TRATADO II

DE LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA,

O SEA,

DEL BAUTISMO Y LA CONFIRMACIÓN,

por el P. Francisco Solá. S.J.

 

INTRODUCCIÓN GENERAL

De los sacramentos en particular, por separado.

Aunque cada uno de los sacramentos coincidan entre si en la naturaleza de signo y tengan muchas características comunes, no obstante también se diferencian mucho entre sí de forma que no pueden ser abarcados todos y cada uno en un solo tratado. Por ello, después de haber estudiado los temas mas generales y comunes a todos los sacramentos es menester que pasemos a considerar por, separado cada uno de los sacramentos.

Ahora bien, como quiera que en el tratado anterior se han resuelto ya algunas cuestiones, no vamos a repetir las mismas o solamente tocarlas de paso. Así pues, nos detendremos especialmente en aquellas, en las que o bien su dificultad especial, o bien la naturaleza propia de cada sacramento parezca que requieren un estudio profundo.

Por otra parte, los sacramentos están orientados a la vida cristiana práctica y por su propia naturaleza están sujetos prescripciones jurídicas, mortales y litúrgicas. Por lo cual solamente estudiaremos lo que la teología dogmática, remitiendo todo lo demás a las disciplinas respectivas.

LIBRO I

DEL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

1.- En el N .T. aparece con frecuencia el nombre βάπτισμα (Mt. 3,7; 21,5 - etc) βαπτισμός (IM:c. 7,4; Hebr. 6,2; 9,10) que se deriva de verbo βάπτω (Lc. 16,24; Juan 13,26; Apoc. 19,13), cuya forma frecuentativa βαπτίζω es más usada (Mt. 3,6.11.13 s. 16 etc). También aparece alguna vez la palabra βαπτιστής (Mt. 3,1; 11, 11 s. Mc. 6,25; 8,28; Lc. 7,33; 9,19), la cual hace referencia a Juan, Precursor de Jesucristo.

El verbo βαπτίζω empleado ya por autores profanos, significa sumerjo, lavo; pero puede tener también un sentido metafórico y significar estoy abrumado de males, nado en males o en bienes, etc.

Ambos sentidos se encuentran en el N.T.: "El fariseo comenzó... a decir, por qué no SE HABIA LAVADO antes de comer (Lc. 11,38; cf. Mc. 7,4); Tengo que recibir un BAUTISMO ¡y cómo me siento constreñido hasta que se cumpla! (Lc. 12,50; cf. Mc. 10,38); Yo os BAUTIZO en agua pero EL os BAUTIZARA en ESPIPITU SANTO (Mc. 1,8; cf. Mt. 3,11; Lc. 3,16; Juan 1,33).

2.- No obstante se emplea principalmente para significar un cierto rito de lavado sagrado que guarda conexión con la remisión de los pecados. Este rito aparece de tres modos:

a) usado por Juan Bautista (Mt. 3 en distintos lugares);

b) usado igualmente por los discípulos de Cristo (Juan 3,22; 4,2)

c) Instituido por Nuestro Señor Jesucristo (Mt. 28,19).

Además del verbo βαπίζω muchas veces se encuentra también el verbo convertido en substantivo, el cual aparece bajo las formas βαπτιτμός a las cuales responden igualmente los vocablos latinos baptismus, batista, en la recensión de la Vulgata. La significación del vocablo es también la misma que la forma verbal.

3.- Los Santos Padres designan con diversos nombres el bautismo:

a) Por la materia de este se llama bario, sacramento del agua, agua de vida, fuente de vida, fuente de salud, etc.

b) Por su forma se llama Sacramento de la Santísima Trinidad, Sacramento de fe, etc.

c) Por sus efectos se llama: baño de regeneración, nuevo nacimiento espiritual, agua que genera, bario de renovación, nuevo nacimiento, sacramento de nueva vida, sacramento de salud eterna, acción de sellar en la fe, sello de la Santísima Trinidad, sello del Señor, sello de la fe, sello del agua, sello de la regeneración, sello irrompible, iluminación, sepultura del hombre en Cristo, etc.

4.- Desde los primeros siglos del cristianismo la doctrina católica acerca del bautismo permaneció siempre invariable y fija, aunque no siempre fue presentada del mismo modo.

Los S. S. Padres tanto griegos como latinos, que viven inmediatamente después de los Apóstoles, transmiten el bautismo como el baño que purifica al alma, como medio de infusión del Espíritu Santo, en el hombre, como sacramento de la regeneración y como puerta de entrada en la Iglesia, en contra de los herejes enseñan la eficacia "ex opere operato" y la irrepetibilidad a causa del carácter que imprime.

