Artículo II
Jesucristo confirió el primado a san Pedro

 

TESIS 5. Después de su resurrección de entre los muertos Nuestro Señor Jesucristo otorgó directa e inmediatamente a San Pedro el Primado de jurisdicción sobre toda la Iglesia.

 

209. Nexo. Después de la tesis acerca de la promesa del Primado, siguiendo el orden de doctrina que usó el Concilio Vaticano I (véase D 1822), demostramos específicamente la acción de entregarle Jesucristo el Primado a San Pedro.

 

210. Las Nociones que se exigen en esta tesis y también las opiniones contrarias a la misma son idénticas a las que ya quedan explicadas en la tesis anterior, n. 163-166, exceptuadas las que se refieren al texto mismo de San Mateo 16,16-19. La teoría de la idealización la aplican los adversarios al texto de San Juan 21, y afirman "que San Pedro ni siquiera sospechó jamás que Jesucristo le había confiado a Él el Primado" (D 2055).

 

211. La Doctrina de la Iglesia y valor dogmático. La tesis es de fe divina definida en el Concilio Vaticano I (D 1822s) donde fue definido expresamente que Nuestro Señor otorgó el Primado a San Pedro mediante las palabras que se encuentran en San Juan 21,15-17. Véase además, la Encíclica de Pío IX "Quod nunquam" (D 1842).

 

León XIII en la Encíclica "Satis cognitum" explica todavía más el texto de San Juan 21,15-17, con estas palabras: "Nuestro Señor Jesucristo, después de su resurrección, habiendo preguntado tres veces a San Pedro, si le amaba más que los otros, le dijo a manera del que da una orden: apacienta mis corderos..., apacienta mis ovejas. 0 sea le confía a Pedro como a Pastor todas cuantas ovejas fuera a haber en su rebaño. Ahora bien son deberes y funciones del Pastor las siguientes: mostrarse como guía del rebaño, auxiliar a este con la salubridad de los pastos, apartándole de los peligros, precaviendo las asechanzas, defendiéndole de la violencia: en una palabra, dirigiendo y gobernando. Por consiguiente cuando San Pedro fue puesto como Pastor de la grey de los Cristianos, recibió la potestad de gobernar a todos los hombres, por cuya salvación Jesucristo había mirado derramando profusamente su sangre".

 

Pío XII de modo semejante en la Encíclica "Mystici Corporis" enseña: todos saben que Nuestro Señor Jesucristo, después de haber dirigido y gobernado Él mismo en persona de modo visible durante su paso pon esta vida mortal al pequeño   rebaño (San Lucas 12,32), habiendo de dejar próximamente este mundo y habiendo de regresar al Padre, confió "Al Príncipe de los Apóstoles el gobierno visible de la Sociedad entera fundada por Él. Puesto que, dada su sabiduría infinita, de ningún modo podía dejar sin una cabeza visible el cuerpo social de la Iglesia que había sido fundado por Él".

 

212. Prueba. 1º Como conclusión de la tesis anterior se prueba en general que Jesucristo confió en alguna ocasión el Primado a San Pedro.

 

En efecto por el tratado acerca del Legado divino sabemos que Jesucristo es "El Legado de Dios y el Hijo verdadero de Dios". Ahora bien en la tesis anterior hemos probado que Jesucristo prometió a San Pedro el Primado, y ciertamente se lo prometió con una promesa absoluta sin, estar sujeta a condición alguna, según queda claro por las palabras de la promesa (San Mateo 16,18s); Es así que la promesa hecha de un modo absoluto sin condición alguna por El Legado divino y por el Hijo mismo de Dios no pudo dejar de cumplirse con toda certeza en alguna ocasión; luego Jesucristo confió con toda certeza en alguna ocasión el Primado a San Pedro.

 

La menor consta, porque El Legado divino habla las palabras de Dios (San Juan 3,34); y el Hijo verdadero de Dios es absolutamente ahora Fiel y Veraz (Apocalipsis 19,11). Es así que la palabra de Dios que había sido afirmada de un modo absoluto por el Hijo de Dios, que es enteramente Fiel y Veraz, no puede dejar de cumplirse con toda certeza en alguna ocasión; luego la promesa del Primado hecha a San Pedro de un modo absoluto sin condición alguna por El Legado divino y por el Hijo mismo de Dios no pudo dejar de cumplirse con toda certeza en alguna ocasión.

 

213. Prueba. 2º Por las palabras de San Juan 21,15-17.

 

Hay que tener en cuenta acerca del texto de San Juan 21,1-25. a) En el Evangelio de San Juan encontramos una doble conclusión: una en San Juan 20,30s, y otra al final del último capítulo, en San Juan 21,24s. De aquí que algunos no catolices han dicho que todo el capitulo 21 no fue escrito por San Juan, sino que fue añadido por los discípulos de éste poco después de su muerte.

 

b) Al encontrarse este capítulo 21 en todos los códices y en todas las versiones, y al concordar por lo que se refiere al estilo en las líneas esenciales con los restantes capítulos del Evangelio de San Juan, y por tanto al haberlo reconocido ,siempre todos como genuino capítulo del mismo Evangelio, por ello la mayor parte de los críticos juzga que no hay ninguna razón para que pueda dudarse con motivo acerca de la genuinidad de este capítulo.

 

c) Ciertamente puede admitirse con muchos críticos que este capítulo 21 es como un apéndice sin embargo escrito por el mismo San Juan, según prueba la propiedad del estilo, añadido posteriormente, bien para transmitirnos la narración acerca de la acción de conferirle Jesús el Primado a San Pedro, según piensa Toledo, bien para corregir la opinión falsa que tenían algunos acerca de que San Juan no iba a morir, y así opina Patricio (San Juan 21,23). Las diferencias de estilo, que recientemente ha señalado Boismard, nos parecen que son accidentales y que no tienen importancia alguna.

 

214. d) Lagrange dice que los discípulos de San Juan añadieron solamente la última conclusión (San Juan 21,24s), y que los mismos discípulos trasladaron la otra conclusión al final del. capítulo anterior (San Juan 20,30s), la cual conclusión San Juan la había escrito para el final de su Evangelio después del capítulo 21,23. Ahora bien esta hipótesis, puesto que carece de todo fundamento en la tradición del texto, parece que no debe admitirse.

 

Por consiguiente consta críticamente con toda certeza que el capítulo 21 ha sido escrito por San Juan mismo o que al menos ha sido reconocido desde el principio siempre en la Iglesia como parte de su Evangelio. No obstante solamente acerca del último versículo del Evangelio (San Juan 21,25) puede tenerse alguna pequeña duda, puesto que el testimonio de la tradición en favor de él no es unánime.

