Teólogo francés; n. en Revin, 18 en. 1685. Cursó estudios en el colegio de los Jesuitas de Charleville, e ingresó en la Orden dominicana en el convento de su villa natal (1701), donde hizo su profesión religiosa; y también los estudios de Filosofía y Teología, concluyéndolos más tarde en el colegio de Lieja. En 1710 inició su magisterio; enseñó primero Filosofía en Douai y en Revin; de 1712 a 1715 fue profesor de Teología. A partir de este año se multiplican sus actividades docentes y ministeriales, conjugadas con el ejercicio de la predicación. Fue maestro de estudiantes en Douai, consiguiendo el grado de bachiller en 1717 y desempeñando el cargo de regente de estudios durante 1719-21. El trienio siguiente desempeñó el cargo de Prior de Revin, siendo elegido Provincial el 15 oct. 1728. Elegido de nuevo Prior de Revin, cesó en ese cargo al ser promovido otra vez para el oficio de Provincial (1741), para el que fue designado por tercera vez en 1752. M. en Revin, en 1757.
      En medio de estas ocupaciones de cátedra y gobierno, B. desplegó una amplia actividad científica, como testimonian los múltiples escritos que dio a luz a partir de 1711. Su producción científica reviste fundamentalmente un doble carácter: expositivo y polémico; si bien ha pasado más a la posteridad como exponente de la teología escolástica, expositiva y enciclopédica.
      El prestigio de B., como teólogo y comentarista de S. Tomás, está garantizado por dos obras, consultadas con provecho en nuestros días. Ambas fueron escritas con la preocupación de adaptar la teología a las exigencias de una época, en la que los problemas históricos ponían en crisis los principios de la teología especulativa. La primera de estas obras se titula Summa S. Thomae hodiernis Acaderniarurn moribus accommodata, sive Cursus Theologiae juxta mentem... D. Thomae in sua Summa, insertis pro re nata digressionbus in historiam ecclesiasticam, 19 vol., Lieja 1746-51 (unos años más tarde apareció un Suplementum, con carácter póstumo, Lieja 1759, sobre el exámeron, el estado religioso y los misterios de Jesucristo) Esta obra ha gozado de máxima aceptación, difundida en múltiples ediciones parciales o totales a lo largo s. XVIII y XIX; su éxito radica en su carácter enciclopédico, en la claridad de exposición y en su precisión nítida en la formulación y resolución de los problemas. La segunda obra, escrita para servir de texto a estudiantes de Teología, es resumen de la anterior y se titula Summa Summae S. Thomae, sive compendium theologiae, 6 vol., Lieja 1754, consiguiendo varias ediciones; la última iniciada en 1903, y adaptada a la enseñanza del S. XX.
      Los escritos polémicos de B. son múltiples. Pueden citarse 14 tratados más importantes, en defensa del tomismo en general, o de algunas tesis atomistas: problemas sobre la Eucaristía, la gracia y la justificación, etc. Sus escritos polémicos van ligados en su mayor parte a la Bula Unigenitus de Clemente XI, cuyo alcance desorbitaron los jansenistas y algunos molinistas del tiempo. B., fiel a los principios atomistas, defendió el probabiliorismo en Teología moral. B. cita poco a Cayetano, Juan de S. Tomás y los salmanticenses; sigue más a Francisco Sylvio, también profesor en Douai, y tomó de Gonet su método y las pruebas de la S. E. y Tradición.
      B. pertenece a una época teológica llamada "de imitación" (Epigonenzeit), que se extiende desde 1660 a 1760. En ella destacan eminentes figuras por su labor enciclopédica y de recopilación y por su intento de poner al día los múltiples elementos legados a la teología católica por los grandes talentos de la centuria que siguió a la celebración del conc. Tridentino. En Francia, lo mismo que en España y en otros países, la teología pagó tributo inmovilismo, no sabiendo descubrir formas nuevas de expresión, en un siglo en el que comenzaban a renovarse las estructuras de la sociedad. Los representantes de esta época, entre los que destacan también Pablo de la Concepción y el card. Gotti, no carecen de personalidad ni de vigor original, en la interpretación de los problemas científicos y en su integración a la teología; pero, su mérito principal estriba en haber condensado en obras de carácter enciclopédico los tesoros de la época clásica de la teología escolástica.
     

BIBL.: P. MANDONNET, Billuart, Ch.-René, en DTC 2, 890-892; M. GRABMANN, Historia de la Teología católica, Madrid 1946, 246-248; G. BOURGEOIS, Les souvenirs du pere Billuart a Revin, Chalons -sur-Marne 1929; L. FLYNN, Billuart and his Summa, Londres (Canadá) 1938.

ENRIQUE DEL SAGRADO CORAZÓN.