ESCULTISMO


Del inglés scout, explorador, boy-scout, muchacho explorador. Es un sistema activo de educación, cuya originalidad ha ido ganando terreno, desde que el general inglés Lord Baden Powell (v.), inició en el verano de 1907 el primer campamento scout con 24 muchachos de todas las clases sociales, hasta convertirse en un gran movimiento juvenil de carácter universal, extendido actualmente en 107 países con 13 millones de asociados. Su desarrollo lo explicaba Baden Powell en una breve frase: «primero tuve una idea, luego brotó un espíritu y después tuve que crear una organización».
     
      La idea fue crear un «mundo» hecho a la medida del muchacho, sin barreras sociales, políticas o religiosas, en el cual la formación integral de la personalidad de cada chico fuese conquistada por él mismo a través de actividades y aventuras, llenas de imaginación, al aire libre o en la ciudad. Para conseguirlo, Baden Powell creó un método, revolucionario para su tiempo, del que se han servido otras asociaciones interesadas en la educación de la juventud. Lo expuso en su libro fundamental Escultismo para muchachos, cuya base principal es la ley y la promesa scout. La ley consta de 10 artículos que proponen al muchacho vivir las virtudes del honor, la lealtad, la habilidad y el servicio a los demás, la amistad y la fraternidad, la piedad, la alegría, la laboriosidad y la limpieza de vida. La promesa es un acto voluntario por el cual el muchacho se incorpora al movimiento Scout con una breve y emotiva ceremonia, cuya fórmula, en esencia, es la misma para todos los países: «Prometo por mi honor y con la ayuda de Dios hacer cuanto de mí dependa por cumplir mis deberes para con Dios y mi Patria; ayudar al prójimo en toda circunstancia, y cumplir fielmente la ley scout». Otra característica propia del e., no exenta de simbolismo, es su uniforme, que, con ligeras variantes de unos países a otros, consiste en sombrero de ala ancha con copa de cuatro bollos; pañuelo arrollado al cuello en triángulo con el ángulo recto a la espalda; camisa con dos bolsillos laterales; pantalón corto, y medias de lana vueltas. Las insignias, emblemas y distintivos que se incorporan al uniforme tienen un significado educativo de estímulo y de superación. La insignia mundial es la flor de lis blanca, en fondo morado, rodeada por un cabo cuyos extremos están ligados por un nudo llano o de rizo, en la parte inferior del círculo. Toda la educación o adiestramiento, incluso el modo de vivir la Ley y la promesa, se da en forma progresiva, por medio de juegos, convivencia en campamentos, servicios a la comunidad, empresas y proyectos, actividades de habilidad, etc. La forma de aplicar estos principios es adaptable a la cultura y desarrollo de cada país y está en continua evolución, gracias a la colaboración y asesoramiento pedagógico que los adultos y organismos de educación aportan al e. Según la edad, los chicos y jóvenes se distribuyen en cuatro unidades o ramas: manada de lobatos, de ocho años; tropa scout, de 12 a 14; tropa esculta (todavía en experimentación), para muchachos de 15 y 16 años, y clan de «rovers», de acuerdo con la terminología original, de 17 años en adelante. Paralelas a estas ramas están las femeninas correspondientes a las Muchachas Guías (v. BADEN POWELL). Pero verdaderamente las células vivas del escultismo son la seisena para los lobatos, la patrulla para los scouts y el equipo para los escultas y rovers, que son todas ellas como pequeñas comunidades de autogobierno y cogestión, en un clima de iniciativas personales y de libertad responsable. Las cuatro unidades, o al menos dos de ellas, forman un grupo scout, que es dirigido colegiadamente por el jefe de grupo y los jefes y ayudantes de cada unidad, constituidos en Consejo de Grupo. Pero antes de tomar decisiones deben oír a los seiseneros, guías de patrulla y jefes de equipo, constituidos a su vez en gran consejo, consejo de tropa y consejo de clan respectivamente. Estos mismos consejos, cuando tienen que tratar asuntos de disciplina o de espíritu se constituyen en cortes de honor.
     