En los siguientes siglos los teólogos, de modo especial los teólogos esto escolásticos, así como se ocuparon con empeño en el estudio de toda la teología en general, igualmente lo hicieron con la doctrina del bautismo, habiendo dilucidado ciertas cuestiones, hicieron hincapié principalmente en los efectos de este sacramento.

Si surgieron algunas dudas, se referían a la praxis mas que a la doctrina, por tanto no tiene nada de extraño el que la doctrina del bautismo se mantuviera dentro de la Iglesia Católica en el depósito pacifico de la fe, hasta que los Protestantes la atacaron duramente.

5.- Los seguidores de la Reforma tiraron por tierra radicalmente la doctrina del bautismo, por mas que aparentemente se decía que admitían la sacramentalidad de este. Pues, aparte de que rechazan la verdadera noción de sacramento, Lutero negó el carácter bautismal y afirmó que el bautismo no era más que un cierto pacto entre Dios y el neófito. Swinglio tiene al bautismo como un rito de iniciación por el que el fiel se alista a la milicia de Cristo, manifiesta que quiere ser su discípulo y se suma al pueblo de Dios. Según Calvino el bautismo es algo mas que una simple iniciación, es además una cierta legación divina y como una contraseña por la que el bautizado muestra su crucifixión con Cristo. Los Anabaptistas tiene al bautismo como un simple baño sin ningún efecto interno; es un símbolo o bien, un rito simbólico por el que los hombres entran en una sociedad mas perfecta.

La Iglesia anglicana tampoco fue fiel a la tradición antigua y poco a poco desvirtuó la antigua noción de bautismo.

Los neo-Luteranos quisieron reivindicar el valor del bautismo pero solamente le atribuyeron un efecto de una cierta unión espiritual con Cristo y de una profesión pública de fe en la Trinidad.

Los racionalistas recurren a la evolución dogmática a partir de los ritos de purificación de los judíos. La primera comunidad de cristianos dice ellos recibió, por influjo de Juan, el rito del bautismal del bautismo para significar la pureza de la vida que quería emprender.

Ahora bien, al haber llevado a cabo los cristianos la "divinización"' de Cristo, el bautismo fue el rito de iniciación y el símbolo de la unión con Cristo, que había querido ser bautizado. No obstante las opiniones de los racionalistas acerca de la evolución del bautismo discrepan mucho entre sí; pues mientras algunos (Molzmann, Hetmüller, Dietrich,…) admiten la influencia paulina, otros (Losy, Bousset. Reitzenstein…) rechazan totalmente esta influencia.

Los protestantes modernos están en mutuo desacuerdo. Sobre la controversia entre Karl Barth y Oscar Cullmann hablaremos después al tratar acerca del sujeto del bautismo (n. 87).

CAPITULO I

DE LA INSTITUCION DEL BAUTISMO

TESIS 1ª. Cristo instituyó el bautismo como un rito sagrado por el que los hombres entraran en la Iglesia.

6.- Nexo. Al iniciar el tratado sobre el bautismo, en primer lugar surge la cuestión acerca de la institución de éste y de su uso en la Iglesia, en la que los fieles son recibidos mediante el mismo. Todavía no pretendemos determinar su materia y forma, sino sólo demostrar su origen divino.

7.- Nociones. Rito sagrado es cierta ceremonia religiosa realizada por la autoridad competente. En cuanto que es algo sagrado que pertenece al culto público, debe ser realizado por una persona competente, que no será otra que la autoridad religiosa, o también cualquier persona que disfrute de potestad delegada bien implícita bien explícitamente.

Por IGLESIA se entiende el conjunto de fieles que están en la sociedad fundada por Cristo.

El BAUTISMO (o "baptisma") en cuanto rito sagrado, es la acción de lavar con agua sujeta a las ceremonias que la Iglesia prescribe. De entre éstas unas son esenciales, otras accidentales; éstas segundas, prescritas por la Iglesia en el transcurso del tiempo, pueden omitirse en caso de necesidad urgente; en cambio, aquellas primeras, establecidas por Cristo, nunca pueden omitirse sin peligro de nulidad.

8.- Adversarios. No hay adversario específicos de esta tesis, a no ser aquellos que niegan la necesidad del bautismo, según se verá en las tesis siguientes.

9.- Doctrina de la Iglesia. El Concilio Valentino III en. S. Asimismo creemos que debemos defender con toda firmeza que toda la multitud de fieles regenerada por el agua y el Espíritu Santo y mediante esto incorporada auténticamente a la Iglesia.

El Conc. Florentino en la Instrucción a los Armenios: "El .primer lugar de todos los sacramentos lo obtiene el bautismo, el cual es la puerta de la vida espiritual: en efecto, mediante él llegamos a ser miembros de Cristo y del cuerpo de la Iglesia (D 696).

