Predicador franciscano, n. en Feltre (Venecia) en 1439 de Donato Tomitano
y de Corona, prima del célebre Vittorino. Brillante estudiante, seguía en
Pavía cursos de Letras, Lógica y Derecho, cuando fue atraído por los
franciscanos observantes y la predicación de S. Jaime de la Marca. Tomó el
hábito el 14 mayo 1456, cambiando su nombre, Martín, por el de B. (el de
Siena acababa de ser canonizado). Sacerdote en 1463, nombrado lector
conventual, pronto se dedica a la predicación. Desde 1471 recorre toda
Italia, especialmente el centro y norte, casi siempre a pie, con gran
eficacia apostólica, como su homónimo de Siena. Muy escuchado y popular en
todas partes, no rehusa los temas de actualidad, combatiendo sobre todo la
depravación de costumbres y la usura de algunos banqueros y judíos,
escándalo de la época. Igual que su contemporáneo Savonarola es firme en
denunciar injusticias o abusos, lo que le vale la oposición de influyentes
personajes, y hasta bandos en contra suya y atentados a su vida. Recibió
delicados encargos pontificios, promoviendo la paz entre facciones
opuestas en diversas ciudades, aun exponiéndose inerme ante facinerosos
armados, como en Perugia (1486). En la peste de 1478 en Padua cuidó de los
apestados hasta quedar contagiado.
Estableció los Montes de Piedad en muchas partes y corrigió sus
estatutos en otras (en los 10 últimos años de su vida organizó más de 30),
pues los consideraba eficaz medio contra los horrores de la miseria,
aunque tuvo la oposición de usureros y algunos banqueros por un lado, y
por otro la de muchos religiosos, que no consideraban lícito ningún tipo
de interés, necesario para el desarrollo de los Montes. Promovió la
tercera orden franciscana, y asociaciones de culto y beneficencia. En 1481
recibió el título honorífico de predicador apostólico; ese mismo año
triunfa, defendiendo la Inmaculada Concepción, en discusión pública con el
P. Bandello O.P. Fue ardiente propagador del culto a S. José ya la
Eucaristía. Desempeñó además varios cargos en su provincia religiosa: en
1469 vicario del convento de Mantua, sucesivamente guardián de los
conventos de Feltre y Trento, después vicario provincial. Agotado por sus
trabajos que no dejó hasta su última enfermedad, m. el 28 sept. 1494 en
Pavía. Venerado como beato entre los frailes menores, con la fama de sus
virtudes y milagros obrados por su intercesión, Benedicto XIII reconoce su
culto en 1654; el calendario franciscano fija su fiesta el 28 de
septiembre.
Los sermones conservados reflejan, además de rasgos simpáticos de su
carácter, vivacidad y facilidad para la anécdota, así como su cultura y
seria preparación. Después de su muerte se publicaron algunos escritos
suyos: De perfectione christiana, Venecia 1532; De modo confitendi,
Brescia 1542; De expugnatione paradisi, Venecia 1554; Cinque prediche a
monache, Prato 1881.
BIBL.: Sermoni del b. Bernardino
de Peltre nella redazione di fr. Bernardino Bulgarino da Brescia. il
Quaresimale di Pavia (Orbis romanus 12), 1, ed. CARLO DA MILANO, Milán
1940; VE- CELLIO, Lettere di uomini celebri al b. Bernardino Tomitano da
Peltre, Peltre 1894; MOIRAGHI, Vita del B. Bernardino Tomitano da Peltre,
propagatore dei monti di pieta, Pavía 1894; L. DE BESSE, Le bienh.
Bernardin de Peltre et son oeuvre, París 1902; A. PELLIN, B. Bernardino da
Peltre, Lecco 1938; P. CASOLINI, Bernardino da Peltre, il martello degli
usurai, Milán 1939; H. HOLZAPFEL, Die Anfiinge der Montes Pietatis
(1462-1515), Munich 1903; I. LÓPEZ YEBES, Bibliografía del Ahorro, Cajas
de Ahorro y Montes de Piedad, Madrid 1969; más bibl. y fuentes en DHGE
VIII, 790-791.
JORGE IPAS.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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