Sofronio de Jerusalén, San
Patriarca de Jerusalén. N. en Damasco (Siria) ca. el
a. 560, m. el 11 mar. 638 en Jerusalén. La Iglesia católica celebra su fiesta el
11 de marzo. Se supone prácticamente segura su identificación con S. Sofistes,
el joven amigo de S. Juan Mosco.
Antes de su apartamiento del mundo ejerció probablemente el cargo de profesor de
Retórica. Siendo joven aún abrazó la vida monacal, pasando por diversos
monasterios de Palestina, entre ellos el Nuevo Laura y el de Teodosio, junto a
Jerusalén (v. ERMITAÑOS). Pasa 4 lustros (590-610) bajo la dirección experta del
santo ermitaño Juan Mosco, quien le dedicó su obra Prado espiritual. Juntos
ambos, visitaron varios monasterios de Egipto con el propósito de pasar a Roma.
Mas el Patriarca de Alejandría, Juan el Limosnero, logró retener a S. 2 años en
su sede para que combatiera diversas herejías y reparase algunos desórdenes en
la diócesis. Una vez en Roma muere allí su santo amigo (a. 619), tras de lo cual
S. regresa a Palestina. Vuelve a visitar otra vez Egipto, donde defiende la
doble voluntad en Cristo frente al patriarca monoteleta Ciro (v. MONOTELISMo).
El a. 633 según unos, o el 634 según otros, es elegido Patriarca de Jerusalén,
mostrándose desde el primer momento como pastor celoso. El año mismo de su
muerte (638) vio con inmenso pesar cómo la Ciudad Santa caía en poder de los
sarracenos por obra del Califa Omar.
La biografía de S. podría centrarse en dos polos de interés. De una parte su
afán de santidad personal, que le lleva desde joven a abrazar los caminos y los
mediosque en su tiempo estima más oportunos para lograrla. En este aspecto, S.
no puede considerarse como innovador y apenas aporta alguna originalidad. Más
bien es un discípulo dócil, que no abrirá caminos nuevos, pero asentará el firme
de los ya trazados y sobre todo sabrá invitar -arrastrar- con la fuerza de su
ejemplo y con la agilidad de su pluma a recorrer esos caminos ya seguros. Bajo
este prisma hay que ver y entender su actividad de hagiógrafo. Pues si es cierto
que nos ha dejado algunas obras poéticas que pudiéramos llamar de
entretenimiento (cfr. Anacreonteia: PG 87,3733-3838), y algunos himnos
religiosos de autenticidad discutida, destaca más su obra hagiográfica, por su
volumen y por su valor. Es autor de la Vida de los santos egipcios Ciro y Juan (cfr.
PG 87,3377-3676), escrita en un elegante estilo retórico, y, junto con S. Juan
Mosco, compuso una biografía del Patriarca alejandrino Juan el Limosnero, de la
que sólo se conservan fragmentos. La vida de S. María Egipciaca (v.), a él
atribuida, no es en realidad auténtica.
El segundo centro de interés está en su pureza y profundidad de doctrina. Desde
este ángulo hay que contemplar buena parte de su producción literaria que se nos
ha conservado (cfr. PG 87,3147-4014). Sus predicaciones se caracterizan
principalmente por la riqueza de su contenido doctrinal y dogmático. Bajo el
mismo prisma habrá que tratar de ver su nerviosa intervención en la lucha contra
el monotelismo, herejía que propugnaba la existencia de una sola voluntad en
Jesucristo. Su amor a la verdad -dos voluntades en Cristo, una divina y otra
humana- le llevó, de una parte, a intentar, inútilmente, impedir al Patriarca
alejandrino Ciro, defensor del monotelismo, la promulgación de una fórmula
unionista de tendencia monotelista y, de otra parte, a componer una antología de
seiscientos testimonios de SS. Padres y Obispos a favor de las dos energías o
voluntades en Cristo. Desgraciadamente, este famoso florilegio no se ha
conservado, pero de él se hace mención expresa en el Sínodo Lateranense
convocado el a. 649 por el papa Martín I, contra los monoteletas (cfr. Mansi
X,895).
F. MENDOZA RUIZ.
BIBL.: Obras conservadas, en PG 87,3147-4014; E.
PETERSON, Sofronio de Gerusalemme, en Enciclopedia Cattolica XI, C. Vaticano
1953, 906-907; 1. BAUDOT, Dictionnaire d'hagiographie, París 1925, 597; G.
CosmAS, De oeconomia incarnationis secundum s. Sophronium, Roma 1940; M.
GIGANTE, Sophronii Anacreontica, Roma 1957; Kom D. MPONE, Sophronios jerosolímon
os Theológos, encomiastés caí hymnogrdphos, «Eujaristérion» (1958) 269-292.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991