FELIPE I DE CASTILLA, EL HERMOSO


Hijo de Maximiliano I (v.), Emperador de Alemania, y de María de Borgoña, n. en Brujas el 22 jul. 1478. Archiduque de Austria, a la muerte de su madre en 1482, heredó sus Estados patrimoniales bajo la tutela de su padre. En 1495 éste concertó su matrimonio con Juana (V. JUANA DE CASTILLA, LA LOCA), hija de los Reyes Católicos, a la vez que el de su hermana Margarita con Juan, heredero español, para fortalecer la alianza de las dos potencias frente a Francia. El enlace de F., celebrado en Lille en 21 oct. 1496, tuvo sin embargo enorme repercusión en la política europea, por cuanto la muerte de Juan (1497) y de Isabel (1498), herederos españoles, y la del hijo de ésta, Miguel de Portugal (1500), presunto unificador peninsular, hicieron recaer sobre Juana la herencia española. Esta y su marido vinieron a España y fueron reconocidos herederos en las Cortes de Toledo y Zaragoza de 1502, pero F., molesto por el carácter español y despreocupado totalmente de los asuntos castellanos, decidió regresar inmediatamente a Flandes. A su paso por Francia, el monarca de este país, Luis XII (v.), logró concertar con él y con Maximiliano el tratado de Lyon, por el que, sin permiso de Fernando II de Aragón (v.), F. acordaba el matrimonio de su hijo Carlos con la hija del rey francés, Claudia, y comprometía la suerte del reino de Nápoles, recién conquistado por los españoles.
     
      En esta situación, el desequilibrio mostrado por Juana durante los últimos tiempos llevó a Isabel a establecer una nueva cláusula en su testamento: si su hija estaba ausente, no quería reinar o no podía hacerlo, no sería F., sino su marido Fernando, quien había de desempeñar la regencia-de Castilla hasta que el primogénito de Juana, Carlos, cumpliese los 20 años. Naturalmente, a la muerte de Isabel (27 nov. 1504) surgió el enfrentamiento entre yerno y suegro, puesto que aquél reclamaba el gobierno como marido de Juana, en tanto que Fernando lo solicitaba en cumplimiento del testamento de su esposa. Mientras que las Cortes de Toro admitían al aragonés como regente (11 en. 1505), F. fue ganando adeptos, especialmente entre los n.)bles, que vieron en él el posible restaurador de sus perd dos privilegios. Para compensar esta situación, el monarca aragonés firmó con Luis XII un tratado en Blois (28 jul. 1505), por el que concertaba su matrimonio con la sobrina de éste, Germana de Foix, deshaciendo el pacto de Lyon. F. entonces no tuvo más remedio que avenirse a un acuerdo con Fernando (concordia de Salamanca, 24 nov. 1505), queriendo ganar tiempo hasta su venida a España. Realizada ésta en compañía de Juana (1506), el pacto quedó roto tras las entrevistas con Fernando en Remesal y Renedo, y el monarca aragonés se retiró a sus posesiones. Las Cortes castellanas reconocieron a Juana y F. como reyes y a Carlos como heredero, pero no consintieron en declarar la incapacidad de la reina a pesar de las presiones de su marido. F., no obstante, alejó a Juana del Gobierno e inició éste rodeándose de una camarilla compuesta por sus consejeros más allegados. Pese a que renovó los principales órganos de gobierno, sustituyendo a los funcionarios por otros adictos a su causa, los nobles no quedaron satisfechos, pues F. se mantuvo como un monarca autoritario. Su actitud con la reina, la concesión abusiva de mercedes, la mala administración, movieron por fin a aquéllos a formar nuevamente partidos, ahora en contra del gobierno de F. En esta situación, F. m. repentinamente en Burgos, a consecuencia de un enfriamiento tras un partido de pelota, el 25 sept. 1506.
     
      Los cronistas le describen de carácter alegre, franco y abierto, pero abúlico y desinteresado salvo con las mujeres y los deportes, muchos de los cuales practicaba asiduamente. Físicamente era un mozo alto, robusto y ágil, rubio, ancho de espaldas y bien plantado, por todo lo cual mereció el sobrenombre con que se le conoce. En sus 10 años de matrimonio tuvo seis hijos: Leonor, reina de Portugal y luego de Francia; Carlos, rey de España y Emperador de Alemania; Isabel, reina de Dinamarca; Fernando, sucesor de su hermano en el Imperio; María, reina de Bohemia y Hungría; y Catalina, reina de Portugal por su matrimonio con Juan III.
     
     

BIBL.: 1. M. DoussINAGUE, Un proceso por envenenamiento. La muerte de Felipe el Hermoso, Madrid 1947; K. HAEBLER, Die Streit Ferdinand's des catholischen und Phillip's zum die Regierung von Castillien, Dresde 1882: H. FINZE, Zur Carakteristik Philippe des Schónen, Insbruek 1905.

 

J. M. RODRÍGUEZ GORDILLO.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991