 

e) R. Graber de época muy reciente de ningún modo duda acerca de la genuinidad del capítulo 21, y muestra con acierto que fue escrito principalmente para narrar el hecho histórico de la acción de otorgar Jesucristo el Primado a San Pedro. F. Segarra defiende de un modo atinado la genuinidad, y reconoce como fin de esta narración la entrega del Primado a San Pedro. Acerca de la ocasión concreta, que cada uno de estos autores quiere ver y presenta, como la que le dio motivo al hagiógrafo a añadir este capítulo, decimos que esta es una cierta hipótesis, la cual sin embargo no parece estar confirmada con argumentos positivos.

 

215. El capítulo 21 de San Juan, por lo que concierne a nuestro propósito, bien puede dividirse en cuatro partes: San Juan 21,1-8 muestra la preparación de las mentes de los Apóstoles mediante la pesca milagrosa, por la que le vino a la memoria sobre todo a San Pedro aquella otra pesca muy semejante a esta, después de la cual Jesús llamó a San Pedro a su definitivo seguimiento (San Lucas 5,1-10).

 

2) San Juan 21,9-14 muestra la razón por la que Jesucristo preparó los corazones de los Apóstoles con señales de amor mostradas en el convite preparado por Él, con las que se manifestó a ellos con toda claridad como buen Pastor y Maestro.

 

3) San Juan 21,15-17 narra las palabras mismas, por las que "el Buen Pastor", Jesucristo, confía al Apóstol San Pedro el cuidado de apacentar toda su grey. Fijémonos en la modestia y humildad, con que responde San Pedro, en oposición a la arrogancia de éste antes de negar a Jesucristo (San Mateo 26,31-35).

 

4) San Juan 21,18s, presenta la profecía, con la que el Señor anunció a San Pedro el martirio, que iba a padecer a semejanza del Buen Pastor, que da su vida por sus ovejas (San Juan 10,11).

 

216. A quien compare el texto de San Juan 21,15-17 con el texto de San Mateo 15, 15-19 le queda claro que Muestro Señor Jesucristo prometió el Primado a San Pedro, después de haber éste profesado su fe, y que le confió el mismo Primado a San Pedro, al mostrarle este su amor, "a fin de enseñarnos a quien nos dejaba como Vicario de su amor, al marcharse al cielo".

 

217. Prueba. Después de su resurrección Jesucristo confió inmediatamente a San Pedro el cuidado de apacentar su rebaño, en San Juan 21,15-17; es así que apacentar el rebaño de Jesucristo significa directamente gobernar con potestad social y ciertamente suprema a los fieles de Jesucristo que se encuentran unidos en la Iglesia; luego después de su resurrección de entre los muertos Jesucristo otorgó directa e inmediatamente a San Pedro la potestad suprema sobre toda la Iglesia.

 

218. En cuanto a la Mayor. Decimos 1) Confió inmediatamente a San Pedro el cuidado de apacentar su rebaño, porque Jesucristo dirige sus palabras a la persona misma de San Pedro, y lo que se indica con las palabras se refiere a San Pedro mismo como sujeto propio, sin intermediar ningún otro; según queda claro por las expresiones: A Simón Pedro, Simón hijo de Juan (tres veces) ¿me amas más que estos? -te amo (tres veces, con lo cual se hace una alusión clara a la triple negación personal de Pedro), apacienta (tres veces), te     digo, te ceñías, otro te ceñirá y te llevara adonde tu no quieres. Por consiguiente se multiplican los nombres y los pronombres personales; además se hacen alusiones muy personales, todo lo cual denota con evidencia una inmediatez entre Jesucristo y San Pedro. La alusión a la triple negación es enteramente personal.

 

"En efecto, dice San Agustín, ¿por qué le pregunta tres veces sobre su amor, si no es para reprender su triple negación?". Y en otra parte: "Como respuesta satisfactoria a la triple negación se hace una triple concesión, de forma que su lengua no esté menos al servicio del amor que lo estuvo al del temor. Que sea deber del amor el apacentar el rebaño del Señor, si fue señal de temor el negar al Pastor". La triple repetición significa también la solemnidad de la colación jurídica.[1]

 

219. 2) Decimos: Cuidado de apacentar su grey, puesto que el Señor ordena expresamente: Apacienta    mis corderos, apacienta mis ovejas; Boske ta arnia mou, poimaine ta probata mou (en caracteres griegos). "Apacienta mis corderos, dice Santo Tomás, o sea, a mis fieles llamados corderos por Mí que soy el Cordero (San Juan 1,29): para que de este modo no pueda llamarse cristiano aquel que dice que el no está bajo el cuidado de este pastor, a saber bajo el cuidado de Pedro".

 

220. En cuanto a la menor decimos 1) Que El Rebaño de Jesucristo significa directamente los fieles de Jesucristo; lo cual nos consta en verdad por la explicación misma del Señor en la parábola del Buen Pastor, donde se dice que las ovejas de Jesucristo son: a) aquellos que reconocen, y siguen a Jesucristo y ciertamente le siguen y reconocen creyendo en Él: Yo soy el Buen Pastor y conozco mis ovejas y mis ovejas me conocen a Mí... Vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y Yo las conozco,      y me siguen (San Juan 10,14.26s);


b) aquellos por cuya eterna salvación mediante su muerte vino Jesucristo a este mundo: Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia...y doy mi vida por mis ovejas... y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás (San Juan 10,9s.15.28).

 

2) Decimos que El Rebaño de Jesucristo significa los fieles que están unidos en la Iglesia: a) puesto que se dice que constituyen un solo rebaño y ciertamente cerrado: Yo soy la puerta de las ovejas. El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otro lada, ese es un ladrón y un salteador; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas... también tengo otras ovejas que no son de este redil; también a estas tenso que llevarlas y escucharán mi voz; habrá      un solo rebaño (poimne) (en caracteres griegos) y un solo pastor. (San Juan 10,1s.7.9.16); b) puesto que por este motivo dicen los Apóstoles que los fieles forman el rebaño de Cristo, el cual rebaño recibe ciertamente el nombre de Iglesia. A los ancianos que están entre vosotros les exhorto Yo, anciano como ellos... apacentad la grey de Dios que     os está encomendada... y cuando aparezca el Mayoral (argipoimen) (en caracteres griegos), recibiréis la corona de gloria que no se marchita (la de San Pedro 5,1-4); "Tened         cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para  pastorear
(poimainein) la Iglesia de Dios, que él se adquirió con su propia sangre (Hechos de los Apóstoles 20,28).

