15 DE ENERO


San Pablo, primer ermitaño, Egipto 342.

San Mauro, Abad.

San Arnoldo Janssen, Fundador (1837-1909)

San Alejandro El Acemeta (+430) Nació en una isla del mar Egeo y murió en Gomán, Turquía. Hombre culto, se convirtió al cristianismo a los 30 años. Vivió en Siria primero como anacoreta y después como cenobita. En Mesopotamia fundó durante 20 años comunidades de monjes acemetas, llamados así porque se creía que no dormían. En efecto, día y noche se turnaban para cantar himnos y salmos de manera que la alabanza a Dios no se interrumpiera nunca.

San Pablo de Tebas
(345) Llamado el “primer ermitaño”, nació en el Alto Egipto y murió en el desierto de Tebas, al cual huyó para huir de la persecución de Decio, pues no se sentía con fuerzas para soportar los tormentos. Pasó setenta años sin ver a nadie, hasta que lo fue a visitar San Antonio Abad, que se encontró con un anciano centenario que esperaba sonriente la muerte. Se dice que cuando no tenía que comer, un cuervo le traía una hogaza de pan, y que, cuando murió, dos leones ayudaron a San Antonio a enterrarlo.

—Santos Abacuc y Miqueas el joven, profetas de la antigua ley, Judea, 606 a. de J. C.

—San Efiso, mártir, Cagliari, Cerdeña, 286.

—Santa Secundina, virgen y mártir, Anagni, 251.

—San Máximo, obispo de Nola, 256.

—San Bonito, obispo de Clermont, 710.

—San Macario, discípulo de San Antonio, Egipto, 391.

—San Juan Calibita, que vivió en un rincón de la casa paterna durante muchos años, sin que sus padres le conociesen, Constantinopla, 450.

—San Isidoro, monje egipcio, 391.

—San Emeberto, obispo de Cambrai, 633.

—Santa Tarsicia, virgen y solitaria, cerca de Rodez, Francia, 600.

—San Alejandro, fundador del monasterio de los acemetas, los que no dormían, Constantinopla, 430.

—Santa Ida, monja irlandesa, s. VI.

—San Ceolulfo, rey de Nortumbria, que tomo el hábito en Lindisfarne.

—Beato Padre de Castelman, monje del Císter, que, nombrado por Inocencio III para predicar entre los albigenses, fue asesinado por los herejes, 1208.