Salteador y asesino judío libertado por Pilato, al ser elegido por el
pueblo judío frente a Jesús.
Nombre. La etimología de este nombre es muy discutida, ya que se
presenta de formas diferentes entre los diversos manuscritos griegos.
Jacquier cita cuatro: Barábbas, Barábas, Barrábas y Barrabán. Así la
etimología sería: bar-rabba, «hijo del doctor» ; bar-rabban, «hijo de
nuestro doctor»; bar-abba, «hijo del padre»; bar-abban, «hijo de nuestro
padre»; bar-Abba, «hijo de Abba». Éste último nombre era frecuente en
aquella época.
Los manuscritos cursivos griegos (1, 118, 209, 299), la versión
siriaca-jerosolimitana y la armenia le llaman Jesús Barrabás. Jacquier
dice que aunque lo cita ya Orígenes, hoy día es rechazada esta lectura por
críticos competentes, como Tischendorf, Westcott y Hort, etc. Sin embargo,
Kastner acepta la lectura y mantiene que «motivos de respeto debieron
llevar a la supresión del nombre de Jesús de los otros manuscritos»;
Buchberger dice que «esta lectura, como Lectio difficilior, debe ser
aceptada».
Personalidad. Los Evangelios sólo nos proporcionan los siguientes
datos: Mt 27, 16 «un preso famoso llamado Barrabás»; Mc 15, 7 «había un
preso llamado Barrabás, encarcelado con sediciosos, que en una sedición
había cometido un homicidio»; Lc 23, 19 «el cual había sido encarcelado
por un motín ocurrido en la ciudad y por homicidio»; lo 18, 40 «era
Barrabás un bandolero». Esta condición de Barrabás como salteador homicida
está también confirmada en el Libro de los Hechos 3, 14 «Pedisteis que se
os hiciera gracia de un homicida».
El retrato de B. según estos textos sería: ladrón, salteador,
bandolero, sedicioso y homicida. Sin embargo, hay algo, que se deduce del
texto, que hace que B. no fuera un ladrón asesino vulgar. Pickl opina que
era «Un delincuente político nacionalista, que en una revuelta fracasada
mató a algún soldado romano». De lo que puede deducirse que por su
condición de bandolero era protegido por alguna secta nacionalista al
servicio de sus planes, o que por su condición de jefe de la secta, al
verse perseguido, tenía que llevar vida de bandidaje. Ello explicaría que
fuera a «un preso famoso» y que fuera encarcelado «por ticidio durante un
motín».
Barrabás en el juicio de Jesús ante Pilato. B. se hallaba en la
cárcel con esos cargos y condenado a pena capital, cuando Jesús fue
conducido ante Pilato. Desde ese momento «el ladrón famoso judío» pasaría
a ser conocido en todo el mundo, aunque ciertamente ello no sea para su
honra. El episodio lo traen los cuatro evangelistas: Mt 27, 15-25; Mc 15,
6-15; Lc 23, 17-25; lo 18, 39-40.
Según que se adopte una u otra interpretación de la figura de B.,
ambas compatibles con el texto evangélico, se pondrían de manifiesto unos
u otros matices en la narración. En el supuesto de que B. fuera un
bandolero vulgar, tendríamos que Pilato, que se había convencido de que
Jesús era inocente, entregado por envidia, y quiere aprovechar la ocasión
que le brinda la costumbre de soltar un preso con motivo de la Pascua para
librarse de ÉI, ofrece libertad a Jesús o a B., a elección, creyendo se
inclinarían más por Jesús, «que ha pasado haciendo el bien», que por B.,
asesino y ladrón. Todo esto presupone la presencia de una turba de
curiosos e indiferentes. Pero si consideramos a B. como rebelde
nacionalista, la turba presente sería de partidarios del mismo que vienen
a pedir su libertad. Así la elección propuesta por Pilato sería entre
Jesús, o el que le pide la turba, B. Se trataba dos personas a las que
Pilato ve como figuras nacionalistas, ya que a Jesús le habían acusado de
alborotar al pueblo, aconsejando no pagar tributo al César. Les da opción
de elegir entre dos de los suyos. Los sanedritas convencieron a la turba
de que pidiera la libertad de B. De este modo quedó libre aquel
tristemente célebre asesino, de quien calla la historia posterior. Sólo.
algunas leyendas dicen haberse convertido después al cristianismo, pero no
pueden ser probadas.
BIBL. : JACQUIER, Barrabas, en
DE, 1,1442-3; I. BLINZLER, El proceso de Jesús, Barcelona 1959; K. KASTNER,
Jesus vor Pilatus, Münster 1912; I. PICKL, Messiaskónig Jesus, Munich
1935; A. BAJSIC, Pilatus, Jesus und Earabbas, "Bíblica" 48 (1967) 7-28.
DANIEL DE SANTOS.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp,
1991
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