 

221. 3) Decimos que apacentar es lo mismo que gobernar con potestad social, la cual ciertamente en la Iglesia, según queda ya probado, es una triple potestad: de enseñar, de gobernar y de santificar a los fieles. Y en verdad esta triple potestad queda suficientemente indicada en la parábola del Buen Pastor: a) la potestad de enseñar (San Juan 10,3.16.26s) las ovejas escuchan la voz del pastor... también tengo otras ovejas, que no son de este redil;  también a esas tengo que llevarlas y escucharán mi voz... pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; b) la potestad de gobernar, bien guiando a las ovejas (San Juan 10,4s.27) el pastor de las ovejas las llama a sus ovejas una por una y las saca fuera... va delante de ellas y sus ovejas le siguen... mis ovejas me siguen y yo las conozco; bien defendiéndolas (San Juan 10,11-15) yo soy el Buen Pastor; el Buen Pastor da su vida por sus ovejas... y yo doy mi vida por mis ovejas; c) la potestad de  santificar (San Juan 10,9s.28) mis ovejas escuchan mi voz y me siguen y yo les doy la vida eterna.

 

222. 4) Decimos que apacentar es lo mismo que gobernar con potestad suprema, y en concreto con potestad suprema real.

 

En efecto 19 En los monumentos arqueológicos y literarios de los Babilonios, Asirios y Egipcios con mucha frecuencia aparece la imagen y el nombre del Pastor para referirse a los Reyes, y las funciones propias de los pastores de custodiar, de vigilar, de defender, de sanar y de conducir los rebaños a los pastos se emplean para designar los oficios propios de los Reyes respecto a los súbditos de su reino; y el mismo uso encontramos dentro de la literatura griega desde Hombero y sobre todo en Platón, de República (véase J. Jeremías, 1.c. n.208).

 

Sin embargo de un modo especial 2º, puesto que los que le oían a Jesucristo hablar acerca de la potestad suprema    y real comprendían sin duda las imágenes de apacentar: porque a) en el Antiguo Testamento se usaba la imagen en este sentido, verbigracia en el 2Q Libro de los Reyes 5,1-3 Vinieron todas las tribus de Israel a David en el Hebrón, diciendo: He aquí que nosotros somos tu boca y tu carne... ahora bien el Señor te ha dicho a ti: tu apacentarás a mi pueblo Israel, y tu serás el jefe sobre Israel. Vinieron también los ancianos de Israel al Rey en el Hebrón... y ungieron a David como rey al mando de Israel; porque b) con frecuencia en los libros del Antiguo Testamento el pueblo de Dios recibe el nombre de rebaño y ovejas del Señor, y se dice que Dios mismo es pastor de su pueblo.

 

3º. Y principalmente porque con la imagen del rebaño anunciaron los Profetas el Reino Mesiánico, y anunciaron al Mesías como Rey, con la imagen del Pastor. Verbigracia en Jeremías 23,1-8, lo cual se explica más ampliamente en Ezequiel 34. En efecto en este capítulo de Ezequiel la palabra probata (en caracteres griegos) aparece 24 veces, bosco (en caracteres griegos) aparece dieciséis veces, poimaino y poimaino (en caracteres griegos) (ver texto pues deben ser distintas y esta dos veces la misma) aparecen trece veces y se emplean como sinónimas puesto que responden a la misma palabra hebrea (ver pág 567 del texto latino). Ahora bien en Ezequiel 34 el Señor se lamenta de muchas formas por el hecho de que "a su rebaño" y "a sus ovejas" no las "apacienta" bien los constituidos para ellas como "pastores"; por lo cual el Señor dice: Salvaré a mi rebaño... Yo mismo apacentaré mis ovejas... Yo suscitaré para ponérselo al frente un solo Pastor que las apacentará, mi siervo David: Él las apacentará y será su pastor, Ezequiel 34,2-5.9-11.15-16.22-24.29-31.[2]

 

Ahora bien en estos textos las palabras "pastor" y "apacentar" significan de modo manifiesto la potestad suprema y ciertamente la potestad suprema real del Mesías Rey en el Reino Mesiánico; y en el texto de San Juan 10 Jesucristo dice claramente a los Fariseos que Él es aquel Pastor bueno y único, del cual se habla en Ezequiel 34.

 

223. Se confirma esto mismo por el Nuevo Testamento. En efecto en San Mateo 2,1-6, los Magos preguntan: "¿Dónde está  el Rey de los Judíos que ha nacido?". Y los judíos mismos, a saber los Escribas y los Príncipes de los Sacerdotes respondieron: Nacerá en Belén, porque el Profeta Miqueas había anunciado: De Tí (de Belén) me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel... Él se alzará y pastoreará con el poder de Yahvéh (Miqueas 5,2-4). Luego el ejercicio de la potestad mesiánica, propia del Rey de Israel, se entendía que quedaba indicada con la palabra "apacentar".

 

De todo lo anteriormente dicho se deduce ya necesariamente que la potestad social, de la cual se habla en San Juan 21,15-17, no puede entenderse mas que de la potestad suprema y real en el Reino mesiánico. Que es suprema esta potestad, que se confía a Pedro sobre el rebaño o Reino de Jesucristo, se demuestra también por el tono mismo de las palabras con las que se confiere esta potestad. En efecto a) la potestad que se confiere es singularísima, ya que fue inculcada tres veces por el Señor y corresponde a una triple profesión de amor en grado sumo; ahora bien la singuralidad en la potestad social solamente pertenece al grado supremo de esta; y b) la potestad que se otorga a

 

Pedro es universalísima, a saber se extiende a todos los que puedan ser llamados ovejas de Jesucristo, por consiguiente se extiende también a los Apóstoles mismos, los cuales fueron llamados por Jesucristo mismo ovejas suyas: entonces les dice Jesús: "Todos vosotros os vais a escandalizar de mi esta noche, porque   está  escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño. Mas después  de mi Resurrección, iré delante de vosotros a Galilea." (San Mateo 26,315). Luego en resumidas cuentas el oficio de apacentar las ovejas de Jesucristo que se confía a Pedro es la potestad de gobernar suprema y real en el rebaño o Reino de Jesucristo.

 

224. Escolio 1. Confirmación de esto por la armonía de los textos que tratan acerca del Primado.

 

La admirable armonía de ideas de los tres textos que tratan sobre el primado confirman e iluminan de modo extraordinario el hecho y la naturaleza del Primado de San Pedro.

