FILEMON, EPÍSTOLA A


La carta a F. es el escrito más corto de S. Pablo y uno de los más breves de todo el N. T. Encierra un gran contenido humano, social y cristiano; está escrita en un estilo ágil, insinuante, y tiene al mismo tiempo, dentro de su concisión, todos los elementos del género epistolar: destinatarios, saludo y elogio (1-7), argumento (8,21), noticias y saludo final (22-25). Los autores le han tributado grandes elogios. Presenta algunos problemas críticos en aspectos de detalle, y los estudiosos se pierden, a veces, en disquisiciones ingeniosas.
      Autenticidad y destinatarios. Solo algunos pocos autores racionalistas (F. C. Baur, C. Weizsácker, B. Steck) han negado que esta carta sea de S. Pablo; quieren fundarse principalmente en la estrecha relación que existe entre la carta a F. y la de Colosenses, que tiene un contenido y un vocabulario diferentes del resto de las cartas de S. Pablo. La carta a los Colosenses (v.), dicen, no es de S. Pablo, luego tampoco la de F., pues son muy afines. Pero las diferencias de Colosenses con las otras cartas paulinas pueden explicarse por las circunstancias diversas en que fue escrita, por el argumento y la finalidad. Además, puede retorcerse así el argumento: la carta a F. es de S. Pablo, luego también la de Colosenses, por su afinidad con la primera. Desde los primeros tiempos la carta a F. fue admitida en la Iglesia y atribuida a S. Pablo, como consta por el Fragmento de Muratori (v.), y las versiones más antiguas: siriaca, latina y copta (v. BIBLIA II). La carta se dirige no sólo a F., sino también a Apia, a Arquipo y «a la iglesia que se reúne en tu casa». Se afirma ordinariamente que F. es el dueño de Onésimo, y que residía en Colosas. La relación entre la carta a F. y la carta a los Colosenses fundamenta esta afirmación. Así, Col 4,9 parece indicar que Onésimo es de Colosas, y Col 4,17 localiza a Arquipo en Colosas. E. 1. Goodspeed, Knox, Wieseler piensan que la carta actual a F. es la carta original a Laodicea mencionada en Col 4,16, y, por tanto, que F. vivía en Laodicea. Goodspeed y Wieseler, ya veremos en el apartado siguiente la teoría singular de Knox, aducen dos razones: la primera que una carta (la de Laodicea) tan recomendada por S. Pablo no es probable que se haya perdido; la segunda que el contenido y el saludo hacen de la carta actual a F. no una carta personal, sino eclesial y apta para ser leída en la asamblea. Sin intentar averiguar el paradero de la carta a Laodicea mencionada en Col 4,16, se puede decir que las razones de los dos autores citados parecen demasiado genéricas y sin consistencia científica.
      Contenido y finalidad de la carta. Onésimo, esclavo de un cristiano rico de Colosas, huye de la casa de su amo. En Roma, donde según lo más probable se refugia, se encuentra con S. Pablo, amigo de su amo. S. Pablo lo instruye en la nueva fe y Onésimo se convierte. El apóstol piensa retener al esclavo consigo, pero esto le parece poco delicado hacia su amigo, al cual quiere dar ocasión no sólo de realizar un acto de clemencia, sino de obrar en conformidad con los nuevos principios cristianos, acogiendo a Onésimo no ya como esclavo sino como hermano en Cristo. La afinidad de argumento ha sugerido la comparación de la carta a F. con dos cartas dirigidas por Plinio el joven a Sabiniano (Opera, ed. A. M. Guillemin, París 1928, t. 111,114-118). Pero las diferencias son tan sustanciales que nada dice esta posible semejanza contra la autenticidad de la carta. 1. Knox, seguido por Greeven, reconstruye las cosas de un modo diverso. Filemón no sería el atrio de Onésimo, sino el jefe de las iglesias del Lico, residente en Laodicea. El amo sería Arquipo. Como S. Pablo no ha tratado a éste, prefiere abordarle a través de la iglesia de Colosas, y de F., jefe jerárquico de la región. Por eso escribe a éste y hace pasar su carta por Laodicea, residencia de F., carta que los Colosenses deberán leer también (Col 4,16), y entre ellos Arquipo a quien nombra especialmente (Col 4,17). El P. Benoit responde a Knox que todo parece indicar que F. es el amo de Onésimo. No parece que la «iglesia que se reúne en tu casa» pueda aplicarse a Arquipo, ni que el servicio que pide S. Pablo se identifique con la «diaconía» que Arquipo ha recibido en el Señor. «Lo que impulsa a Knox, dice Benoit, a estas conclusiones insólitas es que la carta a Laodicea (Col 4,16) debe ser la carta actual a Filemón, porque no puede ser nuestra carta a los Efesios (v.), pues ésta no es de S. Pablo sino de un compilador posterior. Sin embargo, la carta a los Efesios es prácticamente contemporánea de Colosenses y Filemón, y puede muy bien ser la carta de Laodicea citada en Col 4,16» (DB [Suppll V[1,196-198).
      Lugar y fecha de composición. La carta a F. presenta contactos muy marcados con la carta a los Colosenses (v.) que sugieren idénticas circunstancias de composición. S. Pablo está preso (Philm 1,9,10, .. ; Col 4,3,10,18); asocia a Timoteo en la escritura de ambas cartas; está acompañado de los mismos compañeros (Philm 23-24; Col 4,10-14). Arquipo, mencionado entre los destinatarios de F., es mencionado también en Col 4,17. Ordinariamente se admite que ambas cartas proceden de S. Pablo prisionero en Roma. Algunos estudiosos dicen, sin embargo, que las escribió estando preso en Éfeso (2 Cor 11,23). Éfeso, dicen, ofrecía buen refugio para los esclavos fugitivos de Colosas o Laodicea; S. Pablo espera visitar las iglesias del Valle del Lico, lo que sería imposible estando tan lejos, en Roma; si está en Éfeso, se explica fácilmente el ruego del apóstol para que se le prepare alojamiento. Otros autores (Goguel, Lohmeyer, Dibelius) que S. Pablo las escribió durante la cautividad de Cesarea de Palestina. Benoit (1313 [Suppli VII,158-159), rechaza con abundantes razones ambas hipótesis: 1) Localizar en Éfeso las cartas a Colosenses, Efesios y F. sería hacerlas contemporáneas de Corintios y Gálatas, anteriores incluso a la de los Romanos. Y todo se opone, tanto el estilo como el fondo, a semejante contemporaneidad. En la carta a Efesios se retoman ciertos problemas de Romanos para tratarlos bajo una nueva luz. 2) Localizándolas en Roma todo se explica mejor: el esclavo Onésimo pudo muy bien llegarse a Roma donde escaparía mejor a los intentos de hallarlo. Lucas, que le acompaña cuando escribe, se había quedado en Filipos durante la estancia paulina en Éfeso (Act 16,12-17; 20,5). Marcos, después de la separación en el primer viaje misionero, no acompaña más a S. Pablo hasta encontrarse con él en Roma (Act 15,37-39). Igualmente se descarta la prisión de Cesarea, pues, después de apelar al emperador, no podría pensar en una inminente liberación (Philm) ni la situación en que se encuentra en Cesarea (Act 23,35) le hubiese permitido la actividad misionera que supone Col 4,3 ss. Todas estas razones avalan la teoría tradicional que supone que la carta a F., así como la de Colosenses y Efesios, fue escrita durante la primera cautividad romana, entre los años 61-63.
     
