GREENE, GRAHAM


Datos biográficos. Novelista inglés; n. en Berkhamsted (Hertfordshire), el 2 oct. 1904. Estudia en su ciudad natal, en un colegio de segunda enseñanza que dirige su padre. Su familia siente igual afición por los viajes que por los libros. G. ha viajado por todo el mundo, en busca de escenarios nuevos para su obra, pero en la lejanía se columbra siempre el paisaje inglés. En el prólogo de Caminos sin ley describe cómo el colegio le resulta insoportable. Para pasar de la casa paterna a las aulas escolares bastaba atravesar una puerta verde. G. recordará siempre esta frontera entre el colegio y la libertad, y la dará en su obra un alto sentido trascendente. En Oxford estudia en el colegio Balliol de dicha universidad. La situación del colegio, entonces, es deplorable, pues domina la homosexualidad. «Oxford -dice- no me dio nada que fuese realmente nuevo. Sólo reveló lo negativo que ya había en mí». Se podría resumir así esa época: aventuras amorosas; algo de exceso en la bebida; adhesión fingida a los comunistas; viaje a Alemania; colaboración en una revista.
     
      G. es bautizado en la Iglesia católica el 25 feb. 1926. Este acontecimiento es trascendental en su vida. G. no estaba satisfecho en el anglicanismo. En una de sus críticas cinematográficas afirmaba que «los católicos adoraban a la Virgen María». La carta de un lector, llena de sensatez, le decía que esta afirmación no era exacta. La autora de esta carta, Viviane, con la que luego se casaría, fue el camino de su conversión; ésta fue auténtica, vivencia). En este punto, le esperaban nuevos descubrimientos en México y en las soledades africanas. El estudio de los teólogos le prepara para llevar a millones de lectores, por medio del vehículo de la novela, las grandes tesis de la salvación, la lucha incesante entre el bien y el mal dentro del alma de cada hombre. G. atribuye gran influencia en su pensamiento sobre todo a dos libros: Las minas del rey Salomón y La víbora de Milán. En ellas el mal lo invade todo, al parecer, aunque en definitiva la justicia sale triunfante. La doctrina católica le confirmaría en esta tesis capital de su obra. G. es ante todo un novelista y un dramaturgo. El ensayista y el crítico son aspectos secundarios en él.
     
      Obra. a) Libros de viajes y ensayos coleccionados: Journey without maps (Viaje sin mapas), 1936; The lawless roads (Camino sin ley), 1939; The lost childhood (La niñez perdida), 1951, etc. b) Primeras novelas: The man within (Historia de una cobardía), 1929; England made me (Inglaterra me ha hecho así), 1935; etc. c) Obras más ligeras: Stamboul train (Orient-Express), 1932; Our man in the Habana (Nuestro hombre en La Habana), 1958, etc. d) Novelas llamadas «católicas»: Brighton Rock (Brighton, parque de atracciones), 1938; The power and the glory (El poder y la gloria), 1940; The heart of the matter (El revés de la trama), 1948; The end of the af fair (El final de la ventura), 1951; A burnt-out case (Un caso acabado), 1961; The comedians (Los comediantes), 1966. e) Novela religiosa no católica: The quiet american (El americano impasible), 1955. f) Novelas cortas: Veintiuna historias (1954); May we borrow your husband? (¿Podemos pedirle prestado su marido?), 1967, etc. g) Teatro: The living-room (El cuarto de estar), 1953; El cobertizo del jardín (1958); The complaisant lover (El amante complaciente), 1959; Carving a statue (Tallando una estatua), 1964. h) Guión cinematográfico: The third man (El tercer hombre), 1950. Ha publicado también, de tipo autobiográfico, Mi vida (1971). G. ha sido uno de los más discutidos novelistas a mediados del s. xx. Seis grandes novelas le han dado fama. Algunas de ellas son como parábolas metafísicas, con el solo plano del más allá. Tratan de ser cantos a la misericordia de Diosde reflejar la acción de la gracia sobrenatural en un sórdido mundo de pecado.
     
      Brighton, parque de atracciones. Por primera vez en la obra de G. Dios se manifiesta. En Brighton, en un ambiente de músicas y licores, suicidio y sensualidad, sitúa los personajes de Pinkie y Rosa, mal y bien, odio y amor. Pinkie, en la causa del príncipe de las tinieblas; Rosa, instrumento de la gracia de Dios. Y la misericordia divina sale victoriosa.
     
      El poder y la gloria. La mejor obra de G. Como en la parábola del hijo pródigo, en esta obra no hay sino el plano de lo divino, del más allá. El Teniente y el P. Whisky no tienen nombre porque son dos ideologías. Esta obra es la del misterio de la Iglesia, del cristianismo. La carne y la sangre de Dios brillando en medio de su aparente ausencia. Todo esto representado por un sacerdote pecador, a quien la gracia-va empujando hacia la santidad. Las claudicaciones del sacerdocio jamás derribarán al catolicismo, porque se' apoya en el gran sacerdote Cristo.
     
