07 Febrero


 

 

San Ricardo

SAN RICARDO Obispo (1197-1253) Parece como si el Señor quisiera ya señalar desde la cura que algunos hombres pueden hacer obras grandes en este pequeño mundo. La vida de nuestro protagonista San Ricardo no fue fácil desde que nació hasta su muerte. Le tocó vivir en una nación y en un tiempo en el que tanto la Iglesia como la misma sociedad atravesaba tiempos nada fáciles. Los obispos eran más bien como «lores» y amantes de las grandezas de este mundo. Los mismos monjes dejaban tanto que desear ya que estaban entregados al lujo y a la vida fácil con el detrimento que esto lleva a la vida de oración y entrega al Señor y a los hermanos. Sin embargo el lema de Ricardo fue siempre éste: «Austeridad, caridad y energía». Sí, fue muy enérgico y nunca se casó con la injusticia. Nació por el 1197 en Wyche, no lejos de Worchester, en Inglaterra, de padres ricos y buenos cristianos. Lo enviaron a diversas partes para que realizara sus estudios en los que siempre sobresalió por su inteligencia y constancia. Pronto la prueba más dura iba a llegar. Siendo todavía muy jovencitos él y sus hermanos, murieron sus padres quedando en manos de familiares y tutores desaprensivos, ya que lo que les interesaba era apoderarse de la hacienda de aquellos desamparados muchachos. Pero no sabían con quién se las jugaban. Ricardo abandonó los estudios y con gran firmeza y exquisito tacto se puso al frente de toda la herencia de sus padres para que el patrimonio familiar no quedara desamparado. Una vez ya en orden las cosas, y seguro el patrimonio familiar, reanuda los estudios en las más famosas Universidades de Europa: Oxford, París, Bolonia... llamando la atención por su gran erudición y más aún por su ejemplaridad de vida con la que ayuda a muchos otros a seguir su ejemplo de una auténtica vida cristiana. Despreciando la cátedra y las riquezas, se entregó al Señor y se ordenó sacerdote para ser más útil a la gloria de Dios y bien de las almas el año 1243. Al año de ser sacerdote, tantas eran sus cualidades, que, ya fue nombrado Obispo de Chichester por el arzobispo de Cantorbery, pero su nombramiento fue causa de duras calumnias y persecuciones por parte del rey Enrique III que quería seguir gobernando la Iglesia igual que gobernaba el Estado. El Papa Inocencio IV confirmó este nombramiento, pero a pesar de ello el rey dio órdenes muy severas contra él y contra los que lo ampararan. Todos le negaban alojamiento; caminó vagabundo por diversas ciudades hasta que se hizo obispo misionero, recorriendo pueblos y aldeas, predicando a Jesucristo y haciendo el bien que podía a todos los pobres. El coraje de Ricardo no decae ante las dificultades y persecuciones de que es objeto por parte del rey y sus secuaces. Más de una vez se presentó valientemente ante el rey para echarle en cara - con palabras muy duras sus errores y sus injustas pretensiones contra los poderes de la Iglesia. El rey es intransigente, y se burla de él, pero Ricardo no decae. Más aún, él mismo alienta a los que no creen las patrañas del monarca y les dice que tengan paciencia que ya llegará el día que se haga justicia. San Ricardo supo defender con energía los derechos de la Iglesia y de los católicos, que ya en este tiempo eran atacados y querían ser absorbidos por la omnímoda autoridad del rey. Ya está iniciándose, aun a distancia de varios siglos, lo que a mediados del XVI surgirá como el cisma anglicano. Junto con este coraje y carácter enérgico San Ricardo era todo bondad y caridad para con los pobres, los necesitados y los marginados. Él estaba siempre dispuesto a defender al más débil. Roma amenazó al rey que quedaría excomulgado si no reconocía a Ricardo como legítimo obispo de Chichester. Por fin era llegada la hora de la paz y reconocimiento de sus derechos. Ya estaba extenuado de fuerzas y le llegó su hora a primeros de Abril de 1253 mientras decía: «María, Madre de Dios y Madre de misericordia, defiéndenos del enemigo y recíbenos en el Cielo».