      El espíritu brotó al poner en práctica estos principios básicos, consiguiendo que el muchacho encontrase un modo de entender la vida; fuese más feliz, y viviese el presente con optimismo y alegría hacia el futuro, con la esperanza de «dejar el mundo un poco mejor de como se lo había encontrado», como explica Baden Powell en una de sus cartas conocida por el «último mensaje». Como manifestación pública de este espíritu, se celebra cada cuatro años una jamboree, o reunión internacional, de los scouts de todo el mundo, en el país que acuerde la jamboree anterior. La primera fue en Olympia, Londres, en 1920, a la que asistieron 50 exploradores de España y un contingente variado de otros 33 países. Desde la publicación del libro principal de Baden Powell, la difusión de este espíritu fue rápida y en menos de tres años se calcularon en 3.000.000 los scouts repartidos por el mundo. El primer censo de Inglaterra en 1910 da la cifra de 109.000 muchachos. En 1909 se creó en Chile la primera asociación de boy-scouts fuera de Inglaterra. En España, D. Teodoro de Iradier, capitán de caballería y D. Arturo Cuyás, escritor, constituyeron el Comité organizador de los exploradores de España, logrando el 30 jul. 1912 la aprobación de los estatutos y reglamentos de la asociación por el Gobierno civil de Madrid; pero fue en Vitoria donde se creó la primera tropa de los exploradores el 11 oct. 1912. En 1933 se crearon en Madrid los scouts hispanos, y en Barcelona los boy scouts de Catalunya. En 1940 quedaron suspendidas las actividades scouts en España, para reanudarse 10 años más tarde por diversos núcleos de exploradores (scouts de España), delegaciones diocesanas y e. catalán.
     
      La organización fue impuesta por las circunstancias, para conservar, velar y programar los principios y reglas del e. El máximo organismo del movimiento es la conferencia scout mundial, que actúa como una asamblea general. Legisla, delibera, estudia y decide sobre aspectos fundamentales del e., sin inmiscuirse para nada en los asuntos internos de cualquier país. Para ser país miembro del movimiento scout mundial, deben seguirse los principios fundamentales del método scout y aceptar las reglas contenidas en su constitución. España figura como país miembro fundador de la Conferencia en 1920. Las reuniones se celebran cada dos años en el país que la misma Conferencia acuerde, y todas las naciones tienen voz y voto en pie de igualdad. De modo permanente existe un Comité scout mundial que se reúne por lo menos una vez al año en el país que elijan sus 12 componentes. En Ginebra funciona la Oficina scout mundial que tiene como misión poner en práctica los acuerdos de la Conferencia y del Comité, más la de mantener constantes relaciones con todos los países. Al frente de la misma hay un director responsable. En determinadas áreas de naciones con problemas afines existen asesorías regionales especializadas, como el Consejo interamericano de escultismo y otras en Extremo Oriente, mundo árabe, Europa, etc. Hay también otros organismos consultivos en conexión con la Oficina y el Comité mundial, como la Conferencia internacional de escultismo católico, Centro consultivo internacional de adiestramiento, etc. En el plano nacional cada país se organiza según sus propias circunstancias, aunque la tendencia general sea la de tener una sola asociación scout en cada país. En España existe un Comité de enlace del escultismo español, constituido por la Asociación nacional de los exploradores de España, católica y abierta; el movimiento de escultismo católico, confesional y apostólico, y la Asociació Catalana d'Escultisme, de carácter regionalista. Son competencia del Comité las relaciones con la Oficina mundial y la resolución de los problemas de interés común del e. español, que ha sido reconocido probationary member por la Conferencia scout europea celebrada en Baden, Austria, en agosto de 1970.
     
     

BIBL.: AGILCRAFT», Lobatos, 3 ed. México 1966; ÍD, Scouts, 3 ed. México 1966; ÍD, Rovers, 2 ed. México 1967, ÍD, Cómo dirigir una Manada, -3 ed. México 1967; ÍD, Cómo dirigir una Tropa, 3 ed. México 1968; R. E. PHILIPPS, El sistema de patrullas, 3 ed. México 1968; P. BERTOLINI, Educación y Escultismo, Barcelona 1960; M. D. FORESTIER, Escultismo, ruta de libertad, 2 ed. Barcelona 1965; M. DE PAILLERETS, Los muchachos y el Escultismo, Barcelona 1965.

 

R. POVEDA LONGO.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991