      El revés de la trama. Un cristiano seglar que lucha por salvarse, como en la obra anterior era un sacerdote el que luchaba. Un oficial de policía, converso, el comandante Scobie, por su insobornable rectitud ha merecido el nombre de «el justo». Mas un día esta integridad desaparece y termina en ' el suicidio. Es una víctima de la falsa compasión. Con todo, quizá podría salvarse. El diálogo entre Scobie, dispuesto a suicidarse, y Cristo pidiéndole que le compadezca (a Él) es de gran emotividad.
     
      El fin de la aventura. Se sitúa en Londres, en la guerra. Maurice Bendrix y Sara Miles viven en adulterio. En un bombardeo, ella cree muerto a su amante entre los escombros, y promete a Dios que si Bendrix vive, acabará con su pecado. Dios escucha su oración, y a través de una serie de graves dificultades que acarrea su viejo amor, alcanza Sara la santidad, sostenida visiblemente por la gracia.
     
      Un caso acabado. Selva adentro, en el Congo inmenso, penetra un personaje misterioso, Querry, belga y arquitecto. Llega al lazareto de una misión católica, hastiado de cuanto el mundo puede ofrecer. Él cree erróneamente que su fe se ha perdido. El dolor humano, la alegría sana de los padres de la misión, y, sobre todo, el amor de caridad que derrumba su egoísmo, hacen revivir sus creencias.
     
      Los comediantes. El marco de esta obra es el más tenebroso. En Haití y Santo Domingo, en un clima de adulterio, aparece la figura de Brown, el narrador y protagonista, con oficios varios y pecados innumerables. Los jesuitas le han enseñado que la vida es una tragedia, en la que Dios lo supervisa todo. Luego, su vida le hace pensar que el mundo es una comedia. Pero, por un suceso, Brown considera otra vez la vida como tragedia. Así, se llega a la existencia de Dios.
     
      El cuarto de estar. Expone la conducta de un sacerdote. Satiriza a una piedad ridícula y sin fundamento, y se advierte un gran conocimiento del corazón humano.
     
      El cobertizo del jardín. En medio de una familia incrédula sitúa a un sacerdote. Exalta el acto heroico del P. Callifer ofreciendo su propia fe al pedir el milagro de la resurrección de su sobrino. Con ello se desmorona la incredulidad familiar. La obra mantiene la tesis de que la vida sin fe no merece vivirse.
     
      Tallando una estatua. Expresa que es imposible acercarse a Dios, labrarle fuera o dentro de uno mismo, sin verdadero amor de caridad.
     
      En estas novelas G. se muestra conocedor de aspectos y profundos del catolicismo, de la realidad del cielo e infierno, bien y mal como cosas personales, eficacia sobrenatural de la Iglesia, su sacerdocio y sacramentos, más allá de la virtud de sus ministros o fieles; pero se le achaca el insistir demasiado en situaciones límites y en detenerse en describir la injusticia, bajeza o perversión, presentando las realidades positivas sólo por ausencia, por el contraste de su falta, como si fuese proclive a un cierto pesimismo sobre la fuerza de la libertad para el bien; la gracia parece a veces sólo recubrir al hombre pecador (al modo del pensamiento luterano) pero no alejar del pecado o fortalecer contra él. Su estilo es justo y acabado; se le ha censurado que exagere a veces demasiado la imaginería sexual. Sus más recientes obras desmerecen de las anteriores.
     
     

BIBL.: R. MATTHEWS, Graham Greene, Madrid 1959; CH. MOELLER, Literatura del s. XX y cristianismo, Madrid 1964; V. DE PANGE, Graham Greene, Barcelona 1964; E. PUIALS, Drama, pensamiento y poesía en la Literatura inglesa, Madrid 1965; A. BLANCHET, El sacerdote en la novela de hoy, Zaragoza 1961; W. GRENZMANN, Problemas y figuras de la literatura contemporánea, Madrid 1963; F. L. KUNKEL, The Labyrinthine ways of Graham Greene, Nueva York 1959; D. PRYCE-JONES, Graham Greene, Edimburgo 1963; F. WYNDHAM, Graham Greene, Londres 1962; G. WEALEs, Religion in Modern English Drama, Filadelfia 1961; F. K. KARL, A Reader's Guide to the Contemporary English Novel, Londres 1964; J. M. IBÁÑEZ LANGLOIS, El mundo pecador de Graham Greene, Santiago de Chile 1967.

 

L. DURÁN JUSTO.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991