4 DE DICIEMBRE

 

San Juan Damasceno, doctor de la Iglesia.

Santa Bárbara, virgen y mártir, Nicomedia, 235.

—San Teofanes y sus compañeros, que sufrieron en Constantinopla por defender el culto de las sagradas imágenes, 380.

—San Melecio obispo, en el Ponto, 320.

—San Félix, obispo de Bolonia, s. IV.

—San Osmundo, un caballero normando que siguio a Guillermo el Conquistador cuando se apoderó de Inglaterra. Fue conde de Dorset y luego canciller, dejándolo todo para abrazar el estado eclesiastico; pero en 1078 le arrancaron a la soledad y le colocaron en la silla episcopal de Salisbury, 1099.

—-San Annón, obispo de Colonia, 1075.

—San Marutas, obispo de Tagrite, en Mesopotamia, que restauró las iglesias arruinadas en Persia bajo la persecución de Isdegerdes. Es uno de los más ilustres doctores de la Iglesia de Siria. Entre sus obras figuran: una Liturgia, un comentario de los Evangelios, un gran número de himnos, una historia del Concilio de Nicea, los canones del Concilio de Seleucia (410), y la historia de las persecuciones en Persia, 449.

—San Bernardo, cardenal, obispo de Parma, de la Congregación benedictina de Valumbrosa 1133.

—Beata Cecilia de Roma, discípula de Santo Domingo de Guzmán y primera religiosa de su Orden. Ha dejado memorias interesantes sobre la vida de su maestro.

—Beato Francisco Gálvez, sacerdote franciscano, español; Jerónimo de Angelis, jesuita de Sicilia, y Simón Jempo, jesuita japonés, mártires en el Japón, 1623.

—Clemente Alejandrino, gran escritor eclesiástico del siglo Il. Ateniense de nacimiento, estudió en Grecia, en Italia, en Palestina y en Egipto, estableciéndose al fin en Alejandría, donde dirigió una escuela famosa. Origenes fue discípulo suyo. La persecución le obligó a dejar la cátedra y a viajar por Siria, Palestina y Capadocia. Murió en Alejandría, enseñando y escribiendo hasta su extrema vejez. Sus obras principales son los Stromata o tapicerías, el Pedagogo y la Exhortación a los gentiles. Se le dio culto en algunas iglesias solo en Oriente