El Conc. Tridentino, en la ses. 14, cp. 2: "Consta con certeza que el ministro del bautismo no es menester que sea juez, ya que la Iglesia no juzga a nadie, que antes no haya entrado en ella por la puerta del bautismo''. (D 895). El mismo Concilio enseña doctrina parecida al afirmar que los hombres, incluso los niños, una vez bautizados están sometidos a los preceptos de la Iglesia. (D 864, 870).

Pío XII en la Encíclica "Mistici Corporis": "(Cristo) se refería también al bautismo, por el que los futuros creyentes se insertan en el Cuerpo de la Iglesia"; y enseña lo mismo en otras ocasiones.

10.- Valor dogmático. La tesis es de fe divina y católica definida.

11.- Pruebas de la sagrada Escritura. 1. S. Juan 3,5: "Quien no volviere nacer del agua y del Espíritu Santo, no puede entrar en el reino de Dios" Explicación del texto: «Según el texto griego seria: Quien no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios (o bien: no puede ver el reino de los cielos). Volver a nacer o nacer por lo que concierne a esto mismo; pues responde al segundo nacimiento, como Cristo había dicho anteriormente: Quien no naciere (Vulg. Volviere a nacer) DENUEVO no puede ver el Reino de los Cielos. (v.3) Luego nacer del agua y del Espíritu Santo es lo mismo que nacer dentro, γεννη θηναι άνωθεν

Ahora bien, esta expresión admite una doble interpretación: άνωθεν υψωθεν de arriba; άνωθεν = αύθις 1) En favor de la primera interpretación puede aducirse: a) el contexto; en efecto se trata de un nacimiento espiritual, o celestial, que hace referencia también al reino de los cielos;

b) está de acuerdo también con esta primera interpretación el uso frecuente de una expresión semejante en el mismo S. Juan: 5,31; 19,11, 19,23, juntamente con la doctrina de San Juan acerca del nacimiento de los hijos de Dios. (1,1.13; 8, 23.47, etc.). c) La interpretación de los P.P. Apostólicos y griegos después de Orígenes; y entre los modernos la interpretación de Larange y de otros.

2.- En favor de la significación de nuevo se aduce: a) el texto mismo pues Nicodemo lo entendió de un volver a nacer.: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? Acaso puede entrar el nuevo (δεύτερον) en el seno de su madre y volver a nacer? (en el texto griego igual a nacer) (v.4) Y el Señor no corrige la expresión paro la explica: quien no volviere a nacer del agua… no te extrañes de que te haya dicho: Debéis nacer de nuevo (v. 5-7)

b) los diccionarios griegos suelen admitir esta significación;

c) ésta está también la interpretación general entre los S.S. Padres y entre los comentaristas antiguos modernos.

Hay que preferir esta segunda interpretación, la cual, embargo, no se opone a la anterior, ya que la generación nueva o segunda es de naturaleza espiritual. Del agua y del Espíritu Santo. La omisión en un solo códice exclusivamente de la expresión "del agua" no tiene ningún valor. Luego debe mantenerse absolutamente la lectura. En Griego se omite la palabra "santo" pero no se cambia en sentido. En efecto, πνεύμα es espíritu por oposición a la carne: Lo que nace de la carne, carne es, pero lo que nace del espíritu, es espíritu (V.6). San Juan había dicho lo mismo en 1, 12-14 y en muchos otros lugares tanto en el Evangelio como en las Epístolas.

12.- Una vez Indicado todo lo anterior, argüimos del siguiente modo: Las palabras de Cristo muestran a Nicodemo la necesidad, a) de recibir un rito sagrado, b) para entrar en la Iglesia. Luego...

Prueba del antec. a) Se trata de un rito sagrado, ya que el dialogo versa sobre un volver a nacer de naturaleza espiritual; y el cual ciertamente debe llevarse a cabo por el agua; a saber, por medio de un rito sagrado cuya materia o elemento material será el agua.

Prueba del antec. b) El Reino de Dios directamente es la gloria eterna, pero no se llega a ella a no ser mediante la entrada en la Iglesia de Cristo, por tanto Cristo llama también a la Iglesia "Reino de Dios".

