ORGANIZACIONES INTERNACIONALES CATÓLICAS (OIC)
Con el nombre de OIC se designa a un variado tipo de asociaciones
supranacionales que se caracterizan por su finalidad apostólica confesional
católica, que realizan, en cuanto institución específica, a niveles
internacionales. El Consilium de Laicis, ejerciendo las facultades que le otorga
el motu proprio de Paulo VI, Catholica Christi Ecclesiam, promulgó, el 3 dic.
1971, unas normas a las que deben ajustarse las instituciones que deseen ser
reconocidas como OIC. En ellas se exige la inscripción en la Secretaría de
Estado del Vaticano. Actualmente son 70 las organizaciones reconocidas e
inscritas por la Santa Sede como OIC.
Aunque tales organizaciones son mayoritariamente asociaciones de
apostolado seglar, sin embargo, no todas son exclusivamente laicales, ya que una
gran parte se definen por el objetivo apostólico de la obra, prescindiendo de
las características de sus miembros. Así, p. ej., la «Unión Católica
Internacional de Prensa» (UCIP), reúne socios sacerdotes y laicos y en su
historia es frecuente que la secretaría general esté desempeñada por un
sacerdoteperiodista. Las OIC tampoco se identifican con los movimientos
apostólicos de base general, que parten de una organización de carácter local,
diocesano y nacional, para culminar en una coordinación internacional, como
ocurre, p. ej., con la juventud Obrera Católica (JOC); algunas OIC son centros
especializados de trabajo apostólico, generalmente profesional, p. ej., la
«Federación Internacional de Institutos Católicos de Investigaciones
SocioReligiosas» (FERES). La palabra organización se entiende -según indican las
citadas normas- en un sentido amplio y significa la acción coordinada de los
esfuerzos y de las iniciativas de personas e instituciones, sin prejuzgar la
forma práctica bajo la cual se manifiesten. En consecuencia, puede tratarse,
según los casos, de oficinas, servicios, movimientos, federaciones,
asociaciones, etc. La Santa Sede exige para el reconocimiento que tengan
claramente definidos sus objetivos apostólicos; posean una consistencia numérica
suficiente; manifiesten explícitamente su carácter internacional, en el sentido
no sólo de tener miembros en diversos países y tener objetivos claramente
internacionales, sino también de formar a sus miembros en el espíritu
internacional y promover sus intercambios y responsabilidades a este nivel. La
necesidad de mantener abiertamente la confesionalidad católica ha sido
reafirmada por la Santa Sede, de forma que se exige a las OIC una referencia
explícita de conformidad al Evangelio y a la enseñanza del Magisterio
eclesiástico (v.); una voluntad de insertarse en la acción pastoral de la
Iglesia; y una disponibilidad de servicio en sectores tales como: la
evangelización y la santificación, la animación cristiana del orden temporal, la
caridad. Además, todas las OIC deben tener una preocupación prioritaria por la
educación en la fe de sus miembros. El reconocimiento por la Jerarquía.
eclesiástica del carácter católico de una OIC supone qe la Santa Sede ha de
intervenir en la aprobación de las orientaciones, fundamentales y de sus
objetivos, normalmente expuestos en sus estatutos, así como en la aprobación de
las modificaciones de éstos; en la aceptación de las candidaturas para el cargo
de presidente; y en el nombramiento de los capellanes o consiliarios
eclesiásticos. Se admite, sin embargo, que pueda existir una colaboración entre
las OIC y no católicos, admitiéndoles incluso como miembros, siempre que no se
pierda la orientación específica católica y que los presidentes de las OIC sean
siempre católicos. Dentro de las OIC unas han nacido como fruto de la libre
iniciativa de los fieles, siendo posteriormente aprobadas por la Jerarquía
eclesiástica; y otras han sido directamente promovidas por ésta.
Lo más característico de las OIC es su actuación en la vida internacional
organizada. La presencia de la Iglesia en estos sectores no se efectúa
exclusivamente a través de las OIC, Pues la Santa Sede, en virtud de su
personalidad jurídica internacional, está representada directamente por medio de
su Cuerpo Diplomático y de observadores y delegados ante los organismos de las
Naciones Unidas. Además está la presencia y actividad ordinaria de todos los
buenos católicos en empresas y organismos en los que trabajen personalmente,
aunque no pertenezcan a ninguna OIC. Junto a todo esto, las OIC buscan
desempeñar un papel propio de representación de millones de católicos, que
expresan un sector cuantitativa y cualitativamente importante de la opinión
pública mundial. En la ONU y en sus agencias especializadas, UNESCO, OIT, OMS,
FAO, etc., el procedimiento normal de colaboración es el del estatuto
consultivo. El art. 71 de la Carta de San Francisco normativiza la participación
consultiva de ciertas organizaciones no gubernamentales (ONG) que representan
diversos sectores de la opinión pública mundial. Actualmente 18 OIC gozan de
estatuto consultivo ante el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la ONU; otras
18 ante la UNESCO; 8 ante el UNICEF (para la atención de la infancia); 6 ante la
FAO; 10 ante la OMS; 1 ante la Organización de las Naciones Unidas para el
Desarrollo Industrial (ONUDI); y 1 ante la UNCTAD (Conferencia de las Naciones
Unidas para el Comercio y el Desarrollo). También algunas OIC tienen estatuto
consultivo ante el Consejo de Europa y ante la Organización de los Estados
Americanos (OEA).
