23 DE DICIEMBRE

 

San Juan Cancio (o de Kenty), presbítero en Polonia; fue uno de los que más contribuyeron a la guarda de la fe en su palacio contra los esfuerzos de los husitas, desde su cátedra de teología en la Universidad de Cracovia, 1473.

-BEATO NICOLÁS FACTOR († 1583), presbítero: 18 agosto (Valencia) y 19 septiembre (Madrid-Alcalá)

San Ives, abad de Saint Quentin-les (Francia) y obispo de Chartres, 1040-1116. Nacido carea de Beauvais, estudió en la famosa escuela de Bec con Lanfranco y San Anselmo. Inteligente y laborioso, no tardó en atraer las miradas por su prudencia y su saber. Restauró la disciplina en el monasterio de Saint-Quentin y gobernó con sabiduría la diócesis de Chartres. Al mismo tiempo se esforzaba por penetrar en el laberinto de la legislación canónica. Fue considerado como el mejor canonista de su tiempo. Tenemos de él varios libros, entre los cuales descuellan: El micrólogo, de carácter liturgico, un gran número de cartas y sermones, un comentario de los salmos y una colección de cánones, cuya primera parte se intitula Panormia, y la segunda Decreto.

—Santa Victoria de Tivoli, virgen y mártir, que durante la persecución de Decio, habiéndose desposado con un pagano llamado Eugenio y no queriendo luego casarse ni ofrecer sacrificios a los ídolos, después de muchas acciones milagrosas, que ganaron muchas vírgenes a Dios, fue apuñalada en el corazón a ruegos de su novio, 253 Roma.

—Veinte mártires sacrificados en Nicomedia por orden de Diocleciano, 303.

—Santos Mardonio, Migdonio y un diácono del obispo San Antimo, que fue lapidado por el populacho de Nicomedia cuando llevaba cartas a los confesores de la fe detenidos en la cárcel. Los dos primeros sufrieron el martirio de la hoguera, 303.

—Santos Teódulo, Saturnino, Euporo, Gelasio. Euniciano, Cético, Cleómenes, Agatocles, Basilides y Evaristo, mártires, isla de Creta, 250.

—San Sérvulo, de quien escribe San Gregorio Magno que, habiendo quedado paralítico desde su infancia, permaneció tendido en el pórtico de la iglesia de San Clemente de Roma, hasta que, ya viejo, vinieron los ángeles a invitarle a ir al paraíso.

—San Vintila, solitario en Pungino, cerca de Orense, 890.

—San Harmano, canónigo regular y preboste de Neuburg, despues obispo de Brixen, Tirol. 1142.

—San Sabiniano, diácono y monje de Condat (Francia), 480.

—San Dagoberto, rey de Austrasia y mártir, 679. Fue hijo de Sigisberto, a quien sucedió en la mas tierna infancia, siendo destronado y desterrado por su mayordosno Grimaldo. En su destierro Dagoberto encontró la protección y dirección de San Wilfrido, obispo de York. Una revolución de palacio le restituyó el trono en 673. Durante algunos años dió al mundo el ejemplo de las más excelsas virtudes, hasta que fue asesinado por los sicarios enviados del mayordomo del rey de Neustria, Ebroino.