en la creación se revela (cf. Sb 13 y Rm 1, 18-20), por eso mismo son inexcusables de no reconocer la existencia de Dios trascendente. La doctrina de la creación apunta a la trascendencia de Dios y desdiviniza las criaturas. Sería una suerte de demostración indirecta del monoteísmo, pese a que en los libros más antiguos sólo se sanciona una monolatría del pueblo de Israel.

 

ii. Los diversos tipos de ateísmo:

 

a. El ateísmo teórico:  Sostiene doctrinariamente que Dios no existe. Puede ser:

 

1) Ateísmo científico:

 

            La mentalidad positivista sólo admite como cierto lo que se experimenta; luego, la ciencia experimental es la única fuente de verdades o conocimiento. Ahora bien, como Dios no es objeto de experiencia; y es más, la ciencia y la técnica explican hoy muchos fenómenos que antes se atribuían a Dios, Dios pasa a ser una hipótesis inútil, a la que acude el hombre ignorante. El ateísmo científico toma varias modalidades, según sean las ciencias:

 

- Ciencias lógicas: Niegan toda proposición sobre Dios porque no es empírico (Russel, Wittgenstein, etc.).

- Ciencias de la naturaleza: Pretenden explicar la realidad por la sola materia, que es la razón y fundamento de todo ser. Esta concepciones son distintas expresiones del materialismo:

- Ciencias biológicas: Explican la vida por la sola evolución de la materia: Procesos físico-químicos. Se trata de otra forma de materialismo.

- Ciencias antropológicas o psicológicas: Reducen el hombre a la sola evolución de la materia.

- Ciencias sociales: Buscan en el hecho social la explicación de la religión; ésta no es sino una fase de la evolución de la historia- Por ejemplo:

- Sociología de Comte: consta de 3 estadios sucesivos: a. Teológico. b. Metafísico. c. Positivo.

- Materialismo histórico de  Feuerbach.

- Materialismo dialéctico de Marx y Engels.

 

Las ciencias, con todo,  no responden al sentido de las cosas y a su último por qué. Y dado los avances, cada vez más la ciencia tiene que relativizar sus certezas (cf. El mito de la ciencia de Quintanilla).

                                                               

 

2) Ateísmo Antropológico:

 

            La religión es la proyección hacia afuera de lo que quiere ser el hombre. Dios es un ser imaginario, al que se le trasladan las propias ansias de perfección que el hombre experimenta. Este es el materialismo de Feuerbach.

            De la conciencia de infinito no se deduce que el ser infinito sea imaginario. Otros filósofos contemporáneos como Marcel, Blondel, Zubiri, etc. han mostrado su realidad.

 

3) Ateísmo marxista:

 

            Marx asume y reelabora el materialismo de Feuerbach, concluyendo que la religión es opio del pueblo, porque lo deshumaniza o aliena. La alienación religiosa es un reflejo de una alienación más profunda: la económica. De ahí que suprimiendo ésta desaparecerá también aquélla.

               Engels le da un alcance universal al materialismo, buscando explicar todo el universo con su dialéctica. Lenin, como estratega político, añade al marxismo un carácter militante.

 

4) Ateísmo psicoanalítico:

 

            Para Freud la religión es una ilusión. Es la proyección de antiguos deseos infantiles no satisfechos (complejos), que en su impotencia buscan la protección de los dioses y de ciertos ritos. La religión responde a una necesidad psicológica, pero de manera no adecuada. Ha de ser sustituida por el psicoanálisis.

 

5) Ateísmo vitalista:

 

            Afirma el nihilismo de Nietzsche la muerte de Dios. El hombre ha de romper todo vínculo con Dios para afirmarse y superarse a sí mismo (superhombre). En este romper con Dios, hay que destruir los valores tanto del conocer pues no hay verdad objetivable, como los del actuar  moral. Los valores auténticos son los impulsos vitales, fuerzas de construcción del verdadero hombre y de la verdadera sociedad. La cultura y las religiones dominantes inhiben y ocultan estos valores verdaderos, reduciendo a los seres humanos a la inferioridad y mediocridad.

 

6) Ateísmo existencialista:

 

            Sartre:  El hombre es "existencia"; es absoluta libertad. La existencia de Dios impediría esta libertad; luego, no puede existir Dios.

 

b.  El ateísmo práctico: Vivir como si Dios no existiera.  Puede ser:

 

1) Deísta: Si bien cree en Dios como ser creador, sostiene que no tiene ninguna relación con el mundo. Como un gran arquitecto o un relojero que nada tiene que ver con su obra (ej. masones).