 

A. En los tres textos aparecen asociados tres elementos: 1) Una a modo de promesa de Pedro; 2) El mandato o legación de Jesucristo; 3) La predicción profética de Jesucristo.

 

1) Pedro hace a Jesucristo: a) En San Mateo 16,16s una profesión perfecta de fe; b) En San tucas 22,33 un propósito de fidelidad; c) En San Juan 21,15ss le muestra San Pedro a Jesucristo el afecto de su amor.

 

2) Jesucristo confía a Pedro: a) En San Mateo 16,18s las funciones de fundamento, de dueño de las llaves y de juez en la Iglesia; b) En San Lucas 22,32 el cargo de confirmar a los hermanos; c) En San Juan 21,15ss el cuidado de apacentar el rebaño de Jesucristo.

 

3) Jesucristo predice a Pedro: a) En San Mateo 16,18 la perennidad de la Iglesia en medio de los obstáculos de la edificación de la misma; b) En San Lucas 22,31s después de la caída pasajera de Pedro predice su indefectibilidad en la fe; c) En San Juan 21,18s la constancia de San Pedro en el martirio.

 

B) En estos tres textos se muestra una verdadera concatenación de ideas.

 

a) A la fe perfecta de Pedro (San Mateo 16,16s) le sigue su promesa de fidelidad (San Lucas 22,33) la cual queda sellada con el martirio de San Pedro (San Juan 21,18s); b) Los ataques del infierno (San Mateo 16,18) quedan comprobados con la triple negación de Pedro (San Lucas 22,33) que se repara con la triple muestra de amor (San Juan 21,15-17); c) A la función de fundamento de dueño de las llaves y de juez (San Mateo 16,18s) le sigue el cargo de confirmar a los hermanos (San Lucas 22,32) que se ejerce con el cuidado de apacentar el rebaño de Jesucristo (San Juan 21,15ss).

 

d) Por último Simón muestra con la triple negación (San Lucas 22,33) que él es incapaz por sus solas fuerzas para desempeñar la triple función de la legación o misión primacial, a saber la legación o misión de fundamento, dueño de las llaves y juez (San Mateo 16,18s); sin embargo con la triple gracia del amor eficaz, con que Simón amó a aquél que lo sabe todo, dispuso y confirmó a Pedro para cumplir el triple mandato absoluto de apacentar el rebaño de Jesucristo (San Juan 21,15ss).[3]

 

225. Escolio 2. Se confirma el Primado de San Pedro por el testimonio de la antigüedad cristiana.

 

Hay que tener en cuenta en primer lugar que los Santos Padres, después que apareció la herejía de Arrio, hicieron más hincapié en la confesión de la divinidad de Jesucristo, que en la fundación de la Iglesia, al explicar el texto de San Mateo 16,15-19. Sin embargo los Santos Padres de ningún modo excluyen el sentido literal de la promesa del Primado hecha entonces por Jesucristo a Pedro, a manera de premio por la fe, que Pedro profesó.

 

226. 1) Testimonios de los Padres latinos.

 

Tertuliano (hacia el año 200) Sobre la prescripción: "Estuvo latente algo el que Pedro fue llamado piedra de la Iglesia que iba a ser edificada, el que había alcanzado las llaves de los cielos, y la potestad de desatar y de atar en el cielo y en la tierra" (K 1941s). El mismo Tertuliano (hacia el año 220) acerca de la castidad: después de haber caído en la herejía montanista: "Pero, dices, la Iglesia tiene poder de perdonar los pecados. Ahora pregunto acerca de tus palabras, de dónde te viene el que usurpes este derecho a la Iglesia. Si es porque el Señor dijo a Pedro: "Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; te he dado las llaves del Reino celestial"; o: "Todo lo que atares o desatares en la tierra, será atado o desatado en el cielo"; ¿Por esto afirmas que la potestad de desatar y de atar también te ha llegado a ti, esto es a toda Iglesia relacionada con Pedro? ¿Cómo eres, al trastocar y al cambiar la intención manifiesta del Señor la cual confiere personalmente esto a Pedro? "Sobre ti, dijo, edificaré mi Iglesia, y te daré las llaves, no a la Iglesia" (R 387).

 

227. San Cipriano (hacia el año 250). Sobre la unidad de la Iglesia católica: "El Señor dijo a Pedro: "Yo te digo que tu eres Pedro", etc. Edifica la Iglesia sobre uno solo. (A este mismo después de su resurrección le dice: "Apacienta mis ovejas" y le confía a él las ovejas para que las apaciente.) Y aunque a todos los Apóstoles después de su resurrección les conceda una potestad semejante (San Juan 20,21-23), sin embargo a fin de poner en claro la unidad, ordenó con su propia autoridad el origen de esta misma unidad que tuviera su principio en uno solo (y constituyó una sola cátedra). Ciertamente también los otros Apóstoles eran esto que fue Pedro, al estar dotados de consorcio análogo de honor y de potestad, sin embargo el comienzo parte de la unidad a fin de que la Iglesia de Jesucristo se muestre única. (Y el Primado se le otorga a Pedro a fin de que aparezca una sola cátedra.)" (R 555). Carta 43: "Hay un solo Dios y Jesucristo es uno solo y hay una sola Iglesia y una sola cátedra que está fundada por las palabras del Señor sobre Pedro" (R 573).

 

228. San Hilario (hacia el año 360): Comentario a los Salmos: "Pedro al cual anteriormente le había dado las llaves del Reino de los cielos, sobre el cual iba a edificar la Iglesia contra la cual nunca prevalecerían las puertas del infierno y todo lo que Pedro desatara o atara en la Tierra, todo ello quedaría desatado o atado en los cielos... En efecto tan grande fue la consagración del Señor en favor de la salvación del linaje humano por el cual iba a ser víctima, que designó para escarmiento de satanás a Pedro, Primer confesor del Hijo de Dios, como fundamento de la Iglesia, como poseedor de las llaves del Reino celestial y como juez del cielo en el juicio terrenal".

 

Mario Victorino (hacia el año 365) en la Epístola a los Gálatas: "Si ha sido puesto en Pedro el fundamento de la Iglesia, según se ha dicho en el Evangelio: Pablo a quien habían sido reveladas todas las cosas supo que é1 debía ver a Pedro, por tratarse de aquel al que le había sido otorgada por Jesucristo una autoridad tan grande, no con el fin de aprender algo de él".

