22 de julio
San Felipe Evans
mártir
Autor: P. Felipe Santos
Etimológicamente
significa “amante de los caballos”. Viene de la lengua griega.
El encuentro asiduo con Dios relanza al creyente a aventuras insospechadas. El
joven Felipe creció feliz en el seno de una familia del País de Gales. Estudió
en el colegio de los jesuitas.
Como su vocación la vio clara en su adolescencia, pidió entrar en la Compañía de
Jesús.
Su trabajo de sacerdote consistió en la predicación misionera por todo el País
de Gales Meridional.
Su fama se extendió en seguida por todo el pequeño país. Los propios enemigos
hacían la vista gorda cuando aparecía en las iglesia predicando el Evangelio con
mucha fuerza y convicción.
Había un señor llamado Oates que desencadenó un persecución contra los
católicos.
La situación de este joven sacerdote era muy embarazosa para él y para sus
muchos seguidores.
Le dijeron muchas
veces que se fuera a otra parte, a otra región. El respondía siempre con
valentía que nunca abandonaría a sus fieles, aunque lo mataran.
Un amigo lo traicionó. Entonces las autoridades lo cogieron y encerraron en una
cárcel del castillo de Cardiff, capital del País de Gales.
¿Qué hacer?
Le proponían que si prestaba juramento de fidelidad y supremacía al rey, se
vería libre.
Por supuesto, no aceptó alegando que su única fidelidad era al Papa. Lo
sometieron a un proceso tonto y amañado. Estando en la cárcel, alegraba a todos
con su canto y su arpa.
Y tal día como hoy del año 1679 murió mártir por defender su fe auténtica.