13.- 2 Mt. 28,19: Enseñad a todas las mentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo del Espíritu Santo. Luego Jesucristo ha instituido el bautismo como algo necesario para entrar en su Iglesia. Pues, en primer lugar, se trata de la conversión de los hombres; ya que Cristo envía a los Apóstoles a predicar de forma que se ganen discípulos: "enseñad" ( μαθητεύσατε = haced discípulos); si los hombres no recibieren el bautismo, no podrán ser discípulos de Cristo. Además, cuando Jesucristo ordena esto a loes Apóstoles les otorga la potestad necesaria: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; íd, pues, enseñad... (v. 18s) y según dice san Marcos en el lugar paralelo: El que creyere y fuere bautizado se salvará (Mc. 16, 16)

14.- 3 Mt. 3,11: Yo cierto, os bautizo en agua, para penitencia: pero detrás de mi viene otro… El os bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. (cf Lc.3, 16; Act.11,16). Con estas palabras pronunció Juan el Bautista al Mesías que instituiría también otro bautismo, que seria semejante al que Juan mismo administraba, pero no el mismo. Pues el bautismo de el, era para penitencia y sólo en agua, en cambio el bautismo del Mesías seria en el Espíritu Santo. El bautismo del cual habla Juan con estas palabras es el Bautismo que Cristo (El Mesías) preanuncia a Nicodemo "en agua y en Espíritu Santo". Y el que el Bautista no hable del agua, cuando pronuncia el rito que iba a instituir Cristo, depende de la intención que tiene de contraponer ambos bautismos por tanto en su bautismo sólo considera el elemento material y la eficacia, esto es, el agua y la penitencia interna, mientras que en el bautismo de Cristo hay que atender más bien al efecto interno: la justificación por la purificación (del fuego) del Espíritu Santo. Ahora bien las cosas que preanuncia S. Juan en este lugar se refieren evidentemente al bautismo que Cristo instituyó de hecho. Luego se trata de aquel rito sagrado necesario para o para ingresar en la Iglesia de Cristo.

15.- 4. Los apóstoles bautizaban a todos los que querían convertirse a la vida cristiana. Así hizo S. Pedro, el día de Pentecostés, agregando a la Iglesia tres mil hombres (Act . 2, 37-41) y después cuando convirtió al Centurión Cornelio y a su familia (Act. 10. 44-43); del mismo modo obró Felipe, el cual bautizó a los Samaritanos (Act. 8, 12-16); Pablo, una vez convertido, fue bautizado (Act. 9, 10-18) etc. Y esta praxis de bautizar a los neoconversos es constante y universal en la primitiva Iglesia y en verdad como que procedía de los apóstoles, como se puede constatar en los Hechos de los Apóstoles y en San Pablo; es así que los Apóstoles no hubieran hecho ni hubieran enseñado esto, si no hubieran recibido de Cristo el mandato de comportarse así, o lo que es lo mismo, si el bautismo no hubiera sido preceptuado por Cristo (pues no se llaman a si mismos fundadores, sino dispensadores de los sacramentos: 1 Cor. 4,1). Luego el bautismo en realidad fue instituido por Jesucristo para entrar en su Iglesia.

16.- 5. Gal. 3, 26-27: Todos, pues, sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Porque cuantos en Cristo habéis sido bautizados, os habéis vestido de Cristo (cf. también 1 Cor. 12-12). Según S. Pablo, vestirse de Cristo es lo mismo que seguir a Cristo, ser discípulo de Cristo, etc; ahora bien, esto conlleva pertenecer a la Iglesia de Cristo. Luego si por el Bautismo los cristianos pertenecen a la Iglesia de Cristo, es señal de que este rito ha sido instituido para entrar en la Iglesia.

17.- Prueba de la Tradición. No es menester presentar textos en pro de esta tesis. Pues en las tesis siguientes se verá con mas claridad como los Santos Padres han hecho suya la presente tesis. En efecto nunca se ha dudado en realidad acerca de la institución del Bautismo por Cristo, ni de su necesidad para entrar en la Iglesia.

18.- Razón Teológica. La Iglesia es una sociedad visible; es así que en toda sociedad visible (de modo especial en la sociedad religiosa) suele haber algún rito externo (por lo menos considerado en sentido lato) para manifestar la admisión y el ingreso en esta sociedad; luego era menester que Cristo, al instituir una sociedad visible de orden religioso, instituyera también algún rito externo, por el que se manifestara el ingreso en su sociedad.

19.- Escolio 1. ¿Cuando instituyó Cristo el bautismo? Se dan distintas respuestas a) S. Tomás: "Parece que es instituido un sacramento cuando recibe la virtud para producir su efecto. Ahora bien, esta virtud la recibió el bautismo, cuando Jesucristo fue bautizado. Donde entonces fue instituído verdaderamente el bautismo en cuanto a sacramento mismo".