 

229. San Optato Milevitano (hacia el año 370) contra los Parmenianos: "No puedes negar que tu sabes que en la ciudad de Roma fue en primer lugar conferida a Pedro la cátedra episcopal, en la cual se santo Pedro cabeza de todos los Apóstoles, de donde también fue llamado Cefas, en la cual cátedra, y exclusivamente en ella, todos mantuvieran la unidad... Por tanto fue Pedro el que se sentó el primero en la única cátedra, la cual es la primera de las dotes" (R 1242). "Por el bien de la unidad el bienaventurado San Pedro... mereció por una parte ser preferido a todos los Apóstoles, y por otra parte solamente él recibió las llaves del Reino de los cielos, para comunicárselas él a los demás... Pudo ciertamente el cabeza de los Apóstoles gobernarse de tal modo, que no incurriera en nada que pudiera lamentar: sin embargo en un solo pecado de él parece que incurrió en muchos extravíos, para que pudiera mostrarse que todo debía mantenerse intacto para Dios por el bien de la unidad".

 

230. El Ambrosiaster (hacia el año 375): "Andrés siguió antes que Pedro al Salvador: y sin embargo no fue Andrés el que recibió el Primado, sino Pedro".

 

San Ambrosio (hacia el año 390) Exposición del Evangelio de San Lucas: "Se entristece Pedro porque se le pregunta por tercera vez: "Me amas". En efecto se pregunta a aquel de quien se duda, sin embargo el Señor no duda, el cual pregunta no para conocer, sino para enseñarnos a quien nos dejaba como Vicario de su amor al ascender al cielo. Pedro testifica su amor y por el hecho de ser el solo entre todos el que hace esta profesión de amor, es preferido a todos: pues la caridad es la mayor de todas las virtudes". El mismo autor en otro lugar nos dice: "Pedro es aquel a quien Jesús dijo: "Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia", Luego donde está Pedro, allí está la Iglesia; donde está la Iglesia, allí no hay muerte alguna, sino vida eterna" (R 1261). El mismo San Ambrosio comentando a San Lucas 5,3 1.4 n.70: "Se eligió aquella nave, en la que Pedro pescara. No zozobra esta nave en la que está Pedro... no zozobra esta nave en la cual navega la prudencia, está ausente la perfidia, palpita la fe. En efecto, ¿Cómo podía zozobrar la nave, cuyo capitán es aquel, en el que se asienta la firmeza de la Iglesia?".

 

231. San Jerónimo: "La Iglesia está fundada sobre Pedro: aunque esto mismo se haga en otro lugar sobre todos los Apóstoles, y aunque todos reciban las llaves del Reino de los Cielos, e igualmente la fortaleza de la Iglesia esté asegurada sobre ellos, sin embargo entre los doce es elegido uno a fin de que, constituida una cabeza, desaparezca la ocasión de que se de el cisma" (R 1379).

 

232. San Agustín (hacia el año 400) Acerca del Bautismo: "Ciertamente conocemos el gran mérito de San Cipriano obispo y mártir; sin embargo ¿acaso hay algún mérito mayor que el de San Pedro Apóstol y mártir? Acerca del cual el mismo San Cipriano en la epístola a Quinto dice lo siguiente. En efecto ni siquiera Pedro, dijo San Cipriano, al que el Señor le eligió para ser el primero y sobre el que edificó su Iglesia... He aquí que al recordar San Cipriano, lo que también nosotros hemos aprendido en las Sagradas Escrituras, que el Apóstol San Pedro, en el cual el Primado de los Apóstoles sobresale por una gracia tan excelente, habiendo acostumbrado a obrar en lo relacionado con la circuncisión de un modo distinto a como pedía la verdad, fue corregido por el último de los Apóstoles San Pablo... Pues ¿quién ignora que aquel Primado del Apostolado debe preferirse a cualquier episcopado? Y aunque difiere la gracia de las cátedras, sin embargo es una sola la gloria de los mártires". Contra Fausto: "¿Así pues ¿qué inconveniente hay en el hecho de que Pedro después de este pecado ha sido constituido Pastor de la Iglesia, así como Moisés después de haber derribado al egipcio fue constituido rector de la Sinagoga?".

 

233. San León Magno (hacia el año 450) Sermón 3: "La solidez de aquella fe, que ha sido alabada en el Príncipe de los Apóstoles, es perpetua; y así como es permanente lo que San Pedro creyó en Jesucristo, del mismo modo es permanente lo que Jesucristo instituyó en San Pedro... Según ha sido revelado en el texto evangélico (San Mateo 16,16-19). Permanece por tanto la disposición de la verdad, y el bienaventurado San Pedro al mantenerse en la fortaleza de piedra que había recibido, no dejó el gobierno de la Iglesia que le había sido confiado por Jesucristo. En efecto fue ordenado por encima de los otros de forma que, al ser llamado Piedra, al ser proclamado fundamento, al ser constituido en poseedor de las llaves del Reino de los Cielos, al ser también constituido Juez en lo concerniente a atar y desatar, habiendo de permanecer incluso en los cielos la decisión de sus juicios, se anticipa el que pudiéramos conocer mediante los misterios mismos de las denominaciones de San Pedro, qué unión se daría entre él y Jesucristo... Este lo alcanzó aquella confesión que, inspirada por Dios Padre en su corazón de Apóstol, transcendió todo lo incierto de las opiniones humanas y recibió la firmeza de la piedra para no se quebrantara al impacto de ningún golpe" Sermón 4: "De entre todas las gentes de la tierra solamente es elegido Pedro, a fin de ser puesto al frente de la vocación de todos los pueblos y al frente también de todos los Apóstoles y de todos los Padres de la Iglesia; a fin de que aunque en el pueblo de Dios haya muchos sacerdotes y muchos pastores, sin embargo gobierne propiamente Pedro a todos, a los que gobierna también Jesucristo de forma principal. Amadísimos, grandiosa y admirable es la participación del poder divino que la bondad de Dios ha otorgado a este hombre; y si ha querido que los otros príncipes tengan con él algo común, nunca ha concedido a no ser mediante él mismo lo que no ha negado a los otros" (R 2191).

 

234. 2) Testimonios de los Padres Orientales.

