JUSTO DE URGEL, SAN


Hermano de Justiniano, obispo de Valencia, de Nebridio, obispo de Egara (la actual ciudad de Tarrasa) y de Elpidio que, en opinión de algunos historiadores, había sido obispo de Huesca. El primer testimonio histórico sobre J. lo tenemos en el a. 527, al aprobar éste y firmar las actas del Conc. II de Toledo. Estuvo también presente en el Conc. provincial de Lérida (546) donde firmó las actas en segundo lugar, lo cual hace suponer en nuestro prelado una edad relativamente avanzada, ya que era costumbre que la suscripción de los obispos en los concilios siguiera el orden de ancianidad en el gobierno de la diócesis. Las fechas, pues, de su episcopado van desde antes del 527 hasta después del 546. San Isidoro (v.) nos da la noticia de que J. escribió un comentario al Cantar de los Cantares: In Cantica Canticorum Salomonis, que (desde la primera edición de Menrado Malhero, 1529) ha sido varias veces impreso, especialmente en Basilea. No se trata de una obra de gran valor crítico y exegético, sino de una viva, piadosa y alegórica exposición de uno de los libros más místicos de la S. E. San Isidoro hablaba ya de la brevedad de la obra y de su sentido alegórico.
      Queda todavía otra obra de J. de carácter oratorio: una bella y corta oración panegírica en honor de S. Vicente, mártir: Sermo sancti Justi, urgellensis episcopi, in natale sancti Vincentii martyris, que algunos historiadores han querido suponer que fue predicada por J. en Valencia, cuando pontifieaba allí su hermano Justiniano. Inédita hasta el año 1821 fue descubierta por el historiador catalán premonstratense, P. Jaime Pasqual, y publicada por el P. Jaime Villanueva.
      Sobre el culto a J., consta que en el s. XI eran veneradas sus reliquias y empleadas en la consagración de los altares, así como la dedicación de algunos altares en su honor. En los libros litúrgicos urgelenses de los s. xiv y XV (misales, breviario y consueta) no hay testimonio de su culto. Con la impresión tipográfica de las actas de los concilios, nacionales y provinciales, y de las obras antiguas de la época visigoda, se avivó el recuerdo de su santidad y ciencia. Desde varios siglos se viene celebrando su fiesta el día 28 de mayo, con oficio común sin haber memoria, en ningún códice, de haberlo tenido propio. En la catedral de Seo de Urgel, J. tenía dedicado el altar de la parte sur del crucero.
     
     

BIBL.: Acta Sanct., vol. 19, 763-764; S. ISIDORO, Collectio canonum (PL 84,337); íD, De viris illustribus (PL 83,1,100); rn Cantica Canticorum (PL 67,963-994); P. PUJOL, El sermó de S. Iu:;t, bisbe d'Urgell, en la solemnitat de S. Vicens mártir, «Reseña Eclesiástica» 13 (1921) 110-114 y 157-164; LL. RIBER, Els sants de Catalunya, Barcelona 1919, II,131-156; 1. VILLANUEVA, Viage..., X, 7-14 y 216-221.

 

L. SERDÁ PRAT.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991