 


 

07 Febrero


 

 

San Tobías



San Tobías


Uno de los libros más agradables de la Sagrada Escritura es el de Tobías. Este santo fue siempre un exacto cumplidor de sus deberes religiosos. Siendo todavía muy joven, cuando sus familiares se apartaron de la verdadera religión y empezaron a adorar al becerro de oro, él en cambio nunca quiso adorar ese ídolo y era el único que en su familia iba en las grandes fiestas a Jerusalén a adorar al verdadero Dios.-


Se casó con una mujer de su propia religión, llamada Ana, y tuvo un hijo al cual le puso también el nombre de Tobías. Cuando el pueblo de Israel fue llevado cautivo a Nínive, Tobías tuvo que ir también allá en destierro, pero allá le concedió Dios la simpatía de los gobernantes y llegó a ocupar un alto puesto en la administración del gobierno. Sin embargo, un nuevo rey ordenó la matanza de todos los israelitas; incluso prohibió su sepultura a fin de que sean los cuervos quienes comiesen sus cuerpos. Pero Tobías, que era muy piadoso y muy caritativo, se dedicó de noche a sepultar los cadáveres de sus paisanos.-


Tobías fue preso de muchos sacrificios y desdichas; pero su entrega generosa y caritativa hacia los más necesitados, así como su constante oración fueron suficientes para que el Señor aplaque todos sus males, y que Tobías y toda su familia pronto gozacen de mucha paz y felicidad.-


Esta sublime historia nos presenta el modelo de la familia cristiana, de la felicidad del hogar, que se encuentra en Dios, de los privilegios que Él concede à los que confían en su paternal misericordia. Ninguna pareja de jóvenes cristianos debería llegar al matrimonio sin haber leído éste libro y meditado el secreto de la dicha envidiable que ésta santa familia ofrece à la imitación de los que quieren vivir su fe.-

El fín del libro de Tobías es mostrar los caminos de la Divina Providencia que pone à prueba nuestra fe (I Pedro1,7), más al fin todo lo convierte en consuelo y nuevos favores.-

Tobías se encuentra cautivo en Nínive, unos 700 años antes de Jesucristo. Brillan en él extraordinariamente las virtudes de la religión, la fe en las divinas promesas, la firme esperanza en Dios, que le da alegría y fortaleza en las pruebas, y la mas tierna caridad para con el prójimo. Tobías, el joven, es un modelo de hijo, lo mismo que su esposa, la joven Sara en quién se cumplen las palabras de Prov. 19,14: “ casa y riqueza se heredan de los padres; mas la mujer prudente la da solo el Señor”.-

En cuanto à la cuestión de la composición, los dos Tobías mismos parecen ser los autores de éste libro, ya que en los tres primeros capítulos de los textos griegos y ciríacos, Tobías habla en primera persona. Ésta opinión se funda también en la versión griega, que dice en 12,20: “ escribir en un libro todo lo acaecido”. Sin embargo, muchos expositores creen que el libro, tal como hoy se presenta, fue redactado en el tiempo en que el hebreo había dejado de ser lengua del pueblo.-

En la Iglesia Católica se cita el libro de Tobías entre los Libros Sagrados desde la era apostólica




 


San Tobías



Himno

Cantemos al Señor con alegría, unidos à la voz del Pastor Santo; demos gracias à Dios, que es luz y guía, solícito pastor de su rebaño.-

Es su voz y su amor el que nos llama en la voz del pastor que él ha elegido, es su amor infinito el que nos ama en la entrega y amor de este otro cristo.-

Conociendo en la fe su fiel presencia, hambrientos de verdad y luz divina, sigamos al pastor que es providencia de pastos abundantes que son vida.-

Apacienta, Señor, guarga à tus hijos, manda siempre à tu mies trabajadores; cada aurora, à la puerta del aprisco, nos aguarde el amor de tus pastores. Amén