La Conferencia de las OIC es una institución que agrupa a un gran número
de estas organizaciones, muchas veces más o menos circunstanciales y más o menos
definidas. Su nacimiento se remonta al año 1927, cuando los presidentes de 11
OIC se reunieron en Friburgo por invitación de la Unión Católica de Estudios
Internacionales. A partir de entonces continuaron reuniéndose anualmente,
creando la llamada Conferencia de Presidentes de las OIC, que siguió de cerca
los trabajos de la Sociedad de las Naciones. Tras el paréntesis de la II Guerra
mundial se reorganiza, dándole gran impulso el papa Pío XII, incansable promotor
de la participación católica en la vida internacional; siguiendo su impulso se
crearon numerosas OIC. En este primer periodo la presidencia de la Conferencia
era desempeñada por un turno anual de los presidentes de las OIC miembros. En la
asamblea general de Luxemburgo (1951) se redactaron unos nuevos estatutos, que
consolidaron la personalidad y funciones de la Conferencia de las OIC, y que
fueron aprobados por la Santa Sede. Según estos estatutos la Asamblea general de
la Conferencia se celebra una vez al año, cada vez en un país y ciudad
distintos; existe un comité ejecutivo, Comité de Continuidad, compuesto por un
presidente, elegido por votación cada cuatro años, y ocho vocales, también
elegidos por la Asamblea general. Se creó un secretariado permanente encargado
de asegurar la preparación de las reuniones estatutarias de la Conferencia v
ejecutar sus decisiones. A partir de 1971 se publica el «Boletín de la
Conferencia de las OIC».
Entre las asambleas anuales cabe destacar, además de la ya citada de
Luxemburgo (1951), en que se elaboraron los nuevos estatutos, las de Río de
Janeiro (1955) y Buenos Aires (1962), que significaron la primera expansión de
la Conferencia fuera de Europa, con una incorporación de miembros de todos los
continentes. En 1953 se reunió por primera vez la asamblea general en Roma. En
la actualidad son miembros de pleno derecho de la Conferencia 32 OIC, que se
extienden por todos los continentes. El resto de las OIC, aunque no están
plenamente integradas en la Conferencia -la participación es voluntaria-, sin
embargo, actúan como colaboradores en sus tareas y grupos de trabajo.
La Santa Sede acostumbra a dirigir anualmente una carta de orientación a
la Conferencia de las OIC con ocasión de su Asamblea general. En estos textos de
la Secretaría de Estado, los papas Pío XII, Juan XXIII y Paulo VI han expuesto
el pensamiento de la Iglesia sobre esta dimensión internacional del apostolado
católico.
Lista de las OIC miembros de la Conferencia: Apostolatus maris; Asociación
Católica Internacional de Servicios a la Juventud Femenina (ACISJF); Asociación
Internacional de las Conferencias (v.) de caridad de S. Vicente de Paúl (AIC);
Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE); Caritas Internacional
(v.); Centro Internacional de Estudios sobre la Formación Religiosa; Comisión
Internacional Católica para las Migraciones (CICM); Comité Internacional
Católico de Enfermeras y Asistentes Médico-Sociales (CICAMS); Confederación
Internacional Católica de Instituciones Hospitalarias; Conferencia Internacional
Católica del Guidismo (CICG); Conferencia Internacional de Escultismo Católico;
Federación Internacional Católica de Educación Física y Deportiva; Federación
Internacional de Hombres Católicos (FIHC); Federación Internacional de
Movimientos de Adultos Rurales Católicos (FIMARC); Federación Internacional de
Farmacéuticos Católicos; Federación Internacional de Universidades Católicas;
Federación Mundial de las Comunidades de Vida Cristiana (antiguas Congregaciones
Marianas; v.); Federación Mundial de la Juventud Católica (FMJC); JOC
Internacional; Legión de María (v.); Movimiento Internacional de Apostolado de
los Medios Sociales Independiente (MIAMSI); Movimiento Internacional de la
juventud Agrícola y Rural Católica (MIJARC); Movimiento Internacional de
Trabajadores Cristianos (MMTC); Oficina Internacional de Enseñanza Católica (OIEC);
Organización Internacional Católica del Cine (OCIC); Pax Romana (v.);
UNDA-Asociación Católica Internacional para la Radiodifusión y la Televisión;
Unión Católica Internacional de la Prensa (UCIP); Unión Católica Internacional
de Servicio Social (UCISS); Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de
Empresa (UNIAPAC); Unión Mundial de Educadores Católicos (UMEC); Unión Mundial
de las Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC); Unión Mundial de las
Sociedades Católicas de Filosofía.
V. t.: ASOCIACIONES V; APOSTOLADO I-II; LAICOS.
BIBL.: Las Organizaciones Internacionales Católicas MIC), número extraordinario de Los laicos hoy, boletín del Consilium de Laicis-Roma, nn. 13-14 (1973); Los católicos en la vida internacional, folleto editado por la Conferencia de las OIC y el COPECIAL, París 1957; Panorama del Apostolado organizado de los Laicos en el mundo, COPECIAL, Roma 1963.
J. J. GIMÉNEZ MEDINA.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991