 

San Clemente Alejandrino (hacia el año 200), Qué rico se salva: "Habiendo oído esto el bienaventurado San Pedro, aquel elegido, aquel eximio, aquel que es el primero de los discípulos, por el cual solamente y por sí mismo el Salvador paga el tributo, rápidamente tomó la palabra San Pedro y entendió el sentido de las palabras de Jesús" (ft 436). Orígenes (hacia el año 240) Comentario al Éxodo: "Fijémonos en qué es lo que dice el Señor a aquel gran fundamento de la Iglesia y a la Piedra solidísima, sobre la que Jesucristo fundó su Iglesia: Hombre de poca fé, dijo, ¿por qué has dudado?" (R 489). El mismo autor en su Comentario a la epístola a los Romanos: "Al serle entregado a Pedro el mando supremo en el gobierno de su rebaño, y al ser fundada la Iglesia sobre el mismo Pedro como sobre piedra, no se le exige a él la profesión de ninguna otra virtud más que de la virtud de la caridad".

 

235. Eusebio de Cesarea (hacia el año 305) Historia de la Iglesia: "La benigna y clementísima providencia de Dios conduce a Roma en contra de aquella maldad y pestilencia del linaje humano a Pedro el más valeroso y el más importante entre los Apóstoles y el primero y el defensor de todos los demás por el mérito de su virtud" (K 425). El mismo autor en su obra Exposición del Evangelio: "Se recuerda que Marcos familiar y discípulo de San Pedro refirió en su Evangelio las narraciones que le había transmitido San Pedro acerca de los hechos de Jesús... No estuvo presente Marcos a las palabras que dijo Jesús: Y tampoco San Pedro juzgó adecuado el manifestar por su propio testimonio las palabras que le fueron dichas por Jesús a él mismo y acerca de él mismo. Ahora bien ¿cuáles son las palabras que evidentemente fueron dichas a San Pedro mismo?, nos lo indica el Evangelio según San Mateo (San Mateo 16,15-19). Al haber sido dicho todo esto a Pedro por Jesús, no haciendo mención San Marcos de nada de esto, por el hecho de que ni siquiera San Pedro, como es verosímil, le indicó esto en sus narraciones... en verdad San Pedro juzgó acertadamente que debía callar esto: por lo cual también San Marcos no hizo mención de ello. En cambio lo que se refería a la negación de San Pedro, lo extendió y lo publicó a todos los hombres puesto que después de aquella negación lloré amargamente (San Marcos 14,66-72). San Marcos escribe en verdad esto, y San Pedro lo testifica de sí mismo: pues todo lo que leemos en San Marcos se dice que son las memorias de las narraciones y de los sermones de San Pedro... Si los Evangelistas hubieran tenido esta intención de engañar, a fin de presentar elogiosamente por medio de mentiras a su preceptor... ¿por qué transmitieron a la posteridad el hecho de que se entristeció y tuvo tedio y sintió turbación en su alma? ¿o el hecho de que ellos mismos le abandonaron y se marcharon? ¿o el hecho de que su Apóstol y discípulo Pedro, el cual día había sido puesto al frente de todos ellos, sin sufrir ningún tormento ni ninguna amenaza tiránica, le negó tres veces?".

 

236. Aphraates (hacia el año 340): "Habiendo dicho al negar a Jesús Simón el primero de los discípulos: no conozco a ese hombre; hizo penitencia y derramó enorme cantidad de lagrimas; y le acogió el Señor y le puso como cimiento para la edificación de su Iglesia y le llamó Piedra".

 

San Cirilo de Jerusalén (hacia el año 350): "Pedro el supremo y el príncipe de los Apóstoles negó tres veces al Señor en presencia de una débil criadita, sin embargo movido a penitencia lloró amargamente, ... y por ello no solo recibió el perdón de esta negación, sino que también mantuvo la dignidad apostólica que había sido conservada para él" (R 810).

 

237. San Efrén (hacia el año 360) Sermones: "Simón, discípulo mío, yo te he constituido como fundamento de la santa Iglesia. Antes te llamé Piedra, porque tu sostendrás todos los edificios; tu eres el que supervisas a aquellos, que me edifican la Iglesia en la tierra; si quisieran edificar algo que no es lo recto, tu que eres el fundamento se lo impedirás; tu eres la cabeza de la fuente de la que se extrae mi doctrina, tu eres la cabeza de mis discípulos; mediante tí daré a beber a todas las gentes; de tí es aquella suavidad vivificante que doy copiosamente; te he elegido para que seas en mi institución como el primogénito y te conviertas en el heredero de mis tesoros; te he dado las llaves de mi reino. He aquí que te he constituido príncipe sobre todos mis tesoros" (R 706). El mismo San Efrén en su Comentario al texto de         San Mateo 16,13-28: "Y bien vosotros ¿quién decís que soy Yo? Simón, la cabeza y el primero de todos, habló así: Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo: Y respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón. Y las puertas del infierno no prevalecerán sobre tí, esto es, que no quedaría destruida la fe. Pues lo que el Señor edifica, ¿quién lo puede destruir?... El Señor al edificar su Iglesia, el construyó una torre, cuyos cimientos pudieran soportar todo el edificio que iba a ser levantado sobre dichos cimientos... Tu eres piedra, aquella piedra, que puso en pie, a fin de que Satanas se estrellara contra ella. Por el contrario Satanas quiso oponer esta piedra al Señor, para que chocara contra ella, cuando Pedro dijo al Señor; lejos de tí Señor".

 

238. San Epifanio (hacia el año 375): "Andrés se encontró primero con el Señor... y después fue Pedro el que siguió al Señor. Y entonces Pedro se anticipó a su hermano. Dios conoce quien es digno del primer puesto. Por lo cual eligió a Pedro como el príncipe de sus discípulos".

 

239. San Rasilla (hacia el año 375): "Pues bien, tal ejecutor y ejecutor de juicio tan tremendo y ministro de tan gran castigo por parte de Dios para con el pecador es el bienaventurado San Pedro, preferido a todos los discípulos, solo al cual le han sido dados mayores testimonios que a los otros y el cual ha sido proclamado bienaventurado, y a él le han sido confiadas las llaves del Reino de los Cielos".

 

San Gregorio Nacianceno (hacia el año 380): "Podemos ver de qué modo de entre los discípulos de Jesucristo, todos ciertamente importantes y sublimes y dignos de haber sido elegidos, este es llamado Piedra, y recibe a su cargo los cimientos de la Iglesia, aquel es amado más encarecidamente, y descansa sobre el pecho de Jesús" (con caracteres griegos= Petra kaleitai kai tous zemelious tes Ekklesias pisteuetal).

 

San Gregorio Niseno (hacia el año 385): "Se celebra la memoria de San Pedro, el cual es la cabeza de los Apóstoles y juntamente con San Pedro son glorificados los restantes miembros de la Iglesia, y queda asegurada la Iglesia de Dios. En efecto Pedro según la prerrogativa que le fue otorgada por el Señor es la piedra firme y enteramente segura, sobre la que el Salvador fundó la Iglesia".

