11 Marzo
San Eulogio
SAN EULOGIO de CÓRDOBA Presbítero y mártir (+ 859), se le considera el gran
Doctor de la Iglesia mozárabe.
Muy difícil era la situación de la comunidad cristiana española, sometida al
Islam, pero siempre encontró consuelo y aliento en los escritos y en el
ejemplo de San Eulogio. Su figura la conocemos bien por sus escritos y por
la biografía que escribió su amigo Alvaro Paulo.-
«Si quieres que tu oración vuele hacia Dios, le dice su abad, ponle dos
alas: el ayuno y la limosna». A los 25 años, Eulogio es ya un destacado
sacerdote de la iglesia de San Zoilo. En el monasterio de Santa Clara tuvo
un condiscípulo, Alvaro Paulo.-
Con él estrechó una amistad que duraría hasta la muerte. «Todas sus obras,
escribe Alvaro, estaban llenas de luz. De su bondad, de su humildad y de su
caridad podía dar testimonio el amor que todos le tenían. Su afán de cada
día era acercarse más y más al cielo, y gemía sin cesar por el peso de la
carga de su cuerpo». Intentó Eulogio peregrinar a Roma.-
Recoge en Leyre, Siresa y otros monasterios de Navarra y Aragón preciosos
manuscritos de la antigüedad, que se llevó como botín a Córdoba, y sirven
para conservar y restaurar la cultura cristiana. Entre los documentos
recogidos los había de Horacio, Virgilio y San Agustín.-
Una vez en Córdoba y convertido ya en jefe del grupo de sacerdotes de San
Zoilo, por su santidad y su sabiduría, se dedica a rezar y a escribir, a
instruir y alentar a los cristianos, acosados y perseguidos por el Islam, si
no abandonaban el cristianismo. Su actividad era tan intensa como su
entusiasmo e intrepidez.-
Es ahora cuando escribe sus obras principales: el Memorial de los Mártires,
para ejemplo dé los más débiles, el Documento Martirial, para sostener el
ánimo de dos vírgenes cristianas, Flora y María, encerradas en un calabozo,
y el Apologético, para defender la fe cristiana. Tal había llegado a ser la
fama de Eulogio, que en el año 858, al morir el arzobispo de Toledo, el
clero y los fieles de la sede primada lo eligieron para sucederle, aunque no
pudo llegar a su sede.-
Eulogio molestaba a los visires y al cadí por su incansable actividad y su
proselitismo, y es también metido en la cárcel. Tenían además contra él que
había acogido e instruido a la joven Lucrecia, cristiana acusada de
apostasía, por ser hija de musulmán. Un juez amigo pide a Eulogio que
disimule en el juicio para librarle de la muerte.-
Eulogio le contesta con palabras ardientes propias de un soldado de Cristo,
e insta a sus jueces a que adoren a Jesucristo, único Dios verdadero. Estas
palabras exacerban más al tribunal. El 11 de marzo del año 859, cuenta su
biógrafo, fue decapitado. Lucrecia le seguía pocos días después.-
Los sagrados restos fueron sepultados en la iglesia de San Zoilo. En el año
883 fueron trasladados de Córdoba a Oviedo. Su urna se conserva todavía en
la Cámara Santa de esta ciudad.-
San Eulogio de Córdoba
Oración
Proclamamos, Señor, tu poder y humildemente te pedimos que, así como
concediste a San Eulogio ser fiel imitador de la pasión de Cristo, así nos
otorgues a nosotros que la fortaleza que manifestó en su martirio sea sostén
de neustra debilidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.-
|