 

2) Indifencia religiosa:  Prácticamente, se vive prescindiendo de Dios.

 

 

 

 

 

 

 

iii. Fundamentos y dimensiones del ateísmo contemporáneo: (cf. G.S. 20, 21 y 22)

 

a. Fundamentos del ateísmo contemporáneo:

 

1) Autonomía de la naturaleza y esferas profanas: El conocimiento de la naturaleza exige cada vez menos la "hipótesis de Dios", incluso se la descarta abiertamente. Ello se remonta a Descartes quien pone las bases del pensamiento moderno, Dios es el garante del conocimiento humano. Kant sacará por deducción que Dios no es cognoscible y que sólo es fundamento del actuar humano. El idealismo alemán reconocerá que en realidad Dios es la proyección del espíritu finito que se desenvuelve hacia lo infinito en un proceso dialéctico. Finalmente la izquierda hegeliana sostendrá que ese espíritu no es más que la expresión de la materia (lo inmanente) sublimado en un proceso de enajenación histórica.

 

2) Autonomía del sujeto, cuya dignidad y libertad excluyen un "supuesto" de Dios todopoderoso. El hombre o Dios. Deducción final de la modernidad. Su expresión máxima es el nihilismo.

3) Protesta contra el mal, sobre todo las injusticias y las atrocidades de las guerras y la violencia producida por las ideologías. Cobra mucha importancia el existencialismo.

 

b. Las dimensiones del ateísmo contemporáneo:

 

1) Más que negar o rechazar a Dios, consiste en afirmar exclusivamente al hombre. El hombre se vuelve como valor absoluto (humanismo cerrado). Consecuencia de todo un proceso que comenzó con la modernidad. Frente al mal, rechaza a un Dios creador y providente.

 

2) El hombre es autor de su propia historia. Dios sería un intruso.

 

3) La religión deshumaniza o aliena al hombre. Para las ciencias es oscurantismo; para la antropología es una proyección del hombre; para la psicología un desequilibrio inconsciente; para la sociología  una proyección.

 

4)  Se presenta en general como un proceso post-cristiano (hijo del cristianismo occidental).

 

5) No es un hecho pasajero.  Ha tocado la misma conciencia del hombre, su cultura.

 

6) Sus factores:  Auge de las ciencias; creciente autonomía; antropocentrismo; conciencia crítica, etc.

 

7) Predominio del agnosticismo:  Defiende la incognoscibilidad de lo supra sensible. Niega así la metafísica y todo tipo de conocimiento revelado, en especial, la posibilidad de conocer a Dios. Aparece con el criticismo de Kant, y luego en el positivismo. Su formulación puede resumirse en aquella fórmula: Puede que Dios exista, pero el hombre es incapaz de conocerlo.

 

iv. El secularismo ateo:

 

            Sistema de organización de la vida social y política que niega o prescinde de Dios, ya sea por sostener que todas las realidades se explican por sí solas, o porque se considera a Dios enemigo, alienante del hombre. No se lo debe confundir con la "secularización" que es el proceso mediante el cual, las realidades temporales adquieren una legítima autonomía en el respeto de sus propias leyes (cf. GS 19, 20 y 21).

 

v. La crisis de fe: Desafíos del ateísmo para los cristianos.

 

            Ante el ateísmo los cristianos lejos de considerarlo como sólo un adversario para nuestra vivencia de la fe, debemos preguntarnos en qué medida somos responsables de él (incoherencias, divorcio fe y vida). Ello nos insta a presentar el rostro auténtico de Dios, no desfigurado en nuestra vida cotidiana y en la participación social. El testimonio cristiano convencido es nuestra primera y mejor respuesta al ateísmo.

 

            Para el Vaticano II el ateísmo es uno de los fenómenos más graves de hoy, que exige ser examinado con detención. La palabra ateísmo designa actitudes tan distintas como la indiferencia religiosa, el positivismo, la protesta contra el mal, etc. Ha de considerarse también la culpa de los creyentes, pues son corresponsales del ateísmo, toda vez que ellos han ocultado el rostro de Dios con actitudes que no se adecuan a sus creencias. De lo que se deduce que no siempre el ateo sea totalmente responsable de su increencia. Al mismo tiempo afirmamos que, incluso los que rechazan la existencia de Dios sin culpa propia, y son fieles y honestos a su conciencia, santuario donde el verdadero Dios les habla, se salvan de un modo misterioso sólo conocido de la misericordia del Padre.