 

240. Didimo Alejandrino (hacia el año 390): "Pedro aquel corifeo entre los Apóstoles (en caracteres griegos: korifaios)... aquel príncipe de los Apóstoles (en caracteres griegos: o exarjos)... aquel que entre los Apóstoles posee en mando supremo (en caracteres griegos: taproteia). El mismo Didimo Alejandrino dice 'Pedro fue llamado bienaventurado por aquel, el cual es exclusivamente el Señor bienaventurado. Las Iglesias han sido edificadas sobre esta piedra... a Pedro le han sido entregadas las llaves de los cielos... Por eso recibió la potestad, o mejor todos la 'recibieron también por medio de Pedro, no para rechazar a los que han caído, sino para acogerlos, si se arrepienten".

 

241. San Juan Crisóstomo (hacia el año 395): Por lo que se refiere a la expresión: Sabed esto: "Pedro corifeo de aquel coro, expresión de todos los Apóstoles, cabeza de aquella familia, prefecto de todo el orbe, cimiento de la Iglesia, ferviente amador de Jesucristo".

 

En otra ocasión el mismo San Juan Crisóstomo: "al cual Jesucristo puso al frente de todo el orbe de la tierra, al cual le entregó las llaves de los cielos, a cuya decisión y poder confió todas las cosas". San Juan Crisóstomo en su comentario al texto de San Mateo 16,18-19: "Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, esto es sobre la fe de la confesión. De donde deja en claro que han de creer muchos, y despierta el recto juicio de este, y le constituye como pastor... así pues Yo te daré las llaves del reino de los cielos... las cuales pertenecen exclusivamente a Dios, a saber: perdonar los pecados, hacer que la Iglesia permanezca inconmovible en medio de un oleaje tan bravío, y hacer que aquel hombre pescador sea más firme que una piedra, a pesar de que le ataque el orbe entero; todo esto promete que se lo va a conceder en toda la tierra... El Padre concedió a Pedro la revelación del Hijo; y el Hijo confió a Pedro el extender por todo el orbe el conocimiento del Padre y el conocimiento del Hijo mismo, y le concedió a el que era un hombre mortal todo el poder en el cielo, al entregarle las llaves a él, que extendió la Iglesia a lo largo de todo el orbe de la tierra, y le mostró a Pedro más resistente que los cielos". El mismo autor en su Comentario al     texto de San Juan 21,15-18: "Dice Jesús a Simón Pedro: Simón de Juan, ¿me amas más que estos?... Apacienta mis ovejas. ¿Y por qué dejando aparte a los otros, habla a Pedro de estas? Era el principal entre los Apóstoles, el embajador de los discípulos y la cabeza de aquella comunidad. Por eso San Pablo acudió a San Pedro con preferencia a todos los demás. Al mismo tiempo mostrándole que era necesario en adelante tener confianza, como prescindiendo de la negación, le confía el gobierno de los hermanos (en caracteres griegos: ten prostasian)... Y le dice: Si me amas, toma a tu cargo el gobierno de los hermanos, y muestra ahora aquel amor ferviente, que siempre has mostrado, y por el cual estabas exultante, y da en favor de mis ovejas la vida, que decías que tu ibas a dar por mi".

 

242. Macario Magnes (hacia el año 400). En el comentario a San Mateo 16,18s: "Recibe el sobrenombre digno de tu gracia y sé Pedro, mostrando a todo el mundo que eres la piedra inexpugnable que se mantiene firme y no titubea; pues has recibido una mente y un juicio invencibles... a aquel que había dicho: Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo, le sublimó a la cima misma de la dignidad, cuando le hizo guardián de las llaves y de la corte del reino de los cielos. En efecto era conveniente que aquel que había conocido al Rey sentado con majestad en su trono, recibiera la potestad de cerrar y de abrir, a fin de que fuera el intérprete respecto a aquellos que llegaban como el que conoce el poder del poderoso, y a fin de rechazar a aquellos que no fueran merecedores de la visión beatífica".

 

243. San Cirilo Alejandrino (hacia el año 428) En su comentario a San Juan 1,42: "Y (Jesucristo) ya no tolera que él sea llamado Simón, reclamándosele ya entonces como suyo en razón de su potestad, sino que le pareció bien que fuera llamado Pedro por una adecuada semejanza derivada de la piedra, como que iba a ser sobre él sobre el que iba a fundar su Iglesia".

 

244. Escolio 3. Testimonio virtual extraído de los monumentos arqueológicos.

 

El número relativo de las representaciones personales en los monumentos arqueológicos indica ya la preeminencia de San Pedro: En efecto, exceptuando las pinturas en las que Jesús aparece como el Buen Pastor, que son innumerables, la imagen de Jesucristo aparece en Garrucci 440 veces. Sigue en primer lugar después de Jesucristo la imagen de San Pedro 212 veces; después sigue San Pablo en 47 ocasiones; a continuación El Colegio de los Apóstoles, en el cual también se encuentra San Pedro, 30 veces; Moisés 37 veces; Daniel 11 veces; Elías 6 veces. Además de las 212 veces que ya hemos indicado, Pedro aparece representado bajo la imagen de Moisés unas 100 veces. Luego Pedro en el Nuevo Testamento es como Moisés en el Antiguo Testamento.

 

En los monumentos  arqueológicos se le distingue muy bien a San Pedro por la forma de la barba y de los cabellos. Solamente San Pedro aparece muchas veces, desde finales del siglo II, con las llaves, San Pedro es representado como maestro ya sea sentado sobre la piedra y leyendo un volumen, ya sea a partir del siglo IV sentado en la cátedra y enseñando. Luego aparece clara la primacía de Pedro.

 

245. Son muy frecuentes aquellas imágenes, en las que San Pedro es asimilado a Moisés: Una en la que el Señor representado como joven, sosteniendo un volumen en su mano izquierda y en actitud de mando con la derecha, extiende a San Pedro la parte del volumen abierta en la cual se lee muchas veces Ley o Ley de Dios o El Señor da la Ley (unas 30 veces). Otra, en la que, como un nuevo Moisés, Pedro golpea con la vara la piedra y brotan las aguas de las que en muchas ocasiones beben los soldados romanos (unas 100 veces); a partir del siglo II, comienza a aparecer esta representación, y se encuentra en Roma, en Pisa, en Milán, en Arles, en Aviñón, en Narbona, en Marsella, en Madrid, en Asturias; en Gerona, en Zaragoza, etc. Algunas veces es representado Pedro llevando una oveja a semejanza del Buen Pastor. De este modo se le presenta a San Pedro como ocupando el puesto de Jesucristo o sea como Vicario de Jesucristo.

