Alianza
Biblia


Concepto central en el mensaje del Antiguo Testamento. Alianza significa la ordenación de las relaciones interhumanas en un sentido de correspondencia y amistad. Pero el término se ha utilizado también respecto de las relaciones entre -> Dios e -> Israel. La meta de la conclusión de una alianza es introducir y afirmar una situación de paz, de equilibrio armonioso. Se distinguen tres clases entre los llamados pactos de alianza: 1) De soberanía, en los que el Señor regulaba las relaciones con sus vasallos. 2) De paridad, entre dos pactantes del mismo rango. 3) Tripartitos, concluidos por un soberano en favor de otros dos (cf. Jos 24,25).

La alianza nunca fue en el Antiguo oriente un mero valor jurídico profano. Tenía un aspecto sagrado. Se la sellaba en el santuario, en una función cultual que incluía un -> banquete, al que se pensaba que asistía la divinidad como testigo. En esta ceremonia, los pactantes se comprometían a una conducta acorde con lo pactado, es decir, a portarse de tal modo que quedara garantizada la solidaridad y los vínculos de la comunidad nacida del pacto. El Antiguo Testamento conoce una serie de conclusiones de alianza con Dios. Así, la alianza con Noé (Gén 9), con Abraham (Gén 15.17), la alianza del Sinaí (Éx 19ss), la alianza de David (2Sam 7) y la llamada alianza levítica (Núm 18,19).

El punto central y culminante de toda alianza israelita es la alianza del Sinaí, que debe ser enumerada dentro de la serie de contratos de soberanía o contratos de vasallos. La iniciativa parte de Yahveh; al pueblo se le considera como el receptor, llamado por Dios a un deber. Para comprender el proceso de la conclusión de esta alianza debe tenerse en cuenta que, en semejantes casos, debía observarse un detallado formulario de conclusión de pactos. En primer lugar, se hace la presentación del soberano. A continuación, este soberano hace una relación de los beneficios que ha concedido al vasallo y de las señales de su benevolencia. Sigue luego la obligación de seguirle fielmente (mandamiento principal) y una enumeración de las condiciones concretas, una lista de testigos y otros detalles. Se concluye con una serie de bendiciones y maldiciones que tendrán cumplimiento según se respeten o no las cláusulas del pacto. Finalmente, este -> documento de la alianza, exactamente fijado, se depositaba en el santuario.

El relato del Sinaí narra en primer término una -> teofanía de -> Yahveh, acompañada de fenómenos cósmicos. El documento de la alianza es entregado, por medio de Moisés, bajo la forma de tablas de la ley (-> Decálogo), que serán depositadas en el -> arca de !a alianza. La conclusión del pacto tiene lugar, según los usos del derecho profano, bajo la forma de una acción sacrificial. La sangre del sacrificio se derrama sobre las dos partes pactantes: sobre el altar, que representa a Dios, y sobre el pueblo. Dios ha concedido esta alianza movido únicamente por su misericordia, y como don de su gracia a Israel. Pero el amor que Israel vive experimentalmente en este hecho le obliga a la obediencia y a la fidelidad, es decir, al cumplimiento de las cláusulas de la alianza: el decálogo, los -> mandamientos. Y esto no significa otra cosa que la obligación de permanecer unidos con Yahveh y, en consecuencia, también con los demás y, por tanto, el deber de conservar la unidad entre sí. El Antiguo Testamento muestra, ya desde el mismo libro del -> Éxodo, que Israel no ha cumplido el mandamiento de Dios, no ha mantenido su amistad y fidelidad y la amistad y fidelidad con los de-más, supeditadas a las primeras. Desde el principio se fue añadiendo, eslabón tras eslabón, una larga serie de -> violaciones de la alianza (Éx 31s), hasta formar una cadena que atrajo de nuevo sobre el pueblo la desgracia y la maldición. Por este motivo proclamó Jeremías que Dios volvería a concertar una alianza nueva e imperecedera, que sería escrita en el corazón de los hombres (Jer 31,31). Ezequiel habla de una alianza eterna de paz» entre Dios e Israel (Ez 37,26). El Deuteroisaías convierte al -> siervo de Yahveh en »alianza para el pueblo», cuya muerte expiatoria justificará »a muchos» (Is 53, 10ss).

Israel ha experimentado en su historia tanto la realidad de las relaciones nacidas de la alianza como la del pecado y la culpa. Así como la alianza encierra un aspecto personal, también hay algo personal en el pecado, en la violación de la alianza. Poner esto ante los ojos del pueblo fue considerado por los -> profetas como su más urgente deber. La investigación veterotestamentaria ha reconocido que los discursos proféticos sobre el juicio hunden sus raíces en la teología de la alianza — cuanto al contenido — ya que, formalmente considerados, estos -> discursos del juicio proceden de la vida profana jurídica de la comunidad hebrea. El hecho se presta a muy ricas consecuencias, habida cuenta de que las relaciones entre Yahveh e Israel han sido evidentemente consideradas en categorías jurídicas. Debido a esto, los profetas han elegido como forma de expresión la demanda jurídica, cuando han querido mostrar al pueblo una violación de la alianza. Debido asimismo a esta vinculación con la teología de la alianza, se ha llegado también a la conclusión de que es perfectamente conciliable que, en los discursos del juicio, unas veces asuma Yahveh la función de demandante y otras aparezca en función de juez.

Dado el importante papel desempeñado por la realidad de la alianza en la vida de Israel, no es extraño que se haya visto en la -> circuncisión la señal de esta alianza (que se quiere hacer remontar hasta la alianza con Abraham) y que se haya pensado, además, en celebrar esta alianza a intervalos regulares con una fiesta propia. La -> fiesta de la renovación de la alianza se celebraba durante las fiestas de las tiendas.

Incluso en aquellos pasajes en que no aparece expresamente en el Antiguo Testamento la palabra alianza, está vigente, detrás de las imágenes empleadas, esta misma idea. Y así, equivalen perfectamente a la alianza comparaciones como las del padre y el hijo o la del matrimonio. En ellas se expresa la idea de que Dios ha concedido la alianza llevado de su amor libre, y que quiso fundar una comunidad de amor que libera a los hombres para la libertad. Es lícito pensar que la relación de alianza ha encontrado en la -> alianza nueva su expresión más profunda precisamente en el banquete del amor (-> Eucaristía, -> Cena de Jesús), que exige de los hombres la entrega y la dedicación a los demás como respuesta adecuada. El Nuevo Testamento acepta el modo de hablar veterotestamentario y menciona expresamente la -> sangre de Cristo como señal de la fundación de la nueva alianza (cf. la alusión a la sangre del sacrificio derramada en la conclusión de la alianza: Mc 14,24 y Éx 24,8; además, Is 53,11).

En analogía con Moisés, Jesús es »mediador de una nueva alianza» (Heb 12,24). Por medio de él nos llega la justificación y la participación en la vida de Dios. Pablo ve una ruptura entre la antigua alianza (Sinaí, Agar) y la nueva alianza en Cristo. Saltando por encima de la antigua alianza de la esclavitud, del rechazo =Israel según la carne», el apóstol busca una vinculación con Abraham, el padre de la fe (cf. Rom 4). Las promesas de la alianza hechas a Abraham encuentran su pleno cumplimiento en Cristo.