Escritora francesa contemporánea; n. en París el 9 en. 1908, de familia
burguesa. En la Sorbona conoce a Sartre, admira su anticonformismo, le
sigue en la reacción contra los ambientes familiar y social del que ambos
proceden. Desde hace muchos años viven juntos. Profesora de filosofía en
Marsella, Ruan y París, publica novelas, obras de teatro y ensayos
filosóficos, cuyos temas giran con preferencia sobre la filosofía
existencialista. B. pretende establecer un acuerdo entre su doctrina atea
y la moral práctica. Partiendo de la no existencia de Dios, ha de negar la
de premios y castigos. De otra parte, una ley moral impuesta desde fuera
es rechazada para que el hombre se mantenga libre dentro del mundo del
absurdo en el que nace. En tal supuesto, ¿cuál es la actitud correcta?:
¿la del filósofo, que piensa y no actúa para preservar su libertad y la de
los demás, o la de quien defiende la acción ultraísta de cada hombre? B.
se decide por la moral activa porque la existencia de los «otros» hace
necesaria nuestra existencia (Pyrrhus et Ci, néas, 1944).
En Pour une morale de l'ambigüité (1947) desarrolla los temas de la
libertad individual y de las relaciones interindividuos. El hombre, «rey
soberano», entre los demás hombres, no es más que un objeto. Cada hombre,
dice, debe establecer su moral, de acuerdo con el modo de pensar, sin
ceder ante lo que intente coartar su libertad. Los problemas son, pues,
innumerables y de muy difícil solución. El ensayo Le deuxieme sexe (1949)
está dedicado a la mujer. Los rasgos tópicamente distintivos de la
psicología femenina proceden, sostiene, de la educación, elaborada en una
sociedad dirigida por varones. Dos libros de memorias, Mémoires d'une
jeune fille rangée (Memorias de una joven formal), 1958, y La force de
l'áge ( 1960), ilustran las tesis del último ensayo citado. En 1970
publica otro libro, La vieillese, donde expone las condiciones lamentables
en que viven aquellos que por su edad han dejado de ser productivos, a la
vez que critica la organización de una sociedad que abandona a sus viejos.
En todas sus obras B. realiza una crítica acerba de la sociedad en que
vive, movida de una feroz actitud antiburguesa e inspirada en ideas en las
que se mezclan existencialismo y marxismo.
Lo mismo que Sartre, B. cultiva el reportaje periodís- tico de
intencionalidad comprometida: L 'Amérique au jour le jour (América al día)
y La longue marche. Las piezas de teatro (Les bouches inutiles, 1945) y
las novelas tratan asuntos muy semejantes a los de los ensayos. Entre las
segundas, L 'invitée, 1943 (sobre los celos), presenta, desde ángulo muy
diverso, los mismos personajes que L 'áge de raison, de Sartre. Le sang
des autres ( 1945), sobre la Resistencia, plantea un caso de moral
individual y colectiva. Las tres obras soportan un exceso de carga
didáctica. En Tous les hommes sont mortels (1947) sostiene el carácter
ilusorio de toda creencia en la inmortalidad. En Les mandarins (1954),
premio Goncourt, su mejor novela, refiere la relación Sartre-Camus después
de la liberación de Francia; es muy interesante por su contenido de
crónica y de autobiografía.
En todas las obras de B. se descubren los mismos defectos: carencia
de inventiva y consiguiente repetición de asuntos; exceso de egocentrismo
y voluntad didáctica, y descuido de la forma. Es innegable, en cambio, la
riqueza de su expresividad.
BIBL. : G. BLIN, Simone de
Beauvoir et le probleme de l'action, París 1945. G. GENNARI, Simone de
Beauvoir, París 1959; A. M; HENRY, Simone de Beauvoir o el fraclls d'una
cristiandat, Barcelona 1963.
C. ALONSO BLANCO.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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