 

246. Objeciones. Con el cargo de apacentar que aparece en San Juan 21,15 no le fue otorgado a Pedro el Primado.

 

1. C. Weizsaecker: "Es impensable que en el Evangelio de San Juan sea exaltado el apóstol, que tiene preeminencia sobre San Juan mismo precisamente en lo concerniente al amor: "Me amas más que estos"; luego o bien el texto no es genuino, o bien con estas palabras no se da a entender la preeminencia de San Pedro sobre San Juan".

 

Respuesta. Niego el Antecedente, teniendo a la vista la historia evangélica de San Pedro y de San Juan. Acerca del consiguiente 1º niego por la razón dada que pueda ponerse en duda la genuinidad del texto en contra de la tradición textual que está fuera de toda duda. 2º En el texto no se da a entender la preeminencia de San Pedro sobre San Juan en el amor mismo, dejemos pasar el consiguiente; no se da a entender la preeminencia en la autoridad generosamente otorgada por Jesucristo al amor de San Pedro, niego el consiguiente.

 

247. 2. Es así que las palabras no significan la preeminencia de San Pedro en lo concerniente a la autoridad; luego se mantiene la dificultad. San Juan 21,15: Las Palabras significan la triple ratificación del Apostolado perdido con la triple negación; luego no significan el Primado.

 

Respuesta. Distingo el Antecedente. Las palabras significan la triple ratificación del Apostolado juntamente con la prerrogativa del Primado otorgada exclusivamente a San Pedro por encima de los otros Apóstoles, Concedo el Antecedente; las palabras significan la triple ratificación del Apostolado exclusivamente sin el Primado, niego el antecedente.

 

3. Es así que las palabras no significan ninguna prerrogativa primacial; luego se mantiene la dificultad. Con estas palabras no se impone a los otros ninguna obligación de obedecer; luego no significan el Primado las palabras que leemos en San Juan 21,15-17.

 

Respuesta. Distingo el Antecedente. No se impone ninguna obligación expresamente, concedo el antecedente; en la práctica o en ejercicio, niego el antecedente.

 

4. Es así que ni siquiera en la práctica o en ejercicio pudo imponerse obligación alguna, respecto a Pedro; luego se mantiene la dificultad.

 

"Pues en la Iglesia de Dios la autoridad suprema puede solamente competir de modo exclusivo a Jesucristo, que vive y esta presente allí donde están dos o tres congregados en su nombre" (San Mateo 18,20). Luego ni siquiera en la práctica o en ejercicio pudo imponerse alguna obligación respecto a Pedro.

Respuesta. Distingo el Antecedente. En la Iglesia de Dios la autoridad suprema puede competir exclusivamente a Jesucristo presente en la Iglesia por derecho primordial y propio y en orden a producir principalmente efectos sobrenaturales, concedo el antecedente; por derecho derivado de Jesucristo y por derecho vicario y en orden a realizar ministerialmente frutos sobrenaturales, niego el antecedente.

 

248. 5. Es así que estas palabras significan solamente el Apostolado; luego se mantiene la dificultad.

 

La palabra apacentar solamente significa el preocuparse de la doctrina y de lo sagrado con una cierta autoridad; es así que esta es función del apostolado; luego sáquese la consecuencia.

 

Respuesta. Distingo la Mayor: La palabra apacentar que puede referirse del mismo modo a muchos, concedo la mayor; en cuanto que se refiere a uno solo, al cual se le confía esta autoridad por encima de todos los demás, niego la mayor y una vez hecha la contradistinción de la menor se niega el consiguiente y la consecuencia.

 

6. Es así que la palabra apacentar debe referirse en la Iglesia del mismo modo a muchos; luego se mantiene la dificultad.

 

Efesios 4,11: En la Iglesia debe haber muchos pastores; luego el apacentar debe atribuirse a muchos.

 

Respuesta. Distingo el Antecedente. Debe haber muchos pastores con potestad subordinada, concedo el antecedente; con potestad suprema, niego el antecedente.

 

249. 7. Es así que la potestad de Pedro estaba subordinada a otros; luego se mantiene la dificultad Hechos de los Apóstoles 8,14; 11,2: Pedro es enviado por otros y da cuenta de sí a otros; luego sáquese la consecuencia.

 

Respuesta. Distingo el antecedente. Es enviado autoritativamente y da una cuenta que se le exija con autoridad, niego el antecedente; es enviado como un consejo y da una mera información, concedo el antecedente.


 


[1] San Agustín, Sermones 285 n.3: ML 38,1295; Respecto a Juan tr. 123 c. 21 n.5: ML 35,1167; Sermones 53 n.1: ML 38,1179. La formula tres veces repetida en San Juan 21,15-17, significa la solemnidad que Jesucristo quiere que haya en el acto de constituir á San Pedro como Vicario suyo. En efecto, la fórmula repetida tres veces en presencia de testigos está muy difundida a lo largo de todo el Oriente, y se emplea para concebir solemnemente de viva voz algún derecho que ha sido confirmado con valor absoluto.

[2] Véase anteriormente en el tratado De revelatione nn. 629-631 juntamente con los Comentarios que hay en las notas allí mismo citadas. Añádase también L. Dennefeld en su comentario a Jeremías 23 y a Ezquiel 34: L. Pirot, la Santa Biblia t.7 (1947) 308 y 574. En cuanto al texto de Ezequiel 34, 23, debemos tener en cuenta que fue escrito antes del año 572 antes de Jesucristo, y que David .murió hacia el año 970, antes de Jesucristo; luego está claro que se refiere este texto al Hijo de David, esto es al Mesías. N.B. Los verbos Bosco y poimaino (ambos en caracteres griegos) indican en verdad el oficio completo de pastor; ahora bien Bosco (en caracteres griegos) tiene más bien el significado de "alimentar, mirar por el alimento", en cambio poimaino (en caracteres griegos) tiene más bien el significado de "cuidar del rebaño, conducirlo a los pastos".

[3] De esta armonía, que reconoció O. Cullmann, no se sigue que haya que buscar para el texto de San Mateo 16,17ss otro contexto distinto de aquel en el que lo situó el Evangelista; pues supuesta la genuinidad no solo literaria sino también histórica de los textos, la cual genuinidad la reconoce Cullmann, la armonía ideológica de estos textos no hay que hacerla derivar de la habilidad del hagiógrafo, sino de la mente profética y omnisciente de Jesucristo mismo.