ABDÍAS

Categoría: Religión Cristiana

El más breve de los escritos proféticos del A. T. es el de A., y al decir de S. Jerónimo es «tanto dif ficilius, quanto brevius», es decir, «tan difícil como breve».
      El profeta. Su nombre en hebreo es Obadyah, que significa «siervo o servidor de Yahwéh». En el A. T. son 12 en total los que llevan este nombre, o su variante Obadyahu. El más importante de todos es el quinto de los llamados profetas menores (v. PROFECÍA Y PROFETAS I). Fuera de su libro nada más sabemos del autor: ninguna filiación patronímica ni geográfica se da en la Biblia del profeta A.
      Respecto a su personalidad algunos han querido identificarle con el príncipe enviado por Josafat, junto con otros príncipes, sacerdotes y levitas, para adoctrinar al pueblo en la ley de Yahwéh, como leemos en 2 Par 17, 79. Según esta hipótesis se supone que habría profetizado en los últimos años de Joram (848841), tal vez a raíz de la desastrosa campaña contra los idumeos: 2 Reg 8, 2022; 2 Par 21, 9. Su profecía sería así el eco de aquellos acontecimientos. También S. Jerónimo refiere una tradición judía según la cual A. no es otro que el mayordomo del rey Ajab, que llevaba el mismo nombre y que había ocultado a 100 profetas (cfr. 1 Reg 10, 316), y cuya tumba se mostraba en Samaria junto con las de Eliseo y Juan el Bautista. Pero éstas son simples hipótesis. Fuera de la profecía escrita por él, realmente nada más sabemos de su autor.
      El libro. a) Su contenido. El tema general del libro es la humillación del orgullo de Edom (v. IDUMEA), reino vecino de Judá por la parte sur, y además consanguíneo de Judá por ser los edomitas descendientes de Esaú, el hermano de Jacob. Al final concluye el libro con una sentencia mesiánica sobre el restablecimiento del imperio universal de Yahwéh.
      La división del libro es: 1) Juicio divino sobre Edom, vers. 19. 2) El pecado de Edom, 1015. 3) Instauración del reino de Yahwéh, 1621.
      El autor habla brevemente del orgullo de Edom y de su destrucción a causa de la conducta poco fraternal con Judá con ocasión de una calamidad reciente que atraerá sobre él la ira de Dios, y, por otra parte, de la retribución de Judá, que triunfará sobre todas las naciones. La acusación general contra los edomitas se basa en que se han ensañado con los judíos cuando éstos estabán humillados y devastados por pueblos enemigos; el profeta apela a la comunidad fraternal de sangre entre Edom y Jacob para justificar la gravedad de la conducta fratricida de los edomitas.
      b) Planteamiento de su exégesis. Una interpretación detallada y pormenorizada del libro es difícil por su brevedad (21 versículos) y estilo, por la ausencia de toda fecha o data biográfico, lo que impide datarla claramente, porque no se han conseguido identificar algunos de los sucesos históricos a los que alude. Se ha estudiado también su posible paralelismo con otros libros como jeremías y Joel.
      c) Datos históricogeográficos respecto al tema del libro. La rivalidad entre Edom e Israel era muy antigua. Las narraciones del Génesis en torno a JacobIsrael y EsaúEdom aluden ya a esa tensión y rivalidad (Gen 25, 23; 27, 3940). Durante la monarquía, Edom estaba situado en el camino que conducía al importante puerto de Elat en el mar Rojo, y esta situación estratégica ocasionó continuas fricciones, como vemos en diversos pasos       de los libros de Samuel y de los Reyes: «David adquirió gran fama y a su regreso batió a Edom en el valle de la Sal...» (2 Sam 8, 13). «Él Amasías, rey de Judá derrotó a Edom en el valle de la Sal, 10.000 hombres en conjunto...» (2 Reg 14, 7).
      Cuando el reino de Judá fue llevado cautivo, Edom lo celebró con fruición y ocupó parte de su territorio. Así lo hace notar Ezequiel (2512): «Porque Edom ha ejercitado cruelmente la venganza contra la casa de Judá, y se ha hecho culpable de delito al vengarse de ella». Esta tensión y rivalidad entre Edom e Israel dio origen a una literatura polémica antiedomita; cfr.: Ps 137, 7; Is 34; 63, 16; Ier 49, 722; Ez 25, 12 s; Am 1, 1112. En esta línea está también la primera parte de este libro de A.
      d) Fecha de composición del libro. Respecto a la época de composición del libro de A. las opiniones son bastante contrapuestas. Los únicos datos posibles para localizar dicha fecha son la serie de hechos concretos a que alude el mismo y que hemos mencionado.
