27 DE SETIEMBRE

 

- San Vicente de Paúl, 1660.

-San Eleazar, conde, París, y la Beata Delfina († 1323 y 1360)

-Santa Epicaris o Epicárides, mártir, casada con un senador romano; Roma, s. III.

-Santos Fidencio y Terencio, mártires, Todi (Italia), s. III.

-San Adulfo y Juan, hermanos mártires. Nacieron en Sevilla de familia noble: su padre era musulmán y su madre cristiana. Tuvieron una hermana, Santa Aurea, martirizada también unos treinta años después que ellos. Padecieron por Jesucristo en Córdoba, hacia 852.

-San Florentín e Hilario, mártires, cerca de Lyón, s. III.

-San Marcos, obispo de Djebel (Fenicia), llamado también Juan por San Lucas. s. I.

-San Cayo, discípulo de San Bernabé. Milán, 85.

-San Abderico, obispo de Ravena (Italia), s. II.

-Santa Hiltrudis. virgen. Hija de Wibert y Adaleudes, del Hainaut y de Thierache (Francia). Estos devotos señores construyeron el monasterio de Liessies, cerca de Cambria, para su hijo Guntardo, cuya piedad era la admiración de todos sus vasallos, y pretendieron casar a Hiltruda con un rico borgoñón. Mas esta joven, que rivalizaba en piedad con su hermano, no quiso aceptar el casamiento y obtuvo de sus padres que la construyesen una celdita junto al monasterio de su hermano. San Abderico la dió el velo de las vírgenes. Su santo hermano la dirigió por las sendas de la perfección y en pocos años llegó a una eminente santidad, muriendo el 785, Estos dos santos hermanos fueron los fundadores del célebre monasterio de Liessies, que siglos más tarde ilustrará el Venerable Ludovico Blosio, el gran místico benedictino del siglo XVI en los Países Bajos.