Alegría
Biblia
 

El Antiguo Testamento destaca con frecuencia que el hombre piadoso y justo encuentra su alegría y gozo en el Señor (cf. Sal 16,11) en virtud del poder y la gloria de Dios, que el mismo Dios establece para salvación de todos (Sal 95,98). Los mismos bienes de la creación natural son objeto de gozo y de alegría (Dt 12,7). La alegría de Israel se funda en su -> elección y en la guía que Dios le otorga (p. ej., Is 44,23) y en su conocimiento de que se cumplirá la -> esperanza mesiánica (Is 9,1-7). Por este camino recibe la alegría religiosa de Israel una nota escatológica, que se manifiesta en el júbilo del fin de los tiempos (Dan 3,52-90) y encuentra su expresión plástica en el banquete de alegría de todos los pueblos en Sión (Is 25,6). Júbilo vehemente y suprema alegría festiva llenaban las -> fiestas israelíticas, a las que muchas veces se añadían banquetes, música y danzas. La alegría tenía un carácter demostrativo; era alegría por el poder y la ayuda de Dios, por su gloria y por sus obras (p. ej., Sal 47,2). La alegría de Israel era muy distinta de la alegría orgiástica de los cultos -> cananeos (Os 9,1ss). Toda fiesta de Yahveh era ocasión de alegría, pero su lugar específico era el banquete sacrificial (Dt 12,7), que no era tan sólo motivo de alegría, sino también apropiación simbólica de los bienes salvíficos. Las fiestas recordaban al pueblo el día que hizo el Señor para exultar en él con alegría (Sal 118,24).

Mayor y más colmada es la medida de la alegría que caracteriza el Nuevo Testamento. La alegría va unida a la persona de -> Cristo y a la -> salvación que por él acontece. El mensaje de Cristo se llama -> Evangelio (Mc 1,1) y mensaje de alegría (Lc 2,10). La alegría hace acto de presencia en el nacimiento del precursor (Lc 1,14). María se llena de júbilo por la salvación que se ha manifestado en ella (Lc 1,47). Los magos se alegran por haber visto de nuevo la estrella (Mt 2,10). Juan Bautista está lleno de alegría, porque ha llevado a Cristo la -> esposa (Jn 3,29). Jesús se alegra por causa de sus discípulos, porque podrán contemplar la resurrección de Lázaro (Jn 11,15). En la parábola de la oveja perdida reconoce Jesús su gozo por los pecadores que se convierten (Lc 15,5). Deben alegrarse los que sufren persecución por la justicia, porque grande es su recompensa en el cielo (Mt 5,12). Su tristeza se transformará un día en gozo y alegría (Jn 16,20ss).

A los discípulos de Jesús se les pide una actitud y un comportamiento alegre. Deben alegrarse, porque sus -> nombres están escritos en el cíelo (Lc 10,20). Si viven de acuerdo con sus mandamientos, la alegría de Jesús estará en ellos, y su gozo será pleno (Jn 15,11). La alegría ocupa el punto central de las parábolas de Jesús. En ellas se compara frecuentemente el -> reino de Dios a un banquete o a una boda que, para los orientales, eran ocasión de peculiar regocijo (cf. Mt 9,15). La alegría de seguir a Jesús y alcanzar el reino de los cielos se parece al gozo que experimenta un hombre que encuentra un tesoro o una perla preciosa en el campo: lleno de alegría por su hallazgo, da con gusto todo cuanto tiene para comprar el campo (Mt 13,44ss).

Jesús despierta la alegría en los hombres por sus curaciones milagrosas, por la expulsión de demonios, porque resucita muertos y perdona los pecados.

El auténtico fundamento de la alegría de las comunidades es el Señor resucitado. Ya las mujeres volvieron del sepulcro vacío llenas de temor y alegría (Mt 28,8) y los discípulos se alegraron cuando vieron al Señor resucitado (Jn 20,20). El encuentro con Cristo sacramental en el -> partir el pan (Act 2,46) les comunica la alegría prometida (Jn 17,13). La Iglesia está llena de la fe gozosa en Cristo (1Pe 1,8). La alegría en el Señor debe ser uno de sus rasgos fundamentales (FIp 4,4; esta epístola podría llamarse la carta de la alegría). Para Pablo, la fuente de la alegría es la -> obediencia de la comunidad (Rom 16,19) y la fortaleza de su fe (Col 2,5). Como Cristo, también el apóstol invita a la alegría (2Cor 13,11). Un rasgo especial del Nuevo Testamento es la alegría de los discípulos por poder soportar -> padecimientos por Cristo. Pablo rebosa de alegría en sus sufrimientos, porque de este modo «completa» la pasión de Cristo (Col 1,24).

El Nuevo Testamento pone la alegría en especial conexión con el -> Espíritu Santo (Act 13,52; Rom 14,17). La alegría es fruto especial del Espíritu Santo y se la menciona a continuación del amor (Gál 5,22). Parece incluso que equivale a la -> fe (Flp 1,25), está en conexión íntima con la -> esperanza (Rom 12,12) y la -> paz (Rom 14,17). Así, la alegría es para los cristianos en este mundo fruto de la redención; junto con la paz y la -> libertad, constituye uno de los elementos esenciales de la salvación. Su fundamento último está en que el hombre, por la gracia de Cristo, ha sido liberado del estado de perdición del pecado y de la muerte. La esperanza cristiana se orienta a una alegría y gozo plenos y perfectos en la eternidad (Ap 19,7).