Esta sentencia de Santo Tomas y de otros teólogos debe interpretarse de tal modo que quiera significar que el bautismo esta como prefigurado por la materia (el agua) y la forma (la presencia de la Santísima Trinidad) en el bautismo de Cristo, pero que no fue entonces instituido en curanto a su virtud y significación sacramental.

b) Estos y otros pocos sitúan la institución del bautismo en la conversación de Cristo con Nicodemo Sin embargo los teólogos no admiten sentencia; porque no parece probable que tan gran sacramento haya sido instituido en una conversación privada y secreta.

c) La institución del bautismo fue hecha después de la pasión de Cristo, cuando mandó a los apóstoles enseñar a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Así piensa Halense y algunos otros. Se apoyan en algunos S.S. Padres, los cuales, al igual que Tertuliano, alegan la razón de que los sacramentos suponen realizada ya la pasión de Cristo. Sin embargo esta razón no es convincente; pues Cristo pudo muy bien instituir los sacramentos antes de su pasión en base a la previsión de sus méritos, más aún incluso pudo también conferirlos, como de hecho hizo en la última cena, al entregar la Sagrada Eucaristía a los Apóstoles.

d) Por último la mayor parte de los teólogos sitúa la institución del bautismo antes de la pasión de Cristo; más no todos piensan lo mismo al tratar de concentrar el momento de la institución. Escoto, del hecho de que los discípulos de Cristo bautizaban (S. Juan 3,26; 4,2) concluye: "Queda patente, por tanto, que el momento de la institución fue antes del tiempo en que los discípulos de Cristo bautizaban, aunque no se pueda leer en el evangelio el texto de la hora concreta de la institución". Y esta sentencia fue más admitida por los teólogos, acerca de la que dice Suárez: "Algunos modernos opinan que esto es dogma de fe; sin embargo no lo juzgo así... ésta es sólo la sentencia más probable y más de acuerdo con las S.S. Escrituras y común entre los teólogos".

e) Santo Tomas ya habla dicho en otra ocasión: "La institución del bautismo fue múltiple. En efecto, en primer término fue instituido en cuanto a la materia en el bautismo de Cristo... Y la forma fue de algún modo prefigurada por la presencia de las Tres Personas en el signo visible... Y de modo semejante fue prefigurado entonces el fruto del bautismo, porque los cielos se abrieron sobre El. Pero la necesidad del bautismo fue manifestada en S. Juan 3,5... Y se comenzó a usar el bautismo cuando Jesucristo envió a los discípulos a predicar y bautizar como consta en Mt. 10. Mas sólo por la Pasión de Cristo alcanzó el bautismo la eficacia en cuanto a su último efecto, que es la apertura de la puerta. Y la extensión del bautismo a todas las naciones fue preceptuada en Mt. 28,19, cuando dijo Jesucristo: "Id, pues, enseñad a todas las gentes". De modo semejante habla S. Buenaventura: "Hay que hacer notar que el Señor primeramente prefigura la institución del sacramento del bautismo, después, lo instituyó y por último, una vez instituido, le confirmó". El Doctor Seráfico halla la prefiguración en el bautismo de Cristo y en la conversación con Nicodemo; la institución, en el bautismo realizado por los apóstoles antes de la Pasión por mandato de Cristo; y la confirmación, bien en el agua que mana del contacto de Cristo después de muerto, bien en el encargo dado a los Apóstoles antes de la Ascensión (Mt. 28, 19)

20.- Escolio 2. De la diferencia entre el bautismo de Cristo y el de Juan. La principal diferencia consiste en la sacramentalidad del bautismo de Cristo de la cual carecía el bautismo de Juan; pues sólo era éste un cierto sacramental que disponía para el bautismo de Cristo.

Ya lo advertía el mismo Juan el bautista: Yo, cierto os bautizo en agua para penitencia; pero detrás de mi viene otro más fuerte que yo... El os bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego (Mt. 3,11). Palabras con las que Juan mostraba de modo suficiente que el bautismo administrado por el no confería la gracia "ex opere operantis" en cuanto que disponía por la humildad a la contrición, por eso se llama "bautismo para la penitencia", en cambio, el bautismo de Cristo es para la remisión de los pecados (Act. 2,33), y produce el efecto "ex opere operato'". Este es el motivo por el que San Pablo bautizó con el bautismo de Jesús (Act. 19, 3-5) a aquellos habitantes de Éfeso que se enteró que sólo hablan recibido el bautismo de Juan.

Los protestantes, y posteriormente los racionalistas pretendían que el bautismo de Cristo no había sido sino una cierta evolución y a manera de repetición del bautismo de Juan, de modo que entre un bautismo y otro no existiera ninguna diferencia auténtica. Saliendo al paso de este error el Concilio Tridentino definió en contra de los Reformistas: "Si alguno dijere que el bautismo de Juan tuvo el mismo poder que el bautismo de Cristo, sea anatema" (D 857).

