EDUVIGIS, SANTA


Nació entre 1174 y 1178, en el castillo de Andechs, Baviera, hija del príncipe imperial alemán conde Bertoldo IV de Andechs, duque de Merania. Fue tía de S. Isabel de Hungría (v.). Educada en las monjas benedictinas de Kitzingen del Maine, casó a los 12 años de edad con el duque Enrique I de Silesia, de la familia de los Piasten polacos. Sus dominios abarcaban, además de Silesia, la parte sur de la Gran Polonia, Lebus y los ducados de Cracovia y Sandomir. El país estaba todavía en la primera etapa de su cristianización y colonización, y desde el punto de vista económico permanecía muy poco explotado. Por esta razón el ejemplo de E. como verdadera esposa y madre cristiana, así como bondadosa mujer campesina, era especialmente importante. Impulsó al duque a importantes fundaciones religiosas, participando ella sobre todo en la fundación del primer convento de monjas de Silesia: el de religiosas cistercienses en Trebnitz, Breslau, en 1202, para el cual llamó de abadesa a su maestra Petra de Kitzingen. En poco tiempo llegó a reunir 120 monjas, convirtiéndose en el más antiguo lugar de peregrinación de Silesia, en monumento artístico y en casa madre de cuatro conventos más. Debido a esto, E. fue representada más tarde con la maqueta de la iglesia de Trebnitz en la mano. La duquesa no sólo ayudó a completar la cristianización de su país sino también a elevarlo culturalmente. Así, p. ej., según la tradición, se le atribuye la construcción del Hospital del Espíritu Santo, fundado en Breslau en 1214. Tomó parte en la política de colonización de su esposo y en la acción de atraerse a emigrantes alemanes. Seguramente influyó también para que se llamase a la Orden de caballería alemana con el objeto de misionar en Prusia, acción realizada por el duque Conrado de Masowia. En 1229 hizo de mediadora de paz entre este duque y su esposo. Según la costumbre de la época, E. se traladaba con su esposo de ciudad en ciudad. En todas partes se preocupaba por los enfermos, presos, viudas y huérfanos.
     
      Tenemos noticia de que rezaba los salmos, frecuentaba la santa Misa, diariamente hacía meditación, sintiendo especial veneración por los sufrimientos de Cristo y de María. En los últimos días de su vida, E., que estaba influida por la mística de S. Bernardo (v.), lo fue también por el espíritu franciscano. De modo ejemplar unió la vida activa y la contemplativa. En 1241 E. confortó los últimos momentos de uno de sus hijos (tuvo siete) Enrique II, muerto en la batalla de Wahlstatt, Liegnitz, contra los tártaros. Falleció E. el 14 oct. 1243 en el convento de Trebnitz, siendo allí enterrada. Debido a la gran veneración del pueblo por ella, en 1262 se abrió ya el proceso de canonización, declarándosela santa el 27 mar. 1267 en Viterbo, por el papa Clemente IV. Su fiesta se celebra el 17 de octubre.
     
     

BIBL.: Legenda maior de beata Hedwigi, de autor desconocido, escrita hacia el año 1300 (Acta Sanct., octubre 8, París 1953, 224264); Z. GOSTOMSKA-ZARZYCKA, Ksiezna ladwiga slaska na tle legendy XIV w.i poan ludowych. Rocznik zakadu narodowego imienia Ossolinskich 3, Breslau 1948, 231-250; J. PÉREZ DE URBEL, Año Cristiano, 4, Madrid 1933, 104-107; J. GOTTSCHALK, St. Hedwig, Herzogin von Schlesien, Colonia-Graz 1964; P. NARUSZEWICZ, Edvige, en Bibl. Sanct. 4,933-934.

 

ANNELIESE TRILLER.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991