      V. t.: PABLO, SAN; EPÍSTOLAS; NUEVO TESTAMENTO.
     
     

BIBL.: L. CERFAUX, Las epístolas de la, cautividad, en lutroducción a la Biblia, II, de A. ROBERT y A. FEUILLET, Barcelona 1970, 438-470; P. L. COUGHOUD, Le style rythro7é dans 1'Epitre a Plailenron, «Rev. d'Histoire des Religionsu (1927-B) 129-146; J. KNOX, Philenron and the Authenticity ol Colossians, "Journal of Religions" 18 (1938) 144-160; P. MEDEBIELLE, Epitre á Philenron, en La Sainte Bible, XII, de L. PIROT 5, A. CLAMER, París 1946; P. BENOÎT, Les Epitres de S. Paul au.c Plzilippiens, á Plidemon, au.e Colossians, au.r Ephésiens, París 1949; J. KNOX y G. A. BUTTRICK, The Epistle to Philenron, en The Interpreter Bible, XI, Nueva York 1955; S. BARTINA, Epístola a Filemón, en PROFESORES S. I., La Sagrada Escritura N. T., 11, 2 ed. Madrid 1965; ID, La Deuda de Filemón a Pablo, en Studiortun Paulinorum Congressus Internationalis Catholicus, II, Roma 1963, 142-152; P. BENOIT, Philemon, Epitre á, en DB (Suppl.) París 1965, VII1,1204-1211; L. TURRADO, Epístola a Filemón, en Biblia comentada, VI, Madrid 1965; F. MUSSNER y A. STOEGER, Carta a los colosenses. Carta a Filemón, Barcelona 1970.

 

CARLOS DE VILLAPADIERNA.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991