21.- 3. De los bautizados o purificaciones de los Judíos. Los racionalistas, intentando buscar una evolución dogmática, pretenden demostrar la existencia del bautismo entre los cristianos por influencia judaica. Por eso presentan, como origen del bautismo cristiano, distintos bautismos o purificaciones que se dieron entre los hebreos. Hubo ciertamente en todo tiempo entre los judíos e incluso fueron prescritas por Moisés, muchas purificaciones legales. Ahora bien, los racionalistas pretenden ver una influencia especial sobre nuestro bautismo en los siguientes hechos: en las abluciones o purificaciones legales; en el bautismo de los prosélitos, en el baño de los esenios, y en el bautismo de Juan. De este último ya hemos tratado en el escolio anterior; ahora lo hacemos brevemente con los otros juntos.

22.- A. Las purificaciones legales: Pueden reducirse a dos clases: a) aquellas por lasque eran separados los Levitas del pueblo para constituir una clase sacerdotal (Num. 8,6) y por las que venían a ser a modo de consagrados (Lev. 11,14; cf. el texto hebreo). Sin embarco estas purificaciones no constituían ningún rito de iniciación ni de consagración (pues a consagración se realizaba por la imposición de la mano de los sacerdotes (Num. 8,10), y sólo eran preparaciones o disposiciones.

b) Otras purificaciones eran comunes para todos los judíos; y se referían a la limpieza legal, perdida a causa de la contaminación contraída por un delito o por pecados. Así, el que había tocado un cadáver quedaba inmundo (Num. 19, 11), etc.

Como es patente, tales purificaciones no se referían al estado interior del alma sino sólo a la limpieza externa, que exigía la ley. Aunque el inmundo era excluido de la participación del culto externo y de la sociedad judía, sin embargo se daba por supuesto que no tenia ninguna mácula interna si no llegaba a purificarse, a no ser que prescindiera de la purificación por desprecio de la ley o que la impureza proviniera de delito o de pecado grave. Ahora bien, en este caso la impureza procedía del pecado, no de la omisión de la purificación.

23.- B. Bautismo de los prosélitos. Según la costumbre de los judíos mantenida en el siglo I, los prosélitos, que se pasaban de los gentiles al judaísmo, si eran varones, además de la circuncisión, debían purificarse con un baño o bautismo; en cambio a las mujeres sólo se les ordenaba el baño o bautismo. Y tanto prevaleció el uso del bautismo de los prosélitos, que al final del siglo primero era tenido como verdadero y principal rito de iniciación.

Aunque los prosélitos, bautizados según este rito, fueran llamados a veces "neonatos", no obstante este volver a nacer de ningún modo puede compararse con el nuevo nacimiento cristiano de naturaleza espiritual. En efecto, entre los judíos sólo se trataba de una inscripción legal en el pueblo judío. Y aunque (anteriormente al nacimiento de la Iglesia) con la conversión al judaísmo, una vez realizada la circuncisión o en un acto equivalente, se perdonaba el pecado original (a no ser que ya hubiese sido perdonado) sin embargo, cuando se trataba de adultos, se obtenía el efecto "ex opere operantis", no "ex opere operaba". Y esta eficacia tampoco debía atribuirse al bautismo, sino a la circuncisión o al acto de fe y a la caridad.

24.- C. Bautismo de los esenios. Los esenios, que provenían del judaísmo, llevaban una vida austera. Desde el amanecer hasta medía a se dedicaban a la agricultura; y antes de la comida se limpiaban con un baño solemne o ritual. Después de comer marchaban de nuevo al trabajo. Aparte de esta ablución solemne, realizaban otras purificaciones o lavatorios parciales o totales como cuando, vg. a uno de ellos le rozaba alguien ajeno a la secta o desconocido en la misma. Los principiantes de esta secta estaban sujetos a purificaciones diarias, no obstante no se les admitía a la principal purificación que se llevaba a cabo con agua mas limpia y de la que usaban los adscritos a la secta, a no ser dos años después de su admisión en la comunidad.

Al pertenecer los esenios al pueblo judío, estos lavatorios no parece que tuvieran otro valor que el valor que tenían los usados por los judíos, como no fuera que los esenios exigieran una purificación legal con mas cuidado y diligencia.

D. De las profecías del Bautismo en el Antiguo Testamento. El catecismo del Concilio Tridentino, después de mencionar las figuras y los oráculos con los que se significaba en el Viejo estamento el bautismo, se expresó así: "Y respecto a las predicciones nadie puede poner en duda que aquellas aguas, a las que tan generosamente invita el profeta Isaías a todos los sedientos, o las que vio en espíritu Ezequiel que salían del templo y además aquella fuente que preanuncio Zacarías a la casa de David y a los habitantes de Jerusalem la cual fuente estaba dispuesta para la ablución del pecador y de la manchada del menstruo, tienen como finalidad indicar y representar el agua saludable del bautismo". También muchos exegetas interpretan que se refieren al bautismo distintos lugares de la Sagrada Escritura. Igualmente la Liturgia usa citas de la Sagrada Escritura en los ritos del bautismo.

