10 DE ENERO

San Gregorio X, papa, muerto en Arezzo, 1276.

San Gregorio de Nisa, obispo y doctor

San Guillermo de Bourges (+1209) Este santo se hizo eclesiástico para medrar, pero se convirtió, renunció a sus prebendas y se recluyó en la abadía de Grandmont y después en la de Chalis. Fue elegido obispo contra toda su voluntad. Orientó su labor hacia los pobres, los prisioneros y los enfermos abandonados. Su fama de santidad fue tal que el papa Honorio III lo canonizó tan sólo ocho años después de su muerte.

San Pedro de Orséolo (928-987) Llegó a ser dux de Venecia, cargo en el que desplegó un enorme talento administrativo al restaurar la paz pública, el templo de San Marcos y los barrios incendiados tras las guerras internas. Una noche desapareció sin dejar huella, y fue hasta Francia donde entró en la abadía de Rosellón y se hizo monje bajo un falso nombre. Allí pasó el resto de sus días entregado a la expiación y a la contemplación.

—San Gonzalo (1189-1259) Monje dominico, que al final de su vida pidió permiso para vivir en una ermita, donde era visitado por multitud de personas que, atraídas por su fama de santidad, acudían a pedir su intercesión y sus consejos. Se le considera patrón de los que buscan un buen cónyuge.

—San Nicanor, uno de los siete primeros discípulos, Chipre, s. I.

—San Agatón, papa, Roma, 682.

—San Guillermo, obispo de Bourges, Aquitania, 1209.

—San Juan el Bueno, obispo de Milán, 659.

—San Pablo, prhner ermitaño en la Tebaida, 342.

—San Marciano, sacerdote de Constantinopla, 489.

—San Pedro Urséolo, duque de Venecia, que se hizo monje en San Miguel de Cuxá, Perpiñán, 997.

—San Maurilo, ab. de Cahors, Francia, 580.

—Santa Sterina, virgen, en el monasterio de Faremontier, s. VII.

—San Petronio, obispo de Die, Francia. 463.

—San Gonzalo, dominico, Amaranto, en Portugalado, 1259.

—San Domiciano, obispo de Mitilene, en Armenia, que se esforzó por convertir a Cosroes, rey de los persas, 600.

—Santa Aringa, virgen, en Toscana, 1310.