      Los autores se dividen al localizar históricamente todos estos datos. Podemos distinguir dos hipótesis más importantes: I .a) La que supone que el libro es anterior al exilio babilónico. Así, entre otros autores, se pronuncian Knabenbauer, Vigouroux, Theis, Cornely, Bruston, Keil. A. en este caso habría predicado en tiempos de Joram de Judá, durante cuyo reinado (849842) su tierra fue invadida por los filisteos y árabes (2 Par 21, 16), y como prueba de esto suponen que Joel y Jeremías conocían la profecía de A. En esos profetas hüy algunas secciones de sus profecías contra Edom que son paralelos casi verbales de A.: Abd 1b y Ier 49, 14; Abd, 2 y Ier 49, 15; Abd 4 y Ier 49, 16. 2.11) La otra hipótesis es la más común hoy día. Según ella, A. es posterior al destierro. Los hechos aludidos sobre la invasión de Jerusalén por los extranjeros y el mal trato dado por los edomitas a los judíos vencidos se explican mejor en el supuesto de que se refieran a la destrucción de Jerusalén por los babilonios (587586). En esta ocasión los edomitas hicieron causa común con los vencedores en la conculcación de los vencidos. Por otra parte, sabemos que Edom, o mejor, Petra, fue tomada a los edomitas en el a. 312. Como quiera, pues, que A. considera su juicio contra Edom como algo futuro, la composición del libro debe colocarse entre la caída de Jerusalén (587) y la conquista de Edom. Más no se puede precisar. Entre otros autores, sostienen la fecha posexílica de composición de A. los siguientes: Tobac, Chaine, Sellin, Smith, Hólscher.
      e) Unidad y estilo. La cuestión de su origen y unidad ha sido objeto de fuertes controversias. Los críticos han encontrado muchas diferencias de perspectiva histórica y también literarias entre la primera parte (115b) y la segunda (15a21); p. ej., el castigo de Edom en la primera parte se presenta como realidad histórica pasada; en la segunda parte como un hecho futuro. En la segunda profecía se dice que los edomitas serán totalmente exterminados, mientras que en la primera se habla de una humillación cumplida. En la segunda parte el castigo afecta a todos los pueblos; en la primera, sólo a Edom. En la primera, el vengador de Edom son las naciones paganas aliadas; en la segunda, es el propio Israel, cuyo furor vengador se extenderá a otras naciones.
      La unidad del libro, a pesar de ser tan pequeño, se ha puesto en duda, principalmente a causa de las razones de incoherencia cronológica. Así, no pocos autores creen que la segunda parte, de tipo apocalíptico, es una adición posterior a la primera profecía de A. Pero Condamin ha demostrado la unidad del libro apoyándose en una base métrica, y si bien se puede admitir la incorporación de materiales más antiguos, parece innecesario suponer multiplicidad de autores.
      El estilo es el hebreo clásico regular, sin que la dicción sea claramente arcaica o tardía. La palabra quetel (vera. 9) solamente aparece aquí. Su raíz es desconocida en los libros antiguos. El metro es regular en algunos lugares, pero en otros varía. Y algunas secciones están en prosa.
      f) Mensaje. Consiste en exaltar la justicia y el poder del Señor, dueño de todos los pueblos, y en la promesa de la restauración de Israel. La visión de A. invoca la justicia del Señor, para que castigue la insolencia de Edom, por haber tomado parte en el saqueo y en la ruina de Judá. Los destinos de Edom, como los de todos los pueblos que persisten en conculcar los derechos de la humanidad, han quedado fijados inexorablemente por las exigencias de la justicia divina. Como el de Nahum, el libro de A. es un grito apasionado en el que junto a una honda fe en Dios y a una confianza en sus promesas se perciben ecos de la tentación nacionalista que tanto afectó a Israel. Nos recuerda así una de las etapas por las que Dios fue llevado al A. T. hasta llegar a las alturas del Sermón de la Montaña en el N. T.
     

BIBL.: S. JERÚNIMO, Comm. in Abdian2 Prophet, en PL 25. 1097; LUIS DE LEGN, In Abdiam Conim., Salamanca 1589; J. THEIS. Der Prophet Abdias, en Bonner Bibel, Bonn 1937; A. CONDAMIN. Cunité d'Abdias, «Rev. Bibliquen 9 (1900) 261268; J. TRINJUET, Abdias, en Bible de Jerusaleni, París 1955; M. GARCíA CORDERO, Abdias, en Biblia Comentada, ed. BAC, Madrid 1961.

D. YUBERO GALINDO.

Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991