Por tanto, según el testimonio de los Padres, los teólogos y según el uso de la Iglesia, puede afirmarse que el sacramento del bautismo ha sido preanunciado en la Ley Antigua. Los principales textos, que suelen aducirse, son: 4 Rg. 2,21; Ps. 23,1-3; 50,7; Is. 1,23; 12,3; 44,3; 52, 1-3. 15; 55,11 Ez. 16,5.8-10; 36, 25-27; 47, 11-12; Mich. 7,19; Zach. 13, 1; 14,8.

TESIS 2. El Bautismo, instituido por Jesucristo, es verdadero sacramento de la nueva Ley.

25) Nexo. Se ha demostrado que Cristo instituyó un rito sagrado para entrar en su Iglesia y que este rito es el bautismo. Ahora hay que mostrar que .Jesucristo estableció el bautismo como verdadero sacramento. Prácticamente ningún adversario negó la sacramentalidad del bautismo; aun, incluso los Protestantes no negaron que el Bautismo fuera sacramento. Por lo cual los Padres del Concilio Tridentino no juzgaron necesario tratar ni definir nada sobre su la sacramentalidad peculiar del bautismo, a no ser lo que ya se había dicho en el canon 1 sobre los sacramentos en general. Sin embargo en nuestros días, y entre los Protestantes posteriores, se ha rechazado el bautismo como sacramento. Por ello hay que fijar esta tesis.

26) Nociones. El bautismo es una ablución de agua con la expresa invocación de la Santísima Trinidad para la regeneración espiritual del hombre. Es destinado en las fuentes con distintos nombres, conforme se ha dicho anteriormente (n.3): baño de agua en la palabra vida (Efes. 5, 26); baño de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo (Tim, 3,5) sepultura en Cristo (Rom. 6,4); etc.

Sacramento de la Nueva Ley se entiende en el sentido del que se habla en el tratado anterior.

Por tanto tratamos del sacramento en sentido estricto, o sea, como signo sensible y simbólico eficaz de la gracia instituido por Cristo.

27.- Adversarios. Además de algunos herejes antiguos se oponen a la tesis los Protestantes liberales, los Modernistas y los Unitarios, para los cuales el bautismo es solo un rito externo innecesario. Los Racionalistas y Modernistas pretenden explicar el bautismo de los cristianos por la evolución dogmática-histórica, cuyo comienzo opina que se encuentra en el bautismo de Juan (D 2040 y 2043). De modo similar opinó Loisy.

28.- Doctrina de la Iglesia. El Conc. Florentino: "El bautismo ocupa el primer lugar de todos los sacramentos" (D 696).

El Conc. Veronense. "Atamos con el vinculo de anatema perpetuo a todos los que no les importa juzgar o enseñar de modo distinto como predica y observa la sacrosanta Iglesia romana acerca del sacramento del Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, o acerca del bautismo o de los otros-sacramentos de la Iglesia" (D 402).

El Conc. Lateranense IV (D 430), El Lugdunense II (D 465) y El Tridentino (D 844) citan el bautismo entre los sacramentos de la Iglesia, los cuales son siete y no mas, Por otra parte, en el mismo Concilio Tridentino en el canon del sacramento del bautismo, de modo especial 1, 2 y 3: "Si alguno dice que en la Iglesia Romana no es verdadera la doctrina del sacramento del bautismo, sea anatema" (D 857 ss.).

CIC cn. 737,1: El bautismo, puerta y fundamento de los sacramentos.

29.- Valor dogmático. La tesis es de fe divina y católica.

30.- Prueba de la Sagrada Escritura. El sacramento de la Nueva Ley es un signo sensible y simbólico eficaz de la gracia instituido por Jesucristo para siempre; es así que de este modo queda caracterizado el bautismo en los textos del Nuevo Testamento; luego el bautismo es verdadero sacramento de la Nueva Ley.

La Mayor consta por la definición de sacramento probamos la menor:

a) Es un signo sensible; en efecto el rito, del cual hablamos en la tesis anterior, es verdaderamente sensible, ya que consiste en el uso del agua, y en verdad pronunciando palabras sensibles (como veremos en la tesis de la materia y la forma del bautismo), según lo hacían los Apóstoles conforme lo había instituido Cristo mismo (Io 3,5; Mt. 28, 19; Mc. 16, 16; Act. 8, 36).

b) Es simbólico ya que por medio del agua juntamente con las palabras que se pronuncian se significa la limpieza del alma, que debe ser purificada de los pecados; por esta purificación se da a entender la limpieza interna que deben tener los que quieran pertenecer a la Iglesia de Cristo.

c) Es eficaz de la gracia, en efecto, por este motivo se contrapone al bautismo de Juan, el cual era salo para penitencia, esto es para mover a contrición por los pecados cometidos por la cual contrición se perdonaban los pecados. En cambio, el bautismo instituido por Cristo, él mismo borra el pecado por tratarse de una purificación en el Espíritu Santo, esto es, por la gracia.

d) Es una institución perenne, o sea, para siempre. En efecto, por una parte la Iglesia de Cristo debe existir hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20) y por otra, todos los hombres que quieran entrar en la Iglesia, necesariamente deben recibir el bautismo.

