DIEGO DE ESTELLA


Predicador y escritor ascético de gran influjo en España y Europa durante los s. xvi-xvlt, especialmente alabado y utilizado por S. Francisco de Sales (v.) y Fenelón (v.). N. en Estella (Navarra) el 13 abr. 1524. Estudia en Salamanca, donde toma el hábito franciscano (1541), y luego de residir en la corte de Portugal viene a Madrid (ca. 1560) como predicador de la corte de Felipe 11. De 1565 a 1569 se ve envuelto en algunos procesos dentro de la Orden a causa de sus diferencias con el P. Fresneda, obispo y confesor del rey. Ello le obliga a retirarse a Salamanca e incluso a un confinamiento en Toro. Rehabilitado vuelve a Salamanca y desarrolla gran actividad apostólico-literaria (1573), siendo procesado por la Inquisición a causa de uno de sus libros, las Enarrationes sobre el Evangelio de S. Lucas (Salamanca 1574-75), donde se encuentran expresiones imprecisas y reprende audazmente los vicios de la época. M. en la segunda mitad del a. 1578.
     
      Durante su estancia en Portugal escribió una Vida del Apóstol S. Juan (Lisboa 1554), y en 1576 publica en Salamanca un tratado de oratoria, el Modus concionandi (1570, 3 ed. Madrid 1951), al que van anejas unas predicaciones cuaresmales (Explanatio in Ps 136); pero las obras que le ganaron universal renombre, con numerosísimas ediciones y traducciones, y que contienen el núcleo de su doctrina, son el Libro de la Vanidad del mundo (Toledo 1562, 2 ed. aumentada Salamanca 1574) y las Meditaciones devotísimas del amor de Dios (Salamanca 1576).
     
      De buena formación teológica y humanista (dominaba el griego y el hebreo), se revela óptimo escritor, mereciendo ser enumerado entre los mejores clásicos de la lengua. Su estilo -de periodos breves en la Vanidad, más abundoso en las Meditaciones- es de gran plasticidad, realismo y viveza, transparentando al predicador, de lo que muchas veces le viene la carencia de precisión conceptual que le originó varias censuras inquisitoriales. Dentro de la corriente ascética cristiana tradicional, hemos de situar a D. de E. en el marco del pensamiento ascéticoteológico franciscano (simplicidad, voluntarismo afectivo, espíritu renovador, tierna devoción al Verbo encarnado y a su Madre, teología del bien y de la caridad, etc.), matizado por el senequismo español y dentro del ambiente contrarreformista de la época. Las fuentes de su doctrina son la Biblia y los Padres (sobre todo Agustín y Gregorio); con ellos, S. Bernardo (v.), Inocencio 111 (v.), Tomás de Kempis (v.) y Raimundo Sabunde son sus inspiradores más directos, siendo muy parco en citas explícitas. No elaboró un sistema acabado de pensamiento, pero en él se distinguen netamente dos polos: el negativo de renuncia a lo creado (predominante en la Vanidad) y el positivo de puro amor a Dios (propio de las Meditaciones). No describe este amor como transformante, desinteresado, exclusivista, motivando una renuncia radical a todo otro amor creado. Si en el fondo su doctrina es equilibrada, no puede negarse que bien sea por acentuar tal exclusividad, bien por su estilo oratorio, bien por su temperamento un tanto extremista, bien por un cierto pesimismo en la estima de los bienes creados y del hombre mismo, tiende fuertemente a presentar la renuncia cristiana como un desprecio y aborrecimiento, tanto del yo, pecador y miserable, cuanto de las demás criaturas, ignorando sus cualidades positivas con exageración evidente; nota personal que lo aparta de la espiritualidad franciscana y lo emparenta más bien con los místicos flamencos.
     
      Los libros de D. de E. fueron considerados entre los clásicos de la piedad cristiana en su tiempo y es notable su influjo difuso en toda Europa. Fue traducido incluso al árabe, sirio, eslavo, polaco, azteca.
     
     

BIBL.: «Archivo Ibero Americano» 22 (1924) 5-278, 384-388 (número consagrado al centenario); P. SAGÜEs AZCONA, Fr. Diego de Estella (1524-1578), Madrid 1950; D. DE MONLERAS, Dios, el hombre y el mundo en Alonso de Madrid y Diego de Estella, Roma 1958; fD, Estella, en DSAM IV,1366-1370 (con buena bibl.).

 

PEDRO DE ALCÁNTARA MARTÍNEZ.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991