RAMIREZ, SANTIAGO


Filósofo y teólogo español del s. XX.
      Vida. Santiago María Ramírez de Dulanto n. en Samiano (Condado de Treviño, Burgos) el 25 jul. 1891. Su padre, José, era natural de Samiano, y su madre, Francisca, de Torre de Treviño. A los 15 años estudia Humanidades en la Preceptoría de Treviño, que dirigía el Arcipreste; hizo estos estudios en año y medio. Poco después entra en el Seminario de Logroño, donde estudia Filosofía hasta 1911. Al acabar estos estudios decide hacerse religioso dominico. Recibe el hábito, de manos del P. Alberto Colunga, el 15 ag. 1911, en el convento de Corias (Asturias), y allí profesa el 16 ag. 1912. Sus connovicios recuerdan de entonces su religiosidad, su elegante sencillez en el trato, su afabilidad, así como su espíritu de estudio y su admiración por Balmes; «para él no había filósofo más grande, y la lectura de todas sus obras dilataba su espíritu, deseando comunicarnos este entusiasmo» (N. Albuerne). Comenzó los estudios de Teología en el Convento de San Esteban de Salamanca (191213) y los continuó en el Pont. Inst. Angelicum de Roma (1913-17). Es ordenado sacerdote el 16 jul. 1916 en la iglesia de San Apolinar de Roma. Hace el examen de Lector el 27 jun. 1917, y ese mismo año empieza su profesorado en el Angelicum. Allí explica Filosofía de 1917 a 1920.
      En los años 1920-23 es profesor de Teología dogmática en San Esteban de Salamanca, de donde pasa a la Univ. De Friburgo (Suiza) a explicar Teología Moral Especulativa(1923-45). De Friburgo es requerido por el Ministerio de Educación Nacional español, de acuerdo con las autoridades de la Orden, para dirigir el Instituto «Luis Vives» de Filosofía del Consejo (v.) Superior de Investigaciones Científicas de Madrid (1945-47). En 1947 renuncia al cargo, para aceptar la Regencia de Estudios de la Provincia dominicana de España y la Presidencia de la Facultad Teológica de San Esteban de Salamanca (1946-65). En este tiempo es profesor de cursos monográficos en dicha Facultad y en la Univ. Pontificia de Salamanca. Participó en las tareas del Conc. Vaticano II, primero como miembro de la Comisión Preparatoria y luego como perito de la Comisión Teológica de dicho Concilio. Terminado el Concilio, se dedicó a ultimar algunas de sus publicaciones. Su habitual falta de salud se agravó desde principios de septiembre de 1967. Después de tres meses de sufrimientos físicos y sobre todo psicológicos, al sentirse privado de vista y movimiento, m. en Salamanca el 18 dic. 1967, en actitud digna de un gran teólogo y de un gran hombre. Después de solemnísimo funeral, sus restos fueron depositados en el Panteón de los teólogos, junto a los de Vitoria, Domingo de Soto y demás Maestros de la Escuela Salmantina.
      Docencia y escritos. Los tres cursos que explicó Filosofía en el Angelicum versaron sobre Lógica, Crítica, Ontología, Cosmología, Psicología e Historia de la Filosofía Moderna. En Salamanca explicó Teología Dogmática durante los años 1920-23. En la Univ. De Friburgo comentó casi toda la Segunda Parte de la Suma Teológica. Al morir, sus escritos publicados sumaban 23 libros, 55 artículos científicos y gran número de recensiones críticas. Entre ellas destacan De hominis beatitudine, 3 vol., Madrid 1942-47; El concepto de filosofía, Madrid 1954; Doctrina política de S. Tomás de Aquino, Madrid 1953; La filosofía de Ortega y Gasset, Barcelona 1958; La esencia de la esperanza cristiana, Madrid 1960; De Episcopatu ut sacramento deque Episcoporum Collegio, Salamanca 1966. La obra inédita (la mayor parte corresponde a sus comentarios a la Segunda Parte de la Suma Teológica) supera en amplitud a la publicada. El CSIC ha iniciado ya la publicación de la Opera omnia del P. Ramírez que, en su totalidad, se acercará a los 40 volúmenes. Han sido ya publicados: De ipsa Philosophia in Universum, 2 vol., Madrid 1970; De Analogía, 4 vol., Madrid 1970-72; De hominis beatitudine. In 1-11 Summae Theologiae Divi Thomae commentaria (00. 1-V), 5 vol., Madrid 1972; De Actibus humanis. In I-II Summae Theologiae Divi Thomae expositio (00. VI-XXI), Madrid 1972; De passionibus animae. In I-II Summae Theologiae Divi Thomae expositio (00. XXII-XLVIII), Madrid 1973.
      R. destaca por la amplitud y profundidad de su pensamiento filosófico-teológico. Tenía gran inteligencia, tan amplia como profunda, vivaz y reflexiva, con capacidad tanto de análisis como de síntesis. Su insaciable deseo de verdad, de toda verdad, especialmente de la filosóficateológica en sus diversas ramas y funciones, sobre la base de su robusta fe y de una total honradez científica y profesional, le llevó al natural resultado: un gran maestro de investigación, de cátedra y de pluma, uno de los teólogos más completos de nuestro tiempo.
     
      V. t.: DOMINICOS 1, 4c; NEOTOMISMO.
     
     

BIBL.: V. MARRERO, Santiago Ramírez, O. P. Su vida y su obra, Madrid 1971; A. LóPEZ QUINTAS, Filosofía española contemporánea, Madrid 1970, 371-377; T. URDANOZ, In memoriam, P. Santiago Ramírez, «Estudios Filosóficos» 16 (1967) 581-586; VARIOS, S. Ramírez. In memoriam, Salamanca 1968.

 

VICTORINO RODRÍGUEZ.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991