31.- Prueba de la Tradición. Si hay algún sacramento del cual, según la doctrina de los S.S. Padres, no es posible dudar, éste será el bautismo. Más aún, la doctrina de los sacramentos muchas veces se apoya en lo que los S.S. Padres afirman del bautismo: Vgr. el efecto de la Gracia "ex opere operato", el revivir del sacramento, la irrepetibilidad, etc. Y no trataron del bautismo sólo ocasionalmente sino que publicaron libros enteros: Tertuliano, San Ambrosio, San Máximo de Turin, etc. Ente los Orientales Dionisio de Alejandría, San Basillo, San Cirilo de Jerusalen, San Gregorio Nacianceno, San Gregorio Niseno, etc. Y de modo especial en el siglo IV San Agustin describió extraordinariamente y defendió contra los Donatistas y Pelagianos la naturaleza de la sacramentalidad del bautismo.

32.- Objeciones. 1. Jo. 3, 5 no debe entenderse necesariamente como bautismo por el agua, puesto que también dice que el bautismo debe ser en el Espíritu Santo, por lo cual solo se intenta significar un volver a nacer de naturaleza espiritual.

Respuesta. Niego el Antecedente y distingo la prueba de ésta: Se requiere el Espíritu Santo de forma que no se requiera también el agua, niego; se requiere de forma que sin El, no pueda darse la regeneración, conc. Renacer del agua y del Espíritu Santo quiere decir que le agua es la materia remota del bautismo la cual sirve para la ablución; ahora bien, la ablución corporal significa la purificación espiritual del alma, que se realiza por el Espíritu Santo o por la gracia.

2. Inst. El agua debe interpretarse en este texto metafóricamente, ya que Juan bautista dijo del bautismo de Cristo: El os bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego (Mt. 3,11); es así que el fuego se interpreta metafóricamente; luego también el agua.

Respuesta: Niego el aserto y su prueba. Pues bautizar con fuego, esto es lavar con fuego ( πυρί ) o lavar algo con fuego, es ciertamente una locución metafórica, como es evidente por su sola consideración, en cambio no se trata de una metáfora cuando se dice: bautizar o lavar algo con agua.

3. El Bautismo de Cristo es solamente el bautismo de Juan, pues no consta que Jesucristo hubiera querido instituir un nuevo bautismo y El mismo quiso ser bautizado con el bautismo de Juan.

Respuesta: Niego el Aserto y su prueba de este. En efecto hado en la tesis anterior que Cristo instituye) un verdadero rito bautismal distinto del bautismo de Juan; pues el bautismo de Juan era solo penitencia, mientras que el bautismo de Jesucristo es para la remisión de los pecados y para la entrada en su Iglesia.

33.- Escolio. De las figuras bíblicas del bautismo. En el Antiguo Testamento hubo algunas figuras del bautismo instituido por Cristo, según aclaran los Apóstoles, los S.S. Padres y los teólogos. Las principales figuras de esta clase son las siguientes:

1. Pedro vio prefigurado el bautismo en el arca de Noé, en la cual se salvaron del diluvio Noé y sus hijas (Gn. 7) Por esta figura los S.S. Padres llamaron al bautismo plancha o tabla de salvación en medio del naufragio.

2. La circuncisión. Más que una figura del bautismo fue un rito supletorio del futuro bautismo en cuanto que servia de medio para perdonar el pecado original; sin embargo se realiza de modo distinto a como suceda en el bautismo de Jesucristo.

3. El paso del Mar Rojo y la columna que guiaba al pueblo por el desierto (Ex. 13, 21). S. Pablo 1 Cor. 1-2. También de este modo San Basilio, San Agustín y además, teólogos posteriores.

4. El agua sacada por Moisés de la piedra; 1 Cor. 10, 4; Orígenes y otros Santos Padres.

5. El maná, la piscina probática, el agua manado del costado de Cristo, el hecho de quedar limpio de la lepra Naamán, es Espíritu de Dios sobre las aguas (Gen. 1,2) Adán del barro (agua) de la tierra, la fuente que riega el paraíso.