BOLAZO

Religión No Cristiana

 

Nombre europeo dado a los monjes budistas del Japón y de China; se utiliza también para indicar cualquier sacerdote budista de Asia. S. Francisco Javier, en una carta escrita desde Kagoshima, el 5 nov. 1549, utilizó la palabra b. para hablar de los religiosos budistas. La palabra se introdujo en Europa con la versión latina de esta carta. El término proviene del japonés bóshu, bózu, del chino fangshu, que indica el superior de un monasterio budista.
      En China, el nuevo régimen comunista, según lo que en 1950 se sabía en HongKong, obligó a 400.000 b. de ambos sexos, de un total de 700.000, a volver a la vida civil y secular y 200.000 monjes jóvenes han sido reclutados para el ejército (New York Times, 16 abr. 1950).
      Desde entonces, parece que la situación religiosa ha empeorado y muchos sacerdotes budistas han abandonado su religión, pudiéndose afirmar que el budismo chino se está desintegrando. De hecho, el tipo clásico del b. chino ha desaparecido; además, desde hace mucho tiempo, el clero chino carecía relativamente de importancia. En el confucianismo no había clero (v. CONFUCIO Y CONFUCIANISMO); en el taoísmo (v.), los b. apenas tenían otra misión que celebrar ceremonias, adivinar y preparar amuletos mágicos; en el budismo, aunque el clero ejercía fuerte autoridad sobre los templos, tenía, sin embargo, poca influencia sobre la vida religiosa del pueblo. En los años últimos antes de la revolución comunista, la dirección de las cuestiones religiosas había sido gradualmente absorbida por los simples fieles. El desarrollo de la tradición de la salvación por medio del propio esfuerzo había relegado al sacerdote budista, al b., a un lugar secundario; la decadencia de los b. chinos hizo que la mayor parte de la actividad budista moderna se llevara a cabo por instituciones laicas, como las sociedades del Loto, del Karman Puro, de las Salas de Buda, más bien que en los templos. Los simples adeptos chinos son los que han fomentado el pensamiento budista durante estos últimos años: pueden citarse a Yang Wenhui, Wang HungYuan y Uyang Chingwu. Si el budismo chino no desaparece totalmente y si el comunismo admite la presencia de esta religión en el país, el b. tendrá un aspecto distinto, completamente nuevo.
      En el Japón, en 1945, el Comando Supremo de los Aliados prohibió al gobierno japonés seguir prestando ayuda oficial a la religión del Estado, el shintó (v. siNToíSMO); desde entonces, el Estado ha suprimido toda ayuda a cualquier religión y la enseñanza religiosa está prohibida en las escuelas públicas. Sin embargo, el budismo es muy popular y muy activo en el país y los b. budistas desarrollan un gran papel religioso y cultural. El monje zen (v. ZEN) está casi todo el día en la sala de meditación de su monasterio y sale para ir a mendigar la comida por las aldeas. En 1960 se contaban en el Japón hasta 122.000 b., pertenecientes a todas las sectas budistas.
      En los países del sudeste y del sur de Asia, en donde reina el budismo hmayána (v. BUDA Y BUDISMO 4, 6 y 7) (Ceilán, Thailandia, Birmania, Camboya, Vietnam), se distinguen dos categorías de b.: los que viven separados de los demás o en monasterios, los eremitas, y que observan los 231 preceptos de la ley budista; y los b. de las aldeas, los bhikkus en Ceilán, que observan los 227 preceptos búdicos. Estos últimos predican la religión, cumplen con los diversos ritos sociales, reciben las ofrendas, trabajan en instituciones sociales públicas o privadas y participan en ritos mágicoreligiosos populares con la ayuda de los magos locales, los chamanes, aunque hacen distinción entre ritos puros e impuros. En los templos, los altares dedicados a Buda están siempre separados de los dedicados a dioses y genios planetarios de aquella región. V. t.: BUDA Y BUDISMO; ZEN; CHINA VI; JAPÓN VI; VIETNAM V.
     
     

 

J. ROGER RIVIÉRE.

 

BIBL.: WINGTsIT CHALA, Tendencias religiosas de la China moderna, Madrid 1955; E. STEINILBEROBERLIN, Les sectes bouddhiques japonaises, París 1930; EDwARD B. HARrER, Religion in South Asia, Seattle 1964; R. DE BERVAL, Présence du Bouddhisme, Saigón 1959; M. ANEsAKI, History of Japanese Religion, Londres 1930; K. E. WELLs, Thai Buddhism, Bangkok 1939; E. YOUNG, The Kingdom of the Yellow Robe, Londres 1907; L. CADIÉRE, Croyances et pratiques religieuses des Vietnamiens, Saigón 1958; 1. HERBERT, Aus sources du Japon. Le Shintó, París 1964.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991